Friday, August 30, 2024

Irreductiblemente chavista, FARRUCO SEXTO

 *Irreductiblemente chavista: cuatro notas personales extraídas de la cotidianidad*


Farruco Sesto


_(Publicado en Correo del Orinoco)_ 






*1*

*EL RELATO*


Me encuentro en la calle con un buen amigo gallego, revolucionario, leal a Venezuela, quien después de un cariñoso saludo, me dice sonriendo: “No tienen nada”.


Le sonrío a mi vez y le digo lo mismo: “No, no tienen nada”. 

 

Sé de qué está hablando. Se refiere a los poderes hegemónicos de esta parte del mundo, y a la intensa y abrumadora campaña en la que se montaron contra Venezuela en el caso de las recientes elecciones presidenciales, con todos los medios en complicidad y actuando al unísono, sin tener nada más que un enorme vacío como soporte de su estrategia comunicacional. 


A continuación, él mismo puntualiza con claridad: no tienen nada, pero tienen el relato.


Un relato que está en todas las televisoras, en todos los periódicos digitales y de papel (incluidos muchos de los que se autodefinen progresistas) y que inunda las redes. Un relato donde la verdad no es, precisamente, lo que se impone,  sino una mentira disfrazada de verdad, con un cinismo que ya ni nos sorprende.


La derecha del mundo gozando, desatada y en estado de éxtasis. Y una llamada izquierda, esa izquierda vacía que por aquí hace vida, con los ojos cerrados en una suerte de complicidad y en el mejor de los casos mordiendo el anzuelo para participar plenamente en el montaje. 


Sin embargo, la gran pregunta está en el aire. No puedo dejar de formularla y, al mismo tiempo, de responderla:


 - ¿Puede este relato de fantasía opacar la voluntad de un pueblo?  


-Yo estoy seguro de que no. Pueblo mata relato



*2*

*LAS FOTOS*


Este es un cuento corto y sencillo.  Se trata de algunas fotografías colocadas en la pared, detrás de mi puesto de trabajo.

 

En una estoy con Chávez.  Fue tomada en el bicentenario del 19 de abril de 1810, en la Plaza de San Jacinto, inaugurando el monumento conmemorativo. El comandante se ve muy  contento, mientras apoya una mano sobre mí hombro en un gesto que, en él, era frecuente  Está con una boina roja  y chaqueta verde. Como es de noche, los colores resaltan con la luz de los reflectores que iluminan la escena. Me encanta esa foto.

 

En otra estoy con Fidel. Me habla mientras sujeta mi muñeca con su mano izquierda y me pasa un brazo por la espalda. Está con su uniforme militar de comandante en jefe. Me acuerdo muy bien de la escena pero ya no recuerdo qué nos decía. La imagen forma parte de una serie que me gusta mucho donde Fidel va cambiando de postura. Al fondo se adivinan unas letras grandes que dicen “Patria es Humanidad”.  Es el aeropuerto de La Habana.


Una tercera, da fe de un momento muy especial (me refería a ella en un reciente artículo sobre el abrazo). Nicolás y Diosdado se funden en un gesto muy emotivo. Fue tomada el día de la juramentación de Maduro como presidente en 2013. En un segundo plano, yo aplaudo emocionado y contento. Sé que en otra imagen de la misma escena aparece también Aristóbulo, pero no está en la copia que yo tengo.


En una cuarta, tomada en una reunión Presidencial en Manaos, el presidente Lula me estrecha la mano. Pero esta foto a la que me refiero, ya no está. Cuando esto escribo, acabo  de removerla de la pared. No es por nada. Sé que Lula no es el enemigo. Sé que Brasil y Venezuela están llamados a trabajar juntos. Sé que tendrán que entenderse en los BRICS. Pero el caso es que, en lo personal, ya no me apetece tener como referencia una foto con Lula.

 

Por eso, aprovechando el marco, la voy a sustituir por otra que tengo con Raúl.  


*3*

*CHAVISTA*


Conversando con un viejo compañero de bachillerato, sentados en la terraza de algún café, el hombre pregunta sobre cómo me definiría a mí mismo, políticamente hablando. 


Le digo que soy irreductiblemente chavista. Que eso es lo que soy. Y que averigüe lo que ello significa en el mundo de hoy, en la América Latina de hoy y, particularmente, en la Venezuela de hoy.

   

Ser Chavista, así lo pienso y creo, me sitúa humanamente en el seno del pueblo, comprometido con sus idas y venidas en el camino de emancipación, con sus problemas estructurales o circunstanciales, con sus angustias y sus esperanzas transmutadas en confianza. Y me sitúa en el compromiso absoluto con sus decisiones políticas concretas en este momento preciso, como es la elección de Nicolás Maduro Moros para presidir la República durante los seis próximos años.   Todo ello para continuar el impulso de construir una sociedad de iguales, sin explotación, sin exclusión, sin discriminación de ningún tipo. Para alcanzar la mayor suma de felicidad colectiva posible. Eso es ser chavista en lo concreto. 


También, por otra parte, ser chavista me sitúa de una manera especial en el universo de la geopolítica, tan interesante en los últimos años.  Bien ubicado, no con el esquema unipolar de la decadente hegemonía occidental, sino con el mundo pluripolar que está naciendo de modo irreversible. Es decir, con la mayoría de la humanidad que busca la paz, la solidaridad y el respeto entre los pueblos y naciones.


No sé si mi antiguo  compañero de aula ha quedado convencido. Seguramente él quería averiguar cómo llegué a formar parte de tal “régimen autoritario”



*4*

*EL TEST*


Venden en las farmacias un test para detectar el COVID que, la verdad, resulta bastante práctico.  Pues, sin análisis más completos o exhaustivos, puedes detectar en forma rápida si la enfermedad está presente.


A mí se me ocurre, haciendo una analogía, que la forma en que los medios de comunicación tratan a Venezuela puede servir de test para identificar rápidamente su verdadera naturaleza.  Me refiero específicamente a los medios considerados progresistas, cuando no de izquierda (ah, la izquierda, esta izquierda) que pudieran estar engañando a más de uno.


Viendo el tratamiento de la noticia al día siguiente de la sentencia del TSJ de Venezuela, me reafirmo en un viejo convencimiento. El de que no hay tal cosa como progresismo organizado en política. Que el progresismo es una cara del viejo sistema político capitalista. Así cómo el fascismo también lo es. Todo un amplio abanico en la carta del menú al alcance de todos los gustos y bolsillos.

 

Y que, por consiguiente, hay que observar con cierto escepticismo a los medios que se auto consideran progresistas e independientes. 

  

Lo dicho:  Su tratamiento noticioso de Venezuela en particular y, en general, el enfoque que suelen tener sobre los asuntos de América Latina nos sirve como test para sospechar quien mueve los hilos en su sala de redacción. No en nombre de la verdad, precisamente. Ni del periodismo honesto, por más que lo pregonen.


*_farrucosesto@gmail.com_*

Saturday, June 22, 2024

Oración – Jorge Debravo

 

Oración – Jorge Debravo

¿Dónde pondré las carnes de esta angustia,

sus torcidas navajas,

mis dos brazos heridos,

mi corazón regándose sobre todos los mapas? 


¿Dónde me acostaré que no me duela

el plomo de la última metralla?



¡Ah, no os matéis, hermanos, por la dicha,

ni por la libertad, ni por vosotros!

¡Os prohíbo mataros, con el derecho mío,

con la ley de mis ojos!


¿No veis que ni las manos, ni las casas,

ni la paz, ni los dioses, 

podrán justificar una herida rajada

en la espalda de un hombre?


¿En qué cueva podréis arrebujar

los huesos de los muertos, 

que no salgan de noche a endurecer

vuestros más largos huesos?



Os condenaré si echáis la muerte

a los mullidos pechos de la tierra. 

¡Os condeno, malditos, con la condena mía,

con mi humana, humanísima condena!


¿En qué hueco echaréis las pupilas sangrantes

de las mujeres muertas

y las piernas molidas, malolientes,

cenicientas? 


¿Cómo podréis vivir mirando a vuestro lado

las manos de los niños, torcidas bajo el cielo,

como gajos de carne

despegada a lo vivo de los cuerpos? 



¡No habléis de Dios! ¡Hablad de tumbas,

de piedras y gusanos! 

Agarrad un cuchillo de vergüenza

y despegaos el corazón humano.


¿Cómo podréis después sostener el amor,

cuando hayáis masticado vuestros huesos más hondos,

el horror os chorree por las mejillas

como un lento cortejo de leprosos

y un ojo más se os clave en la cara,

el negro ojo del odio? 


Ah, no os matéis, por Dios, así, con esa roja

cuchilla de mil filos.

Despedazad la guerra con los dientes,

con un agudo corazón de niño.

No os matéis, por Dios. ¡Arrodillado

y todo acuchillado os lo suplico! 

Monday, June 17, 2024

GAZA, PALESTINA, DENDE O RIO AO MAR

Ofrenda dos poetas galegos a Palestina

«Debilidade»: 
«Porque non son soldado nen suicida, / 
confeso que son débil, / 
e que na miña debilidade vin os ollos da morte». 


Por enriba de tódalas fronteiras,

por enriba de muros e valados,

se os nosos soños son igoales,

coma un irmáu che falo.

(Celso Emilio Ferreiro)



Por iso pido a paz

pido a paz e un estado popular

para o pobo pobre

débil coma min en Palestina.

(Luísa Villalta)




“Debilidade” de LUISA VILLALTA

Porque non son soldado nen suicida,

confeso que son débil

e que na miña debilidade

vin os ollos da morte,

e tiñan o teu nome, Xerusalén,

un nome amurallado pola destrución.



Confeso que son débil

e que vivo ofuscada polo vicio da razón

que me fai ensoñar un mundo poderoso de xustiza

empezando pola miña propria rúa

e que teño o delirio imperialista

de querer chegar a dominar os que dominan

e denunciar como se esconden por detrás do muro

onde non lamentan nada

porque a dor non lles pertence.



O meu pracer é insultar os seus disparos virtuosos

e maldicer a súa epopea triunfal

consistente en non deixar medrar os nenos

que condenaron a vagar xa para sempre

entre os entullos mesturados cos cadáveres.

Ante a miña blasfemia, como en eco,

ouvín queixarse os deuses,

afeitos a eses templos suntuosos,

torcidos de dor nas cabezas como a miña

embotadas polo afán de liberdade

pedindo non ser tan cruelmente ameazados pola paz

que se avista cabalgando na razón e na esperanza

cada día en que se clama pola paz,

cada vez que o día estoupa.



Hai ainda tantos nenos esperando turno para non nacer

que se agolpan entre as pedras

mentres a voz dun deus escravo

envia lexións de anxos coas botas da milicia enfurecida

repartindo os naipes do seu proprio temor.



E eu confeso que son débil,

que son moito máis débil que o odio

máis débil que a pobreza ante a riqueza inegociábel

máis estraña que o hábito vencido da represión

Por iso pido a paz

pido a paz e un estado popular

para o pobo pobre

débil coma min en Palestina.







Luns de loita, todos os días

Outro luns? Non, é un día máis, 

todos os días, nunha loita sen fin 

contra o xenocidio que berra ao ceo sen resposta.

O exterminio dun pobo 

mostrado ao mundo 

é un crime compartido 

dun Estado armado, 

unha verdadeira máquina de terror 

que Occidente nutre e mantén.

Baixo a mirada aterrada 

dunha multitude horrorizada, 

a masacre é estampada 

e consagrada a cada hora 

en nome da democracia.

O asasino inviste na Bolsa, 

a súa mellor materia prima 

é a miseria, a dor e a morte

Enfermaremos de noxo, 

de impotencia e de rabia 

se non detemos esta hecatombe 

a un ídolo sanguento 

escondido detrás dunha pantalla.






Monday, May 27, 2024

Protesto massivo contra a macro-celulosa da Altri e do Partido Popular

Protesto massivo contra a macro-celulosa da Altri e do Partido Popular | Olhaparo

 UN PUNTO DE INFLEXIÓN NAS LOITAS CONTRA A NATUREZA COLONIAL DAS RELACIÓNS DO CAPITAL, E DA POLITICA QUE O SUSTENTA, CA  NOSA GALIZA.



Protesto massivo contra a macro-celulosa da Altri e do Partido Popular

by 

A caravana de carros que bloqueou a estrada nacional 547 anunciava uma “manifestação histórica” desde a a primeira hora da manhã. Milheiros de pessoas excederam as previsões da organização da manifestação em Palas de Rei, concelho de três mil e quinhentos habitantes, reunindo mais de vinte mil pessoas, deslocadas de toda a Galiza. Contra o modelo de “ espoliação ‘ da Altri, os manifestantes optaram pola ’ abundância da diversidade ‘, numa comarca já ’ na vanguarda ” da agro-ecologia, da pecuária e da floresta. “Em vez de três turnos de algumas centenas de pessoas que podem ficar doentes por respirarem os fumos de uma fábrica de pasta de papel, somos milhares de trabalhadores responsáveis pola natureza de que cuidamos e que cuida de nós.