W.I.T.C.H. Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del Infierno



Traducción de Inmaculada Pérez
"En 1967, justo antes de la aparición de algo tan potente y salvaje como W.I.T.C.H.(Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del Infierno), disfrutaba de un enorme atractivo el Youth International Party, un ficticio partido que en realidad representaba a un movimiento conocido como "Yippies". Los hippies más radicales, aquellos amantes de la performance activista, la parodia y el boicot, se situaban tras las huestes yippies. Habían logrado convertirse en una amenaza desestabilizadora: eran sumamente contagiosos y se desarrollaban a través del teatro guerrillero, las performances antibélicas y distintas acciones directas espectaculares, como la invasión de la Bolsa de Nueva York, donde lanzaron billetes de un dólar, provocando que los agentes de bolsa se tirasen al suelo a la desesperada captura de algún billete. El capitalismo en su rostro más feroz.

El yippie era un ser de pesadilla, "un vagabundo drogado con el fusil al hombro tan feo que la sociedad pequeño-burguesa se aterroriza de su aspecto" e, incluso, "un loco hijo de puta con pelos largos y barbudo cuya vida es teatro y que crea a cada instante la nueva sociedad mientras destruye la vieja"* (*Jerry RubinDo it!, 1971). Abbie Hoffman, su líder, llegó a ser tan conocido como el mismo alcalde de Nueva York. En sus rostros y panfletos, en sus manifestaciones e interrupciones callejeras, podía leerse un mensaje que advertía de un final inminente: aseguraban que ellos, llegado el momento, darían sus vidas por todo aquello. Revolución o muerte.

Todo esto sucedió antes de que las esperanzas se vinieran abajo, la guerra de Vietnam se mantuviera hasta 1975 y surgiera la lucha armada. Pero estamos en 1967 [...]".

Bajo las siglas de W.I.T.C.H.(Nueva York, 1968-1970) se escondía una sorprendente guerrilla feminista, precursora de las Guerrilla Girls o Femen, cuyas armas eran los conjuros y hechizos mágicos, el arte feminista y la acción directa. Su actividad fue frenética, escandalosa y prodigiosa. Muy pronto, la estética y el estilo de aquel grupo de brujas urbanas, de guerrilleras sin escoba, prendió la mecha en distintas ciudades americanas: se crearon células feministas que recogieron aquel mensaje.

Sus siglas fueron cambiando de manos. Las brujas estaban por todas partes. Citadas como uno de los más fascinantes ejemplos del activismo de los sesenta, el grupo pasó a registrarse con letras de oro en la historia del feminismo radical, aunque también representaban algo temido, salvaje y casi innombrable.

Publicada originalmente por La Felguera Editores a comienzos del 2007, esta obra (un auténtico manual de combate) se convirtió rápidamente en un exitoso libro debatido en todo tipo de ambientes y del que se publicaron ediciones piratas en Argentina y en nuestro país. Sin embargo, el libro se agotó y desapareció de las librerías. Debido a su importancia, han decidido rescatarlo. Para celebrar el regreso de W.I.T.C.H., incluyen un extenso ensayo titulado «Adiós a todo eso» (el último comunicado firmado por ellas y hasta la fecha inédito), tan actual que resulta sobrecogedor, y que sin duda es una de las más lúcidas críticas jamás escritas hacia el machismo de los izquierdistas y de la escena pretendidamente «sensible» a las demandas de las mujeres.


Bibliografía Yippies y Contracultura 60: "Los Ejércitos de la Noche", de Norman Mailer.

Aquí os dejamos la primera entrega de tres que vamos a dedicarle a esta obra deNorman Mailer que fue galardonada con los Premios Pulitzer y Nacional de Novela, inspirada en la célebre "Marcha sobre el Pentágono" del 21 de octubre de 1967, en la que los Yippies (y no los yuppies, como pone en la contra de la edición de Anagrama, ni tampoco los "hippies" como pone en el interior: se ve que el traductor consideró que era repetida errata de Mailer y traduce indistintamente y sin conocimiento, cada vez que aparece el término "yippie" por "yuppie" o "hippie", all right!) tuvieron una especial participación.
 
 
  Los ejércitos de la noche
de Norman Mailer.
Traducción de Jesús Zulaika
En este primer texto que seleccionamos Norman Mailer se refiere a Rubin y justifica su protagonismo (de Mailer) en la Marcha:
"[...] La Marcha sobre el Pentágono que nos ocupa fue un acontecimiento ambiguo cuya esencial validez o sinrazón quizá no pueda enjuiciarse hasta dentro de diez o veinte años (o tal vez nunca). Así, asignar el protagonismo en nuestro fresco a las cabezas, organizadores o inspiradores de la Marcha (hombres como David Dellinger Jerry Rubin) podría al cabo resultar engañoso. Eran hombres serios, hombres dedicados por entero a un trabajo arduo y minucioso; pero su papel central en el evento -por central, precisamente- difícilmente serviría para disipar la ambigüedad. Era preciso, por tanto, un testigo ocular que hubiera participado pero no en calidad de militante oficial; alguien, además, no sólo implicado en los hechos, sino ambiguo él mismo, un héroe cómico, o en otras palabras alguien incapaz de elucidar satisfactoriamente la naturaleza de su implicación: ¿es en definitiva cómico, un afigura ridícula con connotaciones bufo-heroicas, o no carece de heroísmo y se ha visto sumido de forma un tanto trágica en lo cómico? ¿O se dan en él ambas cosas a la vez, y simultáneamente? Tales interrogantes -probablemente tan difíciles de resolver como las propias ambigüedades del acontecimiento- ayudarán al menos a volver a situar con precisión la ambigüedad del evento y sus monumentales desproporciones.
 
 
Mailer es un personaje de monumentales desproporciones, y -lo quiera o no- sirve por tanto de puente -muchos dirían depons asinorum- de acceso a la casa de locos, a la mansión de locos de aquel momento histórico en que una muchedumbre de ciudadanos -no más que un tropel, de hecho- marchó sobre un bastión que simbolizaba el poderío militar del país, en un acto encaminado no a tomarlo sino a herirlosimbólicamente (las defensas del bastión reaccionarían como si una herida simbólica pudiera resultar tan mortal como cualquier estrago bélico real). En plena era tecnológica, ya cercana a su apogeo, volvía a ponerse en vigor un modo bélico medieval, o aún más, primitivo, y las naciones del mundo contemplaban la situación con gesto grave. O el siglo se atrincheraba cada día más en el absurdo o el absurdo daba muestras de poseer los misterios nutritivos de una médula que aún alimentara a los ejércitos del absurdo. Así, si el acontecimiento tuvo lugar en una de las "casas de los disparates", o en la "casa de los disparates" de la historia, sería justo que el ambiguo héroe cómico de tal historia no sólo no quedase orillado en ella, sino que fuera un egotista de las más inquietantes desproporciones, escandalosa y a menudo infelizmente autoafirmativo, aunque poseedor del desapego clásico del rigor (porque era un novelista y necesitaba por tanto estudiar todo rasgo de belleza, nobleza, frenesí y necedad en los otros y en sí mismo). Como mejor quiere estudiarse a sí mismo, se encuentra a sus anchas en la sala de los espejos, pues tiene el hábito -e incluso el talento- de contemplarse a sí mismo. Si la historia habita en una "casa de los disparates", el egotismo es quizá la única herramienta que queda en manos de la historia.

Hagamos, pues, que nuestro héroe cómico sea el vehículo narrativo en la citada Marcha sobre el Pentágono [...]".


Bibliografía Yippies y Contracultura 60: "El Libro de Daniel", de E. L. Doctorow.

«Follemos. Peleémos. Hagamos saltar por los aires el Pentágono. Un revolucionario es aquél que hace la revolución. Si quieres quedarte en casa cascándotela, vale, pero no lo llames revolución.»


de E.L.Doctorow.
Traducción de Carlos Milla e Isabel Ferrer
Roca Editorial de Libros, 

Publicado inicialmente en EEUU en 1971, está basado libremente en las figuras de Ethel y Julius Rosenberg, ejecutados por traición.  Doctorow nos cuenta la historia de Paul y Rochelle Isaacson a través de la voz de Daniel y su hermana, Susan, estudiantes ambos y muy vinculados a las luchas políticas de los 60. Con un estilo brutal y nada sentimental, Doctorow da un repaso a la hipocresía, a la falsedad de los políticos y a la impunidad con que frecuentemente se hacen acusaciones, pero también al victimismo y a la necesidad de venganza de su personaje, Daniel.

A continuación, copiamos un momento de la novela en que se menciona a Abbie Hoffmana los yippies, su estrategia de utilización de los medios y a su acción delevitar el Pentágono:

Cubierta original de la primera edición (1971)
"[...] Y cómo, pues, introducimos cambios en algo así de poderoso. Cómo hacemos la revolución. De la misma manera que un judoka flaco y canijo tira al suelo a un tío el triple de grande. No sermoneas. No hablas de la pobreza y la injusticia y el imperialismo y el racismo. Eso es como intentar obligar a la gente a leer a Shakespeare: imposible. Mirad ahí fuera, ¿qué véis? Pequeños recuadros azules en todas las ventanas, ¿no? Todos tragándose los anuncios. Joder, esa es la escuela de hoy. En menos de un minuto un anuncio de la televisión puede mostrarte toda una vida. Te cuenta la historia desde la primera cita hasta la boda. Te enseña al recién nacido, la casa, el coche, la graduación. Te hace reír y te hace saltar las lágrimas de nostalgia. Ves a la chica más guapa que has visto en tu vida. Gigantes, y enanos, y chicas corriéndose en descapotables, y caballeros andantes y sus damas, y amor en la playa, y reactores jodiendo el cielo, y una comida deliciosa y humeante en la mesa, y voces vivas de gente en la onda diciéndote que estás en la onda y que aún puedes estarlo más. Los anuncios son unidades de aprendizaje. Así que cuando los hermanos entran en la oficina de reclutamiento de Baltimore y derraman sangre encima de los ficheros de reclutamiento... he ahí la lección. Y los yippies tirando dinero en la Bolsa. Y marchando en el desfile del Día de la Bandera y obligando a los Legionarios a perseguirte y a la pasma a perseguirte y rasgando tus banderas, banderas americanas, el Día de la Bandera. ¿Lo pillas? La sociedad es una impostura y por tanto nosotros tomamos la postura de la impostura. La autoridad es inercia. Romped esa inercia. La legitimidad es ilegítima. Oblígale a enseñar el culo. Dispara y sal corriendo. Tienes cuarenta segundos, tío. ¿Que los medios necesitan material? Pues dales material. Como dice Abbie, todo aquel que hace algo en este país es una celebridad. Haz algo y sé una celebridad. El mes que viene iremos a Washington y exorcizaremos al Pentágono. Haremos levitar el Pentágono mediante oraciones y ensalmos y trompetazos y lanzando invisibilidades mágicas contra las paredes del Pentágono. Vamos a levantarlo y bajarlo. Vamos a matarlo con flores. ¡No os lo perdáis! Saldremos por televisión. ¡Vamos a derrocar a Estados Unidos con imágenes! [...]".

E.L. DOCTOROW
Edgard Lawrence Doctorow
Escritor estadounidense, su obra narrativa se ocupa, en especial, de la historia de su país. Nacido en Nueva York, se educó en la Bronx High School of Science y en el Kenyon College. Trabajó como lector en diversas editoriales neoyorquinas, colaboró en prensa como periodista y, desde 1969, fue profesor en varias universidades. Su primera obra, Bienvenido a los malos tiempos (1960), es una parodia de los westerns que tiene lugar en torno al año 1870; El libro de Daniel (1971, llevada al cine en 1983); Ragtime (1975, llevada al cine en 1981 por Milos Forman), su obra de mayor éxito, retrata la situación de Estados Unidos en 1914. Las novelas: El lago (1980), La feria del mundo (1985) y Billy Bathgate (1989, llevada al cine en 1991 por Robert Benton) muestran diversas facetas de la vida de su país durante las décadas de 1920 y 1930. Otras de sus obras son: Juegos de agua (1994), Poetas y presidentes (1997) y La ciudad de Dios (2000). Doctorow, que también ha escrito relatos y obras teatrales, utiliza técnicas del posmodernismo y mezcla hechos reales con elementos de ficción. Así narradas, las historias aluden siempre a la actualidad. Su última obra hasta la fecha,Homer y Langley, publicada en castellano hace apenas tres años, es una auténtica gozada.

Cartel de la película de Sidney Lumet basada en el libro
Y, en efecto, El Libro de Daniel fue llevada al cine por Sidney Lumet en 1983, con guión del propio Doctorow. Aquí podéis ver el trailer:




Bibliografía Yippies: "Roba este libro", de Abbie Hoffman

Abbie Hoffman escribió Steal This Book en 1970 y lo publicó en 1971, con el objetivo de ofrecer una guía para vivir gratis al margen de las grandes corporaciones. El libro, que vendió más de 250.000 copias entre abril y noviembre de 1971, incluye en su primera sección ("Survive") información sobre cómo conseguir gratis comida, ropa, muebles, transporte, alojamiento, educación, atención médica, medios de comunicación, etc. La siguiente sección ("Fight!") contiene consejos sobre cómo iniciar un periódico underground, una radio o televisión de guerrilla, cómo actuar cuando se desata la violencia en una manifestación, cómo lograr asesoramiento legal, técnicas para robar en las tiendas, cultivar cannabis, vivir en una comuna... La última parte, titulada "Liberate", incluye capítulos denominados "Fuck Chicago", "Fuck Los Angeles" y "Fuck San Francisco". El libro es una ampliación de Fuck the System (1967), un panfleto que ha acompañado en algunas ediciones estadounidenses a Revolution for the Hell of It (que hemos publicado en Acuarela como Yippie! Una pasada de revolución). Independientemente de si controláis inglés o no, merece la pena echarle un vistazo aunque solo para ver las magníficas ilustraciones.



Bibliografía Yippies y Contracultura 60: Motherfuckers! De los veranos del amor al amor armado

Seguimos con la Bibliografía Yippies y Contracultura de los 60 con este libroque recoge, por primera vez en castellano, los textos, panfletos y pósters de Black Mask/Up Against the Wall, Motherfuckers!


Traducción de Carmen Toledano.
Colección Memorias del Subsuelo.

"Vivían como ratas" Abbie Hoffman
"Eran gente muy desagradable: barbudos, gordos, airados, beligerantes, feos, perdedores y duros" Wayne Kramer
 
"[...] Las vallas del Festival de Woodstock son derribadas mientras alguien saquea un almacén propiedad de la organización y reparte entre la muchedumbre sacos de dormir y tiendas de campaña. En el Lower East Side de Nueva York exhiben navajas, aunque también tienen armas de fuego. Se preparan para algo mayor.


Proveen de comida a los sin techo de la ciudad, al mismo tiempo que retan a la industria del rock and roll, a los empresarios rebeldes y a MC5. La visita de la banda de Detroit acaba con sus miembros huyendo de la ira motherfucker. No piden nada. Lo toman todo. Simulan el asesinato de un poeta y realizan una abierta apología de una asesina real, Valerie Solanas y sus disparos contra el arte (Andy Warhol). Intentan cerrar el Museo de Arte Moderno, inundan de vagabundos salas de arte y pretenden acabar con todos los policías de la ciudad. Pelos largos, hombres lobo, drogas, comunas y chaquetas negras de cuero. Están frente al Pentágono, desafiando a los policías que lo custodian, mientras los yippies pretenden hacerlo levitar. No eran hippies, ni tampoco una organización política al uso. Eran una banda callejera politizada, una tribu y un clan revolucionario, un oscuro grupo de afinidad convertido en una verdadera familia cuyo discurso giraba en torno a una constelación de ideas que incluían a Dadá, la anarquía y la autodefensa armada [...]".



Incorporamos también aquí un par de pasajes dedicados a los yippies del fantástico prólogo de Servando Rocha"Unos Hell Angels con manifiestos políticos" Black Mask & Motherfuckers en su tiempo.

"[...] En enero de 1967 el Lower East Side se encontraba lleno de flyers que anunciaban una exposición de artistas denominada "Angry Arts" y que tenía como motivo central protestar contra la guerra de Vietnam. Entre los participantes estaban Osha Neumann (conocido posteriormente como Tom Motherfucker) y también Ben Morea, aunque ambos aún no se conocían. A pesar de la radicalidad ya expuesta por Black Mask por medio de sus textos y panfletos, aún Morea y los suyos creían en una cierta capacidad revolucionaria del arte. En cambio, y pese a lo sorprendente que pudiera parecer, el líder yippie-hippie Abbie Hoffman ya poseía una mayor lucidez al respecto. Para él, el evento resultaba un sinsentido absoluto por cuanto "exigir a los artistas un arte antiguerra es como exigir a los cocineros que hagan comida antiguerra". Finalmente, una veintena de activistas contra la guerra, surgidos de ese mismo festival artístico, justo cuando eran las diez de la mañana y se celebraba misa, irrumpieron en la catedral de St. Patricks de Nueva York portando enormes pósters en contra de la guerra. El escándalo fue importante [...]".


"[...] Los Motherfuckers eran, definitivamente, algo extraño. A lo sumo, experiencias pasadas como el dadaísmo, sobre todo los comunistas dadaístas alemanes y su defensa de los consejos obreros, vanguardias artísticas de ruptura como el futurismo (devaluado por el nacionalismo defendido por Marinetti) o el constructivismo ruso o la Bauhaus, podían compartir tal discurso. Y, en aquellos años, otros comoRebel Worker en Chicago y, en Francia, la Internacional Situacionista ySocialismo o Barbarie, se les asemejaban en algunos aspectos. En el medio más cercano, esto es, en la misma ciudad de Nueva York, este recorrido que unía arte con política los emparentó con una concreta visión de la desviación social en forma de hippies salvajes y con un movimiento -eventual e irónicamente convertido en una especie de virtual partido- conocido como Yippie! que había logrado hacer tambalear al poder por medio de sus potentes performances, desafíos y la arrogancia hacia las autoridades mostrada por sus miembros, sobre todo Jerry Rubin y Abbie Hoffman. A su alrededor, atraídos por esa oscuridad que emanaba de sus acciones, un puñado de anarquistas sin organización, artistas outsiders y pandilleros, empezó a frecuentar su entorno [...]".

"[...] NOTA 13 (Sobre la Convención del Partido Demócrata): Black Mask y luego los Motehrfuckers/La Familia mantuvieron estrechos contactos con algunos yippies. En el caso concreto de Ben Morea, mantuvo una declarada simpatía hacia personajes y figuras yippies como Abbie Hoffman y Jerry Rubin. Esa simpatía ha llegado hasta nuestros días, lo cual sorprende si observamos el altísimo grado de rechazo queblack maskers y motherfuckers mostraron hacia buena parte de la nueva izquierda, pero, igualmente, en un claro ejemplo d ela base hippie radicalizada de los mismos. Junto a los yippies, estrecharon lazos con losdiggers de San Francisco y con algunos militantes de SDS. En el fondo, la actitud de una vida abnegada y entregada a la causa revolucionaria mostrada por estos yippies era admirada por Morea y los suyos, a pesar de su misticismo, pacifismo y folclore. Rubin en Do It! (Blackie Books) afirmaba que "la revolución no es lo que creéis, la organización a la que pertenecéis o por la que votáis: es lo que hacéis durante todo el día, vuestro modo de vivir".


*We can be together (rca, 1969), JEFFERSON AIRPLANE. Como se indica en las primeras páginas del libro, la letra de esta canción está inspirada en el panfleto "BAMN" de los Motherfuckers. La canción fue interpretada en el Dick Cavett Show, el 19 de agosto de 1969. Fue la primera vez que se pronunció la palabra "fuck" en una televisión comercial americana.


Bibliografía Yippies y Contracultura 60:Testimonio en Chicago, de Allen Ginsberg.

Hoy os recomendamos esta gozada de libro. Incluye, aparte de las actas de las declaraciones de Ginsberg, un fantástico prólogo de Fernanda Pivano (de la que en la entrada anterior de la bibliografía Yippie recomendamos su obra Beat, Hippie Yippie, del underground a la contracultura), la declaración pública de Jean Genetdel 27 de agosto de 1968 en el Chicago Coliseum, y un postfacio de Jason Epstein.
de Allen Ginsberg.
Traducción de Julia Osuna.
Publicado por Gallo Nero.
"[...]  El activismo de los yippies, dinamizadores de las masas anárquico-místico-comunitarias de los hippies, había nacido durante la Marcha al Pentágono del 21 de octubre de 1967; y, al menos en un primer momento, su activismo parecía encaminado esencialmente a defenderse de la represión perpetrada por elestablishment contra su modo de vida. La idea que tenían para Chicago era hacer una macrofiesta con música, un nude-in en la playa del lago, talleres de todo tipo, LSD, prensa underground, sesiones de poesía, intercambio de información, foros de discusión política, etcétera. El partido ni siquiera se adhirió a la marcha de protesta que organizó la Movilización: cada participante quedaba así libre de "do his own thing".

Cuando los delegados yippies (HoffmanRubin Krassner) acudieron el 22 de marzo al primer encuentro de la Movilización Nacional, el partido ya había dado muestras de su poder de convocatoria en dos manifestaciones: en febrero, cuando ocuparon el campus de Stony Brook, y el 21 de marzo en la estación Grand Central de Nueva York (5000 asistentes, 50 arrestados y muchos heridos). En el encuentro, mientras la "Izquierda" discutía si hacer o no una manifestación en Chicago, losyippies se decidieron sin más a hacerla y se aliaron con el grupo del Seed, un periódico underground de Chicago; alianza esta de corta vida puesto que el grupo del diario (que se definía como cultural) y el de los activistas políticos (a los que se denominó heavies) no tardaron en escindirse ante la insistencia de Rubin de hacer una manifestación, cuando, en realidad, el grupo del periódico no quería tener nada que ver con la Convención Demócrata. Hasta tal punto llegó el desencuentro que el Seed, convencido de que las Autoridades no permitirían ocupar el parque Lincoln, decidió publicar la siguiente advertencia: "No vengáis a Chicago si lo que esperáis es un festival de Vida, Música y Amor. Chicago puede convertirse en un festival de sangre".

Llevados tal vez por las palabras de Marx cuando dijo que las revoluciones son las fiestas de los oprimidos, los yippies no renunciaron a la idea de celebrar su Festival de la Vida, definido por Hoffman como "cinco días de intercambio de energía". En qué consistió ese intercambio de energía es algo que todo el mundo sabe en nuestros días, sobre todo gracias a la crónica de Norman Mailer [...]".

(del prólogo de Fernanda Pivano). 

   
El 25 de agosto de 1968 tuvo lugar en Chicago la Convención del Partido Demócrata. Cinco mil personas entre anarquistas, pacifistas, hippies, comunistas, exponentes de la nueva Izquierda, radicales, militantes negros, llegaron a la ciudad y se acamparon en el Lincoln Park. Junto a Ginsberg estaban Norman Mailer,William BurroughsJean Genet. La respuesta de las Fuerzas Armadas, inmediata, masiva y violenta hizo historia. Soldados, agentes de policía, detectives del FBI, un total de 24.000 hombres se lanzaron en una despiadada caza al hombre.

Aunque un informe oficial estableció que la violencia fue provocada por las fuerzas del orden, los organizadores de las protestas de Chicago fueron procesados y condenados.  Delante de los jueces desfilaron las personalidades más representativas de la nueva cultura norteamericana: entre ellos por supuesto estaba Allen Ginsberg.

Durante el interrogatorio y el contrainterrogatorio, el autor de Aullido salmodió y recitó sus poemas, indiferente a toda clase de burlas  por parte de la corte y determinado a explicar las razones profundas de aquellas protestas.

The Wild Bunch
Testimonio en Chicago recoge las actas del interrogatorio con un prólogo de Fernanda Pivano y la crónica de la comparecencia de Ginsberg delante de los jueces que se publicó en The New York Review of Books en 1970 firmada por Jason Epstein, editor, escritor, periodista y co-fundador de la revista.

Allen Ginsberg (1926-1997) nació en Newark, New Jersey. En 1944, en New York, su vida se cruza con la de Jack Kerouac y William Burroughs, encuentro que marcará y anticipará el movimiento de la Beat Generation. En 1956 publica  Aullido, uno de los textos poéticos más leído del siglo XX.

Bibliografía Yippies y Contracultura 60:Beat, Hippie, Yippie, de Fernanda Pivano

Beat, Hippie, Yippie: del underground a la contracultura.
de Fernanda Pivano.
Traducción de José Palao.
Publicado en España en 1975 por Ediciones Júcar, en su colección La Vela Latina/Ensayo.



El libro está agotadísimo aunque aún se puede encontrar barato por Iberlibro. En estos días os iremos ofreciendo algunos de sus textos dedicados a los Yippies

Empezaremos con el artículo dedicado exclusivamente a ellos.

EL YIP Y LA NUEVA POLÍTICA

Durante la Convención Nacional del Partido Demócrata, reunida en Chicago en 1968, el vicepresidente americano Humphrey se lamentaba de que su sede estuviese rodeada de alambre de espino y cada delegado estuviese defendido por cuatro policías. Semejante aparato de orden parece insólito incluso en aquellas circunstancias y quizá se pueda explicar solamente con la alarma suscitada en Chicago por la proyectada reunión de jóvenes contestatarios relacionados con laNueva Izquierda, que a partir del mes de febrero de 1968 fueron invitados a esta reunión por casi todos los periódicos underground americanos y canadienses.

Ilustración de Ralph Steadman.
En ciertos casos, como en elDistant Drummer de Filadelfia, la invitación fue transmitida mediante una composición de fotografías (Allen Ginsberg,Jerry RubinEd Sanders, una persona anónima arrastrada en volandas por dos policías, una muchacha desnuda) entremezcladas con escritos tales como "luces, teatro, libres, magia" y coronadas por un friso en que se leía "amor paz yippie Chicago dirigid vosotros mismos" y que encuadraba una poesía: "Quién sabe qué dinero / acecha en el corazón de los hombres / separando el yo del alma / al hermano del hermano / exorcizadlo / los dólares dividen / los dólares destruyen la comunidad / no dejad que el espectro de los dólares / domine vuestra vida / La Sombra sabe / escuchad / liberaos de cualquier propiedad / haced lo que queráis / el 25-30 de agosto / estad". Debajo una advertencia: "Lentamente la revolución entra en el corazón de todos a medida que aprendemos a encarar el horrendo espejo de la imaginación".

En otros casos, por el contrario, la invitación era agresiva, como en el Peace and Freedom News de Baltimore: "Yippie, este es nuestro último intento de crear la alternativa a una sociedad por medios pacíficos...; en Chicago, del 25 al 30 de agosto, seis días de vida auténtica...; venid y festejad vosotros mismos / uníos a nosotros en nuestro último enfrentamiento con el hombre LBJ / quizá nuestras buenas vibraciones combinadas anulen las suyas malvadas...".

Otras veces la invitación era programática, muy pedante y un poco malévola, como en el Middle Earth de Iowa City, que bajo el título "¡Haced algo!" anunciaba: "La agenda del New Left registra, entre las actividades del próximo verano, una movilización para desorganizar la Convención Nacional Demócrata en Chicago. Promete ser una bonita fiesta, con "hippies" fumando marihuana por las aceras (desobediencia civil), orquestas rock tocando por las calles, y nuestra muchedumbre de liberales y pacifistas... Cualquiera que tenga un mínimo de inteligencia política sabe que todo terminará en una gran chapuza. Sin embargo, sigue manando de los labios de nuestros jefes retórica romántica ("¡Se ha acabado el tiempo de las palabras! ¡Ha llegado el momento de la acción! ¡Debemos hacer algo! ¡Es hora de que nos movamos!"). La enfermedad de la Nueva Izquierda es la pasión sin política".



Pero la auténtica invitación, la que se imprimió idéntica en la mayor parte del centenar de periódicos underground actualmente (agosto de 1968) en circulación era un largo ensayo-programa de Jerry Rubin. El Loving Couch Press de Winnipeg (Canadá), por ejemplo, lo reproduce en medio de una serie de recetas firmadas "El herborista" y un artículo en que se enseña cómo cultivar marihuana en la propia casa, con el título Brother Rubin Raps (¡este "argot" evoluciona con tanta rapidez...!Raps quiere decir "habla"). Empieza así: "1968 es el año de los "yippies". Un "yippie" es cualquiera que tenga ganas de existir... Los "yippies" estarán en Chicago el próximo agosto en el festival de la Juventud o YIP. La Nueva Izquierda creó el "teach-in", los "hippies" el "do-in" o "live-in". El primer Festival de la Juventud tendrá lugar entre los días 25 y 30 de agosto en Chicago, en el Grant Park... Imaginaos la escena: miles y miles de "yippies", 200.000 como mínimo, llegados en autostop o utilizando cualquier otro medio..., con sacos de dormir, guitarras, mantas, comida..., para una síntesis supercreativa, explosión de energía, intercambio de informaciones... Una de las noches 100.000 personas quemarán simultáneamente fajos de cartillas de reclutamiento... Debe ser una revolución a la inversa".

Muchos han sido los que se preguntaron de dónde salieron estos "yippies". Los "yippies" son aquella parte de los "hippies" que se sumaron a los grupos contestatarios de la Nueva Izquierda, y su Partido, el YIP (Youth International Party, o Partido nacional de la Juventud, aunque también pueda ser Fiesta Internacional de la Juventud), tomó forma durante el otoño de 1967, en el curso de la Marcha de la Paz de Washington, cuando desfiló alrededor del Pentágono una muchedumbre de personas calculada en números redondos entre los 35.000 y los 75.000 manifestantes.

También en aquella ocasión se llamó para organizar la participación de los jóvenes contestatarios a Jerry Rubin, un especialista que se hizo popular en octubre de 1965, cuando participó en la organización del Día de Vietnam (en que desfilaron 80.000 pacifistas en 50 ciudades distintas de los Estados Unidos).Norman Mailer lo definió como "el más combativo, imprevisible, creativo y, por tanto, el más peligroso dirigente filo-hippie a disposición de la Nueva Izquierda"; también, porque aquel día en Washington fue testigo de su brillante conducción de los enjambres de jóvenes venidos con proyectos muy irreverentes, pero del todo extraños a la tradicional semántica revolucionaria (por ejemplo, querían usar como armas sólo pistolas detonadoras y de agua, taponar las bocas de las ametralladoras con flores, tratar de raptar al Presidente Johnson para quitarle los pantalones), que en parte llegaron incluso a ser puestos en práctica; nuestros periódicos llegaron a publicar en su tiempo las fotografías de las metralletas coronadas de flores.

Los proyectos irreverentes no eran invento suyo: provenían del "programa para una marcha pacífica" ideado por Ginsberg precisamente para el Día de Vietnam, con motivo de la manifestación que tuvo lugar en Oakland (California). Para evitar la cristalización del lavado de cerebro dominante, Ginsberg propuso acciones y objetos extraños a la lógica convencional, sugiriendo que se introdujesen en la marcha elementos insólitos e imprevistos (tales como grupos de cantantes y bailarines, o el uso de incienso y campanillas, o adornos de plumas y cosas así), de acuerdo con la semántica que serviría de base al Flower Power: flores en lugar de armas, fantasía en lugar de violencia, imágenes en lugar de estereotipos.

Gnsberg y Rubin

Esta temática ginsbergiana había estallado como flor japonesa de papel, de esas que se inflan apenas se sumergen en agua, en el "human be-in" de San Francisco, cuando millares de "seres humanos" se reunieron en enero de 1967 con la intención demanifestarse o protestar únicamente contra la realidad de la existencia; y volvió a hacer aparición en el curso de la Marcha por la Paz en Washington en el marco de una protesta ya politizada. El pacifista militante Ed Sanders, con su banda, los Fugs, salmodió el Hari Krishna Hari Rama, hoy ya familiar incluso entre nosotros, y exorcizó al MAL gritando con voz de salmodia, en medio del fargor de los instrumentos: "Fuera demonios, fuera, tornad a la oscuridad, siervos de Satanás", en que los demonios eran las fuerzas que inducen a la guerra.

Ed Sanders y los Fugs

La carga combativa puesta de manifiesto por los "hippies" en aquella ocasión inspiró la idea de utilizarlos sistemáticamente como un grupo contestatario particular, extremadamente móvil e incontrolable: Jerry RubinAbbie Hoffman y Paul Krassner los rebautizaron con el nombre de "yippies" (los "hippies" acababan apenas de celebrar los funerales por su propio nombre eligiendo el nuevo de "freebes" o "seres libres") y, tras un "yip-in" que tuvo lugar en la estación Grand Central de Nueva York, organizaron su reunión de masas del 25 al 30 de agosto en el Grant Park de Chicago.

Naturalmente, el estereotipo del que los "hippies" quisieron liberarse celebrando sus propios funerales correrá ahora el riesgo de desplazarse y convertirse en el de anarquistas revolucionarios, y habrá alguno que dirá que los "hippies" se convirtieron en "yippies" y basta. Pero yo creo que este, como cualquier otro estereotipo, será, por no decir otra cosa, impreciso: porque mientras grandes sectores de "hippies" celebran su festival en Chicago abjo el nombre de "yippies", los "freebes" viven de tortilla de patatas en las cuevas de Creta o de ciertas inyecciones en el hotel Gulhane de Estambul, y los comunitarios cultivan la tierra en sus minúsculas "comunas" diseminadas por todo el mundo. Porque, a pesar de todo, los estereotipos no bastan para aprisionar la inventiva de los hombres libres.

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