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Friday, November 30, 2012
Señores ministros: ¿Quiénes son los que nos están robando?
Wednesday, November 28, 2012
El capitalismo según ‘El País’ y ‘The New Yorker’, por LUIS MATIAS LOPEZ
http://blogs.publico.es/luis-matias-lopez/2012/11/27/el-capitalismo-segun-el-...
“Yo también odio ser un cabrón codicioso, pero somos responsables ante nuestros accionistas”. (Viñeta humorística recogida en el libro El dinero en The NewYorker, recién editado en castellano por Libros del Asteroide).
“Queremos volver a expresar nuestra firme convicción de que una empresa como El País se debe, como cualquier otra, a sus accionistas”. (Cita de un artículo sin firma, titulado A nuestros lectores, publicado el 11 de noviembre en el “periódico global en español” para justificar el Expediente de Regulación de Empleo con el que se despide con indemnizaciones de saldo a 129 trabajadores, entre ellos algunos de los más prestigiosos periodistas de España).
La argumentación es en ambos casos la misma aunque, por supuesto, en el segundo ejemplo falta el mea culpa que encarnan los términos cabrón y codicioso. Capitalismo puro y duro. Reflejado en hechos en El País. Fustigado con ironía en The New Yorker.
El texto de marras —híbrido de mala información, editorial sectario y tendenciosa declaración de parte— quedará como símbolo del parricidio cometido por Juan Luis Cebrián con la criatura que él mismo alumbró en 1976. Y si nadie puede negarle el mérito de convertir El País en referente mundial del periodismo de calidad, tampoco tendría que sorprenderle el caudal de desprecio y desprestigio que recoge por manejar la apisonadora que lo está demoliendo.
A nuestros lectores suponía una violación flagrante de las normas de estilo del diario, que estipulan que se requiera la opinión de las dos partes cuando se da noticia de un conflicto. No era la primera vez desde que se presentó el ERE. Ya el 9 de noviembre se publicaba una información a cuatro columnas firmada El País Madrid, con el título El comité de EL PAIS rechaza una indemnización de dos años netos. Y con este sumario: La empresa despedirá a 129 trabajadores con un año máximo de compensación.
Así escrito se diría que el comité está compuesto por un puñado de incompetentes con intereses ocultos que no son los de la plantilla a la que representan. Nada más incierto. En realidad, el comité no rechazó nada. Lo hizo la masiva asamblea de los trabajadores, por abrumadora mayoría y en votación secreta, al estimar que no había garantías suficientes de un pago que se aplazaba en un 50% y por discrepancias profundas sobre otros puntos sustanciales de la última propuesta de la empresa. Por eso va el ERE camino de los tribunales.
Tras haber sido periodista de El País entre 1982 y 2008 me siento personalmente agraviado por la deriva del diario, el despido low cost de tantos magníficos profesionales que contribuyeron a hacerlo grande, las presiones ejercidas sobre la plantilla y la falta de objetividad de las informaciones sobre el conflicto. Entendería por ello que algunos lectores dudasen de mi imparcialidad, aunque espero que no de mi sinceridad. En mi opinión, lo que ocurre es el punto y seguido, que no final, de una deriva que afecta a la credibilidad y el prestigio acumulados con tanto esfuerzo durante décadas.
Por una concepción del capitalismo estrecha, cicatera e impuesta por tiburones financieros externos, pero inadmisible en un medio de comunicación que se precie de cumplir una función social, se ha dinamitado una cultura de negociación y pacto que presidió las relaciones internas en El País durante la mayoría de sus 36 años y medio de vida. Ese contrato implícito no sólo era laboral, ya que incluía también el compromiso de elaborar un buen periódico al servicio de los intereses generales y de los principios democráticos fundacionales.
Cuesta creer que, con una redacción cercenada, una empresa editora que solo mira al negocio, y un primer director y hoy presidente convertido en Terminator, se pueda superar una situación crítica amplificada por la prensa internacional y los medios digitales españoles, aunque casi ignorado en los convencionales, tal vez porque en todas partes cuecen habas. Las heridas que quedan abiertas, la pérdida de confianza en el director y el presidente (ambos recusados por la plantilla) y el temor a nuevos y duros recortes hacen dudar de que sea posible mantener la imagen de marca de El País.
Al igual que las dos pésimas muestras de periodismo citadas, la viñeta de The New Yorker —cuya cultura laboral desconozco— merece también ser recordada, pero por motivos opuestos, como ejemplo del poder transgresor del humor. Eso le hace universal, trasplantable de EE UU y España, y le permite conservar la capacidad para denunciar, aún sin pretenderlo de forma expresa, la ruptura del difuso contrato social que el capitalismo utiliza como coartada moral para justificar su derecho a existir.
The New Yorker es considerado liberal en el espectro ideológico norteamericano, una vitola en la que encaja algún minoritario sector del partido demócrata. Es punto de encuentro del pensamiento crítico, escaparate literario de lujo (Cheever, Salinger, Updike, Roth, Nabokov, Munro…) y reducto de un periodismo en vías de extinción: profundo, preciso, investigador, caro y aún así rentable. La difusión de su edición tradicional, algunas de cuyas portadas son consideradas obras de arte, supera el millón de ejemplares y constituye la base del negocio, en abierto desafío a los sepultureros del soporte en papel, con Juan Luis Cebrián de trompetero del apocalipsis.
El semanario norteamericano tiene en sus caricaturas una reconocible seña de identidad. Las que publica ahora Asteroide, con textos traducidos al español, se remontan a la fundación de la revista en 1925, llegan hasta la época actual, y se centran en el mundo de la economía y las finanzas. En el prólogo del volumen, Malcolm Gladwell explica que la revista “se adentra en las cuestiones financieras con la distancia de un antropólogo” y refleja lo que se le pasa por la cabeza cuando piensa en el dinero: “Bromear sobre la cuestión”. Su viñeta favorita es de 1956: dos hombres ven desde su oficina cómo otro cae al vacío, y uno de ellos comenta: “¡Hombre, pero si es Prescott! Imagino que sabe algo que nosotros ignoramos”. Aunque yo prefiero esta otra que también cita: Dos ejecutivos entregan un informe y uno le dice al jefe: “Estas previsiones son producto de nuestra imaginación. Esperamos que sean de su agrado”.
Si el humor es bueno, es difícil que pase al olvido. Se comprueba en la selección efectuada para este volumen por el editor de viñetas de The New Yorker, Robert Mankoff. Como en una de los años veinte (“Cariño, [ha llegado] el recibo del hospital. Un plazo más y el niño es nuestro”). En otra de los treinta (“Lo más curioso de Morley es que ha sacrificado sus ideales y sigue sin ganar dinero”). En dos de los ochenta (“Nuestro plan de reducción del déficit es muy sencillo, pero requiere de grandes cantidades de dinero”, y “Pueden hacer lo que les plazca con el salario mínimo siempre que no toquen el máximo”). En otras tantas de los noventa (1.-comentario de un perro a otro: “Hay que asumirlo, el dinero es el mejor amigo del hombre”. 2.- La secretaria dice a su jefe mientras en la antesala espera un individuo con una carretilla llena de billetes: “Tiene mucho interés en verle, senador”). Y en varias de la primera década del siglo XXI, como la que muestra a un individuo que apunta con su pistola al cajero de un banco y le entrega un papel en el que se lee: “Déme todo el dinero de mi cuenta”.
Mis dos preferidas —junto a la que abre esta columna— podrían ilustrar el mal español. En una de ellas, el jefe se dirige a sus empleados y les dice: “Seguimos siendo la misma gran compañía que siempre hemos sido, solo que ahora hemos dejado de existir”. En la otra, que podría haber firmado El Roto, implacable demoledor del caos moral provocado por la crisis, un hombre revisa las cuentas familiares y le explica a su mujer: “Si nos jubilamos tarde y nos morimos pronto, nos las apañaremos”. Pues eso.
"La situación en Grecia es tan inestable que nos estamos preparando para cualquier cosa"
"La situación en Grecia es tan inestable que nos estamos preparando para cualquier cosa"
La parlamentaria analiza las condiciones que se han dado para el crecimiento de su formación, Syriza, y las posibilidades de un Gobierno de izquierdas en Grecia
LUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL Madrid 25/11/2012
Maria Bolari, diputada de Syriza en el Parlamento griego, en una cafetería de Madrid. L.G.S.
Ha venido desde Grecia para ver con sus propios ojos la situación de España, que camina por la misma senda que su país pero aún unos pasos más atrás. Maria Bolari es diputada en el Parlamento por Syriza, la Coalición de Izquierda Radical que en las últimas elecciones fue la segunda fuerza política del maltratado país heleno, desbancando así a la socialdemocracia del Pasok.
Tras unos meses en los que la coalición de gobierno, formada por conservadores y socialdemócratas, ha continuado imponiendo las medidas de los memorándums recetados por la Troika, las últimas encuestas dibujan hoy un Parlamento aún más polarizado que el que salió de las últimas elecciones: Syriza sería primera fuerza y la extrema derecha de Amanecer Dorado obtendría el tercer puesto. La tensión y la sensación de derrumbe se viven dentro y fuera del Parlamento.
Como veterana militante en la convulsa izquierda griega, Bolari ha participado en la formación del Foro Social Europeo, en el movimiento contra la guerra en Irak, en Afganistán y en la creación de Syriza. Pocas horas antes de la rueda de prensa para anunciar el mitin internacional de Izquierda Anticapitalista, en el que ella da apoyo a esta formación, habla con Público en la cafetería La Marabunta de Lavapiés sobre la situación de su país, la apuesta política de su formación y las posibilidades de cambio en Europa.
¿Cuáles cree que son las razones que han hecho que Syriza pase de ser una pequeña fuerza de extrema izquierda a convertirse en la segunda fuerza del país?
Primero, hay que destacar la política radical que ha llevado a cabo Syriza en todo momento: la reclamación de la anulación de la deuda, la oposición plena a las políticas de austeridad y, desde siempre, el apoyo a la gente pobre y a los trabajadores.
Syriza adoptó una posición clara sobre la deuda y dijo que es injusta. Hemos mantenido que la deuda es un problema relacionado con la cuestión de clase y no con la crisis. Además, en todo momento, hemos adoptado una política contra los memorándums de la Troika.
Otro factor ha sido nuestra clara orientación hacia la unidad. Syriza es una coalición de distintas sectores de la izquierda. Además, hemos llamado a colaborar a toda la izquierda, al Partido Comunista y a Antarsya. También ha sido crucial que hayamos dicho que estamos preparados para gobernar el país, que la izquierda es capaz de formar gobierno. Esto es muy importante para la gente.
Quienes están luchando en Grecia, los movimientos sociales, saben perfectamente que sus problemas sólo tienen una solución política. Y, para conseguir solucionarlos, tienen que derribar al Gobierno actual y formar otro de izquierdas. Hay que tener en cuenta que, en Grecia, cuando hablamos de izquierda, hablamos de un Gobierno que excluya a la socialdemocracia, No existe la posibilidad de pacto con ellos: eso no es izquierda.
En las últimas elecciones fuisteis segunda fuerza, Nueva Democracia consiguió pactar para formar gobierno y ha seguido aplicando las políticas de austeridad. Al tiempo, hemos visto cómo continúa creciendo la extrema derecha de Amanecer Dorado ¿Qué ha cambiado en Grecia en estos meses?
El Gobierno actúa bajo una doble presión. Por una parte, las exigencias de la Troika; y, por otro lado, la presión del movimiento popular. Así que, en la votación del tercer memorandum, la coalición de gobierno se ha tambaleado y ha perdido apoyos. Es un Gobierno muy frágil que está en la cuerda floja. Sin embargo, es un Gobierno muy peligroso porque cuenta con la ayuda de la clase dominante en Grecia, los medios de comunicación y el gran capital europeo.
Amanecer Dorado ha conseguido tanto poder apelando a dos problemas que preocupan mucho al ciudadano griego: la corrupción de la clase política y la inmigración. Sin embargo, hay que decir que, para conseguir este auge, ha contado también con la ayuda de los medios de comunicación. Muchas cadenas de televisión han amplificado su discurso y lo han llevado hasta los hogares de los pobres.
¿Cree que llegarán a gobernar Grecia?
Posiblemente, en los próximos meses. La situación en Grecia es tan frágil e inestable que nos estamos preparando para cualquier cosa. No creemos que vaya a ser fácil, no creemos que el Gobierno vaya a convocar elecciones por propia voluntad. Por lo tanto, Syriza, por un lado, exige elecciones al Gobierno; y, por otro, pide a los movimientos populares intensificar las luchas e imponer desde abajo unas elecciones. Mientras ellos sigan en el poder, la destrucción avanza cada día. Es progresivamente difícil para nosotros encontrar las soluciones y las vías para resolver estos problemas.
Ganáis las elecciones, ¿Y al día siguiente?
Lo que esperamos es que el resto de la izquierda participe en este Gobierno y que los movimientos sociales, con su lucha en la calle, lo defiendan de los ataques que sin duda vendrán. Esta es nuestra meta, es lo que tratamos de hacer.
¿Es exportable el modelo de Syriza al resto de Europa?
Syriza es dos cosas a la vez, dos cosas que están conectadas. Syriza es la unidad y la radicalidad, que caminan juntas. Syriza es el movimiento, la lucha en la calle y la política en el Parlamento. Esta alternativa se ha construido durante los últimos diez años en los movimientos, como resultado de un debate muy intenso entre opiniones enfrentadas. Tenemos mucha confianza en esta opción.
En Grecia, esta alternativa ha ayudado a la clase, ha ayudado a la política, ha ayudado a la sociedad, a la izquierda. Estamos muy orgullosos de que nuestro ejemplo inspire. Sin embargo, en cada país, la izquierda ha de encontrar su propio camino, según sus condiciones propias.
Quiero añadir que la intensificación de la lucha en los países de sur de Europa es una ayuda muy importante para el movimiento en Grecia.
¿En España se dan las condiciones para una experiencia similar?
No conozco la situación política en España, lo que intentamos hacer es explicar qué hemos hecho en Grecia, pero no queremos dar instrucciones al resto de países sobre lo que tienen que hacer. En la trayectoria de Syriza hubo momentos en los que tuvimos que tomar decisiones muy importantes.
¿Qué decisiones?
En primer lugar, ha sido determinante que las fuerzas que conforman Syriza hayan estado juntas cada día en la calle, es ahí donde se ha trabado la alianza. Además, también tuvimos que decidir el rotundo rechazo a cualquier tipo de colaboración con la socialdemocracia.
¿Es posible el impago de la deuda y revertir las políticas de austeridad dentro del marco de la UE y el euro, o habría que romper con ellos?
La Unión Europea es hoy una Unión Europea neoliberal que exige políticas de austeridad a todos los países para poder superar la crisis económica. Lo que nosotros queremos es otra Grecia, otra Europa diferente. La salida de la UE en sí no responde a la pregunta de quién va a pagar la deuda, si la va a pagar el capital o los trabajadores.
Si la opción que ofreciera la Troika fuera seguir con los memorandums o la expulsión del euro y la Unión, ¿qué elegirían?
Si llegamos a este nivel de chantaje desde la UE, lo que vamos a hacer es defender a nuestra sociedad, a los trabajadores, y pedir el apoyo a los países que están sufriendo las mismas políticas de austeridad. No vamos a pagar.
No hay que darse prisa en responder esta pregunta. La UE también está atravesando una crisis muy importante. Lo que queremos decir con la unidad es que queremos una herramienta que nos permita movilizar a colectivos muy amplios, y es por eso que hemos elegido esta dirección. Luchamos en las bases de los sindicatos y tenemos relación con las fuerzas organizados de toda la izquierda. También intentamos hablar y convencer a la base de la socialdemocracia. Pero todo esto desde una perspectiva de resistencia y de ruptura.
¿Es Latinoamérica un ejemplo para Europa?
Se puede utilizar como ejemplo. Allí, la situación se parece mucho a la del Sur de Europa, tanto por el problema de la deuda como por la demostración de que es posible el cambio.
Tuesday, November 27, 2012
contra la Ley Wert.
- Preámbulo de la LOE (2006): “Las sociedades actuales conceden gran importancia a la educación que reciben sus jóvenes, en la convicción de que de ella dependen tanto elbienestar individual como el colectivo. La educación es el medio más adecuado paraconstruir su personalidad, desarrollar al máximo sus capacidades, conformar su propia identidad personal y configurar su comprensión de la realidad, integrando ladimensión cognoscitiva, la afectiva y la axiológica. Para la sociedad, la educación es el medio de transmitir y, al mismo tiempo, de renovar la cultura y el acervo de conocimientos y valores que la sustentan, de extraer las máximas posibilidades de susfuentes de riqueza, de fomentar la convivencia democrática y el respeto a las diferencias individuales, de promover la solidaridad y evitar la discriminación, con el objetivo fundamental de lograr la necesaria cohesión social. Además, la educación es el medio más adecuado para garantizar el ejercicio de la ciudadanía democrática,responsable, libre y crítica, que resulta indispensable para la constitución desociedades avanzadas, dinámicas y justas. Por ese motivo, una buena educación es la mayor riqueza y el principal recurso de un país y de sus ciudadanos.”
- Primer párrafo del Anteproyecto de la LOMCE (2012) (Ley Wert): “La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina su capacidad de competir con éxito en la arenainternacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguirventajas competitivas en el mercado global.”
Desde Ciudadan@s por la Educación Pública acabamos de abrir una página en Change para recoger firmas contra la Ley Wert. Pedimos la retirada del anteproyecto y la apertura de un verdadero diálogo con la comunidad educativa.Si os parece oportuno, firmad y difundid. Quisiéramos llegar al medio millón de firmas, así que tenemos que echar el resto.Ánimo y resistencia___
Monday, November 26, 2012
Untitled
El mundo de los pigmentos y cómo la especie humana ha ido aprendiendo a encontrarlos y utilizarlos para lograr bellos colores en la ropa, el cuerpo y los objetos, es enormemente sugerente. Una de las cosas que cuentan algunos nativos de Porto Santo hace referencia a la sangre de dragón y sus usos medicinales; en eso sólo algunos son doctos. Ahora bien, lo que sí te explica todo el mundo es el uso de esta sabia roja como uno de los pigmentos que formaba parte del “secreto” del célebre luthier de Cremona, Antonio Giacomo Stradivari.
En la isla, dicen que antiguamente sus montañas estaban cubiertas de verde por árboles y pasto, había rebaños de cabras e incluso vacas, muchos cultivos y, sobre todo, dragos (Dracaena draco), pero desde que los portugueses João Gonçalves Zarco y Tristão Vaz Teixeira descubrieron este pedazo de tierra en medio del Atlántico en 1418, los comerciantes empezaron a llegar del continente y la extraían para comercializarla en Europa.
Hasta que se extinguieron. Una trama que se repite a menudo.
En realidad, a pesar de haber realizado estudios modernos utilizando técnicas de identificación química precisa, todavía no se sabe con exactitud cuál es el secreto de la sonoridad de los violines Stradivarius, aunque la leyenda lo atribuye esta una mezcla secreta de resinas utilizadas por el célebre luthier. Por tanto, hasta que no se demuestre con pruebas lo contrario, podemos seguir creyendo las historias de los ancianos, que suelen dejarnos esa sensación de momento mágico que estimula la creatividadn (y, según dicen algunos neurólogo, también incrementan la atención del oyente).
Hoy, Porto Santo sigue siendo una isla tranquila, con poco turismo y no más de 5.500 habitantes autóctonos. “Como una gran familia”, cuenta un taxista que me lleva hasta uno de los puntos más elevados para comprender por qué le llaman a Ilha Dourada, con su extensa playa de nueve kilómetros que recorre todo el lomo sur.
Cuando llegué en el avión de la noche desde Lisboa, la mayoría de pasajeros eran vecinos que habían ido a al mContinente y regresaban cargados de paquetes. Comercio y movimiento. Me recordaron aquella linda canción de otra isleña, la caboverdiana Lura, que regresa sin las encomiendas de Naia.
Sunday, November 25, 2012
Tanja Nijmeijer, la holandesa guerrillera de las FARC,
Tanja Nijmeijer, la holandesa guerrillera de las FARC, explica los motivos que han conducido a los insurgentes a las armas
ROBERT-JAN FRIELE La Habana 24 NOV 2012 -
“El Gobierno intenta convertirnos en culpables en vez de en víctimas”
En el mesón Maraka's, Tanja Nijmeijer se levanta de la mesa para despedirse, con un nuevo cigarrillo en la mano. Es martes por la noche, y en su rostro se dibuja una expresión atormentada, la misma que ha mostrado durante las dos últimas horas, igual que ocurrió el lunes durante las seis horas de nuestra conversación.
“Estoy cansada de tener que estar defendiéndome continuamente”, dice la holandesa que actúa en nombre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en las negociaciones de paz de Colombia. “Es importante que entiendas por qué hemos recurrido a las armas y que en Colombia hay una guerra en la que se producen muertes. Y sí, a veces cometemos errores”.
Nijmeijer, de 34 años, nacida en Denekamp (Holanda) y la segunda de las tres hijas de la familia, cuenta, llena de ardor, cómo es su vida en las FARC, la organización guerrillera de la que forma parte desde 2002. Está muy sorprendida por el interés que ha despertado en los medios de comunicación. “Me gustaría que se prestara más atención a las condiciones de vida de la gente. ¿No sería eso mucho más importante que hablar de mí?”.
Le brillan los ojos cuando habla de su vida en la selva colombiana, donde las FARC levantan un nuevo campamento cada tres días. Nos cuenta también que entiende mejor el mundo desde que siguió el curso de marxismo que la organización da a todos los guerrilleros. Igualmente entusiasmada se muestra al hablar sobre el contacto con la población en las áreas dominadas por los rebeldes, especialmente con los campesinos pobres.
Las FARC están en guerra con el Gobierno colombiano desde 1964. Una guerra que desde los años ochenta —cuando los enormes ingresos del tráfico de cocaína comenzaron a funcionar como catalizador— ha hecho aflorar lo peor de ambas partes. Todos los días caen decenas de víctimas inocentes, principalmente campesinos colombianos pobres, atrapados entre las luchas, los deseos y los intereses de las dos partes en litigio.
“Nos gustaría que no hubiera víctimas, nos gustaría que no hubiera guerra, nos gustaría no estar en las montañas. Pero, si dejamos la lucha, ¿qué va a hacer el pueblo?”. Después se va de la habitación para volver al complejo vigilado donde se aloja junto con otros 29 guerrilleros para participar en las conversaciones de paz iniciadas el 19 de noviembre.
La última vez que vi a Nijmeijer fue en agosto de 2001, mientras fregábamos los platos en la diminuta cocina de una residencia de estudiantes de Groninga. Era la mejor amiga de una compañera. Ya había estado una vez en Colombia y no dejaba de calentarme las orejas con las noticias sobre ese país. Once años después, llega a mi puerta un lunes a las 9.00 de la mañana en una furgoneta Mercedes blanca conducida por un chófer del Servicio de Seguridad cubano. Va en el asiento delantero, con Camila y Shirley en los asientos de detrás: “Son dos camaradas”.
Cuando, un poco más tarde, nos sentamos en un deteriorado restaurante del Malecón, Camila y Shirley abren sus ordenadores portátiles para trabajar. El holandés de Nijmeijer sigue siendo magnífico, pero para hablar de las FARC prefiere el español.
El camino que la llevó a la guerrilla colombiana fueron dos acontecimientos que vivió en 2001 durante las prácticas que realizaba en aquel país. El primero fue la visita a un barrio desfavorecido de la ciudad de Pereira. Su acompañante le dijo que tenían que salir a las nueve porque a esa hora la gente se iba a dormir. “Cuando pregunté a un vecino del barrio por qué se iban a dormir tan pronto, me dijo que los paramilitares podrían considerar como delincuente a cualquiera que anduviera a esas horas por la calle y matarle de un tiro. A eso se le llama limpieza social en Colombia”. El otro ocurrió en Bogotá. Fue a visitar Ciudad Bolívar, el gigantesco barrio de chabolas al sur de la capital. Después la llevaron al Centro Andino, el centro comercial de la élite del norte de la ciudad. El contraste fue dolorosísimo.
Nijmeijer profundizó en la Historia de Colombia, buscó en el país los contactos adecuados y se introdujo en el movimiento guerrillero. “Para mí estaba claro que la democracia en Colombia solo existía sobre el papel. Y así sigue siendo actualmente”. Su tapadera era su trabajo en una cara escuela de idiomas.
Más tarde, Nijmeijer también cometió atentados: entre otros ataques, colocó bombas en el Transmilenio, el sistema de transporte de autobuses de Bogotá, y a un rico comerciante. Según ella, no hubo muertos en sus ataques, que estaban planteados solo como protesta.
Cuando en 2003 la policía desmanteló la red de militantes, Nijmeijer optó por una huida hacia adelante: luchar en la selva, ametralladora en mano. Su alias en las FARC fue Alexandra desde el primer día, y es con el que firma sus correos electrónicos. No se plantea un posible papel en política si tiene éxito el proceso de paz. “Me adaptaré a las necesidades que haya. ¿Qué necesitan las FARC, qué necesita Colombia, que necesita el pueblo?”.
Pregunta. Algunos piensan que las FARC recurren a usted —una mujer occidental, inteligente y elocuente— para mejorar su imagen.
Respuesta. Me molesta que digan que formo parte de la campaña de comunicación de las FARC. Lo que queremos es contar nuestra visión de las cosas.
El Gobierno colombiano ha puesto muchas dificultades a mi participación en las conversaciones de paz.
P. Las FARC nacieron en 1964. ¿Cuál es su lucha actual?
R. Los tiempos cambian, pero la opresión continúa. Nos consideramos un partido político armado, cuya ideología está basada en el marxismo-leninismo. Esas son las ideas por las que luchamos. Queremos hacer reformas radicales. Lo que nos preguntamos es ¿cómo podemos participar en la política? De eso tratan nuestras conversaciones con el Gobierno.
P. Por el modo en que habla de su vida en las FARC, parece como si no hubiera guerra. También en el vídeo musical que han grabado da la impresión de que se trata de una alegre pandilla.
R. Y eso es lo que somos. Si no estás alegre, no lo podrías aguantar. Precisamente son los momentos más difíciles los que nos inspiran la mayoría de las bromas.
P. Las FARC tienen fama de imponer severos castigos en caso de infracción y la pena de muerte en caso de deserción. ¿No le ha disuadido eso nunca?
R. Cuando en una ocasión llamé a escondidas a casa se me impuso, entre otros, el castigo de cavar más de 30 metros de letrinas y escribir 20 páginas sobre mi infracción. Somos un Ejército y tiene que haber disciplina. Pero el que deserta es un traidor".
P. ¿Ha asistido a alguna ejecución?
R. No. Pero he oído hablar de ellas.
P. ¿Se ha vuelto más dura en todos estos años?
R. Nosotros, los guerrilleros, somos duros por fuera, pero suaves por dentro.
P. ¿Estaría dispuesta a pedir perdón por vuestras víctimas?
Me mira indignada.
R. Hay un dicho: El pueblo sabe quiénes son sus verdugos. El Gobierno intenta convertirnos en culpables en lugar de víctimas.
P. Como el objetivo que dicen perseguir es bueno, ¿no hay nada que reprocharles?
R. Yo no tengo que justificarme. La lucha está justificada. Estamos en guerra.
“El Gobierno intenta convertirnos en culpables en vez de en víctimas” |
“El Gobierno intenta convertirnos en culpables en vez de en víctimas”Tanja Nijmeijer, la holandesa guerrillera de las FARC, explica los motivos que han conducido a los insurgentes a las armas
ETA responde a la «involución» en el proceso con una «agenda de diálogo»
Saturday, November 24, 2012
La Carta de la Bolsa - “Ellos”, los poderosos que nos llevan al abismo
Friday, November 23, 2012
La Commune (Paris 1871) - Peter Watkins, 1999
Me llegan noticias de que en el MUSAC se proyecto LA COMMUNE. Es una pelicual a ver, y mas en estos tiempos de resistencia y lucha.
una nota sobre el director
El cine resistente de Peter Watkins
Ciclo en la Filmoteca de Valencia - Sábado.29 de enero de 2005 - 6777 visitas
En 1871, Francia se vio sacudida por el amotinamiento del pueblo parisino exasperado por una larga hambruna provocada por la guerra en contra de los prusianos, el emperador Napoleon III, al servicio de los intereses de los ricos seguía sin interesarse por las condiciones de vida pésimas de la "plebe". El día en que las tropas son mandadas para recuperar los "cañones" que el pueblo pagó de su propio bolsillo para proteger sus barrios, la mecha de la rebelión social y política prende y París arde.. 1871, la sublevación popular de los communards, así como la huida del poder real hacia Versalles, y la creación de la república de la Commune, se constituyó como uno de las rebeliones de la clase trabajadora y obrera más importantes de la historia.
Este periodo ha sido crucial en la construcción de la identidad de un movimiento obrero, en la historia del feminismo, del libertarismo y en el desarrollo de las bases de la república... Claro está, que la historia de los movimientos sociales no es exactamente lo que una aprende en el colegio, y la Commune sigue siendo un periodo histórico poco conocido por la mayoría de la gente, por ello la película de "La Commune" se constituye como el deseo de un grupo de gente de permitir que se construyan unas dinámicas para hacer una apropiación colectiva de esta sublevación, cuyas razones de ser siguen siendo de actualidad: dominación, poder, mentiras, censura, machismo, control de las mentes, etc.
Peter Watkins dirigió esta película en 1999, para desarrollarla siguió fiel a sus métodos de trabajo que intentan difuminar las separaciones entre los que dirigen y los que actúan, entre los que montan y los que ven. Por ello, contó con un equipo de actores no profesionales que se dedicaron a investigar por ellos mismos la commune, luego se reunieron y reconstituyeron los principales eventos de esta sublevación en un rodaje intenso de dieciocho días. Fiel a su costumbre, "La Commune", que había sido inicialmente producida por la cadena franco-alemana Arte, resultó ser censurada por esta misma: la excusa es que su formato de 5h45 mins resulta imposible de ver por la televisión; los motivos son otros: "La commune" sigue la línea de las pelis de Peter Watkins, casi todas ellas han resultado ser censuradas por un motivo u otro en los cuatro rincones del planeta.
CD 1:
OGM: La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) CD1 of 4.ogm [699.94 Mb]
AVI: La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) Cd1.avi [716.19 Mb]
CD 2:
OGM: La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) CD2 of 4.ogm [698.24 Mb]
AVI: La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) cd2.avi [715.38 Mb]
CD 3:
OGM: La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) CD3 of 4.ogm [699.36 Mb]
AVI: La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) cd3.avi [717.63 Mb]
CD 4:
OGM: La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) CD4 of 4.ogm [698.74 Mb]
AVI: La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) cd4.avi [717.97 Mb]
Subtítulos:
La Commune (Paris 1871) (Peter Watkins, 1999) - 4CDs - subtítulos esp.rar [141.9 Kb]
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La trayectoria de Peter Watkins es bastante singular, sobre todo si tenemos en cuenta que, de entre la amplia nómina de grandes cineastas europeos surgidos del corazón de la modernidad de los años sesenta, es uno de los más innovadores y, al mismo tiempo, de los más desconocidos y olvidados. Watkins fue reconocido por la crítica en los años sesenta, a raíz del escándalo surgido por el boicot que la BBC llevó a cabo contra “The war game”. Sin embargo, su nombre, para esa parte de la historia del cine que no presta atención a los flujos que tienen lugar en los circuitos, empezó a dejar de sonar en los años setenta. A pesar de que continuó realizando una serie de obras fundamentales y radicales que no se ajustaban al cine convencional, ni a los estándares de la temporalidad del cine de consumo, sus películas dejaron de ser citadas y consideradas como piezas clave en los debates sobre el compromiso político de la imagen cinematográfica. El último trabajo de Peter Watkins, “La commune”, fue realizado en 1999 y constituye, entre otras muchas cosas, una curiosa relectura de las relaciones entre el cine y los discursos de la historia a partir de la ruptura de la ilusión de la representación mediante la disolución de la frontera que suele separar al actor de su personaje. Watkins recibió numerosas influencias de la escuela documental británica, pero desde sus primeros trabajos, realizados en el campo estrictamente amateur, su cine se caracterizó por una inquietud política de marcado signo antibelicista, tal como certifica, por ejemplo, “The diary of an unknown soldier”, donde el relato en primera persona de un soldado atrapado en las trincheras sirve como pretexto para articular un potente discurso pacifista.
El cine amateur de Watkins, que recibió diferentes premios en Gran Bretaña, se apartaba de los modelos convencionales por su deseo de establecer una ruptura con las formas de reconstrucción clásica de la historia. En este ambiente de investigación no profesional, resulta singular la experiencia de “The forgotten faces”, película que puede considerarse como una especie de síntesis o anticipación de algunas de las principales conquistas del estilo Watkins. Presentada como un homenaje a los héroes anónimos que perdieron su vida por la lucha a favor de la libertad, crea un modelo de cine histórico de reconstrucción y exploración de las grandes revoluciones que han sido marginadas de la historia. Este modelo de cine histórico halló su continuación en “Culloden”, que recrea una batalla como si el cinéma vérité hubiera estado allí, como si una cámara de 16 mm hubiese entrevistado a los campesinos antes de participar en la batalla y capturara de forma instantánea la brutalidad inhumana del combate.
Aunque “The war game” ganó el oscar al mejor documental, siendo la primera película de ficción de la historia que lo conseguía, el malestar que provocó llevó a Watkins a realizar en “Privilege” un cierto desplazamiento hacia la estética pop del período. Aunque tuvo cierta difusión comercial, su discurso también se movió en el territorio de la incorrección política, ya que atacó frontalmente algunos de los cimientos del mítico Swinging London, que estaba expandiendo cierta imagen de la modernidad británica al mundo.
La crítica directa al poder de los medios de comunicación, sobre todo hacia la televisión, marcó también el primer ensayo de política-ficción que Watkins rodó desde su autoexilio como cineasta nómada en Suecia, “The gladiators”, film que conecta con ciertos postulados situacionistas alimentados por Guy Debord, al considerar que el espectáculo, como sistema de representación, puede crear una nueva relación del individuo con las instituciones de la violencia.
Posteriormente, y tras no poder materializar un proyecto sobre la masacre de los indios en EEUU que contaba con el apoyo de Marlon Brando, “Punishment park” sería prohibida tras su primera proyección en un festival en Nueva York, y Watkins se instalaría en Dinamarca, donde rodó, entre otras, “Aftenlandet”, una demostración de que, en la .Europa del bienestar, la paz se simula con grandes dosis de cinismo.
Actualmente, el cine se vive en un territorio de aguas turbulentas, atraviesa un período de cambio y de crisis en el que no cesan de replantearse algunos de sus modelos canónicos, especialmente la división tradicional entre la ficción y la realidad. Por eso los trabajos de Peter Watkins adquieren una rabiosa actualidad, ya que se sitúan en el epicentro de un debate clave en el mundo contemporáneo. En plena época de la metamorfosis de lo visual originada por el peso de la imagen digital, el ejemplo de Watkins nos recuerda que las divisiones canónicas entre la tendencia realista de Lumiere y la tendencia ficticia de Mélies no ha sido más que uno de los grandes engaños de la historia del cine.
Ángel Quintana
Extraído de “¿Por qué molesta Peter Watkins?”, texto incluido en el libro Peter Watkins. Historia de una resistencia (Festival Internacional de Cine de Gijón/IVAC-La Filmoteca/CGAl, 2004)
The Diary of an Unknown Soldier
Reino Unido 1959, 15 min.
En “El Diario de un Soldado Desconocido” Watkins inició un estilo de dirección que ha desarrollado y con el que ha seguido experimentando en todas sus película profesionales... Watkins se negó a verse limitado por las convenciones cinematográficas... En esta película, liberó a la cámara de las limitaciones de un punto fijo de visión y la forzó a tomar parte en la acción para poder crear efectos sorprendentemente realistas, casi como de noticiario, involucrando así a los espectadores en los acontecimientos que estaban viendo. “El Diario de un Soldado Desconocido”, no obstante, no está limitado estrictamente a técnicas realistas. Contiene una mezcla curiosa, casi ambigua, de estilo documental y expresionismo, y uno sospecha que las limitaciones económicas y físicas a las que se enfrentaba Watkins por problemas de equipo y localización jugaron un papel fundamental en este enfoque. La sincronización del sonido no era posible por motivos financieros; poco había en la campiña de los alrededores de Canterbury que recordara a las trincheras de la Primera Guerra Mundial, y un reparto de entre 15 y 20 personas tenía que dar la impresión de ser cinco veces mayor.
The War Game
Reino Unido 1965, 48 min.
A finales de 1964 el recién elegido gobierno laborista de Harold Wilson ya había roto su promesa electoral de desarmar Gran Bretaña unilateralmente, y estaba, de hecho, desarrollando un programa a gran escala de armas nucleares, a pesar de la enorme protesta popular. La televisión británica de la época se mostraba bastante reacia a tratar el tema de la carrera armamentística, y había un silencio significativo sobre los efectos de las armas nucleares - un tema del que la gran mayoría del público carecía totalmente de información. Por lo tanto, propuse a la BBC hacer una película mostrando los posibles efectos de un ataque nuclear en Gran Bretaña, durante un estallido bélico entre la OTAN y la URRS, utilizando una pequeña parte de Kent, en el sureste de Inglaterra para representar un microcosmos.
The Gladiators
Suecia 1968, 105 min.
“The Gladiators” es una sombría sátira situada en un futuro cercano en el que las mayores potencias del mundo, el Este y el Oeste, alineados y no-alineados, reconocen la posibilidad de una guerra mundial inminente e intentan evitarla canalizando los instintos agresivos del hombre de una forma más controlable. Lo hacen mediante la creación de una Comisión Internacional siguiendo el modelo de las Naciones Unidas, dedicada a organizar una serie de luchas entre equipos de soldados elegidos de cada país. Estas competiciones, que pueden ser a muerte, son llamadas “Juegos de Paz”, y son retransmitidas en la televisión global vía satélite - con patrocinadores y anuncios. La película sigue el Juego 256... El grupo internacional de oficiales que están viendo el juego 256 deciden eliminar a un hombre y una mujer de equipos rivales que se ayudan mutuamente, porque deciden que tales formas de comunicación constituyen la mayor amenaza a la estabilidad del sistema mundial existente.
Punishment Park
Estados Unidos 1971, 90 min.
“1970. La guerra en Vietnam está en plena escalada. Nixon declara el estado de emergencia nacional y -presuponemos en la película- activa el Acta de Seguridad Interna de 1950 (el Acta McCarran), que autoriza a las autoridades federales a detener a personas consideradas “un riesgo para la seguridad interna” sin consultar al Congreso. En una zona desértica del sudoeste de California, no muy lejos de las tiendas de campaña donde un tribunal civil está juzgando al Grupo 638, el Grupo 637 (en su mayoría universitarios) se encuentra en el Parque Nacional de Castigo Bear Mountain... Al Grupo 637 se les ha prometido la libertad si escapan de los agentes de la ley que les persiguen y llegan a la bandera americana situada a 53 millas a través de las montañas en el plazo de tres días. Mientras tanto, en la tienda del tribunal, el Grupo 638 -considerados culpables antes de ser juzgados- luchan en vano por argumentar su oposición a la guerra de Vietnam. Mientras ellos se defienden, ante el acoso de los miembros del tribunal, el exhausto Grupo 637... han votado a favor de dividirse en tres subgrupos: los que intentarán escapar del Parque, los que ya se han rendido, y los que están decididos a llegar a la bandera...
Evening Land
Dinamarca 1976, 110 min.
“Evening Land” muestra acontecimientos “ficticios” en la Europa de aquel momento - comenzando con una huelga en un astillero de Copenhague causada por la construcción de cuatro submarinos para el ejército francés no sólo porque la dirección ha propuesto una congelación salarial para asegurar el contrato, sino porque se descubre que los submarinos han de ser equipados con misiles nucleares. Al mismo tiempo, tiene lugar una cumbre de ministros de la Comunidad Económica Europea en Copenhague, y un grupo de manifestantes radicales secuestran al ministro danés en protesta por la producción de submarinos nucleares en Dinamarca, y en apoyo de las demandas de los huelguistas. La policía danesa no sólo los ataca brutalmente durante una manifestación, también localizan y rescatan al ministro secuestrado y capturan o matan a los “terroristas”.
Más información sobre las películas de Peter Watkins en la web del Festival de Cine de Gijón: http://www.gijonfilmfestival.com/index.php?lang=1&id=50&ciclo=7