por Francisco Córdova
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Estudiantes movilizados de Chile:
Quiero darles mis agradecimientos mediante esta carta. Gracias por ser el baluarte de la dignidad de nuestra sociedad adormecida y acostumbrada a ser abusada. Gracias por encender la llama de las conciencias de tantas personas. Es primera vez, desde el retorno de la “democracia”, que la educación es prioridad en las encuestas nacionales. Muchos sabemos que ahí está la piedra angular de la equidad y del desarrollo sustentable y la base para una democracia profunda, la tolerancia y fraternidad.
Quiero darles las gracias por luchar a pesar de tener todo el aparato hegemónico en contra, dedicado a romper la pureza y razón de vuestras demandas. Han sabido sortear las mal intencionadas caricaturas de las movilizaciones, construidas por los medios de comunicación leales al modelo capitalista y logran superar los engaños mediáticos del gobierno.
Gracias por recordarnos que los derechos sociales no se negocian, sino que se reconocen y garantizan. Quizás con esta primavera de lucidez, los adultos presos en sus rutinas y egoísmos pierdan parte del vendaje de sus ojos y descubran que hay un diseño intencional que nos tiene sumidos en una de las peores inequidades mundiales.
Gracias por obligarnos a ser honestos, a tener que asumir que lo que vivimos es una ilusión de libertad, que somos esclavos de la nueva era, limitados al poder decidir sobre qué comprar, pero no sobre qué pensar, dado que está prohibido querer cambiar las cosas que otros en el pasado decidieron, transformando sus voluntades egoístas en una condena para las generaciones futuras.
Gracias por arar la tierra de la esperanza y poner la semilla de un futuro diferente, uno en el cual el humano no sea explotado por los dueños del capital y de los medios de producción. Son los albañiles y constructores de una sociedad distinta, donde nuestros hijos e hijas tendrán la posibilidad de llegar tan lejos como sus capacidades y esfuerzo se lo permitan, sin que una mano invisible los ate a una condena de origen social.
Gracias por soportar la represión y al abuso de la fuerza servil a la oligarquía. Nuestra fuerza pública es parte de la clase media/baja y tampoco tienen dinero suficiente para que sus hijos e hijas tengan las mismas posibilidades que los patrones que defienden, algún día entenderán que esta lucha es por ellos también.
Gracias por su creatividad, por vuestra alegría, por vuestra indignación llena de colores, por ser dignos, atrevidos e irreverentes. Quiero vivir en ese mundo que buscamos, quiero ser parte de vuestros sueños e ideales, y por eso cuentan con mi apoyo incondicional y les digo con convicción ¡YO APOYO A LOS ESTUDIANTES!
Firma
Francisco Córdova Echeverría
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