(Aday Quesada).– Pese a su vanidosa presunción de ser una experta en matemáticas institucionales, a la vicepresidenta y futura candidata presidencial por Unidas Podemos, Yolanda Díaz, no parecen estarles saliendo bien las cuentas a la hora de lograr un mayoritario apoyo en el Congreso a la aprobación de la Reforma Laboral 2.0.
Aunque ya se sabe que en estas cosas en las que intervienen los pasillos institucionales, nada parece estar seguro pues, repentinamente, puede suceder que unos diputados de aquí y otros de acuyá, en un momento dado, se encuentren fortuitamente en el Bar del Parlamento, y después de soplarse un par de birras espumosas lleguen a un feliz y etílico acuerdo. Al fin al cabo, las superficiales diferencias que los separan no hará nunca que la sangre llegue al río.
En cualquier caso, donde no parece tenerlo muy claro nuestra vicepresidenta prêt-à-porter para lograr la aprobación de su Reforma de puño y letra es en el sindicalismo que se ubica en el extrarradio institucional. Es decir, en aquellos sindicatos que se niegan a doblegarse a cambio de las multimillonarias subvenciones institucionales.
Viene todo este comentario a cuenta de que nada menos que 30 sindicatos de todo el Estado han suscrito hace unas horas un Manifiesto en el que expresan su rotunda oposición a este remedo clónico de Reforma laboral, suscrito entre el Gobierno más progresista de nuestra historia, la gran Patronal y los autodenominados «agentes sociales», que ahora doña Yolanda Díaz pretende -sonrisa por aquí, sonrisa por allá- convalidar próximamente en el Congreso de los diputados.
Argumentan, con razón, los sindicatos rubricantes del Manifiesto, que la Reforma laboral ideada por Yolanda Díaz es pura y simplemente un vulgar maquillaje de las Reformas de los años 2010 y 2012, impuestas por el PSOE y continuadas por el PP.
SEGUIR LEYENDO EN…
No comments:
Post a Comment