Tuesday, December 29, 2020

En una pandemia volvemos a saber qué quería decir Sartre con ser libre

En una pandemia volvemos a saber qué quería decir Sartre con ser libre | Ideas de psique


Uno de los efectos más poderosos de la pandemia de COVID-19, después de su terrible costo en vidas humanas, ha sido en nuestra libertad. En todo el mundo, los movimientos de personas han sido severamente restringidos, rastreados y monitoreados. Esto ha tenido un impacto en nuestras habilidades para ganarnos la vida, estudiar e incluso estar con seres queridos al final de sus vidas. La libertad, al parecer, es una de las mayores víctimas de este virus.

Pero un artículo de Jean-Paul Sartre para The Atlantic en 1944 me hace cuestionar si esta es una historia sencilla de pérdidas. El filósofo francés resumió su tesis en la siguiente línea: "Nunca fuimos más libres que bajo la ocupación alemana". La idea central de Sartre fue que solo cuando nos impiden actuar físicamente nos damos cuenta del verdadero alcance y naturaleza de nuestra libertad. Si tiene razón, entonces la pandemia es una oportunidad para volver a aprender lo que significa ser libre.

Por supuesto, nuestra situación no es tan extrema como lo fue para los franceses bajo ocupación, quienes, como dijo Sartre, "habían perdido todos nuestros derechos, comenzando por el derecho a hablar". Sin embargo, como la mayoría de nosotros, a veces me he encontrado incapaz de hacer casi todo lo que había dado por sentado. Durante el período de cierre más estricto, se cancelaron las salidas nocturnas en teatros, salas de conciertos y cines. No podía dar un paseo por el campo, relajarme en un bar o restaurante, sentarme en un banco del parque, visitar a nadie, ni siquiera salir de casa más de una vez al día.

Sin embargo, no he sido el único en experimentar esto como, al menos en parte, una liberación. Me di cuenta de cómo muchas de las cosas que habitualmente 'elegía' hacer las hacía simplemente porque estaban allí o porque me había acostumbrado a hacerlas. Otros han notado lo mucho que estaban de acuerdo con lo que otras personas estaban haciendo. En una sociedad de consumo vertiginosa con infinitas opciones, nuestros caprichos nos hacen rebotar fácilmente y nos manipulan los anunciantes y los especialistas en marketing. Muy poco de lo que hacemos todos los días es el resultado de una decisión meditada. Ser capaces de hacer lo que queremos sin restricciones, pero también sin pensar, es la forma más baja y menos valiosa de libertad.

Encerrado, aprendí que extrañaba mucho menos de esta vieja vida de lo que hubiera pensado. Me acordé de lo superficiales que eran en realidad muchas de nuestras preferencias. Cuando mis opciones se redujeron y cualquier actividad requirió más planificación, las decisiones que tomé se volvieron más auténticas porque tenían que ser más pensadas. Esta capacidad de toma de decisiones reflexiva es la forma de libertad más elevada y valiosa que puede tener un ser humano.

Una nueva urgencia nos grita: a menos que hagamos un cambio, este será nuestro destino hasta que muramos, que podría ser antes de lo que pensamos.

En resumen, la pandemia nos permite ver más claramente la diferencia entre la libertad hueca para actuar sin impedimentos y la verdadera libertad para actuar de acuerdo con nuestros juicios considerados en todos los aspectos. El filósofo estadounidense Harry Frankfurt en 1971 iluminó la diferencia con su distinción entre las cosas que simplemente queremos y las que, después de considerarlas, queremos querer.Por ejemplo, si quiero una dona y me la como, simplemente estoy siguiendo mis deseos, los deseos que tengo en un momento dado. Pero si, pensándolo bien, no quiero comer comida chatarra (o, al menos, no a menudo), entonces tengo la capacidad de vetar estos deseos a la luz de lo que sé que quiero querer. Este tipo de libertad requiere autocontrol. Una persona sin esta capacidad no es verdaderamente libre, pero es lo que Frankfurt llama un 'libertino': un esclavo de sus deseos.

La sociedad de consumo nos anima a actuar como libertinos. Entonces, cuando se ve perturbado, por una guerra o una pandemia, también lo es el hábito perezoso de actuar según el deseo sin una reflexión adecuada. En cualquier momento en que nuestra capacidad de actuar por impulso esté severamente restringida, tenemos la oportunidad de romper el vínculo habitual entre el deseo y las acciones, y cuestionarnos si los deseos sobre los que actuamos son los que respaldamos, considerando todo.

La importancia vital de nuestra capacidad de libertad también se ve reforzada por la gravedad de nuestras circunstancias. Durante la ocupación, Sartre escribió:

En todo momento vivimos a la altura del sentido pleno de esta trivial frase: "¡El hombre es mortal!" Y la elección que cada uno de nosotros hizo de su vida y de su ser fue una auténtica elección porque se hizo cara a cara con la muerte ...

En 1944, esto era más cierto que hoy porque muchas opciones eran literalmente de vida o muerte. Los guerrilleros de la Resistencia se encontraron pensando 'Más bien la muerte que ...' Hoy, pocas de nuestras elecciones tienen consecuencias tan crudas e inmediatas. Pero los recordatorios diarios de la muerte nos obligan a tomarnos en serio las decisiones que tomamos sobre nuestro trabajo, nuestras relaciones, nuestro estilo de vida. Muchos han descubierto que están viviendo una vida que nunca eligieron realmente, sino que simplemente se desviaron. Una nueva urgencia nos grita que, a menos que hagamos un cambio, este será nuestro destino hasta que muramos, que podría ser antes de lo que pensamos.

Entonces, en lugar de seguir el camino de menor resistencia, he estado tratando de tomar decisiones más consideradas, lo que significa decir "No" con más frecuencia y elegir mis proyectos con más cuidado. Muchos de nosotros estamos tomando decisiones difíciles, las más auténticas que hemos tomado en años, para tratar de vivir una vida más alineada con lo que realmente valoramos, con lo que queremos querer. Aunque la metáfora militar de una guerra contra el coronavirus se utiliza en exceso y, a menudo, es inadecuada, funciona perfectamente cuando se aplica a otra de las llamativas frases de Sartre: `` La misma crueldad del enemigo nos llevó a los extremos de esta condición al obligarnos a hacernos preguntas. que uno nunca considera en tiempo de paz '.

Sin la 'interferencia' del estado, se habrían perdido muchas más vidas, se habrían destruido empleos y se habrían arruinado las empresas.

Otra línea que resuena es 'Responsabilidad total en total soledad: ¿no es esta la definición misma de nuestra libertad?' Para Sartre en 1944, la soledad era la del luchador de la resistencia clandestina, trabajando solo por el bien común. 'En lo más profundo de su soledad, eran los demás a los que estaban protegiendo, a todos los demás ...' Nuestra soledad en esta pandemia es menos extrema, al igual que los riesgos y sacrificios que estamos llamados a hacer. Aún así, se aplica la misma percepción moral esencial. La forma en que nos comportamos en la vida cotidiana es una mala medida de nuestra columna vertebral moral, ya que rara vez se nos pide ir más allá del llamado del deber o se nos da la oportunidad de romper el contrato social sin penalización. Ahora, sin embargo, nuestras elecciones socialmente aisladas revelan nuestros verdaderos colores.

Las personas que han trabajado voluntariamente en primera línea, arriesgando sus propias vidas, han demostrado su valentía. Otros que se han reunido para alimentar y albergar a los más vulnerables en lugar de simplemente refugiarse en casa han mostrado su compasión y cuidado. Por otro lado, aquellos que han violado las reglas simplemente por su propia conveniencia han expuesto su egoísmo y, a menudo, un sentido de privilegio. Como la mayoría de nosotros, me quedo en el medio, demostrando que no soy un héroe, pero tampoco un villano, solo una de las muchas personas normalmente decentes que no son ni especialmente dignas de elogio ni reprochables.

La pandemia también nos enseña sobre la libertad en formas que van más allá de la discusión de Sartre sobre el individuo. Políticamente, utilizando la distinción de Isaiah Berlin , hablamos de la "libertad negativa" para hacer nuestro negocio sin restricciones y la "libertad positiva" para hacer las cosas que nos dan la posibilidad de prosperar y maximizar nuestro potencial. Por ejemplo, una sociedad donde no hay escolaridad obligatoria les da a los padres la libertad negativa de educar a sus hijos como lo deseen. Pero, en términos generales, esto no le da al niño la libertad positiva para tener una educación decente.

Durante las últimas décadas en Occidente, la libertad negativa ha estado en ascenso y la libertad positiva ha sido tachada con el pincel del estado niñera. Lo que deberíamos haber aprendido en 2020 es que sin servicios de salud, una regulación eficaz y, a veces, reglas estrictas, nuestra libertad negativa es inútil e incluso a veces destructiva. Sin la "interferencia" del Estado, se habrían perdido muchas más vidas, se habrían destruido puestos de trabajo y se habrían arruinado las empresas.

Ahora tenemos la oportunidad de restablecer el equilibrio entre la libertad positiva y negativa. No existe un intercambio entre un gran gobierno y la libertad personal: muchas libertades dependen del estado para su mera posibilidad. Lo que los científicos sociales Neil y Barbara Gilbert en 1989 llamaron el 'estado habilitador' y la economista Mariana Mazzucato en 2013 llamó el 'estado emprendedor' es esencial para darnos la oportunidad de realizar todo el potencial de nuestra libertad.

Una última forma en la que estamos despertando a nuestra libertad es que nuestra concepción de lo que es posible se ha ampliado. Los hospitales se pueden construir en semanas, no en años; la calidad del aire se puede mejorar casi de la noche a la mañana; los gobiernos pueden subsidiar el empleo en lugar de simplemente pagar el desempleo; Las empresas privadas, como los minoristas de alimentos, pueden rendir cuentas como servicios públicos y no solo como empresas privadas. La ventana de Overton se ha abierto de par en par. Es posible más de lo que imaginamos.

La libertad de actuar sin creer en la posibilidad de actuar está vacía. Nuestros ojos se han abierto a más futuros potenciales de los que creíamos disponibles. El desafío es responder a esta oportunidad sin caer en una utopía ingenua o en ilusiones. Nuestra comprensión no es la creencia simplista de que tenemos menos limitaciones de las que pensamos que teníamos, sino que las limitaciones reales que tenemos no son las que creíamos que eran.

No estoy equiparando las pruebas de vivir bajo la ocupación nazi con vivir con el flagelo del COVID-19. Pero a pesar de las muchas e importantes diferencias, el mensaje de libertad de Sartre en 1944 suena igual de cierto hoy. Nuestra primera experiencia es de restricción, de pérdida de libertad. Pero, con pensamiento y reflexión, podemos seguir esto con un sentido renovado de lo que realmente significa la libertad, por qué es importante y cómo podemos usarla para forjar un futuro mejor. Quizás pronto miremos hacia atrás y diremos, como dijo Sartre: 'Las circunstancias, atroces como fueron a menudo, finalmente nos permitieron vivir, sin pretensiones ni falsas vergüenzas, la existencia agitada e imposible que se conoce como la suerte hombre.'

Friday, December 25, 2020

“Los Estados Unidos de América se han vuelto locos”: John le Carré sobre la guerra de Irak, Israel y el militarismo estadounidense | Democracy Now!

“Los Estados Unidos de América se han vuelto locos”: John le Carré sobre la guerra de Irak, Israel y el militarismo estadounidense | Democracy Now!

JOHN LE CARRÉ: Estados Unidos ha entrado en uno de sus períodos de locura histórica, pero este es el peor que puedo recordar: peor que el macartismo, peor que Bahía de Cochinos y, a largo plazo, potencialmente más desastroso que la guerra de Vietnam.

La reacción al 11 de septiembre va más allá de lo que Osama bin Laden hubiera esperado en sus sueños más desagradables. Como en la época de McCarthy, las libertades que han hecho de Estados Unidos la envidia del mundo se están erosionando sistemáticamente. La combinación de medios de comunicación estadounidenses obedientes e intereses corporativos creados está asegurando una vez más que un debate que debería estar resonando en cada plaza de la ciudad se limite a las columnas más elevadas de la prensa de la costa este.

La guerra inminente se planeó años antes de que bin Laden golpeara, pero fue él quien la hizo posible. Sin Bin Laden, la junta de Bush todavía estaría tratando de explicar cuestiones tan delicadas como cómo llegó a ser elegido en primer lugar; Enron; su desvergonzado favoritismo hacia los ya demasiado ricos; su imprudente desprecio por los pobres del mundo, la ecología y una serie de tratados internacionales derogados unilateralmente. También podrían tener que decirnos por qué apoyan a Israel en su continuo desprecio por las resoluciones de la ONU.

Pero bin Laden barrió convenientemente todo eso debajo de la alfombra. Los bushistas están en lo alto. Ahora el 88 por ciento de los estadounidenses quieren la guerra, se nos dice. El presupuesto de defensa de EE. UU. Se ha elevado en otros $ 60 mil millones a alrededor de $ 360 mil millones. Se está preparando una espléndida nueva generación de armas nucleares, por lo que todos podemos respirar tranquilos. Muy a lo que la guerra el 88 por ciento de los estadounidenses creen que se están apoyando mucho menos clara. ¿Una guerra por cuánto tiempo, por favor? ¿A qué costo en vidas estadounidenses? ¿A qué costo para el bolsillo del contribuyente estadounidense? ¿A qué precio - porque la mayoría de ese 88 por ciento son personas completamente decentes y humanas - en las vidas de los iraquíes?

La forma en que Bush y su junta lograron desviar la ira de Estados Unidos de Bin Laden a Saddam Hussein es uno de los grandes trucos de la historia de las relaciones públicas. Pero lo balancearon. Una encuesta reciente nos dice que uno de cada dos estadounidenses cree ahora que Saddam fue responsable del ataque al World Trade Center. Pero el público estadounidense no está simplemente siendo engañado. Está siendo intimidado y mantenido en un estado de ignorancia y miedo. La neurosis cuidadosamente orquestada debería llevar a Bush y a sus compañeros conspiradores a las próximas elecciones.

Los que no están con Bush están en su contra. Peor aún, son el enemigo . Lo cual es extraño, porque estoy totalmente en contra de Bush, pero me encantaría ver la caída de Saddam, pero no en los términos de Bush ni con sus métodos. Y no bajo la bandera de tan indignante hipocresía.

El cántico religioso que enviará a las tropas estadounidenses a la batalla es quizás el aspecto más repugnante de esta guerra surrealista. Bush tiene un brazo fijo en Dios. Y Dios tiene opiniones políticas muy particulares. Dios designó a Estados Unidos para salvar al mundo de la forma que más le convenga a Estados Unidos. Dios designó a Israel para ser el nexo de la política norteamericana en Oriente Medio, y cualquiera que quiera meterse con esa idea es a) antisemita, b) antiamericano, c) con el enemigo yd) terrorista.

Para ser miembro del equipo también debes creer en el Bien Absoluto y en el Mal Absoluto, y Bush, con mucha ayuda de sus amigos, familiares y Dios, está ahí para decirte cuál es cuál. Lo que Bush no nos dirá es la verdad sobre por qué vamos a la guerra. Lo que está en juego no es el Eje del Mal, sino el petróleo, el dinero y la vida de las personas. La desgracia de Saddam es sentarse en el segundo campo petrolero más grande del mundo. Bush lo quiere, y quien lo ayude a conseguirlo recibirá un pedazo del pastel. Y quien no lo hace, no lo hará.

Si Saddam no tuviese el aceite, podría torturar a sus ciudadanos hasta el contenido de su corazón. Otros líderes lo hacen todos los días: piensa en Arabia Saudita, piensa en Pakistán, piensa en Turquía, piensa en Siria, piensa en Egipto.

Bagdad no representa ningún peligro claro y presente para sus vecinos, ni tampoco para Estados Unidos o Gran Bretaña. Las armas de destrucción masiva de Saddam, si todavía las tiene, serán cacahuetes en comparación con las cosas que Israel o Estados Unidos pueden arrojarle con cinco minutos de antelación. Lo que está en juego no es una amenaza militar o terrorista inminente, sino el imperativo económico del crecimiento estadounidense. Lo que está en juego es la necesidad de Estados Unidos de demostrar su poder militar a todos nosotros: a Europa, Rusia y China, y la pobre y loca Corea del Norte, así como el Medio Oriente; para mostrar quién gobierna Estados Unidos en casa y quién va a ser gobernado por Estados Unidos en el extranjero.

La interpretación más caritativa del papel de Tony Blair en todo esto es que creía que, montando el tigre, podía dirigirlo. No puede. En cambio, le dio una falsa legitimidad y una voz suave. Ahora me temo que el mismo tigre lo ha encerrado en un rincón y no puede salir.

Es absolutamente ridículo que, en un momento en el que Blair se ha hablado a sí mismo contra las cuerdas, ninguno de los líderes de la oposición de Gran Bretaña pueda ponerle un guante. Pero esa es la tragedia de Gran Bretaña, al igual que la de Estados Unidos: mientras nuestros gobiernos giran, mienten y pierden su credibilidad, el electorado simplemente se encoge de hombros y mira hacia otro lado. ...

Me estremezco cuando escucho a mi primer ministro prestar los sofismas de su prefecto principal a esta aventura colonialista. Todos los hombres cuerdos comparten sus verdaderas ansiedades por el terror. Lo que no puede explicar es cómo reconcilia un asalto global a al-Qaeda con un asalto territorial a Irak. Estamos en esta guerra, si se lleva a cabo, para asegurarnos la hoja de parra de nuestra relación especial, para tomar nuestra parte de la olla de aceite y porque, después de todo el apoyo público en Washington y Camp David, Blair tiene que demostrar en el altar.

"¿Pero ganaremos, papá?"

“Por supuesto, niña. Todo habrá terminado mientras aún estés en la cama ".

"¿Por qué?"

"Porque de lo contrario, los votantes de Bush se impacientarán terriblemente y podrían decidir no votar por él".

"¿Pero la gente morirá, papá?"

Nadie que conozcas, cariño. Solo gente extranjera ".

"¿Puedo verlo en televisión?"

"Solo si el señor Bush dice que puede".

“Y después, ¿todo volverá a ser normal? ¿Nadie volverá a hacer nada horrible?

"Silencio niño, y vete a dormir".

El viernes pasado, un amigo mío en California condujo hasta su supermercado local con una calcomanía en su auto que decía: “La paz también es patriótica”. Se había ido cuando terminó de comprar.

AMY GOODMAN : El difunto John le Carré leyendo su ensayo de 2003, "Los Estados Unidos de América se han vuelto locos".

Wednesday, December 23, 2020

O GOBERNO DO GAS de LUPE CES

Saiu publicamente a nova de que o Ministerio de Transición Ecológica concede a Declaración de Impacto Ambiental a REGANOSA, paso previo para darlle autorización e legalizala. De momento aos alegantes, 19 Asociacións e  244 personas da veciñanza,  non se lles comunicou nada, nin deron resposta ás alegacións, feitas en setembro do 2019.
https://artabra21.blogspot.com/2020/12/o-governo-do-gas.html
artabria
a lectura deste interesante artigo “O Goberno do Gas…” de Lupe Cés, mestra e participante no Comité Cidadán de Emerxencia para a Ría de Ferrol, desde que empezou esta estafa e despropósito, que atenta contra a Legalidade, a Ría e a Vida, desde hai 20 anos
Alegantes: A.VV. O Cruceiro de Mehá, A. VV. de Caranza, A. VV. Nuestra Señora del Socorro (Ferrol Vello), A.VV. O Rosario (Inferniño), A.C. Fuco Buxán, A.C. Muiño do Vento, Fundaçom Artábria, Coletivo Sociocultural A Revolta de Trasancos, ADEGA, VERDEGAIA, Asociación Ambiental Petón do Lobo (Corcoesto), Federación Ecoloxista Galega, Executiva PSdeG-PSOE Ferrol, Confraria de Pescadores e Mariscadores de Ferrol, Podemos Ferrol, EU Ferrol, Grupo Municipal do BNG Concello de Ferrol, Grupo En Marea, Ferrol en Común, e 244 personas a título individual.

Monday, December 14, 2020

Violenta represión e inseguridad global en Francia, de Julio Feo Zarandieta

Violenta represión e inseguridad global en Francia | Periodistas en Español

Violenta represión e inseguridad global en Francia

Este sábado 12 de diciembre 2020 se han celebrado nuevamente en Francia cerca de sesenta manifestaciones contra la «ley de seguridad global» propuesta por Emmanuel Macron, que amenaza en Francia la libertad de prensa, de expresión y manifestación.

Violencia policial en Francia


Decenas de miles de manifestantes en todo el país que han sido víctimas una vez más de inadmisibles violencias policiales. ¿Sesenta mil personas en la marcha autorizada de París?  Difícil saberlo, pues la represión policial totalmente arbitraria, ha impedido el progreso normal de esa concentración, siempre con el mismo pretexto «neutralizar a posibles vándalos».

Manifestantes pacíficos, abogados, periodistas, fotógrafos, cámaras de televisión, ciudadanos de todas las edades, han sido una vez más golpeados y detenidos sin razón por esas «fuerzas del orden» cuya misión es en principio proteger y no agredir a la población. 

El evidente propósito de los antidisturbios en París, siguiendo ordenes de la prefectura, era aterrorizar a los manifestantes e impedir la manifestación (autorizada por esa misma prefectura).

«Mediapart»  acaba de publicar un artículo, con numerosos testimonios que prueban de forma concluyente como el ministro del interior, Gerald Darmanin, ha «maquillado» la información sobre las personas detenidas en la manifestación del 12 de diciembre, acusándolas de ser «142 peligrosos individuos ultraviolentos», cuando en realidad eran manifestantes pacíficos que fueron agredidos y detenidos arbitrariamente por la policía.

En una entrevista a «Brut» órgano de prensa en internet, el jefe del Estado había reconocido días atrás que «existen violencias policiales en Francia» contra los manifestantes y contra la prensa, y que existen así mismo controles racistas, en función del color de la piel o del aspecto de un ciudadano.

La inmediata protesta de sindicatos de extrema derecha en la policía nacional ha neutralizado la declaración presidencial. Las órdenes dadas a los antidisturbios por la prefectura contradicen las declaraciones del jefe del Estado, y prueban que Macron una vez más hace lo contrario de lo que dice.

¿Cabe preguntarse hoy: ¿Quien gobierna el país? ¿Dónde está el respeto de la palabra presidencial?

El derecho de manifestación se encuentra hoy amenazado en Francia. Las manifestaciones masivas antes y durante la pandemia, las protestas de la ONU, de organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, de todas las organizaciones sindicales y muy en particular de los sindicatos de periodistas, de abogados y jueces, así como de la izquierda política y de los ecologistas, no han sido suficientes para contener esta deriva autoritaria.

Macron, quien se presentó y se presenta como una supuesta alternativa a la extrema derecha de Le Pen, tiene hoy en su política represiva el pleno apoyo de esa extrema derecha, bien organizada por cierto en el seno de la policía nacional.

Un comunicado publicado por numerosas organizaciones sindicales y profesionales, tras la represión y las detenciones arbitrarias de este sábado 12 de diciembre, denuncia de forma clara esa deriva autoritaria: «Francia se desliza de forma lenta pero segura hacia un régimen autoritario, un Estado iliberal, un Estado policial.

A medida que la política del gobierno pierde en legitimidad, más aumenta el uso de la represión ahogando las libertades».

«En París, en Lyon o en Caen, la violencia policial indiscriminada ha sido la consigna dada por el ministerio del Interior a los antidisturbios…  La manifestación de París, aunque autorizada, se ha transformado en una ratonera… ¡El gobierno quiere desanimar e intimidar a los manifestantes, pero no lo conseguirán!» prosigue el comunicado.

Cabe precisar que el termino “iliberal” es evidentemente un neologismo sinónimo de «dictatorial», utilizado a menudo en los medios informativos para matizar la diferencia entre una «dictadura militar» y un régimen autoritario que ejerce un poder vertical y antidemocrático, pero que llegó al poder a través de las urnas, aun si ha perdido toda legitimidad ante la opinión pública.

Sunday, December 06, 2020

"Somos hierba. Crecemos en todo": Huelga General en la India - Vijay Prashad

"Somos hierba. Crecemos en todo": Huelga General en la India - Vijay Prashad | Sin Permiso

"Somos hierba. Crecemos en todo": Huelga General en la India

Vijay Prashad 

04/12/2020

El campesinado y los trabajadores agrícolas del norte de India marcharon por diversas carreteras hacia la capital del país, Nueva Delhi, como parte de la huelga general del 26 de noviembre. Llevaban carteles con consignas contra las leyes anticampesinas y proempresas que fueron aprobadas por el Lok Sabha (cámara baja del parlamento) en septiembre, y que luego fueron aprobadas en el Rajya Sabha (cámara alta) con solo una votación oral. Los campesinos y trabajadores agrícolas en huelga llevaban banderas que indicaban su afiliación a diversas organizaciones, desde el movimiento comunista hasta un frente amplio de organizaciones campesinas. Marcharon contra la privatización de la agricultura, ya que consideran que debilita la soberanía alimentaria de India y erosiona su capacidad para seguir siendo agricultores.

Aproximadamente dos tercios de la fuerza de trabajo de India obtiene sus ingresos de la agricultura, que contribuye con cerca del 18% del producto interno bruto (PIB) del país. Las tres leyes anticampesinas aprobadas en septiembre socavan los programas de compra del gobierno al precio mínimo de sustentación, ponen al 85% de los campesinos que poseen menos de 2 hectáreas de tierra a merced de las negociaciones con los mayoristas monopólicos, y conducirán a la destrucción de un sistema que hasta ahora ha mantenido la producción agrícola a pesar de los precios erráticos de los alimentos. Ciento cincuenta organizaciones campesinas se reunieron para la marcha hacia Nueva Delhi. Aseguraron que permanecerán en la ciudad indefinidamente.

Alrededor de 250 millones de personas de toda India se unieron a la huelga general el 26 de noviembre, convirtiéndola en la huelga más grande de la historia mundial. Si quienes participaron formaran un país, sería el quinto país más grande del mundo después de China, India, Estados Unidos e Indonesia. Los cinturones industriales alrededor del país—desde Telangana a Uttar Pradesh— se paralizaron, ya que los trabajadores portuarios desde el Puerto Jawaharlal Nehru (Maharashtra) hasta el Puerto Paradip (Odisha) dejaron de trabajar. Los trabajadores del carbón, el mineral de hierro y el acero bajaron sus herramientas, mientras los trenes y buses permanecieron inmóviles. Los trabajadores informales se unieron, así como también los trabajadores de la salud y de la banca. La huelga es para oponerse a las leyes laborales que extienden la jornada laboral a doce horas y suprimen las protecciones laborales para el 70% de la fuerza laboral. Tapan Sen, el secretario general de la Central de Sindicatos de la India (CITU), dijo: “La huelga de hoy es solo el comienzo. Seguirán luchas mucho más intensas”.

La pandemia ha profundizado la crisis de la clase trabajadora y el campesinado en India, incluyendo a los campesinos más ricos. A pesar de los peligros de la pandemia, desde una profunda desesperación, trabajadores y campesinos se reunieron en espacios públicos para decirle al gobierno que perdieron la confianza en él. El actor de cine Deep Sindhu se unió a las protestas y le dijo a un policía “Ye inquilab hai. Esto es una revolución. Si le quitan la tierra a los campesinos, ¿qué les queda? Solo deudas”.

Nehal Ahmed (India), Cold Nights, High Spirits. Farmers from Punjab who have joined the movement against the farm laws passed by the Modi government. Delhi-Haryana border at Singhu, India, November 2020.

Nehal Ahmed (India), Cold Nights, High Spirits [Noches frías, buen espíritu]. Campesinos de Punjab que se unieron al movimiento contra las leyes agrícolas del gobierno de Modi. Frontera Dellhi-Haryana en Singhu, India, noviembre de 2020.

A lo largo de los límites de Nueva Delhi el gobierno posicionó a las fuerzas policiales, instaladas en carreteras y preparadas para grandes enfrentamientos. A medida que las largas columnas de campesinos y trabajadores agrícolas se acercaban a los piquetes policiales y apelaban a sus hermanos que habían dejado sus ropas campesinas para ponerse uniformes policiales, las autoridades utilizaron gases lacrimógenos y carros lanza agua contra los manifestantes.

Dharampal Seel, a senior Kisan Sabha leader from Punjab, uses his Red Flag to push a tear gas canister, 27 November 2020.

Dharampal Seel, líder de Punjab en el Kisan Sabha, usa su bandera roja para empujar una bomba lacrimógena, 27 de noviembre de 2020.

El día de la huelga general de campesinos y trabajadores, el 26 de noviembre, es también el Día de la Constitución en India, que marca un gran hito de soberanía política. El Artículo 19 de la Constitución de India (1950) claramente da a la ciudadanía india el derecho a “la libertad de discurso y expresión” (1.a), el derecho a “reunirse pacíficamente y sin armas” (1.b), el derecho a “formar asociaciones y sindicatos” (1.c), y el derecho “a moverse libremente por el territorio de India” (1.d). En caso de que estos artículos constitucionales se hayan olvidado, la Corte Suprema de India recordó a la policía en un caso judicial de 2012 (Ramlila Maidan Incident vs. Home Secretary) que “la ciudadanía tiene el derecho fundamental a reunirse y a protestar pacíficamente, que no puede ser arrebatado por una acción ejecutiva o legislativa arbitraria”. Los piquetes policiales, el uso de gases lacrimógenos y de carros lanza agua —que contienen una mezcla inventada por Israel de levadura y polvo de hornear que induce reflejos de ahogo y vómito— violan la Constitución, algo que los campesinos gritaron a las fuerzas policiales en cada uno de los enfrentamientos. A pesar del frío en el norte de India, la policía empapó a todos con agua y gases lacrimógenos.

Pero eso no les detuvo. La juventud valiente saltó sobre los carros lanza agua para cortar el suministro, mientras los agricultores manejaron sus tractores para desmantelar las barricadas policiales, y la clase trabajadora y el campesinado se defendieron frente a la guerra de clases impuesta por el gobierno. La carta de doce demandas que levantaron los sindicatos es sincera y logró capturar el sentimiento popular. Los puntos incluyen la anulación de las leyes anticampesinas y antipopulares impulsadas por el gobierno en Septiembre, la anulación de la privatización de grandes empresas estatales, y la ayuda inmediata para la población, que está sufriendo grandes dificultades económicos producidas por la recesión del coronavirus y años de políticas neoliberales. Son demandas simples, humanas y honestas; solo los corazones más duros se alejan de ellas, respondiendo en cambio con carros lanza agua y bombas lacrimógenas.

Estas demandas por apoyo inmediato, por protección social para los trabajadores, y por subsidios agrícolas resuena en la clase trabajadora y el campesinado de todo el mundo. Son demandas como esas las que provocaron las recientes protestas en Guatemala y que condujeron a la huelga general del 26 de noviembre en Grecia.

Estamos entrando en un periodo de la pandemia en el que puede haber más agitación social, ya que los pueblos en los países con gobiernos burgueses están cada vez más hartos del comportamiento aberrante de sus elites. Informe tras informe nos muestra que las divisiones sociales se están haciendo más extremas, una tendencia que comenzó mucho antes de la pandemia pero que se ha ampliado y profundizado como consecuencia de esta. Es natural que campesinos y trabajadores agrícolas estén movilizados. Un nuevo informe de la Iniciativa sobre la Desigualdad de la Tierra [Land Inequality Initiative] muestra que solo el 1% de las granjas mundiales opera más del 70% de las tierras agrícolas del mundo, lo que significa que las grandes granjas empresariales dominan el sistema alimentario y ponen en peligro la sobrevivencia de 2.500 millones de personas que dependen de la agricultura para subsistir. La desigualdad de la tierra, si se considera la carencia de tierra y su valor, es más alta en América Latina, Asia del Sur y partes de África (con notables excepciones como China y Vietnam, que tienen “los niveles más bajos de desigualdad).

Cuando joven, Avtar Singh Sandhu (1950-1988), leyó Madre (1906) de Maximo Gorki a comienzos de los años 70 en Punjab, desde donde muchos campesinos y trabajadores agrícolas han viajado a las barricadas en Nueva Delhi, se conmovió profundamente con la relación entre Nilovna, una mujer trabajadora, y su hijo Pavel o Pasha. Pasha se une al movimiento socialista, lleva libros revolucionarios a casa y, poco a poco, tanto madre como hijo se radicalizan. Cuando Nilovna le pregunta sobre la idea de solidaridad, Pasha dice “¡El mundo es nuestro! ¡El mundo es de los trabajadores! Para nosotros, no hay naciones ni razas. Para nosotros, solo hay camaradas y enemigos”. La idea de solidaridad y socialismo, dice Pasha, “nos calienta como el sol; es el segundo sol en el cielo de la justicia, y este cielo reside en el corazón de los trabajadores”. Juntos, Nilovna y Pasha se hacen revolucionarixs. Bertold Brecht retomó esta historia en su obra Madre (1932).

Avtar Singh Sandhu, inspirado por la novela y la obra, tomó el nombre “Pash” como su takhallus, su seudónimo. Pash se convirtió en uno de los principales poetas revolucionarios de su tiempo. En 1988 fue asesinado por terroristas. “Soy la hierba” es uno de los poemas que dejó como legado:

Bam fek do chahe vishwavidyalaya par
Banaa do hostel ko malbe kaa dher
Suhaagaa firaa do bhale hi hamari jhopriyon par
Mujhe kya karoge?
Main to ghaas hun, har chiz par ugg aauungaa.

Si quieres, arroja la bomba en la universidad.
Reduce su residencia a un montón  de escombros.
Arroja tus fósforos blancos en nuestros barrios.
¿Qué me harás?
Soy hierba. Crezco en todo.

Eso es lo que campesinos y trabajadores en India dicen a sus elites, y lo que la clase trabajadora dice a sus elites en sus propios países, elites cuyas preocupaciones —incluso en pandemia— son proteger su propio poder, su propiedad y sus privilegios. Pero somos hierba. Crecemos en todo.

 
periodista, historiador y activista indio, es director ejecutivo del Instituto Tricontinental de Investigaciones Sociales y responsable editorial de LeftWord Books. Autor de una treintena de libros, el más reciente de los cuales es No Free Left: The Futures of Indian Communism (Nueva Delhi, LeftWord Books, 2015).
Fuente:
https://www.thetricontinental.org/es/newsletterissue/49-huelga-general-india/

Thursday, December 03, 2020

FERROLTERRA: FOLGA XERAL de 10h a 14h

Folga 17 decembro de 10 a 14 horas

Compañeiros e compañeiras:

Os Sindicatos CC.OO., UGT e CIG, dada a situación de emerxencia social e económica que están a padecer as nosas comarcas, tomamos a decisión de facer unha mobilización para o próximo día 17 de decembro, con chamamento a toda a cidadanía, na demanda de solucións urxentes que permitan reverter esta situación. Unha situación que se está a plasmar no día a día, co peche continuo de empresas e negocios, o baleiro que se presenta no sector naval, así como a ameaza que pende sobre Endesa e Gamesa, Sertor mariqueiro, Hostelería, Comercio, etc, coa consecuente perda de postos de traballo e recursos económicos e sociais.

- A folga será o día17 de decembro (xoves) desde as 10:00 ata as 14:00 horas.

- Se creará unha cadea humana desde a Praza de Armas de Ferrol ata o Concello de Narón, atravesando toda a Estrada de Castela, de 11:00 a 13:00 horas.

- A convocatoria afecta a todos os sectores económicos da Comarca Ferrol-Eume-Ortegal.

- O obxectivo da folga é facilitar a todos os traballadores e traballadoras das citadas comarcas a asistencia a mobilización.

Esperando contar coa túa colaboración.

Un saúdo

Pola Comarca!!!!!

O 17 de decembro, ás 11 horas.

Cadea humana entre os Concellos de Ferrol e Narón.

Todos e todas á Estrada de Castela.

ÚNETE!!!!

Friday, November 27, 2020

VÍRUS, FUTUROLOGIA E HORROR À DEMOCRACIA

VÍRUS, FUTUROLOGIA E HORROR À DEMOCRACIA | Plataforma Cascais

Tal como se previu ainda antes de o autoritarismo começar a cavalgar a pandemia, a COVID-19 tem as costas muito largas e nelas cabem todos os pretextos imagináveis para usar discricionariamente as alavancas dos poderes, sejam eles nacionais e, sobretudo, globais. Não existe nada tão sensível como a saúde, de cada um e de todos; nada é tão manipulável como uma sociedade reduzida ao medo, agravado através de campanhas de pânico; poucas coisas condicionam tanto os comportamentos humanos como a incerteza. E os que não convivem bem com a democracia aproveitam.

O caldo de cultura está pronto: basta mexê-lo. E para isso há mestres em acção e com receitas bem programadas que já perderam há muito, nas ânsias de aproveitar “esta rara mas estreita janela de oportunidade”, as originais e alegadas preocupações com a saúde pública. Em boa verdade é “do futuro dos negócios que se trata”, como agendou o Fórum Económico Mundial para o seu próximo conclave em Davos, que decorrerá ainda em pleno “Inverno negro” pandémico.

Recuemos dez anos no tempo e recordemos o cenário imaginado pela globalista Fundação Rockefeller, uma das principais patrocinadoras do fórum de Davos, ao antecipar o aparecimento de “uma nova estirpe de gripe extremamente virulenta e mortal”. Estávamos em 2010 e no capítulo “Lock Step” da sua antevisão designada “Cenários para o Futuro da Tecnologia e do Desenvolvimento Internacional” a citada fundação projectava uma situação em que, perante a pandemia, “dirigentes nacionais em todo o mundo reforçam a sua autoridade e impõem regras e restrições herméticas, desde o uso obrigatório de máscaras até à verificação da temperatura temporal”.

A Fundação Rockefeller, além de reconhecidamente “filantrópica”, como as comunicações mundana e “de referência” nos lembram sem parar, é também visionária. E previu, como consequência da pandemia, “um apertado controlo governamental de cima para baixo e uma liderança mais autoritária”, com “crescente pressão sobre os cidadãos”.

Se recordo estes dotes de adivinhação manifestados pelos mais acérrimos defensores da globalização neoliberal, também exibidos durante o “Evento 201” ocorrido em Outubro de 2019, dois meses e meio antes de conhecido o SARS-CoV-2, é para os podermos ler e interpretar de acordo com a realidade que vivemos nos dias de hoje.

E podermos partir daí para antevermos o que nos espera, com ou sem COVID-19, cingindo-nos ainda às antevisões feitas em 2010.

“Mesmo depois de a pandemia ter sido ultrapassada”, lê-se no “Lock Step” da Fundação Rockefeller, “o controlo e supervisão mais autoritários das cidades continuaram e intensificaram-se” e, como “protecção contra a disseminação de problemas cada vez mais globais – de pandemias ao terrorismo internacional, a crises ambientais e ao aumento da pobreza -, os dirigentes mundiais apoderaram-se de maneira mais firme do poder”.

Isto é, a nova e “virulenta estirpe de gripe” trouxe o poder autoritário; depois, o vírus vai-se mas o autoritarismo fica. Não se trata, pois, de saúde pública mas sim de poder; e de poder cada vez mais global e antidemocrático.

Porque – e recorrendo ainda à receita programática da Fundação Rockefeller – a imposição desse autoritarismo será facilitada “por cidadãos assustados que voluntariamente abandonam parte da sua soberania – e privacidade – a Estados mais paternalistas, em troca de maior segurança e estabilidade”.

Agora, entre as previsões e a realidade por nós vivida tente o leitor situar-se.

A “janela de oportunidade”

Foi no Verão deste ano, quando ainda os poderes nacionais e transnacionais não tinham retomado a vertigem dos estados de excepção, preparando assim os cidadãos para que a excepção venha a ser a regra, que o Fórum Económico Mundial anunciou o tema para a sua reunião em Janeiro de 2021: o “Futuro da Natureza e dos Negócios” no âmbito do “Great Reset”, o “grande reinício” ou a “grande restauração” do capitalismo.

O Fórum Económico Mundial não é apenas mais um grupo de pressão e propaganda do neoliberalismo global como regime único. É, de facto, uma cimeira do neoliberalismo ao mais alto nível. Acolhe anualmente dezenas das grandes figuras da política e da economia globais, com destaque para os Estados Unidos da América – presidente incluído, seja ele qual for – e para a União Europeia, sem esquecer as presenças imprescindíveis dos expoentes do Banco Central Europeu, do Banco Mundial e do FMI.

Recorda-se que na mesma altura em que o fórum de Davos anunciou o seu “Great Reset” o FMI publicou um relatório intitulado “Da grande quarentena à grande transformação”. Transformar, reiniciar, restaurar: da Fundação Rockefeller ao Fórum Económico Mundial e FMI a orquestra neoliberal está perfeitamente afinada.

O que é o “Great Reset”? Segundo os promotores, uma resposta à pandemia de COVID-19 como “uma rara e estreita janela de oportunidade para reflectir, reimaginar e redefinir o nosso mundo de modo a criar um futuro mais saudável, mais justo, mais próspero”. Ou, como explica o magnata alemão Klaus Schwab, presidente do Fórum Económico Mundial, “precisamos de renovar todos os aspectos da nossa sociedade, desde a educação aos contratos sociais e condições de trabalho”; isto é, “precisamos de um grande reinício do capitalismo”.

Resta rematar que, na perspectiva da próxima reunião de Davos, a “Rede de Inteligência Estratégica” do Fórum Económico Mundial produziu uma Plataforma de Acção defendendo “um governo global para resposta à pandemia (…) moldando o futuro no século XXI desde os media às vacinas”.

Governo global, isto é, uma entidade tecnocrática, sem rosto e à qual caberá, para gáudio dos fundamentalistas neoliberais, gerir o fascismo económico planetário sem os entraves da democracia à medida que os Estados nacionais se vão dissolvendo no tropel da submissão da política aos poderes financeiros e económicos transnacionais.

Futurologia? Não mais do que o cenário gerado pela pandemia de uma “virulenta estirpe de gripe” idealizado em 2010 pela Fundação Rockefeller.

De governo global já falava, há mais de vinte anos, o estratego Henry Kissinger, criminoso de guerra, um dos gurus da Fundação Rockefeller e do globalismo: quando colocadas perante o desconhecido, disse, “as pessoas renunciam de bom grado aos seus direitos individuais, trocando-os pela garantia do seu bem-estar assegurado pelo governo mundial”.

Ou, como apregoa o presidente do Fórum Económico Mundial e pode ler-se como consigna no website desta entidade: “Bem-vindo a 2030! Não tem nada de seu, não tem privacidade mas a sua vida nunca foi melhor”. Isto no reino comandado pela “Quarta Revolução Industrial”, pela robotização e guiado pela inteligência artificial.

Continuamos na senda das elucubrações em torno do futuro, mas existe inegavelmente um fio condutor estratégico que pretende afastar-nos da situação em que vivíamos nos tempos pré-COVID em direcção ao tal “novo normal” no qual as excepções de antes se transformam em regras de agora. Como se lê a propósito da próxima reunião de Davos, a pandemia “é uma oportunidade para mudar a forma como comemos, crescemos, construímos e alimentamos as nossas vidas de modo a alcançar uma economia neutra em carbono, positiva para a natureza”. O discurso não é de amanhã, como facilmente se identifica, mas de hoje – em torno, por exemplo, do capitalismo “verde”, da “sustentabilidade” e de outras mais muletas propagandísticas do globalismo neoliberal. A propaganda está montada em função das teorias sobre o futuro criadas pelos fundamentalistas neoliberais de hoje. E que sabem, como ninguém, tirar o máximo proveito do vírus cujo aparecimento vaticinavam. Treinaram-se a contar com isso.

Para a generalidade das pessoas, a pandemia de COVID-19 é uma ameaça, um martírio, uma fonte de legítima e justificada insegurança; para os que a gerem mexendo cordelinhos transnacionais ao alcance dos que sonham com o “governo global”, a COVID-19 é o pretexto, a tal “janela de oportunidade” que vem mesmo a propósito para reforçar o fascismo neoliberal. Depois de tantas vezes previsto e encenado ao longo dos últimos anos, o vírus surgiu mesmo. Melhor só de encomenda.

Nos seus cenários o neoliberalismo estipula que o autoritarismo continuará e intensificar-se-á mesmo depois da pandemia. Cabe-nos combatê-lo democraticamente, desde logo em plena ...

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