Sunday, March 31, 2019

Villarejo y el dueño de la imprenta | ctxt.es

Villarejo y el dueño de la imprenta | ctxt.es



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En cualquier caso, la invectiva de Iglesias contra los medios ha desencadenado algunos efectos interesantes. Para empezar, ha devuelto el protagonismo a una preocupación tan vertebral como el papel de las corporaciones privadas en nuestras vidas cotidianas. No es poco. En los últimos meses, la sobreexposición de la extrema derecha en radios, periódicos y televisiones ha impuesto en la discusión pública una agenda xenófoba, misógina y nacionalista. Hemos alcanzado un extremo tan ridículo que la prensa se ha entretenido en tertulias sobre la posesión de armas gracias al antojo de un partido extraparlamentario. 

Puestos a debatir, resulta más instructivo preguntarnos si la banca privada debería ser dueña de la opinión publicada y dictar los titulares a medida de sus beneficios. De hecho, no existe nada más pedagógico que descubrir a quién molesta ese debate. Al fin y al cabo, el derecho a recibir una información veraz es uno de los derechos fundamentales que recoge la Constitución del 78 y que debería garantizarse.
Ahora que la polémica está sobre la mesa, conviene recuperar algunos datos tan elementales como estremecedores. No está de más recordar que dos grupos mediáticos controlan más de la mitad de la audiencia televisiva en España y que han llegado a acaparar el 95% de los ingresos publicitarios. La tajada total asciende a unos ingresos netos de 2.024 millones de euros en 2018. Mediaset y Atresmedia, sacrosanto duopolio de las pantallas españolas, digiere también más del 60% de los ingresos del cine. Eso lo sabe muy bien Willy Toledo cuando denuncia que Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset, es uno de los señores que deciden quién hace y quién no hace cine en España. Eso explica también que Toledo permanezca defenestrado de los platós y los rodajes a causa de sus opiniones políticas
Mediaset es un proyecto empresarial del magnate italiano Silvio Berlusconi que nace en 1987 y florece gracias a un lucrativo desembarco publicitario y a una programación de vodevil que utiliza el cuerpo de las mujeres como reclamo. El asalto de Berlusconi a la presidencia italiana en 1994 no puede explicarse sin un imperio mediático que por entonces integraba seis cadenas de televisión, el periódico Il Giornale, el semanario Panorama y la editorial Mondadori. En un análisis poselectoral, la periodista Rossana Rossanda explicaba en El País el fenómeno Berlusconi. “¿Cómo ha podido vencer en las elecciones de marzo en Italia un partido que no existía hasta dos meses antes? ¿Cómo se explica, si no es por el diabólico poder de la televisión? Para convertirse en un líder político le ha bastado con pasar al otro lado de la cámara y hacer que le entrevistaran los directores de sus periódicos”. A día de hoy, Mediaset España es Telecinco, Cuatro, la agencia Atlas y la gestora Publiespaña.
Atresmedia, por su parte, es la heredera del Grupo Antena 3 tras la integración de La Sexta en 2012. La historia de este holding comunicativo está ligada al grupo Planeta, propietario del 41.7% de sus acciones. El diario El Mundo sitúa a la familia Lara entre las cien mayores fortunas de España con un capital de 840 millones de euros. El patriarca de la saga, el sevillano José Manuel Lara Hernández, había llegado a Barcelona en 1939 vestido con el uniforme de capitán legionario de las tropas sublevadas. En 1949, bajo el auspicio del régimen franquista, funda la Editorial Planeta. Su hijo, José Manuel Lara Bosch, terminará heredando un juguete empresarial de dimensiones insospechadas. Planeta es propietaria del diario derechista La Razón. Eso explica que su director, Francisco Marhuenda, haya dispuesto de un altavoz privilegiado en los programas de La Sexta. El otro hombre fuerte del tinglado es Mauricio Casals, presidente del periódico. En 2015, Marhuenda confesaba que Casals y él mismo se habían reunido una decena de veces con Luis Bárcenas. La Razónconocía la complicidad de Mariano Rajoy en el cobro de sobresueldos pero decidió guardar silencio.
La del grupo Atresmedia es una historia de maridaje con el poder. En 2006, antes de la fusión con Antena 3, La Sexta salió al aire bajo la dirección de Antonio García Ferreras. Hasta la fecha, Ferreras había ejercido como director de comunicación del Real Madrid bajo la batuta de Florentino Pérez. Es en ese tiempo cuando se gesta un triángulo de influencias con Eduardo Inda, que por entonces pasó de dirigir la sección balear de El Mundo a hacerse cargo del diario Marca. En enero de 2011, a punto de estallar el 15-M, La Sexta busca un señuelo para seducir a los espectadores indignados y Antonio García Ferreras estrena Al rojo vivo. Su lema: “La única tertulia que no será de derechas”. En enero de 2013, en pleno ciclo de protestas sociales, La Sexta Nocheemula el patrón de los programas nocturnos de prensa rosa y lo dota de sustancia política.
El 25 de abril de 2013, Pablo Iglesias hace su primera aparición televisiva. Es en un debate de Intereconomía. Más tarde, La Sexta Noche lo catapulta a la fama en rifirrafes de máxima audiencia contra los Inda, Rojo y Marhuenda de turno. ¿Por qué La Sextahuye del esquema de debate bipartidista entre voces del PSOE y voces del PP? En el marco de la Operación Lezo, la UCO encuentra unas grabaciones que desvelan la estrategia. “El sándwich al PSOE con la Sexta funciona de cine”, dice Mauricio Casals. El presidente de La Razón y hombre fuerte de la galaxia Planeta, próximo al ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, tenía claro el plan. Se trataba de instalar en el electorado un nuevo marco de discusión que enfrentara al PP contra Podemos a costa de marginar al PSOE. Descalabrar al partido de Rubalcaba a costa de aupar a los jóvenes sucesores del 15-M. 
Entre 2015 y 2016, los planes se tuercen y el Partido Popular pierde su mayoría absoluta y abre la puerta a una entente entre PSOE y Podemos. Esta semana hemos sabido que la cloaca de Inda y Villarejo conspiró para que Mariano Rajoy no fuera desalojado de La Moncloa. El objetivo era frustrar cualquier posibilidad de acuerdo entre Sánchez e Iglesias con una artillería de difamaciones. Patricia López, periodista de Público, destapaba que entre los enseres retirados del domicilio de Villarejo había un teléfono móvil robado a una asesora de Pablo Iglesias. En esa alcantarilla de vigilancia política contra el líder de Podemos, destaca un informe policial que jamás existió y que juraba demostrar la financiación iraní del partido morado. El documento, aireado por Inda en pleno debate de La Sexta Noche, era un encargo del despacho del ministro Fernández Díaz. La misma alianza político-mediática que había encumbrado a Podemos tenía ahora la misión de descabalgarlo. 
El comisario Villarejo ha terminado confesando en la Audiencia Nacional que existía una red de espionaje contra Pablo Iglesias. El caso Tándem investiga precisamente si un entramado político, mediático y policial fabricó pruebas contra el líder de Podemos. Público ubica en la maniobra corrupta a Eduardo Inda, a Alfonso Rojo y a Esteban Urreztieta, todos ellos peones de La Sexta. En cuanto se desató la controversia, Antonio García Ferreras dio la noticia en su programa pero no citó la fuente de los hallazgos y Patricia López no tardó en recriminárselo. “Tus colaboradores cobraban del comisario y nos vetaste en Atresmedia por ir contándolo”.
El 14 de junio de 2013, Ecuador aprobaba una ley de medios que impedía a la banca adueñarse de periódicos, radios y televisiones. Por supuesto, los grandes propietarios se retorcieron de indignación y protestaron. En marzo de 2012, Ana Pastor entrevistaba al presidente de Ecuador en Los desayunos de TVE y le recriminaba que pretendiera coartar a la prensa. Correa se defendió. No son medios de comunicación, son negocios privados en busca de lucro. En agosto, Pastor era destituida de TVE tras las críticas del PP contra su programa. En noviembre, Correa regresó a Los desayunos de TVE y preguntó por Ana Pastor. “Ya no está”, respondió su sustituta. Entonces Correa replicó con una frase que debería esculpirse en mármol. “Desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta”.
Hablemos de Villarejo. Hablemos de la imprenta.

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Thursday, March 14, 2019

Saida Menebhi, ‘la mártir del pueblo marroquí’, regresa a las calles, Por Jesús Cabaleiro Larrán

Saida Menebhi, ‘la mártir del pueblo marroquí’, regresa a las calles | Periodistas en Español




Saida Menebhi, ‘la mártir del pueblo marroquí’, regresa a las calles


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Una iniciativa del movimiento feminista marroquí ha recordado a la poeta y activista marxista Saida Menebhi (1952-1977), muerta en prisión tras una huelga de hambre hace más de cuatro décadas.

Saida Menebhi
Saida Menebhi

Así, entre los nombres de mujeres “rebautizados” de varias calles de la capital, Rabat, el pasado 8 de marzo, figura esta poeta, militante del movimiento marxista Ila l-Amam(Adelante) y conocida como ‘la mártir del pueblo marroquí’.
Entre los fundadores de este movimiento se encontraban Abraham Serfaty (1926-2010) –preso político más antiguo de África tras Nelson Mandela– y el poeta Abdellatif Laabi–quien le rindió un homenaje en Bruselas el pasado año 2018– y la recuerda en un poema: “Yo querría salir ahora de mi cuarto cerrado y encontrarte volviendo a la calle Saida Menebhi más viva que cuando ella estaba viva….”
La organización fue brutalmente reprimida durante los llamados ‘años del plomo’ de Hassan II y así, además de Menebhi, murieron en prisión víctimas de brutales torturas, Abdellatif Zeroual (1951-1974) y Amin Tahani (1956-1985).
Menebhi estudió literatura inglesa en la Universidad de Rabat, donde ya militaba en la Unión Nacional de Estudiantes de Marruecos (UNEM), que fue disuelta y sus dirigentes detenidos. Tras enseñar inglés en un instituto, pasa a la clandestinidad siendo detenida en enero de 1976 junto a otras tres mujeres. Sufrió torturas físicas y psicológicas en un centro secreto de detención en la comisaría Derb Moulay Cherif, en Casablanca.
Fue juzgada en un macroproceso celebrado junto con otros 138 detenidos. Entonces denunció la opresión de la mujer en Marruecos, siendo condenada a cinco años de prisión y dos más por injurias al magistrado. Fue encarcelada en una celda de aislamiento en Casablanca, mientras la mayoría de los detenidos fueron a Kenitra.
Durante su estancia en prisión siguió escribiendo poesía, que fue recopilada y publicada en el año 2000 bajo el título ‘Poemas, letras, escritos de prisión’ –no hay traducción al español–,   siendo todo un ejemplo de poesía revolucionaria y feminista.
Un hecho a resaltar de Menebhi es que apoyó la autodeterminación del Sahara incluso públicamente en el juicio. El partido Vía Democrática, heredero de Ila l-Amam, sigue actualmente defendiendo en Marruecos la autodeterminación del Sahara.
Fiel a sus principios Saida protestó por las condiciones de su detención y llevó a cabo hasta tres huelgas de hambre, durante la última, que fue colectiva, para reclamar el estatus de detenidos políticos, que duró 34 días, le llevó a la muerte a los veinticinco años.
Su hermana Khadija ha mantenido su recuerdo y escribió una obra titulada ‘Libro de la opresión’ –publicada en español en 2004- testimonio autobiográfico de su lucha donde recoge las cartas que escribió Saida a su familia desde prisión.
También se inauguró con motivo del 40 aniversario de su muerte, en 2017, Dar Saida, un Centro de Estudios e Investigación en su ciudad natal, Marraquech, que lleva su nombre para perpetuar sus ideas. Se recogen libros, escritos y fotos y se pretende recordar su memoria para las futuras generaciones. “Debemos perpetuar los valores por los que nuestra hermana luchó hasta la muerte y continuar defendiéndolos” destacó su hermana Khadija.
Por último el mejor homenaje es leer su poesía:
Estábamos caminando.
La palabra alta, la mirada perdida.
Hablaste de un mundo maravilloso.
Que vendrá porque lo queremos.
En este mundo, dijiste,
Los niños ya no experimentarán la miseria,
Las madres ya no abandonarán a sus bebés,
Las mujeres ya no serán golpeadas,
Despreciadas, degradadas.
Caminamos, una y otra vez.
Como locos y condenados,
Cuando lleguemos.
Ya lo soñé.
O este otro poema que se inicia:
Fascista,
Mil veces fascista.
Mil veces
Me gustaría repetirlo
Hasta tanto
Que me saciarán.
Soy un volcán en actividad……..
Y mi lava,
Sobre todos los fascistas de Pinochet,
Quiero escupirlos.
También durante su cautiverio escribió:
La prisión es fea
Tú la dibujas mi hijo
con líneas negras barras y rejillas
Te imaginas que es un lugar sin luz
Eso asusta a los pequeños….
Quiero romper este silencio, humanizar mi soledad.
Me han inutilizado para oxidar mis pensamientos.
Y congelar mi mente.

Tuesday, March 12, 2019

Las redes son nuestras; las estrategias suyas - Calala Fondo de Mujeres

Las redes son nuestras; las estrategias suyas - Calala Fondo de Mujeres



Las feministas compartimos experiencias y estrategias para hacer frente a las ciberviolencias

“Su novio difundió en Internet un vídeo sexual suyo. Ella acabó suicidándose. Ese vídeo continúa circulando por las redes”. Así fue como la jurista feminista Laia Serra nos hizo aterrizar ante el hecho de que la violencia de género en Internet es algo real, y que sus consecuencias se trasladan al plano físico. Tal y como dice Leila Nachawatilas ciberviolencias forman parte de un cotinuum de violencia patriarcal; “y así hay que abordarlas”, afirma. Y, para ello, los Estados deben reconocerla como violencia y aplicar los instrumentos internacionales de Derechos Humanos.
Así, la jornada “Ciberviolències i participació política de les dones” comenzó denunciando la inacción del gobierno del Estado español ante estas ciberviolencias y señalando el gran vacío jurídico que existe al respecto. No es hasta 2015 que se comienza a cuestionar si una situación de violencia digital realmente afecta a la vida cotidiana de una mujer.
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Desde la perspectiva internacional, la protección online comenzó en 2006. Se ha tardado bastantes años en vincular los Derechos Humanos a la esfera digital, actualizándose esta legislación hace muy poco. Por su parte, América Latina ya se está abriendo camino a nivel legislativo, donde existen leyes de protección a las mujeres en línea.
Por todo ello, el 4 de diciembre, Laia Serra y la revista Pikara Magazine, con el apoyo de Calala Fondo de Mujeres y Front Line Defenders, registraron en el Congreso, un informe sobre las violencias de género en línea en el que se incluyen una serie de recomendaciones al Gobierno. Por ejemplo, se pide la elaboración de una legislación específica, así como la reformulación de la ya existente relacionada con las violencias, además de adoptar medidas dirigidas a las plataformas intermediarias de internet, como las empresas propietarias de las redes sociales más utilizadas.
Las empresas que gestionan redes sociales también son responsables de las violencias. Facebook, Twitter, Gmail son grandes corporaciones del norte global con intereses lucrativos y privativos que reproducen dinámicas neoliberales de colonización, así como el sistema heteropatriarcal que expulsa la diversidad y constriñe la libertad de expresión de las mujeres.
Como resultado de este control privado de las redes, desde los inicios de Internet, siempre hubo feministas que querían sacar el mayor potencial a las posibilidades de comunicación y organización horizontal que ofrecían las redes.
Como bien explicó Cristina Fallarás, los medios tradicionales siempre han funcionado con una inversión de capital, unas jerarquías y unas verticalidades solo disponibles para los hombres. Y de repente, con las redes sociales tenemos una horizontalidad común construida desde el testimonio y no desde la abstracción y sin necesidad de capital. La violencia ya no es abstracta, sino que identificamos a los agresores (nuestras propias parejas y exparejas y machitrolles que parecen tener mucho más tiempo libre que nosotras para encima juntarse y crear discursos) y creamos una memoria colectiva. Y cuando ésta existe, es un arma que no tiene fin.

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¿Estrategias? Abstinencia de Internet no, ¡gracias!

Para construir estrategias colectivas, se necesitan identificar experiencias individuales de aquellas compañeras que sufren estas ciberviolencias. Las políticas, las periodistas, las youtubers, las activistas feministas destacadas, son un claro objetivo. Por ello se invitó a mujeres destacadas como Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, Miriam Hatibi, comunicadora feminista, Silvia Agüero, activista gitana, Alicia Murillo, activista feminista y a la periodista Cristina Fallarás, para que compartieran sus experiencias.
Todas ellas coincidieron en que denunciar  no es una opción válida, ni eficaz, ni eficiente, y que por lo tanto, hay que crear otras estrategias. Al respecto, Ada Colau resaltó la necesidad de que desde el movimiento feminista se consensúe un protocolo de mínimos para actuar frente a estas ciberviolencias. Cristina Fallarás, por su parte, recalcaba que las “estrategias” las crean ellos para atacarnos, y que nosotras contamos con la verdad de los testimonios.
Ignorar, contestar, aprovechar el tirón para viralizar contenido relevante, ¿o tal vez ironía y buen humor? Lo que sí estuvieron de acuerdo es que los espacios seguros y de afinidad, tanto dentro como fuera del activismo son claves para poder compartir estas emociones. Al respecto, Miriam Hatibi recalca la importancia de decir que estas cosas nos afectan para poder reflexionar individual y colectivamente y hacerles frente.
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Por su parte, Silvia Agüero insta a gitanizar el feminismo: “que cuando nos toquen a una, salgamos las “cuatrocientas primas”, para que no vuelvan a decir que estamos dividiendo la lucha feminista. “Lo que estamos haciendo es identificar a nuestro único agresor, y es el sistema patriarcal en forma de macho-payo-blanco-antigitano-lesbófobo-homófobo, cis, etc.”.
Silvia habla de sus estrategias partiendo de que el pueblo gitano lleva 600 años resistiendo a un Estado español que ha hecho más de 200 leyes antigitanas. De esta forma, utiliza la ironía y el humor para hacerles frente, al mismo tiempo que destaca la falta de originalidad de los ataques que recibe. Sin embargo, no puede luego sentir miedo cuando recibe mensajes que afirman que “El Holocausto se quedó corto”.
Finalmente, Alicia Murillo afirma que su labor no es discutir, ni educar por las redes, que para eso “bastante tiene con sus hijos”, y que si quieren educarse, que le paguen por ello.
Y es que, autocensurarte, cerrarte la cuenta y callarte no acaba con estas violencias, sino que acaba reproduciendo el silencio en el que el sistema patriaracal nos quiere a las mujeres. ¡Las redes son nuestras!
Laura Rosillo, Calala Fondo de Mujeres

Monday, March 11, 2019

La fetichización de la mujer negra

La fetichización de la mujer negra – Afroféminas



La fetichización de la mujer negra

©Michael Brandt ’17
La cotidianidad de una persona al margen de lo considerado “normal” puede ser radicalmente distinta a la que es retratada en películas del sueño americano o incluso de la vida pacífica y tranquila en pueblos de España, Italia o Francia. En el contexto latinoamericano hablar de desigualdad es tan común que ya se ha convertido en un fenómeno normalizado por la sociedad. Se proponen discusiones en torno al tema pero termina convirtiéndose en una borda de personas a quienes les parece que los grupos marginados  siempre “están muy enfadados” o peor, que estos “se lo buscaron”.
Cuando se habla de la comunidad negra en Latinoamérica y específicamente en Colombia, se encuentra un panorama triste; las percepciones europeas consideran atractivo el continente Suramericano por su variedad de colores, sabores, olores y por supuesto por su diversidad racial. Esto claro tiene su mirada positiva y otra negativa, pero el punto focal aquí es comprender cómo otros parecen apreciar lo que los mismos Latinoamericanos se han encargado de borrar, tachar y pretender que no es “de ellos”. Hablo por supuesto de la falta de representación errónea de la comunidad negra, una imagen sobre-producida a base de mediocres estereotipos y por supuesto, llena de fetiches.
Esta caracterización fetichista de la raza negra y en especial de la mujer negra (gracias a la latente discriminación de género la cual es vigente y entre minorías y comunidades étnicas está tan presente), tiene su origen desde la época de la colonización. Cuando la ideología católica llegó al continente africano hubo una primera impresión de una comunidad llena de hombres y mujeres “calientes”, excitados en el sentido sexual de la palabra; y ¿por qué? La razón radica en la poca cantidad de ropa utilizada por los nativos debido a las altas temperaturas y por supuesto, a la mirada tan distinta que tenía los colonos ingleses y franceses sobre el cuerpo, comparada con la de los nativos africanos. Los africanos eran espirituales, su cotidianidad estaba regida bajo rituales, conexión con la naturaleza y su entorno; estas características por supuesto no son reconocidas por la comunidad blanca, ni mucho menos por la blanco-mestiza; se considera aún que las tribus africanas son violentas, caníbales e ignorantes. La ironía radica en donde se encontraba la verdadera ignorancia…
“Cómo baila de bien la negrita”
La raza negra siempre ha sido relacionada a la música, el baile y la celebración, esto por el contexto cultural y religioso por el cual la cultura africana se expresa. En Colombia pasa algo muy similar; los y las negras son vinculadas a la música y al baile como parte de suidentidad, al ser una expresión genuina de cada persona negra. Desde la percepción externa y específicamente blanco-mestiza en Colombia, las personas atribuyen a las mujeres negras como buenas bailarinas, con buen cuerpo y buen ritmo; esto puede aludir a una característica favorecedora si así se le puede llamar, pero también actúa como una generalización que termina convirtiéndose en un fetiche. Si la mujer es negra pero no baila bien, entonces no es negra, diría un(a) blanco(a) mestizo(a). La otra percepción es directamente relacionada a la de la superioridad mencionada anteriormente. Y es que para la sociedad blanca, el “mundo negro” es considerado primitivo y subdesarrollado. Es decir como una muy común frase que escuché alguna vez en donde vilmente afirmaban: “Es que la negrita es buena para bailar y que rica se ve, pero nada más… esa gente no estudia pa’ eso”.
Wade (1997) no sólo plantea el baile y la música como índoles que conforman la identidad negra, sino también desde el punto político y económico, como una forma de resistencia frente a la dominación blanca. Este es un aspecto importante de resaltar: la resistencia de las minorías frente a las corrientes del poder social que intentan controlarlos. Un ejemplo interesante radica en el feminismo. Cuando las mujeres comenzaron a alzar su voz y destacar lo erróneo que estaba (o está) la sociedad en cuanto al rol de las mujeres y de los propios hombres, hablaron un poco desde su perspectiva blanca y desde sus contextos sociales, dejando un poco al margen a las mujeres de otras etnias que no se posicionaban con las mismas problemáticas pero sí buscaban una solución. Frente a esto surgió una corriente de mujeres que vale la pena resaltar como Rosa ParksMaya Angelou, la mismísima Nina Simone y por supuesto Chimamanda Ngozi Adichie quien dice en su libro  Todos deberíamos ser feministas: «Los estereotipos limitan nuestro pensamiento y le dan forma, particularmente los estereotipos sobre África. Me da la impresión que la palabra “feminista” y la idea en si del feminismo, también se ven constreñidas por los estereotipos.»
Siendo de una ancestralidad africana y reconociéndome orgullosamente como negra y afrobogotana, he percibido cómo la comunidad puede abordar los estereotipos de dos maneras: la primera, apropiándose de ellos e ignorando los comentarios molestos y sin ninguna base teórica fundamental; como diría Beyoncé“Bow down, bitches”. La segunda es tomarlo un poco más personal, sentirse ofendido y expresarlo, o elegir no hacerlo; la cuestión radica en que el sujeto se presenta mucho más incómodo e impreciso. Los estereotipos y los que caen en la estereotipización fetichista como se habla en este caso, pueden rozar la deshumanización. Las negras podemos sentirnos como un amuleto sexual más, uno que sólo sirve para una cosa: el sexo.
Esta situación también se habla desde los discursos expresados por muchas activistas negras, especialmente en EEUU. Comentan cómo se les ha dificultado establecer una relación amorosa real, afectiva y retrolimentativa gracias a la percepción de hombres blancos, blanco-mestizos y hasta de mismos negros quienes solo las ven como “la del ratico y ya”. Esto es una connotación muy fuerte; la mujer negra se ha presentado desde los medios y hasta en la industria cinematográfica como una presencia “exótica” que brindará un asombroso desempeño sexual pero no es adecuada para establecer un lazo formal porque los comentarios exteriores no lo aprobarán. Esto se puede ejemplificar fácilmente cuando  un reggeatonero, muy reconocido a nivel mundial, dijo sobre la cantante de Barbados, Rihanna que: “No es una mujer para casarse, solo para pasar un buen rato”.
La superioridad blanca frente a la “exótica” negra
En el libro Le prochain et le Lointain (Lo siguiente y lo lejano) del sociólogo y antropólogo francés Roger Bastide, se presentan las relaciones de poder explícitas en el encuentro del colono blanco con la mujer negra; “Bastide sugiere que los encuentros sexuales interrelaciales no se dan a menudo dentro del respeto y la igualdad de los sexos sino a partir de estereotipos sobre las mujeres negras como objetos de placer y presas fáciles para los hombres blancos y de los varones negros como virilmente superiores a los blancos.” (Citado por Viveros, M, 2000). Este análisis expone el fenómeno de superioridad que siempre ha mostrado la raza blanca frente a las demás.
También lo expresa muy bien Viveros (2000) cuando habla de la relación de los hombres con las mujeres del interior vs con mujeres de otras etnicidades: “Para muchos, el proceso de movilidad social ascendente pasa por distintas estrategias individuales que incluyen las alianzas matrimoniales con cónyuges que aporten una situación superior, ya sea monetaria o de prestigio, por tener por ejemplo una coloración de piel más clara.” Después del testimonio de un entrevistado blanco mestizo en donde afirma que “piensa en la familia”, la autora reflexiona diciendo: “Aunque en este comentario nunca se habla de color de la piel, la referencia a las mujeres “de acá de Bogotá”, lleva implícita la alusión a su color blanco o blancomestizo. Esta declaración suscitó en los otros entrevistados una fuerte reacción pues consideraban que el único móvil para unirse con alguien era la posibilidad de ser felices y no la situación económica o el estatus del cónyuge.”
Retomando un poco las temáticas de relaciones de poder, el discurso de “tener a la mujer negra” es muy fuerte. “En ciertas ocasiones la voluntad de “poseer” una mujer no es sólo la manifestación de una atracción sexual sino también el deseo de expresar su superioridad sobre ella, máxime cuando por razones raciales o de clase social es una mujer “prohibida”; como lo dice uno de los entrevistados justificando por qué los hombres se jactan entre ellos de sus conquistas amorosas” (Viveros, M, 2000)
La educación, siempre la salida
Otro reconocimiento muy importante debe ser para Mara Viveros (2000) con su libro Dionisios negros: Estereotipos sexuales y orden racial en Colombiaen donde a través de una serie de entrevistas, demuestra cómo para muchas jóvenes negras la educación es la salida a los estereotipos, el desmérito y una entrada al progreso y posteriormente a un reconocimiento social que vaya más allá que una buena bailarina. Una de las entrevistadas dice: “La parte sexual no creo que le dé prestigio a una persona porque yo creo que la persona se da su prestigio y se hace respetar es por su personalidad y por su capacidad intelectual. En la vida eso [de la sexualidad y el baile] no es tan positivo. En la parte de la recreación, en el folklore eso puede ser bueno, pero en la parte de formación, que necesito formarme como un buen ciudadano, buscar un buen estatus, mirándolo desde ese punto de vista, el sexo no da prestigio para nada, porque no deja de ser simple folklore. […] uno tiene que prepararse intelectualmente para conseguir un buen estatus y buen prestigio”
Estas panópticas provienen de un contexto social de regiones aisladas del país. En ellas la percepción cambia muy poco; de pronto el cuento del afrofeminismo no es tan importante porque les importa más averiguar con qué van a comer o cómo van a irse a la escuela que les queda a más de 5 kilómetros y no tienen medio de trasporte.  Es importante resaltar cómo estas personas también reconocen una brecha de desigualdad y unas construcciones de estereotipos que, directa o indirectamente, les han afectado.
Una reflexión
Manipular el estereotipo fetichista de orden socio-racial hacia la mujer negra puede resultar favorecedor, se puede adoptar la postura indiferente o “importaculista”, pero no es la invitación de este texto. Las corrientes filosóficas desde las que se funda el feminismo invitan a repensar nuestros roles sociales; la mujer blanca siempre ha sido sinónimo de vulnerabilidad, en cambio, la mujer negra es la fuerte, la brava, la que está buena y puede llegar a ser considerada “linda para ser negra”; es ahí donde surgen las acciones de resistencia y rechazo desde los gremios afrofeministas hacia toda comunidad que represente esas prácticas violentas.
El problema no es la música, el baile o el erotismo inmerso en él, porque de por sí, el cuerpo es erótico. La cuestión va más allá. En Colombia, regiones del interior del país deben repensar el contexto desde el que se está abordando a las mujeres negras, los fetiches sólo deshumanizan, condenan y enfadan a quienes los padecen. La sociedad llena de estigmatización es un veneno que mueve las políticas del poder social sin darnos cuenta, solo maleables y manipulables desde ellas. Para crearnos un progreso real es importante abrir la mesa de discusión pero aceptando la violencia hacia las mujeres negras como un crimen de alta gravedad. Desde las instituciones, colegios, universidades, escuelas, empresas, etc; la forma de expresión hacia mi comunidad debe cambiarse.

Samara Hudgson Llanos
Escritora y artista.Apasionada por la música y el arte
Bogotá, Colombia