Ali y la defensora de los derechos civiles de Estados Unidos Angela Davis fueron los oradores en el encuentro “Solidarité et Alliances” (solidaridad y alianzas), para conmemorar los 50 años del llamado Mayo francés, que paralizó la economía francesa en 1968 con huelgas y manifestaciones.
El encuentro concentró a unas 900 personas, quienes llenaron el teatro Nanterre-Amandiers, el día 3 de mayo de 2018. Y en la Universidad de París Nanterre, los estudiantes impedían el ingreso, de ahí los comentarios de Ali, pero hubo eventos similares en otras universidades de París y en otras ciudades francesas como Toulouse y Rennes.
Como en 1968, Francia soporta una serie de huelgas de empleados ferroviarios, entre otros trabajadores. Además de los estudiantes, quienes también protestan contra las reformas en la educación terciaria que buscan hacer más selectivo el ingreso a las universidades públicas.
El movimiento estudiantil argumenta que los cambios son contrarios a la tradición francesa de ofrecer a todos los egresados de la enseñanza secundaria el acceso a universidades públicas, lo que tendría un impacto negativo en los estudiantes más pobres, quienes ya están mal representados en ellas.
El gobierno sostiene que la reforma es necesaria para hacer frente a la gran deserción y a la superpoblación.
Los trabajadores ferroviarios, por su parte, se oponen a la reestructura de la sociedad nacional de ferrocarriles, SNCF, por sus siglas en francés. Las manifestaciones de este año por el 1 de mayo se tornaron violentas en París con agitadores “anarquistas” de extrema izquierda y enmascarados que incluso quemaron vehículos y rompieron vidrieras de comercios.
Las protestas generalizadas coincidieron con varias conferencias y programas culturales sobre la revolución en recuerdo del Mayo del 68.
Davis, por ejemplo, regresará a Francia en junio como oradora de la conferencia “Revolución(es)”, en la Universidad Paris Nanterre. Los organizadores, la Sociedad de Anglicistas de la Enseñanza Superior (SAES) esperan que las instalaciones estén abiertas a los 400 participantes previstos.
“Nanterre como ciudad no tiene un componente histórico como puede ser París o Burdeos. Pero tenemos la universidad y las manifestaciones del 68”, observó Bernard Cros, principal organizador del encuentro y especialista de estudios británicos y de la Mancomunidad de Naciones.
La manifestaciones de estudiantes de 1968 comenzaron, de hecho, en esta ciudad, con la ocupación de un edificio administrativo en protesta por la discriminación de clase y otras cuestiones sociales.
Los enfrentamientos que siguieron con la administración de la universidad y con las fuerzas del orden hicieron que se sumaran otras universidades y el resto de la población y, en el auge del movimiento de Mayo del 68, más de 10 millones de trabajadores estaban en huelga en Francia.
Y 50 años después, las protestas en Nanterre comenzaron con la ocupación de un salón por estudiantes en abril para expresar su desaprobación con las reformas del gobierno.
La situación escaló cuando el presidente de la universidad llamó a la policía para retirarlos, y los agentes antidisturbios equipados ingresaron al centro, lo que hizo que otros se unieran a la protesta, tras lo cual, los estudiantes cerraron las instalaciones.
Se pueden ver barricadas frente a los accesos, además de grafitis como “Hagamos a Nanterre grande otra vez”, parafraseando el eslogan usado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la campaña y luego por el presidente francés Emmanuel Macron para expresar su apoyo a la acción climática, “Hagamos a nuestro planeta grande otra vez”.
Cros señaló que el nombre de Davis fue “el primero que se nos vino a la mente” cuando Nanterre fue elegida como sede del congreso anual de SAES de este año. La universidad le entregó a Davis un doctorado honorario en 2014, por lo que ya tiene un vínculo con el centro, apuntó.
“¿Qué no tiene de revolucionario Angela Davis es lo que tienes que preguntar?”, acotó Cros.
“¿Dónde estaría el mundo sin personas como ella? Puso su propia seguridad en juego. Plantea preguntas como qué significa estar políticamente comprometido. Estés de acuerdo o no, es algo que reúne apoyo”, añadió.
“No soy una persona a la que le inspire la nostalgia, pero a veces me encuentro queriendo esa cercanía (con 1968) otra vez”, señaló Davis, cuando un moderador le preguntó si el recuerdo histórico del 68 podría ayudar al mundo a imaginar un futuro mejor.
“No sé si conoce mi historia, pero necesité de solidaridad. Me tomo muy en serio la solidaridad”, subrayó. “Si no fuera por eso, no estaría aquí esta noche”, añadió.
Davis perteneció al partido Panteras Negras en los años 60, y fue una activista del movimiento por los derechos civiles, antes y después del asesinato de Martin Luther King, en abril de 1968.
En 1970, un estudiante de secundaria utilizó armas que ella había comprado para tomar un tribunal y reclamar la liberación de presos negros, incluso su hermano, con toma de rehenes, entre los que estaba el juez.
En el enfrentamiento con la policía, el estudiante, dos imputados que él había liberado y el juez resultaron muertos, y Davis fue detenida y acusada de “homicidio agravado en primer grado” del juez, aunque no estaba en el tribunal.
Se declaró inocente, y sus seguidores en Estados Unidos y otros países, como Francia, se movilizaron para reclamar su libertad. Tras 16 meses presa, fue liberada y finalmente absuelta de los cargos en su contra en 1972.
Por su parte, para Tariq Ali, el movimiento del 68 se dio en una época de solidaridad internacional. En cambio, “hay muy poca solidaridad con los países árabes” en este momento, observó.
Al comentar sobre Medio Oriente, Ali comentó: “Todas esas guerras crean refugiados; luego le dan una patada en el trasero y les dicen ‘no los queremos'”.
Los ciudadanos deberían exigir a los países que si comienzan una guerra deben “aceptar 100.000” refugiados, lo que fue recibido con aplausos de los oyentes.
Se prevé que las huelgas continúen durante mayo y junio.
Con más de dos millones de estudiantes en la educación terciaria, Francia está en el lugar 19 entre 26 países por la calidad de su enseñanza, según estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con sede en París. Otros observadores señalan que la financiación para las universidades públicas disminuye, aunque el gobierno prometió aumentar el presupuesto.
- Traducción: Verónica Firme
- Publicado inicialmente en IPS Noticias
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