BESTIALIDADES TÍPICAMENTE ESPAÑOLAS: EL TORO DE LA VEGA

BESTIALIDADES TÍPICAMENTE ESPAÑOLAS: EL TORO DE LA VEGA | EL BLOG DE CARLOS

MIENTRAS LOS HABITANTES DE TORDESILLAS NO REACCIONEN EN CONTRA DE ESTE BRUTAL E INDIGNANTE ESPECTÁCULO, SEREMOS MILLONES DE PERSONAS LAS QUE NOS NEGAREMOS A VISITAR UN LUGAR DONDE EL SADISMO ES EL EPICENTRO DE SUS FIESTAS

El Torneo de Toro de la Vega es un evento de origen medieval en el que varios jinetes persiguen a un toro y lo lancean hasta que lo matan. Eso sí, si el animal llega con vida a la vega del río Duero, las autoridades le indultan.

A pesar de que forma parte de una fiesta española de “interés turístico”, cada año suscita protestas de muchos activistas antitaurinos.

En este caso, el presidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (AVAT), José Enrique Zaldívar, explicó al portal español eldiario.es el impacto del torneo en el animal.

“El sufrimiento del toro comienza desde el momento en que sale de la ganadería, ya que durante la ruta pierde entre 30 y 50 kilos por el estrés que padece. Cuando se inicia el torneo, los animales se someten a una exigencia a la que no están acostumbrados, ya que normalmente realizan recoridos muy cortos”, relató José Zaldívar.

El veterinario aseguró que “el toro sufre necrosis y rotura de fibras musculares, entre otras lesiones” y que el mismo acto de dar muerte a animal es doloroso, a diferencia de lo que sucede en los mataderos, ya que “los lanceros intentan penetrar en el corazón del toro, pero resulta complicado porque el animal se está moviendo”.

Finalmente, cuando el toro cae al suelo, el puntillero le introduce un cuchillo de 10 centímetros de hoja en la parte occipital hasta llegar al bulbo raquídeo, “pero el animal tarda de uno a cuatro minutos en morir”, concluyó Zaldívar.

(Con información de RT)

NOTA DEL ADMINISTRADOR.- El Torneo del Toro de la Vega, que se celebra cada año en la localidad española de Tordesillas (Valladolid, España), es una de esas fiestas en las que la bestialidad se hermana con la sonrisa y el disfrute de miles de personas, ante un espectáculo miserable y sádico como aquella persona a la que en 1534 se le ocurrió inaugurar un espectáculo tan aberrante, repugnante, cruel, pero “muy español”, como la Inquisición, el Garrote Vil, Franco o Jose María Aznar.