Sunday, December 15, 2013

EL MOVIMIENTO DE LA RABIA Y LA IMPOTENCIA? LOS FORCONI

Italia: El fascismo al final de la horca | Presseurop.eu: actualidad europea, viñetas y revistas de prensa

ESTE TEXTO SOBRE LOS FORCONI ITALIANOS, MOVIMIENTO QUE SE EXTIENDE Y TOMA LAS CALLES DE ITALIA, ESCRITO POR PABLO ORADAZ, AL IGUAL QUE EL QUE PONGO A CONTINUACIÓN, MAS EXTENSO Y CONCIENZUDO SOBRE EL FENÓMENO, ESTÁN IMPREGNADOS AMBOS DE UN "RAZONABLE TEMOR", EXPRESAN AMBOS UNA ALARMA ANTE UN MOVIMIENTO, QUE DE UNA FORMA ROTUNDA Y SIN NINGÚN GENERO DE DUDAS, ESTA "ALIMENTADO" POR LO QUE ES YA UN FENÓMENO GENERALIZADO EN UNA GRAN PARTE DE EUROPA, LA CORRUPCIÓN DE LOS POLÍTICOS, DE UNA GRAN MAYORÍA DE LOS QUE "GOBIERNAN", ASÍ COMO EL USO DE LA DEMOCRACIA, CADA DÍA MAS DOBLADA, PARA LEGITIMAR MEDIDAS, DECRETOS QUE CONSOLIDAN EL SAQUEO Y EL EXPOLIO MAS DESCARNADO CONTRA LOS PUEBLOS DE ESTA EUROPA, HOY MAS QUE NUNCA, DE MERCADERES Y FINANCIEROS SIN ESCRÚPULOS.
EN ESTA REALIDAD ES DONDE SE DEBE HACER HINCAPIÉ, Y ES ELLA LA QUE EXPLICA CONTUNDENTEMENTE, ESTA CRECIENTE OLA DE INDIGNACIÓN.
Que todo ello sea manipulado por el poder y derive hacia formas populistas (esta es la alternativa que el propio Poder en un momento "avivara"), o hacia un movimiento que cuestione el PODER ESTABLECIDO, así como un cambio en las formas de ejercer la MALTRECHA DEMOCRACIA.

LEED y sacad cada uno vuestras propias conclusiones.



Los preocupantes ‘forconi’ por PABLO ORDAZ en EL PAIS

Desde hace unos días para acá, un inclasificable movimiento de rabia, cólera y desilusión ha bajado a las calles de Italia, de norte a sur, para gritar contra los políticos, contra los banqueros, contra el poder, contra Europa y su moneda. Las manifestaciones de los Forconi —los de las horcas de labrador— reúnen bajo el engrudo de la desesperación a pequeños empresarios, agricultores y camioneros, parados, estudiantes y simples ciudadanos, pero también a ultras de equipos de fútbol y a radicales de la ultraizquierda y la ultraderecha.
Han practicado la guerrilla urbana en Turín y en Milán, han paralizado los trenes en Liguria y causado desórdenes en Campania y en Sicilia. Sus líderes o portavoces —Danilo Calvani, un antiguo horticultor, o Lucio Chiavegato, un ebanista— dicen que los Forconi son un movimiento social espontáneo, apolítico, cuyo único objetivo es defenderse de una crisis feroz: “Es una protesta del pueblo. Nos están asesinando con la desesperación, con la pérdida de nuestra dignidad. Nos están quitando todo, incluso nuestras casas”. Dicho esto, el agricultor Calvani se marchó de la protesta a bordo de un flamante Jaguar…
Los políticos no encuentran un nombre bajo el que encuadrar al movimiento callejero y eso les pone muy nerviosos. Hasta Beppe Grillo, cuyo triunfo electoral se debió a la canalización del descontento, parece superado, despistado. Hay quien ve en los Forconi similitudes con los movimientos autoritarios que llevaron al poder a Mussolini. Desde luego, detalles inquietantes no faltan. Andrea Zunino, de 60 años, agricultor y líder o portavoz del Movimiento 9 de Diciembre, apuesta “por salvar a Italia, que hoy es esclava de los banqueros como los Rothschild. ¿No le parece curioso que cinco o seis de los más ricos del mundo sean judíos?”. Entre las propuestas que parecen compartir los Forconi están “la recuperación de la soberanía de Italia, la salida del euro y de una Europa que, como el salvaje oeste de la globalización, está llevando a Italia al hambre”.
Aunque no faltan motivos para la protesta, no deja de llamar la atención que su explosión haya coincidido en el tiempo con la salida de Silvio Berlusconi de las instituciones. Sus ataques al euro, su populismo desaforado, parece buscar la complicidad de la calle para rentabilizar, a bajo precio, toda la frustración que él contribuyó a sembrar.
Marcha sobre Roma.
MAURO BIANI 1967) es un dibujante, ilustrador y escultor italiano que trabaja también como educador de niños con discapacidad intelectual. Es uno de los fundadores de la revista de cómic MAMMA y ha ganado numerosos premios, ente ellos el de la[Un dibujo para Europa]. Trabaja para Il Manifesto y colabora con otros medios como L'UnitàIl Fatto quotidiano y L'Espresso.

El fascismo al final de la horca

Las manifestaciones de "Forconi" [literalmente, los que portan horcas] que paralizan las ciudades italianas desde hace días han tomado por sorpresa a casi todo el mundo. Pero sus reivindicaciones no partidistas contra la austeridad y las élites enmascaran similitudes inquietantes con los principios del movimiento autoritario que llevó al poder a Mussolini.
Aristócratas que van en Jaguar y campesinos. Patronos y obreros en paro. Camioneros bajo la lupa de Equitalia [agencia de recuperación de impuestos], nuevos ideólogos del fascismo y jóvenes de centros sociales de izquierda. Simpatizantes y exsimpatizantes de la Liga Norte y de Beppe Grillo. Antiguos miembros del Partido Democrático (PD) y detractores de su nuevo secretario nacional Matteo Renzi. Sindicalistas de base o exsindicalistas de la Confederación General Italiana del Trabajo (GCIL). Opositores al fisco e independentistas venecianos. Inmigrantes y ultras de equipos de fútbol.
El movimiento de los "Forconi" que barre actualmente Italia de norte a sur es un magma, una marmita en ebullición cocinando un batiburrillo de siglas y emblemas, políticos, sindicales o provenientes de diversos movimientos de contestación. No hay un color político claramente definido ni coordinación central o líder carismático para acaudillarlo. En suma, no es racional, sino "espontáneo", como sostienen la mayoría de sus representantes.
Sus figuras más visibles son ahora conocidas. Como Danilo Calvani, antiguo horticultor, o Lucio Chiavegato, ebanista de Verona y responsable de Life Venecia [una asociación de pequeños empresarios próximos a la Liga Norte]. Pero cada día emergen nuevos, y crecen como champiñones. Y actúan sin razones racionales, sin ideología, entre los que amenazan con quemar libros en Savona [norte], como lo hizo Hitler en mayo de 1933, y los que llegan hasta organizar un simulacro de ahorcamiento en la plaza del Loreto, en Milán, sobre el modelo de la ejecución del Duce Benito Mussolini.
La transversalidad, la no pertenencia política son las palabras al orden de esta curiosa forma de contestación que parece haber superado incluso al líder del Movimiento Cinco Estrellas, Beppe Grillo. No tienen órgano de pilotaje común. Los simpatizantes de extrema derecha, que tienen como orden cantar exclusivamente el himno nacional, se encuentran de este modo al lado de jóvenes tifosi [seguidores de clubes de fútbol] que entonan cantos hostiles a la policía. Deberían haber estado en Roma el día del voto de confianza [a favor del primer ministro Enrico Letta, el 11 de diciembre] pero, por cuestiones de organización, han preferido retrasar la "marcha" a los próximos días.

Hijos de la recesión

De Piedemonte a Apulia, pasando por Venecia arrasa un tsunami que no tiene ni pies ni cabeza y que, si nos dejamos guiar por los paralelismos históricos más atrevidos, presenta ciertas similitudes con las guerras de la Vendée que causaron furor en Francia en la época de la Revolución. Los chuanes eran un núcleo compacto de nobles provincianos, monárquicos, tradicionales y católicos. Aquí son los jefes de empresas que han tenido que echar el cierre por la crisis económica, como en la región de Vercelli [Piemonte], en la que se manifiestan tanto los patronos como los empleados de las explotaciones agrícolas.
Algunos pequeños empresarios que figuran en las listas de Equitalia se han visto abocado al suicidio. Y también quedan los niños de la recesión: según la OCDE, la tasa de paro de los jóvenes superó el 40,05% en septiembre y llegó al 41,2% en octubre en Italia. "La gente está convencida, durante las manifestaciones ganamos cada vez más adeptos. Todas las capas sociales se ven representadas, desde médicos a parados o empleados en baja técnica. Gente que se levanta a las cuatro de la mañana, que vuelve a casa a las diez de la noche y que ni siquiera llega a final de mes, porque no les queda ni un céntimo que valga en el bolsillo", afirma Luca Taddei del Collectivo 9 de Diciembre (que apoya la protesta de los Forconi).
La dificultad es frenar a los más extremistas, a los infiltrados. Es el caso de una ciudad como Turín, tal y como recuerdan algunos parlamentarios, que históricamente siempre fue la cuna de los movimientos contestatarios, radicalizados en los años setenta por las Brigadas Rojas. Se trata sobre todo de partidos políticos que quieren infiltrarse en las filas de los Forconi. Matteo Salvini, nuevo secretario de la Liga Norte [populista] ha conseguido llegar hasta Pirellone [la sede del Gobierno regional de Lombardía, en Milán] por los Cobas del latte [miembros del sindicato autónomo de los productores de leche].
Con un estilo más cercano al de Beppe Grillo, pidió a las fuerzas del orden que "se quitasen los cascos y se uniesen al pueblo" en la calle. Silvio Berlusconi, el líder de Forza Italia, que debía reunirse en Roma con una delegación de camioneros, decidió posponer el encuentro.

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