Saturday, March 23, 2013

GUERRA FRÍA EN CALIENTE Por Jordi Gracia (en EL PAIS)

Kiosko y Más


El Congreso por la Libertad de la Cultura, financiado por la CIA, no fue decisivo para neutralizar el exilio español

Benet, Caballero Bonald, Valente o Ayala comparecen en el libro de Glondys como instrumentos de la propaganda yanqui
LA GUERRA FRÍA fue el invento de dos superpotencias dispuestas a soportarse en un equilibrio de terror potencial. Para Franco fue mucho más: una garantía de estabilidad y la ratificación de haber estado siempre en el lado bueno. A Franco, por tanto, le convino hasta el final estigmatizar embusteramente como comunista cualquier movilización disidente u opositora, viniera de donde viniera.
Encuentro en Toledo del Congreso por la Libertad de la Cultura en 1965.
La paradoja empieza aquí porque hace ya muchos años que sabemos que esa es una verdad que miente. El motor más vivo de la oposición fue comunista, pero ni fue monolíticamente estable a lo largo de la dictadura, ni fue la única resistencia, ni cabe ya regatear a numerosos sectores intelectuales a lo largo de los años formas de oposición y pedagogía democrática. Interpretar esa diversa y complicada actividad desde el ángulo anticomunista desenfoca hasta la caricatura la evidencia ampliamente narrada y relatada ya en múltiples libros sobre las familias de la resistencia intelectual por muy ineficaces, blancas, blandas, invisibles y hasta inverosímiles que pudieran ser.
Pero eso es lo que propone como tesis central el libro de Olga Glondys La guerra fría cultural y el exilio republicano español. El Congreso por la Libertad de la Cultura fue una prolongación ideológica y cultural de la siniestra historia político-militar de la CIA y financiada secretamente por ella. Tuvo confesión anticomunista y función difusora de un liberalismo democrático y capitalista, pronorteamericano en la finalidad y simplemente liberal en los medios (por eso colaboraron ahí Raymond Aaron, Ignazio Silone, Stephen Spender o Isaiah Berlin). En España solo empezó a operar cuando la disidencia ganó en los cincuenta algunos nuevos nombres o renovados equipos intelectuales.
Según Glondys, el CLC habría logrado neutralizar políticamente al exilio y desi-deologizarlo tanto a él como a la resistencia interior de cara a la España de la transición; habría arrumbado los ideales revolucionarios y republicanos como horizonte plausible tras la muerte de Franco. Pero esa es mucha responsabilidad, y de mucho alcance, para caracterizar el éxito que merece ese grupo de extracción poumista y enfermizamente anticomunista (Madariaga, Gorkin, Gironella, Ignacio Iglesias). Las razones de la renovación ideológica y del licenciamiento del exilio como proyecto de restitución democrática fueron muchas otras, más complejas y también más decisivas.
De hecho, Glondys lleva a su expresión más desnuda y cruda el anacronismo interpretativo que cohesiona con tic casi sectario a un puñado de trabajos de los últimos años. La mayoría proceden de la fábrica de estudios sobre el exilio que dirige Manuel Aznar en la UAB, el GEXEL, y ha dado de sí gruesos volúmenes de actas congresuales y otros libros ligados a una misma lectura del exilio y la cultura del interior de Mari Paz Balibrea, Fernando Larraz o este mismo de Olga Glondys. Y quizá haya ahí una parte central del problema: la deficiente o pobre imagen de la cultura en el interior que siguen manejando muchos de quienes se ocupan del exilio. Mantienen una visión anacrónica de lo que fue aquella realidad compleja y múltiple, como si de veras fuese verdad el diagnóstico de trazo grueso que fabricó la resistencia para legitimarse a sí misma (contra Franco y con razón). Los problemas de esos trabajos se pueden sintetizar en dos: la quiebra común del principio de realidad y un victimismo diferido o heredado. Lo primero significa la resistencia a aceptar, desde el siglo XXI y consecuentemente, el significado material y cultural de la derrota republicana (destrucción, dispersión, extinción y vejación) y lo segundo reabsorbe obstinadamente el legítimo victimismo de quienes fueron exiliados además de derrotados, como si hoy sus admiradores ideológicos y sentimentales experimentasen en su propia carne la amargura de aquella derrota.
Es un movimiento de reivindicación, por tanto, que actualiza el antifranquismo sin Franco y deslegitima o degrada todo aquello que signifique asumir las transformaciones de la sociedad española bajo sus condiciones reales (una dictadura tolerada por Europa). Esos enfoques desactivan desesperantemente la posibilidad de comprender la sucesión de relevos ideológicos, históricos, generacionales e intelectuales que vivió la España de la segunda mitad del siglo. La construcción de un pensamiento político democrático, incluso marxista, y la construcción de redes intelectuales capaces de pensar modernamente el futuro de una democracia europea están descritos no solo en libros de hoy sino en los de entonces, en los de Enrique Tierno Galván o en algunos tan pioneros e inteligentes como el de Juan Marichal, un exiliado, y en 1966, Nuevo pensamiento político español, o el trazo básico de una socialdemocracia parlamentaria en el anterior de Ridruejo, Escrito en España, de 1962.
Parecen obviar también lo que fue la movilización de los más jóvenes con sus múltiples militancias revolucionarias des-
Foto: Coordinadora de Colectivos de Víctimas del Franquismo de los sesenta, de los anarcos a los maoístas, en un amplio espectro por decirlo así. El único pecado que cometieron fue vivir su tiempo y no querer vivir la restitución de ideales derrotados medio siglo atrás y manifiestamente anacrónicos. Haberlo intentado hubiese enterrado el futuro, aunque satisficiese las fantasías aplazadas de los exiliados (muchos de los cuales, por cierto, entendieron bien que su tiempo había pasado). Obviar todo eso impide en la práctica compulsar la reconstrucción de la razón democrática desde finales de los años cincuenta (y eso lo escribió el rojo mayor del reino, Manuel Vázquez Montalbán). Es todavía pronto para que el libro de Santos Juliá, Camarada Javier Pradera, haya hecho el efecto debido en la comunidad intelectual, pero mejor será que se difunda rápido para no perder más tiempo en maniqueísmos desfasados.
A pesar de esta filípica, el libro de Olga Glondys contiene una riquísima información, con generosas citas de cartas, documentos, informes, programas y actividades relacionados con los fines y razones del CLC. Es el primer estudio equiparable a los libros que Grémion o Coleman (pese a todo) o, sobre todo, Scott-Smith y más divul-gativamente Frances Stonor Saunders (que ahora reedita La CIA y guerra fría cultural) habían dedicado al fenómeno con escasa atención a España. Pero las razones más importantes de la renovación ideológica y del licenciamiento del republicanismo exiliado como proyecto de futuro democrático habían sido otras y se resumen en una: tiempo. El nivel de impacto e influencia del CLC en la construcción de la resistencia fue además probadamente bajo y poco operativo. Lo insólito ha sido más bien la desatención historiográfica sobre este equipo (aunque no tan absoluta como piensa Glondys): fue ese el efecto del desprestigio crónico por una financiación oculta y sospechosa para muchos de quienes escribieron en su revista fundamental, Cuadernos, o participaron en sus múltiples actividades.
Lo usaron y explotaron cuanto pudieron exfalangistas en fase democrática como Ridruejo, Aranguren, Laín o Tovar (pero llamarlos como hace Glondys “nuevos liberales” retomando un panfleto de la propaganda franquista es, paradójicamente, avalar la misma voluntad insultante que les asignó Fraga como meros chaqueteros), gentes más jóvenes o nunca falangistas como Julián Marías, Juan Benet, Caballero Bonald, J. M. Castellet, Valente, Gil de Biedma, Lorenzo Gomis o Francisco Fernández Santos, o exiliados como Francisco Ayala, Josep M. Ferrater Mora o María Zambrano. Aquí comparecen casi todos básicamente como anticomunistas o, peor aún, como instrumentos intelectuales de la propaganda yanqui y eso es dejarlos tan entecos, tan desustanciados que uno acaba sintiéndose espectador de otra campaña de contrapropaganda más, y a estas alturas injustificable. La guerra fría cultural y el exilio republicano español. Olga Glondys. CSIC. Madrid, 2013. 376 páginas. 22,90 euros.

Friday, March 22, 2013

LA NUEVA FRONTERA URBANA, de NEIL SMITH

Traficantes de Sueños, Librería, Editorial, Distribuidora


de Neil Smith
Colección:Mapas 34
Este libro, convertido ya en el estudio clásico sobre la gentrificación, revela con notable lucidez la fuerte dependencia de los procesos de transformación urbana de las dinámicas de acumulación de capital sobre el territorio.
La noche del 6 de agosto de 1988 estalló un enfrentamiento a lo largo y ancho de los márgenes del Tompkins Square Park, un pequeño espacio verde del Lower East Side de Nueva York. Éste se extendió con furia durante toda la noche, con la policía a un lado y, del otro, una variopinta combinación de manifestantes anti-gentrifi cación, punks, activistas a favor de la vivienda, habitantes del parque, artistas, rebeldes de sábado noche y residentes del Lower East Side.
La batalla se desencadenó a raíz del intento del gobierno municipal de imponer el toque de queda en el parque a partir de la una de la mañana;el pretexto era sacar a la creciente cantidad de personas que vivían o dormían allí, a los muchachos que hasta tarde escuchaban música con sus estéreos portátiles y a los compradores y vendedores de droga que lo utilizaban para hacer sus negocios. Muchas de las personas que vivían en la zona y que utilizaban el parque vieron los hechos de un modo distinto. La ciudad trataba de domar y domesticar el parque a fi n de facilitar la ya rampante gentrifi cación del Lower East Side. En el más grande de los carteles de la movilización del sábado por la noche, que tenía por objetivo evitar que el parque fue cerrado,podía leerse: «¡La gentrificación es lucha de clases!».
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Qué está ocurriendo en los centros urbanos y en muchos otros barrios históricos de las ciudades de Europa, Norteamérica y otros continentes? ¿Por qué se ha producido esa oleada de operaciones de regeneración urbana con resultados tan extremadamente chic? ¿Se puede dar por terminado este proceso en el marco de la actual crisis financiero-inmobiliaria? ¿Qué supone la remodelación de los centros urbanos para la gente que vive en los mismos?
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Este libro, convertido ya en el estudio clásico sobre la gentrificación, revela con notable lucidez la fuerte dependencia de los procesos de transformación urbana de las dinámicas de acumulación de capital sobre el territorio. Ajeno a toda complacencia con los gustos y estilos de vida de clase media, que normalmente justifican las políticas pro-gentrificación, Smith muestra con crudeza sus obvios efectos sociales: desplazamiento de la población con menores recursos, banalización y musealización de los centros urbanos, subordinación de las políticas urbanas al beneficio de promotores y entidades financieras, segregación espacial, criminalización de la pobreza y de las personas sin hogar, etc. En este terreno su análisis no sólo es convergente con movimientos como la okupación y la democratización del acceso a la vivienda, sino también extremadamente útil para cualquier aproximación que reivindique el derecho a la ciudad.
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 Neil Smith (1954-2012), nacido en Escocia, dedicó buena parte de su actividad académica a la docencia en la Universidad de Nueva York. Las líneas de su trabajo se orientaron principalmente al análisis crítico de las recientes transformaciones urbanas, así como a la conformación y posterior crisis del proceso de globalización. Preciso es destacar que toda su obra estuvo estrechamente
 conectada e informada por su militancia y preocupaciones políticas. Todavía no publicados en castellano se deben destacar sus dos últimos libros: Endgame of Globalization (2005) y American Empire: Roosevelt's Geographer and the Prelude to Globalization (2002).
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Índice

Prefacio 
Introducción
1. «Lucha de clases en la Avenida B» 
 El Lower East Side como el Wild Wild West
 La construcción del mito de la frontera
 Gracias por visitar nuestro espacio
 La venta de Loisaida
 Pioneros del beneficio
 «Otra oleada más salvaje que la primera»:
 ¿las nuevas guerras indígenas (globales)?
2. ¿Es la gentrificación una palabrota? 
 Una breve historia de la gentrificación
 Los debates en torno a la gentrificación:
 ¿teorías de la gentrifi cación o gentrificación de la teoría?
 La ciudad revanchista
 Primera Parte. Hacia una teoría de la gentrificación
3. Argumentos locales. De la «soberanía del consumidor» a la teoría de la diferencia potencial de renta
 Los límites de la soberanía del consumidor
 ¿Un retorno de los suburbios?
 La inversión en el entorno construido
 Desvalorización del capital en las zonas urbanas deprimidas
 Gentrificación. La diferencia potencial de renta
 Conclusión: un movimiento de regreso a la ciudad por parte del capital
 Post Scriptum
4. Argumentos globales. Desarrollo desigual 
 Desarrollo desigual a escala urbana
 Conclusión
5. Argumentos sociales. Sobre los yuppies y la vivienda
 ¿Una nueva clase media?
 Las mujeres y la gentrificación
 ¿Es la gentrifi cación un concepto caótico?
 Gentrificación, clase y género: algunas conclusiones preliminares
 ¿La gentrificación kitsch y la ciudad como paisaje de consumo?
Segunda Parte. Lo global es lo local
6. Mercado, Estado e ideología. Society Hill 
 La receta y la retórica
 El control del Estado
 Los promotores inmobiliarios de Society Hill
 La financiación de Society Hill
 Clase, contexto e historia
7. Catch-22. ¿La gentrificación de Harlem? 
 Un mapa de los orígenes de la gentrificación en Harlem
 Auge, dinámica y restricciones
 Clase, raza y espacio
 Catch-22
 «Agrupándonos»
8. Sobre generalidades y excepciones. Tres ciudades europeas 
 Ámsterdam: los okupas y el Estado
 Budapest: la gentrificación y el nuevo capitalismo
 París: la gentrificación descentralizada y diferida
 Conclusión
Tercera Parte. La ciudad revanchista
9. Cartografiar la frontera de la gentrificación 
 Los beneficios de la desinversión
 Las ganancias inesperadas de la morosidad: el retraso en el pago de impuestos y los puntos de infl exión
 El Lower East Side
 Cartografía de la gentrificación
 Conclusión
10. De la gentrificación a la ciudad revanchista 
 La ciudad revanchista
 Después de Tompkins Square Park: la guerra contra las personas sin hogar de Nueva York
 ¿Degentrificación?
 Retomar la frontera urbana
Bibliografía
Índice de tablas
Índice de figuras
Traducción: Verónica Hendel

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Thursday, March 21, 2013

Otro periodismo es posible. Manifiesto ‘XXI’

Otro periodismo es posible. Manifiesto ‘XXI’ | FronteraD


Otro periodismo es posible. Manifiesto ‘XXI’

Laurent Beccaria y Patrick de Saint-Exupéry
El filósofo Jacques Ellul tenía razón: no estamos amenazados por un exceso de información sino por un exceso de insignificancia. Jean-Claude Guillebaud, mientras hacía un viaje a Asia para Le Monde, decidió en un arrebato pasarse un día en “cien metros de acera” en pleno corazón de Calcuta: treinta años más tarde, todos los que leyeron ese artículo todavía se acuerdan. Ya no existe un medio dominante, sino un ruido ensordecedor. Al abandonar esa carrera destructora de sentido para hacer el mayor ruido posible una prensa renovada puede llegar a ser un medio profundo para hablarle en igualdad de condiciones a todos aquellos deseen abrirse al mundo: comprender, emocionarse, aprender, sentir. “Lo que los medios necesitan actualmente, es carne y hueso. Para que los medios resuciten, no tienen más opción que volver a convertirse en seres vivos”, explica el filósofo japonés Uchida Tatsuru. No lo podríamos haber dicho mejor. “Un periodista que pasa su tiempo reescribiendo comunicados de prensa merece ser reemplazado por un ordenador”, estima el fundador deJournatic. La lógica es implacable. Ser útiles, deseables y necesarios, tal es el único modelo económico que cuenta. Los 80.000 lectores de XXI y de 6Mois son desconcertantes en sus diferencias y consoladores en los que les une: el interés por los demás

¿Cómo adaptarse? He aquí los primeros escollos. Las continuas estrategias de supervivencia aplicadas por los directivos de los diarios serían capaces de extenuar al más excitado de los derviches girófagos. En cada temporada surgen soluciones milagrosas que no son nunca las mismas y es entonces cuando las desilusiones suceden a las desilusiones. Ya que, invariablemente, surge otra interrogante: ¿adaptarse a qué?

Internet, además de instrumento técnico y medio de difusión, es también un mundo en expansión y en perpetua mutación. En este universo completamente enfocado hacia mañana se imponen a ritmo sostenido posibilidades técnicas desconocidas y nuevos objetos de uso inédito. “Cinco años en la red son prácticamente un milenio”, resume Bill Nichols[8], una de las figuras más destacadas del periodismo digital en Estados Unidos.

Los editores de prensa, presionados por los agentes de internet que, seguros de sí mismos, han retomado la consigna de mayo del 68 “¡Corre camarada, el viejo mundo está detrás de ti!”, se desplazan sobre este terreno movedizo, donde la verdad de hoy no es nunca la de mañana. Su errática trayectoria resulta en una suerte de desesperación.

—En el momento en que el uso de la red comenzó a generalizarse a mediados de los noventa, las empresas editoras de prensa optaron al principio por las opciones con cargo/gratis. La idea es la siguiente: al ofrecer gratuitamente a los internautas lo que los lectores del periódico de papel pagan, esperan hacer sus periódicos más accesibles, aumentar  su recepción y recuperar la publicidad de internet. Siguiendo este precepto el sitio de New York Times es lanzado en 1996.

—Otra política sucedió a la anterior cuando nos comenzamos a dar cuenta de que el comportamiento de los internautas no es el mismo que el de los lectores. A la redacción tradicional para el papel se añade la redacción para la red. El objetivo es aumentar el impacto digital y adquirir nuevos reflejos periodísticos. Le Monde interactifcreado en 1999, es una filial del diario homónimo con diferentes redacción, accionarios y oficinas.

—La cohabitación de dos redacciones rápidamente acarrea incesantes arbitrajes y guerras de poder. Han llegado los tiempos de la “revolución de la información”: los directivos deLe Monde y Libération crean redacciones únicamente digitales, los pure players, a saber jugadores puros. Rue89Mediapart y Slate hacen su aparición en Francia a partir de 2007[9].

—A la anterior la sucede una nueva temporada caracterizada por el auge de lossmartphones y la tecnología 3G. La información para los móviles se convierte en la prioridad, de tal modo que los títulos de prensa empiezan a beneficiarse de lo que el director de Le Monde, Eric Fottorino, llama “efecto restaurante chino”: frente a un pletórico menú, los clientes solamente se deciden por los platos cuyos nombres conocen.

—Steve Jobs lanza el mercado de las tabletas en enero de 2010. Las empresas editoras, llenas de entusiasmo, multiplican las aplicaciones[10]. En la actualidad existen más de 2.000, y a las editoras les encantan. El nuevo director ejecutivo de National Geographic, una revista que publica 44 millones de ejemplares en 33 editoras internacionales, se trazó como objetivo… la transición de National Geographic a formato tableta. Los directivos de la prensa tienen certezas de hierro.

—La última doctrina hasta la fecha, iniciada por The New York Times y poco a poco asumida por los grandes diarios, es doble: la puesta en funcionamiento de un “muro de pago” (por una parte artículos elaborados y solamente accesibles mediante su pago y por otra material gratuito de todo tipo) limitando el acceso al contenido y provocando la aceleración de la transformación de los periódicos en “marcas mediáticas”.

Los periodistas son invitados a “producir contenidos” (textos, audio y vídeos) que son a continuación distribuidos entre los diferentes canales de difusión (papel, sitio web, versión digital para móvil o tableta). Shivas contemporáneos de mil brazos y con múltiples habilidades, deben “erigir una comunidad”[11] a la vez que ininterrumpidamente publican informaciones, opiniones y alertas en las redes sociales, sin olvidar de mantener sus blogs. Ello se debe al ultimátum que ha surgido desde hace dos años para responder al incremento del impacto de las redes sociales: “Todos a por Facebook, Twitter y Google+”.

Al describir la nueva sala de redacción de Wall Street Journal, uno de los grandes diarios estadounidenses, el periodista Alain Louyot evoca: “un templo consagrado a la devoción hacia las nuevas tecnologías”: “En las redacciones hay innumerables pantallas que difunden permanentemente la señal de Fox News y de las grandes cadenas como ABC,CBS o NBC además de, por supuesto, los comunicados de la agencia Dow Jones. El real time es la regla de oro del momento, es decir, el trabajo en tiempo real[12]”.


Después de quince años de “mutación digital” ¿cuál es el balance?

Constatación primera. La transición del periodismo en papel al periodismo de la red no implica solamente un cambio de soporte, la naturaleza misma de su funcionamiento también cambia. No es una transposición ni una transmutación, es otro medio[13]. Las expectativas de los internautas o movinautas no son las mismas que las de los lectores de los periódicos. El principio de coherencia no existe en la red: puede que un internauta abra un hipervínculo de vídeo de prensa rosa después de haber curioseado en el blog de un economista. Este tipo de lector es infiel e imprevisible –y es precisamente esta libertad, a veces transgresiva, lo que el internauta agradece-.

Constatación segunda. El universo digital revoca las fronteras entre los periodistas y los lectores, entre los expertos y los testigos. Los políticos y las empresas están constreñidos a una verificación permanente de las cifras que citan y de sus afirmaciones. Todos los sitios de la red pretenden destacar las contribuciones anónimas[14]. Esta necesidad de participar solamente concierne a una minoría, que aunque pequeña le consagra a la red una energía formidable –en numerosos casos muchas horas al día-.

Constatación tercera. En este universo ultracompetitivo el tráfico es la palabra clave. La metáfora lo representa todo: un flujo de informaciones y un flujo de lectores se cruzan y se separan, cada uno siendo independiente del otro. El periodismo en línea es un catálogo de hipervínculos de vídeos de todo tipo. La contabilización del clic es inmediata. Ésta se refleja en los titulares más atrayentes y en los temas que “dan de qué hablar”.

Constatación cuarta. Se impone la imagen del periodista sentado detrás de la pantalla del ordenador. El periodista fomenta, organiza, y “nutre el diálogo”. Ocurre un acontecimiento y surgen miles de imágenes en la red, una crisis cristaliza y cien expertos se enfrentan de blog en blog, una elección se perfila y surgen voluntariamente miles de comentadores, verificadores de discursos y registradores. Durante su semana de trabajo, el periodista tras la pantalla no tiene un contacto con el mundo exterior más allá del camino que elige recorrer cada mañana para ir a su despacho open space. Una inevitable des-realización del mundo[15] que se opera a través de infinitos desfases. Durante la preguerra, Walter Benjamin notaba que un camino rural no es nunca el mismo “mientras lo sobrevolamos en aeroplano o lo recorremos a pie. Solamente aquel que recorre el camino es capaz de comprender un poco su poder[16]”. ¿Qué habría dicho del mismo camino percibido desde la pantalla o a través de mensajes de 140 caracteres?

Politico constituye uno de los ejemplos más mencionados en los estudios acerca del futuro de la prensa. Este sitio de información en línea, fundado en 2008, produce contenidos audiovisuales difundidos en la televisión o en la radio y publica un periódico gratuito que es distribuido en los círculos políticos de Washington. Mike Allen, directivo de Politico, ostenta el título extraoficial de ser el periodista más influyente de Estados Unidos. Desde las cinco de la mañana, la flor y nata de Washington abre febrilmente supolitical-playbook, que marca la pauta del día recién comenzado. En la jerga de hoy, de él se dice que “dirige la conversación mediática”. Con el ojo en el ordenador y los dedos en el teclado, recibe más de mil correos electrónicos por día y los clasifica –“Los seguidores de Politico desean leer diez historias interesantes por día. Para encontrarlas, les haría falta leer mil historias. Nosotros lo hacemos por ellos[17]”–, además de constantemente publicar noticias cortas o artículos “con alto potencial de diseminación viral”.

Mike Allen es la parábola de un periodismo vinculado al mundo real a través de sus sensores numéricos. Su combate mediático transcurre en las pantallas en que las “alertas” y los “urgentes” se suceden entre sí o se anulan. No hay nada inteligible que relacione estos elementos dispares y distribuidos a granel que inmediatamente son reemplazados por otros cientos. La invitación a encontrar la coherencia recae sobre cada lector/internauta/movinauta. La mayoría de las informaciones que circulan en este gigantesco acelerador de partículas son los mismos comunicados infinitamente duplicados, amplificando lo que el sociólogo Pierre Bonard ya llama “la circulación circular de la información” que “conduce a una especie de nivelación, de homogenización de las jerarquías de importancia[18]”.

El periodismo digital vive en un presente perpetuo. Luego de dos horas, una información es considerada old, sin valor monetario. Algunos apasionados llegan a consultar sus pantallas una cantidad incalculable de veces. “Qué importa que las alertas de Monde.fr se parezcan a las de Figaro.fr y de Nouvelobs.com y que retomen la terminología de las notificaciones “urgentes” de los comunicados de la AFP [19]”. No perderse nada resulta vital. La sincronización de los estados afectivos funciona como el motor principal de la información digital.

En este sentido, la información digital constituye en efecto la revolución anunciada, pero en una acepción newtoniana, “la rotación completa de un objeto en movimiento alrededor de su eje”, el movimiento permanente centrado en sí mismo.

Uno de los reporteros de Wall Street Journal, Joshua Prager, lo constata: “La necesidad de lo urgente ha asfixiado la fantástica creatividad de la redacción[20]”. Según el filósofo Paul Virilio, al alcanzar “los límites de la instantaneidad, el límite de la reflexión y del tiempo humano”, nos convertimos en “los objetos/sujetos de un masoquismo cotidiano y de una tensión experimentada voluntariamente[21]”.

"Lucien Vogel, editor de revistas de moda –entre ellas Vogue– lanza Vu, un semanario informativo de fotos, tomando la idea de una revista alemana, la Berliner Illustrirte ZeitungVu publica fotografías de Brassaï, Robert Capa o André Kertész, los mejores fotógrafos del momento. La composición de sus páginas es una obra de arte de inteligencia y audacia, siempre diferente en cada edición. Vu no se limita en nada, es capaz de todo con la condición de que el resultado sea bello y sincero. Es la primera revista que publica fotos del campo de concentración de Dachau y que denuncia con imágenes la “nazificación” de Alemania. Cubre la guerra española con pasión. Es el antepasado de los grandes semanarios ilustrados como Paris MatchLife Look."

Wednesday, March 20, 2013

Conservas (Simona Levi)

Conservas


Notas para una r-evolución 2 (versión 2.0): Segunda fase: vicios vs nuevas virtudes tácticas

De lo que hemos aprendido de la Red y de cómo puede extrapolarse a todos los espacios de lucha
(Mis reflexiones para la acción recopiladas para los cursos Radical Community Manager que organizamos en X.net)
[Las frases acabadas con * son frase modificadas con respecto a la versión 1.0 - Aquí puedes descargar la versión pdf, gracias a David Tortosa de Croma]
Internet no es solo una herramienta, es una época histórica.
El desarrollo tecnológico modifica las formas de organización, de pensar y de ver el mundo.
Internet es una herramienta y un campo de batalla.
Internet no es “para hacerme publicidad”, es para compartir y relacionarinputs, es la oportunidad de actuar diferente y cambiar las reglas del juego.

[¡Ojo! Nota para mejorar la comprensión: Lo que decimos en Internet es relevante solo si incide fuera.
Nota para mejorar la comprensión todavía más: cuando decimos “incidir fuera” no nos referimos a montar manis, sino a cambiar el mundo… pero esto esperamos que quede claro con la lectura de lo que viene a continuación.]


Esquema para la acción política a 24 de junio de 2012:

Algunas cosas a tener en cuenta antes de leer el esquema:
a – Las únicas cosas con las que podemos contar con total seguridad son la muerte y los dedos. @Mic_y_Mouse

b – La Red está en continuo movimiento y evolución, es lo que la caracteriza, al menos de momento. Una fórmula táctica que funciona deja de funcionar si no se mejora y modifica continuamente. Lo que vamos a contaros aquí es algo que ya se está modificando mientras lo contamos. Lo que podemos retener es la esencia, la filosofía, la ética de estas prácticas, más que las prácticas en sí.

c – Los observaciones recogidas en este texto se refieren a la manera de estructurar acciones políticas. Podemos abrir muchas a la vez, pero cada una, se ha de estudiar por separado. Estamos hablando de acciones desde dentro de la lógica ilógica del sistema. Naturalmente, debemos también habitar espacios fuera del sistema. Pero estos responden a otras reglas y manera de hacer que no están contempladas en estas páginas*.[4]*

d – Como es obvio, aunque no tan obvio, siempre hemos de ponderar tácticamente qué es lo que el momento histórico nos pide.
Por ejemplo: es claramente diferente la acción que pedía el momentum del principio del 15M a lo que el 15M necesita ahora; o sea, tácticas que han funcionando hace seis meses no serán las que funcionen ahora, y viceversa.

e – Por eso mismo, el primer vicio que hemos de erradicar es el de emularnos a nosotras mismas.
Este vicio va acompañado al de la onomástica: el de celebrar nuestros propios aniversarios, en nuestros propios lugares “históricos”. Nosotras mismas nos hacemos pasar a la historia antes de haber acabado.
Una lástima ya que nuestro principal recurso es la sorpresa, lo que podemos hacer de inesperado, inesperadamente y en lugares inesperados.


Ahora sí, esquema por pasos, ninguno prescindible:

1 – Hay que venir llorados de casa [4]*
Parece obvio, pero no lo es: siempre nos hemos de preguntar qué objetivo tenemos.
El objetivo ha de ser concreto. No una hipótesis. Un plan concreto con soluciones demostrables.
Las legítimas ilusiones, los sueños, los dogmas, la fe (ver más abajo cuando hablamos de “corpus ideológico” y de memeplexes) hay que llevarlos con nosotros pero guardados en el fondo de nuestro corazón/mente.
En el espacio común de la lucha solo se vuelcan cosas concretas que se puedan/deban conseguir.
¿Cómo distinguir una cosa concreta de otra que no lo es :) ?
Se puede tener una pista aplicando una fórmula militar de forma absolutamente estricta: quién, qué, cómo, cuándo, dónde. Y sobretodo: por qué.
Si no se puede contestar a estas preguntas, no se tiene un objetivo lo suficientemente concreto como para compartirlo. Y pudiéndolas contestar, posiblemente tampoco.

¿A dónde quiero llegar? Quiero simplemente empezar compartiendo este aprendizaje, una invitación a no molestar a nadie si no se está dispuestos a tenerlo claro, a aportar soluciones, no problemas.

A menudo, hablando de objetivos, la parte de la crítica suele redundar; la de la propuesta o de la re-afirmación suele ser demasiado débil y priva de fundamento.
Saber lo que no se quiere es fácil, porque se experimenta; saber lo que se quiere es difícil porque, para que tenga consistencia, debe contener invención y experiencia a la vez.

¿Sé las preguntas y no las respuestas? Vengamos llorados de casa o es que no sabemos ser libres.

Lo que hemos aprendido en Internet, de la ética de la Red y de la ética hacker [2],  es que no se reclama que las cosas «se hagan», sino que se hacen. Si reclamamos algo es que sea retirada cualquier tipo de traba al “hacer”.

El «ethos» del hacker se ha resumido así [2]:
- El mundo está lleno de problemas fascinantes que esperan ser resueltos
- Ningún problema tendría que resolverse dos veces
- El aburrimiento y el trabajo rutinario son perniciosos
- La libertad es buena
- La actitud no es sustituto de la competencia
Dicho esto, e identificado el objetivo concreto, nos agregamos para definir:

2 – Quiénes queremos ser y quiénes somos:
-      un individuo
-      un grupo cerrado
-      un grupo abierto
-      un grupo difuso
-      una plataforma de grupos y/o personas
-      etc.

Podemos ser varias de estas identidades a la vez, pero debemos ser conscientes de los diversos comportamientos que implican. Mezclarlas de forma inconsciente puede resultar fatal táctica e incluso “legalmente”.

La opción de cada una de estas identidades no significa sustraerse a los espacios de interacción globales voluntarios o inevitables (la asamblea o el barrio, la ciudad… ).
Ocupamos y operamos en todos los espacios posibles, pero respetamos el formado de la identidad que cada dinámica requiere.

Si esto se tuerce, :) ver más abajo la importancia del fork.

Nota al paso 2: Observaciones sobre la oportunidad de ser de una forma u otra (inspiradas por conversaciones con Xavier Barandiarán).

[Nota a la nota: esta nota se ha de leer porque, a pesar de ser una nota, es más importante que el propio punto 2 :) ]

Manada (definición de la Wikipedia tuneada por mí): está constituida por un gran número de agentes simples que interactúan entre ellos y con su ambiente. Su comportamiento colectivo es decentralizado y auto-organizado. La manada actúa como una unidad en movimiento conjunto, pero su función emerge del comportamiento no coordinado de individuos que buscan su propio bienestar.
En la manada cada individuo se encuentra espontáneamente y según sus aptitudes desempeñando funciones diferentes durante breves períodos. Cada individuo puede ser líder durante unos instantes o centro o puede ser el borde más expuesto durante unos momentos hasta que otro individuo naturalmente toma el relevo…
Manada en el muy buen sentido del término. Imaginemos una bandada de pájaros.
(véase también “inteligencia de enjambre” aunque algo diferente de la metáfora que quiero hacer*)
La manada no puede actuar con agilidad y precisión, pero tiene grandes poderes de expansión y de agregación.
Nuestro cerebro sincroniza estímulos espontáneamente: cuando algo “tiene sentido” se produce una conexión; cuando no lo tiene, no se produce. La conexión implica “atención” en conjunto aunque no tiene porque llevar a una decisión conjunta.

Catalizador (definición de la Wikipedia tuneada por mí): El término catalizador se utiliza para designar a aquel agente o aparato que sirva para acelerar un proceso específico. En química los catalizadores son pequeños conjuntos de moléculas que alteran la velocidad de una reacción, acelerándola (o retrasándola). A través de los catalizadores se necesita menos energía para un cierto proceso. Los catalizadores amplifican la potencia, la dirigen. Son grupos pequeños y ágiles que encauzan la “atención conjunta”. No están compuesto por más de 20-50 moléculas.
Como dice Rubén Sáez: “En bioquímica, las rutas metabólicas que permiten el funcionamiento del complejísimo sistema que es el cuerpo humano, se basan en ciclos catalíticos interconectados en red. De hecho, la aparición de la vida (la más genial de las propiedades emergentes conocidas, con permiso del pensamiento creativo) se relaciona con la aparición de los primeros ciclos catalíticos autoreplicantes. Si somos capaces de crear diversos grupos catalizadores, y de interconectarlos entre sí de forma adecuada, estaremos generando ciclos catalíticos. Y si somos capaces de extender esta forma de trabajo, estaremos generando la capacidad de autoreplicación de los mismos. El resultado final, pasado el debido tiempo de evolución, interconexión y metabolismo social, podría ser la de un nuevo orden socio-político como propiedad emergente”.

Hay épocas en las que la historia nos pide ser manada y época en la que hemos de ser catalizadores.

No debemos temer ser pocos cuando solo podemos o debemos ser pocos. Ni hay que atribuir a una manada las cualidades de un catalizador.

En esta etapa del 15M es evidente que ha llegado el momento de acelerar procesos trabajando como muchos nodos pequeños, independientes y soberanos en sus decisiones, que saben lo que tienen que hacer y que, cuando es necesario, y solo cuando es necesario, se apoyan los unos a los otros conociéndose por los resultados del trabajo de cada uno y basando en esto la confianza recíproca.

3 – Ya sabemos que saber lo que una es no es suficiente.
Hemos de decidir cómo nos manifestamos en el mundo exterior.
Podemos manifestarnos como:
-      una “marca”
-      una identidad efímera
-      una identidad anónima
-      un lobby
-      un medio de difusión
-      etc.

Podemos tener varias de estas identidades a la vez pero debemos ser conscientes de los diversos comportamientos que implican. Mezclarlas de forma inconsciente puede resultar fatal táctica e incluso “legalmente”.

Tanto o más que en el caso anterior, el número no es importante:
muchas o pocas, nosotras somos el futuro y así nos manifestamos.


4 - Nuestras relaciones no han de ser horizontales, sino meritocráticas, en el buen sentido del término: méritos siempre en construcción y constantemente accesibles a quienes los cultiven a partir de las experiencias y del trabajo, de las necesidades de cada uno*. Esto suele escandalizar las personas poco familiarizadas con el trabajo en Red, mientras que para la mayoría de las comunidades virtuales esto es obvio y evidente, además de práctica cotidiana absolutamente natural*. Somos todas diferentes. Esta es la mejor garantía de que es imposible “verticalizar” una “meritocracia” porque nunca habrá un solo mérito, una sola habilidad, sino muchas a cargo de gente muy distinta. Por esto las fuerzas se concentran alrededor del “trabajo hecho”, teorías-puestas-en-práctica, modos de vida y no de fantasías y opiniones.
No nos define nuestra identidad, nos definen nuestros resultados.

Nota:
la horizontalidad es una falacia: como Michel Bauwens, entre otros muchos, ha más que demostrado, en un grupo un 1% ejecuta, un 9% ayuda y un 90% parásita, se queja y tira hacia abajo (p.d.: éstos son los que no han venido llorados de casa para los que parafraseamos un consejo de Paul Arden, mago del marketing: la energía es el 75% del trabajo; si no tienes (o no puedes), sé amable).
Para clarificar todavía más esta “provocación” ;-) que me permito con el fin de sacudir cierto inmovilismo, lo que muy sencillamente quiero decir es que cuando alguien “banfa”, opina, lo natural es poder preguntar: “Sobre esto de lo que banfas, ¿qué has hecho o sabes hacer?”*. Si la respuesta es:”no tengo ni puta idea, hablo guiado por mi fe”, pues a esta persona se le pueden quitar puntos y le costará más llegar al peluche final*.
Por último @axebra me escribe esta importante clarificación: “Para que la meritocracia no sea una excusa para caer en el tráfico de influencias o la corrupción hacen falta dos variables más que también provienen de la cultura hacker: Transparencia (para poder analizar objetivamente los méritos, por eso en un proyecto puedes ver el código que ha aportado cada desarrollador) y resultado procomún (lo que se genera no se puede enajenar para una persona o grupo sino que es disfrutado universalmente, como el propio software libre o que Rato vaya a la carcel)” .*


5 - Por esta misma razón defendemos la atribución (también en lo anónimo; o sea, en la imposibilidad de atribuir cuando quién “hace” así lo quiere): el empoderamiento y autonomía individual crean grupos sanos, donde cada miembro puede aportar según sus habilidades, sus posibilidades y conocimientos en cada momento de su historia personal, siendo reconocido y respetado por ello. El reconocimiento de la comunidad y del mundo exterior es cuidado e identidad y te permite liberarte de la frustración y del ansia de afirmación para serenamente dejar libre el fruto de tu trabajo.

Enfocar en las necesidades es caritativo.
Enfocar en las habilidades es considerar que si no se valorizan se están tirando a la basura.
No pedimos nada y menos caridad. Somos.


6 – Elogio del fork
Defendemos desde tiempos muy antiguos el “divorcio” ;) (fork): cooperamos como individuos autónomos alrededor de cosas concretas; no pedimos al grupo lo que no nos puede dar, porque habremos venido llorados de casa. Podemos separarnos en cualquier momento. Estar juntos detestándose no es fuerza, es debilidad y cobardía. Las Redes distribuidas no necesitan de ningún núcleo para operar. Somos individuos autónomos, nodos independientes que se juntan feliz y voluntariamente para perseguir un fin común en un momento concreto. El mismo fin se puede perseguir por separado si tenemos métodos y humores diferentes; casi siempre todo suma. No hay una relación de dependencia, hay una relación de cooperación.

Contra la concentración de poderes, Internet los “desconcentra” ;) .

La Red de Redes es una Red distribuida y esta es la base de su funcionamiento y filosofía: redes competentes de confianza distribuidas, autónomas alrededor de sus actividades específicas en las que no necesitamos saber que hacen los otros nodos para avanzar y apoyarnos. Estos nodos, distintos pero con vínculos de confianza, pueden apoyarse en momentos de necesidad aunque, normalmente, operan de forma autónoma y soberana.

La centralización no es posible, ni deseable, quizás la federación.
Una asociación global de egoístas reformistas radicales. [1]
El altruismo es egoísmo que no ha salido del armario ;) .

Una organización “democrática”, desde su formato más pequeño (dos personas), no consiste en el imposible de estar de acuerdo (dogma y control centralista) sino en crear espacio de confianza ética, que nos permita a unos hacernos cargo de algunas cosas y desarrollar nuestras habilidades en ellas, mientras podemos perder el control en otras, porque sabemos que otros se harán cargo. Esto nos obliga a liberarnos de los prejuicios a los que nos lleva querer controlar el que-hacer ajeno.

La gente obsesionada con la centralidad (de la asamblea, del barrio, del parlamento…) no se da cuenta que todo lo que está fuera del centro siempre será más: más representativo, más numeroso, más grande, más libre, más ágil, más cambiante, más nuevo y, sobretodo, más real.

Que mejor ejemplo que la “democracia representativa”: la dictadura de la mayor de las minoría sobre la gran mayoría de las minorías.

Es mentira que para conseguir el objetivo “debemos permanecer todos juntos”, “que juntos es mejor”, que la manada siempre es mejor.

Separarse es bueno siempre. Es la única manera de reencontrarse.

Podemos convivir hasta que plazca, pero no seremos nunca la misma carne.
Por suerte.


7 - Somos incontables e ilocalizables. Y entonces, ¿por qué nos empeñamos en querer ser contados y localizados? ¿Por qué, cuándo y para qué?
¿Por qué convocamos manis?
¿Por qué recogemos firmas?
¿Por qué teniendo una ocasión histórica inédita, jugamos en nuestra contra?

Raras veces es útil contarnos y, sobretodo, ser contados. Solo es útil cuando somos más del mínimo necesario.
Y esto hay que saberlo antes. Y he dicho “saberlo”, no “desearlo”.
¿Cómo saberlo?
Con una fórmula matemática de mi cosecha y que garantizo al 100%: se puede convocar el 10% de las personas con la que tengo contacto directo. En este cálculo quedan excluidos twitter, fb y similares.
O sea, si tengo 100 direcciones de mail, vendrán 10 personas. Si he dado 1000 flyers en mano, firmarán 100 personas…
Esto es así: si deseamos una mani de 10000, necesitamos llegar directamente a 100 000 personas.
Hay contadas excepciones en la historia y todas ellas muy bien curradas, como el 15M (3 meses de preparación).

Así que no molestemos a nadie con convocatorias masivas si ya sabemos matemáticamente que no llegaremos a convocar masivamente a nadie.
Sepamos trabajar con lo que tenemos. Podemos crecer sin frustración, sin envidia y con placer.

Pocos pueden ser igual de eficaces que muchos, según las circunstancias.
Esto permite liberar fuerzas para cubrir más frentes a la vez. Cuanto menos necesitemos para catalizar, más catalizadores podremos tener.
Que no estemos todos los que somos, no quiere decir que no seamos muchos más.


8 – No hay 1 sin el 8: cuál es nuestro target.
-      los iguales
-      los afines
-      los simpatizantes
-      los que escuchan pero son diversos a nosotros
-      los que no escuchan (similares)
-      los que no escuchan (diversos)
-      los amigos del enemigo
-      el enemigo
-      instituciones, media …
-      etc.

Cada una de estas opciones requiere un uso diferente de las herramientas y, más importante, una estética diferente para llegar de la pantalla/calle -> a la retina  ->  al cerebro  -> a las tripas.

Podemos tener varios targets a la vez, pero debemos ser conscientes de los diversos comportamientos que implican. Mezclarlos de forma inconsciente puede resultar fatal táctica e incluso “legalmente”.

Para hacer un trabajo más exhaustivo, hay muchas manera de operar. Aquí, a modo de ejemplo,  reportaré solo algunos elementos del método Mactor utilizado por el ejército y…por su contrario, entre otros:
“Las informaciones recogidas sobre los actores se sitúan del siguiente modo:
• sus finalidades, objetivos, proyectos en desarrollo y en maduración.
• sus motivaciones, obligaciones y medios de acción internos además de puntos débiles.
• su comportamiento estratégico pasado (actitud).
• los medios de acción de los que disponen.
• …”


9 - No podemos olvidar que si hablamos de acción política hablamos decomunicar para modificar.

La comunicación es una relación dialéctica entre el comunicador (nosotras) y su interlocutor (nuestro target).
Por esto no podemos expresar solo lo que queremos que se escuche sino también qué y cómo el interlocutor puede entenderlo.

Como afirman los sicólogos sistémicos, no se puede no comunicar, o sea que:
-      Si el lenguaje que usamos es incomprensible para nuestro interlocutor es probable que sea porque queremos hacernos los incomprendidos (por nuestros interlocutores), hacernos las víctimas; [1]
-      El silencio es comunicación también;
-      El exceso de comunicación no es “mensaje” es “ruido” (o SPAM) y solo produce rechazo.


10 - Los contenidos: nuestras (brillantes) ideas

Meme: (definición de la Wikipedia tuneada por mí): unidad de evolución cultural humana análoga a los genes en su forma de replicarse mutante, siendo cualquier cosa que se copia de una persona a otra, ya sean hábitos, habilidades, canciones, historias o cualquier otro tipo de información. Son replicadores y se copian con variaciones y selecciones. Puesto que sólo algunas de la variaciones sobreviven en una lucha a muerte, los memes compiten por espacio en nuestros recuerdos y por la oportunidad de ser copiados de nuevo.
Dado que el proceso de aprendizaje social cambia de una persona a otra, no puede decirse que el proceso de imitación sea completamente imitado. Esto quiere decir que la tasa de mutación en la evolución memética es extremadamente alta, y que las mutaciones son incluso posibles dentro de todas y cada una de las interacciones del proceso de imitación.
Los memes se constituyen en memeplexes y deme, donde el meme es una unidad cultural en un sistema complejo cultural, por ejemplo un corpus ideológico, el corpus ideológico que cada uno crea y tiene como referencia.
Los memes, digamos las etapas intermedias para llegar al memeplexes, son tremendamente concretos y para que la coalición de varios de ellos llegue a crear el memeplexes que coincida exactamente con lo que es nuestro corpus ideológico … :) …  hay mucho trabajo.
Esto no tiene que desalentarnos. Es bueno.
Nos lleva a concreción y a victorias presentes, certeras y frecuentes… Así como a derrotas…que no son definitivas.
Para el conjunto de los memes se dan las características propias de todo proceso evolutivo: fecundidad (algunas ideas son especialmente efectivas), longevidad(persisten durante mucho tiempo) y fidelidad en la replicación(conservadurismo tradicional, especialmente el enseñado como parte de la educación infantil, o sea, la coacción a repetir de la que ya hablaba Freud).
De la misma manera que los genes se autorreplican porque sí (o seainconscientemente), los memes tienden a replicarse igualmente; las buenas ideas no lo son propiamente si son incapaces, a la vez, de replicarse bien. Así, los memes son indiferentes a la verdad.

Ergo, una idea no basta con que sea justa para que cale.

Que nos guste o no, él que no tiene la fuerza no tiene derechos.

Digamos que no es una tensión entre bien y mal; es algo mucho más trivial, tipo “el cliente siempre tiene la razón”: frente al clima que se respira (el meme imperante) no sirve decir “no es verdad”. Hemos de crear un meme más fuerte que devore al anterior.
*¿Cómo? ¿Cómo hacemos que sea “viral”? El meme no es nada si no es movimiento.
Xabier Barandiaran en unos de sus textos[5] nos explica algo relativo a las redes bacterianas que nos viene muy útil para entenderlo:
“La vida es la fusión entre dos tipos de estabilidad: la de los sistemas dinámicos autoorganizados (sistemas autónomos o autopoiéticos) y la de las formas o plantillas (templates) replicantes (ADN-ARN)”, comparables a los memes. “Los primeros son sistemas alejados del equilibrio termodinámico,  los segundos estructuras  energéticamente estables sujetas a recombinación. La fusión de ambas formas de estabilidad da lugar al concepto de información (información genética) y por tanto constituyen, también, las bases biológicas 
del origen de la comunicación” y de la vida.
En este sentido existen dos tipos fundamentales de evolución: por herencia vertical”, los segundos”y por transferencia horizontal” los primeros. 
La vertical o darwiniana es quizás la más conocida: permite trazar un árbol genealógico de las variaciones genéticas retenidas y sus respectivos linajes y recorrer así el camino de vuelta hasta nuestro orígenes evolutivos. 
La evolución por transferencia genética horizontal (TGH) es la en que la variación sucede por transferencia de material genético entre iguales (no entre generaciones): las bacterias, seres vivos unicelulares,  intercambia su código genético. 
Según la teoría neodarwinista las mutaciones son el origen y causa directa del cambio evolutivo, pero no son en absoluto el mecanismo de fijación del cambio.
Lo que fija unos cambios y elimina otros es la selección natural. Puede nacer una gacela con algún tipo de gen ventajoso, pero si justo al levantar la cabeza se la come un depredador, adiós mutación ventajosa.
En La transferencia horizontal, las bacterias tienen la capacidad para enviar cientos de miles de copias de la secuencia genética al medio. Se genera, así, un proceso masivamente paralelo y distribuido en que se reparten innumerables copias de un gen de resistencia y en el que las bacterias receptoras pueden incorporar a su metabolismo el nuevo gen al momento.
La idea básica es que el intercambio de instrucciones exitosas para la solución de un problema (evolución bacteriana) puede resultar en un mecanismo evolutivo más eficaz y rápido que guardar esas instrucciones para alcanzar un mayor éxito reproductivo comparativo (evolución darwiniana).
Se trata en definitiva de un modelo evolutivo o innovativo que permite aumentar la autonomía individual  a través de la cooperación colectiva.” Este es exactamente el modelo que defendemos desde la cultura libre y que prácticamos, entre otras cosas en las Redes tecnopolíticas.”
11 - Lo nuevo: Transformar el imaginario para subvertir la realidad
Lo nuevo es nuestra responsabilidad. Dificilísimo. Por nuestras propias características ontológicas, tendemos a la dependencia, a ser posesivos e inseguros. Pero sobretodo tendemos a ser conservadores: solo nos fiamos de patrones conocidos, estamos coaccionados a repetir, toda nuestra estructura psíquica es absolutamente recalcitrante al cambio. Hacer algo desconocido y realmente nuevo para nosotros es un esfuerzo extremo de conciencia y voluntad, mientras todo nuestro organismo tira para el otro lado. Sobre todo en los momentos difíciles volvemos a los lugares conocidos y a las prácticas derrotadas.
Pero, ¿no éramos “transformadores sociales”? Entonces, este esfuerzo habrá que hacerlo.

El 15M es un movimiento nativo digital y esta “novedad” ha marcado su gran salto cualitativo respeto a movimientos anteriores. Pero en los momentos de dificultad se le ha notado una regresión a modelos conocidos que lo habían precedido y que ya son caducos. Defendamos tener el coraje de experimentar con los nuevos modos, hasta el final. Aprendamos a leer los síntomas para sabernos anticipar.

“La mejor manera de predecir el futuro es crearlo” (P. Drucker).

Y “Usted puede y debe dar forma a su propio futuro. Porque si no lo hace, seguramente alguien lo hará por usted.” (J. A. Barker).

El futuro está compuesto de tendencias que son continuación del presente y del pasado junto con hechos totalmente nuevos. Por lo tanto, tenemos que entender qué pasa hoy y qué pasaba antes, hemos de aprender de la historia y luego, con igual esfuerzos, hemos de inventar *.

“El pasado pertenece a la memoria, el futuro a la imaginación y a la voluntad.” (P. Massé)

Sí, es un esfuerzo de voluntad. Una actitud estratégica hacia nuestros deseos y nuestras pesadillas. La propia circunstancia de sobrevivir es aprender a anticipar.

“Quien se atreva a olvidar el futuro está condenado a estrellarse con él” (G. Santayana)

No se puede subordinar la eficacia de la acción a prejuicios ideológicos. Esto no quiere decir que todo vale, también los actos inmorales. Si nos hemos prefijados objetivos (lo de “éticos” debe estar implícito), tenemos que barrer de nuestro planteamiento los prejuicios que por nuestra naturaleza surgirán en nuestra mente. Es puro miedo a lo nuevo. Barrerlos simplemente. Con voluntad. Venir llorados de casa.
Esto paga.
Sabemos que no hay vértigo más sabroso que conseguir algo nuevo. Es como un acelerón hacia adelante en la historia, a toda velocidad, con el viento que te despeina.


12 - El “hacer” y el no “hacer”
El no “hacer” lo que nos es útil se manifiesta de varias formas.

Por ejemplo, a través del odio.
El que se rinde se enquista en el odio. Es la victima perpetua. Del mismo modo, él que está enquistado en el odio es porque se ha rendido.

El odio es legítimo e inevitable.
Pero en este momento creo que podemos canalizarlo de otro modo que les hará mucho más daño.

Lo cantaría así:
Sin placer y rabia no hay empoderamiento.
Sin empoderamiento no hay rebelión.
Sin rebelión no hay r-evolucion.

El no “hacer” se manifiesta también de otras formas.

Por ejemplo, a través del perfeccionismo.

Para responder a este problema lo mejor es leer el manifiesto hacker del “Culto del hacer” [3].

Os lo pego aquí, aunque no sin antes recordar que el “hacer” ha de ser solo las contadas veces necesarias, con objetivos concretos, planes concentrados y con victorias rápidas y certeras. Como dicho anteriormente el exceso de “hacer” no es “hacer”, trátase de batiburrillo (véase referencia más arriba en la sección SPAM).

El “Culto del hacer”[3] dice así:

1. Hay tres estados del ser: no saber, la acción y el terminar.
2. Acepta que todo es un borrador. Esto ayuda a lograr que se haga.
3. No existe el estado de edición.
4. Aparentar saber lo que estás haciendo es casi lo mismo que saber lo que estás haciendo, por lo que simplemente acepta que sabes lo que está haciendo, aunque no sea así, y hazlo.
5. Desterrar la procrastinación. Si esperas más de una semana para tener una idea hecha, abandónala.
6. El objetivo de hacer no es el de terminar, sino el de poder hacer otras cosas.
7. Una vez que hayas terminado siempre puedes tirarlo.
8. Ríete de la perfección. Es aburrida y te impide estar haciendo hasta el final.
9. Las personas sin las manos sucias están equivocadas. Hacer algo te hace tener razón.
10. Equivocarse cuenta como hecho. Así que haz errores.
11. La destrucción es una variante del hacer.
12. Si tienes una idea y la publicas en Internet, esto cuenta como un fantasma de un hecho.
13. Hacer es el motor del más.



13 - Nuestra manera de diseminar:

Marketing viral (definición inspirada por Wikipedia):
“producir incrementos exponenciales en el “reconocimiento de marca”, mediante procesos de autorreplicación viral análogos a la expansión de un virus.”

En resumen, estamos hablando de las siguientes fases de acción:
a -      observar la situación real sin prejuicios (ergo sin deformarla para que encaje en tus teorías y deseos)
b -      escoger las etapas concretas, los “memes” para llegar al memeplexes
c -      encontrar un mínimo común denominador entre tú y tu target por cada meme
d -      crearlos en el orden correcto
e -      antes de lanzarlo (y solo si lo tengo completamente acabado porque no quiero molestar a gente muy ocupada) lo contrasto entre afines para recoger mejoras, contaminación, ganas, difusión…
f -      suelto en dirección del target sabiendo que tendré una repercusión del 10% – 2% en comparación al alcance que conozco
g -      si consigo que el meme ocupe el espacio de otro será cooptado [1] y habré conseguido el objetivo
h – desaparezco

La cosas se ganan sin que se note.
Ningún cambio real se ha dado de la noche a la mañana. Ni siquiera darse cuenta que la tierra gira alrededor del sol.
Ideas y memes por los que catalizadores han luchado para darles forma e importancia, han sido luego cooptados y utilizados, bien o mal, por cualquier persona o cualquier forma de organización humana que los haya hecho suyos. Incluso Antena 3.

Pues sí, ganar es también doloroso, es dejar de ser útil (en esta batalla; ¡ánimos qué quedan muchas más!) significa pérdida de identidad, pérdida de autoridad, de control, de unicidad y de pureza, significa nostalgia y vacío.  Pero, dicen, los hijos al final siempre dan satisfacciones ;–).

Sin pudor, invadimos el mainstream dejando que nos coopte porque nunca podrán acotarnos.

¿Por qué queremos diseminar?
- Posiblemente porque queramos llegar a “contaminar” más gente de la ya contaminada, y que una idea se expanda infinitamente, y se instale desalojando a otras (ampliar la base, la estabilidad de una idea).
- Para que nuestras ideas ocupen el espacio memético que tenían las ideas antagonistas a las nuestras (desalojar al enemigo).
- También para fortalecernos entre nosotros (¡Ojo! Raras veces esta campaña es compatible con las otras dos, aunque ganar con las otras dos tendrá el efecto de empoderarnos – así que esta es menos interesante)

Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, aunque las que realmente se desean son la a) y la b), casi siempre sale únicamente la c) debido a infinitos tics auto referenciales que solo hacen gracia al que lanza la campaña y a sus semejantes. Repetir lo que somos puede estar bien hasta llegar a un umbral en el que es contraproducente porque no es incluyente, crea fronteras, impide la expansión,  crea un borde que nos delimita y nos hace reconocibles y excluyentes.

Además se produce lo que en términos psicológicos se llamo double bond: un imperativo contradictorio que contiene internamente la imposibilidad de realizarlo al ser pronunciado, como “sé libre”, “sé espontáneo”, “sé anticapitalista”…

Hemos de ser conscientes de que nuestro target es probablemente gente diversa a nosotros. Por esto, hemos de liberarnos de inseguridades, dejar de repetir nuestra fe (que a estas altura debería ya estar bien amarrada en nuestra alma) y concentrarnos en ver qué necesita el interlocutor, el target(aunque este target sea nuestro enemigo).

Como en toda relación dialéctica, no tenemos que pedirle al interlocutor que venga a nuestro terreno. Tenemos que buscar un terreno común o ir al suyo a buscarlo.


Nota sobre un target que me interesa particularmente*:
En el contesto actual del 15M, interesa particularmente, como target, la “clase media”. Y una vez más lo digo en el buen sentido del término. Yo misma podría decir que soy de clase media. Clase media, tanto la que es, como la que quiere serlo, como la que no quiere serlo y acabará siéndolo, así como profesionales, clase trabajadora o parados y paradas que aspiran a una promesa de “clase media”, o sea a una idea de una cierta dignidad de vida dentro de este el sistema que vende la precariedad de vida de los de abajo como una circunstancia transitoria cuando es, en realidad, el pilar principal de su existencia*. Es la franja de personas más amplia y que masivamente participa de o simpatiza con el 15M, identificándose con la “indignación”. También es el carácter diferencial del 15M sin contar que esto permite un amplio grado de “incriminalizabilidad” del movimiento. Es también la franja de personas que los partidos políticos necesitan engatusar para legitimar su poder. Es, por lo tanto, una importante palanca en esta batalla. Esta franja es la que repentinamente ha masivamente coqueteado con la politización. Tiene dos caminos por delante: seguir en el carro del cambio, arremangarse y contribuir a dar el empujón final al sistema actual, o sucumbir al miedo que le quieren inculcar y llevar en su deriva a la fascistización de la sociedad, como ha pasado muchas veces antes. Una vez más es la tensión entre repetir modelos conocidos o tener la valentía de crear algo nuevo.
Sin renunciar a la radicalidad de nuestras utopías, hemos de saber ejercer la mediación entre todas las que somos; es importante insuflar optimismo y empoderamiento en las adversidades. No es uniforme la rabia ni los límites o las experiencias de cada uno. Para ser arrolladores hemos de ser inclusivos.




14 – No hacemos lo que nos gustaría hacer, hacemos lo que podemos ganar: nos gustará
Lo que viene de frente, el enfrentamiento clásico no es eficaz porque es esperado. Es eficaz solo si se tienen los recursos suficientes para ganar. Tampoco intentes rodear al enemigo si no tienes el número para hacerlo.

Aquí apliquemos la regla del 10% comentada anteriormente. A rajatabla :–).
Sabemos perfectamente cuantos somos.

Muchas cosas se pueden ganar con inferioridad de fuerzas y/o de medios y superioridad de inteligencia, ya que ganar es básicamente llevar el enemigo al error para que el mismo desaparezca.

¿Qué cosas podemos hacer?:

- encontrar los puntos de vulnerabilidad, – si el centro de gravedad no es directamente atacable, se necesitan puntos intermedios;
- romper las filas enemigas y/o infiltrarlas;
- hacerle dudar de sus fuerzas y de las tuyas si nos mantenemos inidentificables e incontables;
- podemos disgregar su liderazgo;
- etc.

Si el enemigo es poderoso no interesa que se sienta enfrentado porque se crece. Interesa que se sienta traicionado, desenmascarado, abandonado.

¿Por qué seguimos enfrentándonos frontalmente aún sin tener los recursos? ¿Por qué necesitamos que papá-sistema sea la medida de nuestra radicalidad? ¿Por qué hacemos lo mismo en nuestra vida personal?  Lo hacemos cuando nos sentimos pequeños o derrotados y despechados. La agresividad hacia el interlocutor jerárquicamente predesignado es el resultado de la depresión. Ningunear esta interlocución no quiere decir no ser firmes. Responder a provocaciones es signo de flaqueza; la indiferencia y avanzar como un rodillo es signo de firmeza. La medida de nuestra radicalidad es y será siempre la historia, la que sepamos construir.

Nota para la policía (si ha leído hasta aquí): somos pacíficos, absolutamente pacíficos, pero firmes, absolutamente firmes en barrer, por todos los medios éticos que sean tácticamente necesarios, las injusticias, sean ellas legales o no*.
No es una cuestión de principios.
Es porque nos despojan del placer de la vida, nos quieren condenar a ser engullidos por las pasiones tristes.
Es vida o muerte de nuestro ser humanos.
El sistema nos quiere tristes y siervos. La alegría es nuestra mejor venganza. Tenemos toda la vida para desobedecer.



15 - Hay que venir llorados de casa 2 [4]*
En los espacios de organización, el trabajo que proponemos ha de estar acabado. No hacemos una campaña por falta de afecto (¡juntémonos todos!). Ni nos agregamos alrededor de una fantasía para sentirnos menos solos. Sin hablar de la manía contraproducente de contarnos para saber si tenemos razón.
No hacemos una campaña porque queremos que alguien trabaje gratis para nuestras grandes ideas. Ni pensamos sinceramente que todos han de dejar lo que están haciendo porque lo que hacemos nosotros es mejor. Ni la hacemos para educarles.
Ni planteamos campañas para regocijarnos infinitamente en los matices por miedo a acabar y salir al ruedo.

Aquí la diferencia entre moralismo y ética. El moralismo es un estado racista y cobarde a la vez. Es el sentimiento de superioridad del que no hace.
Otra cosa es la ética que está implícita en los actos. Es la dirección del “hacer” (el corpus teórico que llevamos en el corazón).

No hay tiempo para la pureza.
No hay tiempo, el enemigo, el real, se reorganiza rápidamente.

Nos guía la ética y no el moralismo: pretendemos compartir no educar/indoctrinar [1].
Todo lo que hemos aprendido, lo hemos aprendido porque nos lo hemos encontrado en momentos de nuestra vida en lo que eramos receptivos y necesitados hacia lo que aprendíamos. Todo lo que hemos aprendido es porque nuestras práticas se han hecho aprendizaje, ideas*.
No obligaremos a nadie a que aprenda; solo podemos compartir lo que sabemos para que sea recogido para las que lo necesiten*.
Ética del hacer, ética del compartir: nos libra del moralismo y del inmovilismo de los dogmas.

Todos estos pasos son contra natura.
Tendemos a ser auto referenciales. Nuestra propia estructura psíquica nos empuja hacia lo conocido, nuestra coacción a repetir nos impide ser espontáneamente fieles a los objetivos que nos prefijamos y nos llama a traicionar lo que sabemos nos conviene. Nuestro deber histórico, nuestro esfuerzo racional tienen que concentrarse en ser fieles a nuestro deseo de cambio. Esto implica vencer el miedo a lo nuevo en nuestras formas de pensar y de actuar.

Como dice el compañero Toret: cuando no tienes imaginación tiras de memoria.

Y como dice Marx, Groucho Marx: mejor nuevo que nunca.

Todos estos pasos son contra natura. Todo ellos nos llevan a lo que realmente deseamos.

Lo hemos sabido hacer y lo seguiremos haciendo; por esto hemos podido llevar una r-evolución ahí donde era totalmente árido el pensamiento.

Sin duda mi escribir no refleja todos los matices. En línea general la historia se me da mejor hacerla que comentarla. Como todo lo que hacemos, la hago por egoísmo. El futuro futuro no me interesa. No tengo hijos a quién delegarlo ni creo que la especie humana merezca sobrevivir. Pero el futuro está aquí en mi presente cada día, y como se dice “Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar  el resto de mi vida”.

Ahí nos vemos junto a mis mitos que no están en ningún libro.
Mis mitos son mis compañeras y compañeros de lucha.

Justicia y calidad

Simona Levi

Barcelona, marzo-junio de 2012

P.d.: se me ha acusado de no tener en cuenta la textura más “femenina” de la lucha. ¿Quizás por mi tono castrense ;-) ? Puedo asegurar que la tengo muy en cuenta, pero no me parecía adecuado demostrarlo aquí: pueden haber niños leyendo ;-) .
Lo que sí puedo decir es que hemos de aprovechar el gran desprecio que se tiene a las mujeres. Nunca nos ven venir y cuando se dan cuenta, para ellos ya es demasiado tarde.

Licencia: puedes hacer lo que quieras con este texto mencionando la autoría.

Siguientes versiones: este texto está en su versión 1.0. Lo voy a pasar a varias amigas y amigos especializados en algunas de las cosas que he comentado y les pediré escribirme textos críticos que corrijan y complementen este. Por otra parte, en general, estudiaré las observaciones que cualquiera, con cariño, me quiera mandar. Podéis hacerlo a: simona@conservas.tk
O sea que en unos meses este texto habrá evolucionado. Stay tuned :–).
[En la versión 2.0 ya puedes encontrar * que indican las modificaciones a la versión 1.0 tras la aportación de las personas que lo han leído y me han escrito, en particular: @axebra, Rubén Sáez, Ernesto, Floren Cabello, Oscar Simón, Ángel Anvazher, Giovanni Levi]


Notas:

[1]*: Este texto es la continuación de ese otro que escribí el año pasado. Se llamaba “Notas para una r-evolución” y contiene estos temas que puede que eches en falta en este segundo texto:
- La defensa de Internet y del compartir
- Internet para la contrainformación y la autoorganización;  para acabar con la impunidad y con la atomización de las ideas de cambio,
- Netiqueta y una nueva ética basada en el reconocimiento de los méritos y habilidades de cada persona, permitiendo su madurez y autonomía y normalizando formas de organización donde el control es descentralizado, el usuario final empoderado, y la distribución de recursos, compartida.
- Los tempos
- Los espacios: grupos de afinidad y colaboraciones en la Red; presencias anónimas y virales; trabajo de “marca”;  asambleas.
- El cómo: sé radical, pide lo posible.
- Aprender a ganar: siempre que hay transformación hay pérdida.
- Esta guerra es una guerra del lenguaje
- Hemos de estar presentes a todos los niveles.
- Hemos de dejarnos cooptar.
- Hemos de encontrar recursos dentro del sistema.
*

[2]  Erick S. Raymond, «La catedral y el bazar», en la versión de la Indianopedia.

[3] Gracias a mi amigo Stef que me ha pasado el “Culto del hacer”.
La fuente original creo que es esta, pero no estoy segura.

[4] Cuando digo “llorados de casa” no digo “llorar solo como un perro en casa”, digo “venir con las ideas claras y no vertir nuestras inseguridades y defectos en el espacio de organización”. Tenemos que construirnos redes afectivas fuertes, otros espacios donde asegurarnos los cuidados y las fragilidades, pero no exigir a desconocidos que van igual de necesitados y perdidos que nosotros que cubran nuestras necesidades afectivas y comprendan nuestros miedos. El espacio de la acción política y el de los afectos pueden coincidir pero no es la circunstancia más normal.
El texto sobre los espacios afectivos no es este, no busques nada de esto aquí; ese todavía no lo he acabado de escribir :-) . *


Otros textos que me parecen complementarios y muy útiles:

- Amador Savater: “¿Cómo se organiza un clima?


- Este DVD: es muy útil aunque completamente off-topic ;–)

- Jacques Lecoq, mi maestro de teatro, me enseñó dos cosas que no dejó escritas:
1- cuando entras en una improvisación, acepta lo que hay, usa los elementos que existen, nunca digas “no” intentando imponer los tuyos.
2 – Siempre y de todo pregúntate “¿Por qué?”.

Notas de trabajo para una r-evolución (versión actualizada el 18.04.12)

No hemos terminado
Lo que puedo aportar son básicamente unas notas de trabajo al hilo de  la acción de estos últimos meses sobre el tipo de lucha que hemos  estado construyendo a lo largo de estos años y, a nivel práctico, cómo  encarar los problemas que nos estamos encontrando en este momento.
Consideramos que la lucha de la que hemos participado para la defensa de Internet y del compartir ha sido crucial para llegar al movimiento del #15M.
Crucial a varios niveles.
Por la madurez que ha creado de forma transversal en la opinión pública, tanto en el defender algo que posee y le quieren arrebatar como es el Internet neutral, como en las formas éticas de relacionarse.
Es evidente que el uso de la Red de Redes está cambiando la historia de la humanidad. No solamente está permitiendo formas capilares de contrainformación y de autoorganización; no solamente los poderes fácticos están atónitos ante el fin de la univocidad de sus mensajes, de sus monólogos, frente al fin en tiempo real de la impunidad de decisiones para perpetrar su poder y sus propios intereses, sino que la gente – a través de la Red y como la Red – está acabando dialécticamente con la atomización de las ideas de cambio y con la endogamia de los grupos, estableciendo una nueva ética basada en el reconocimiento de los méritos y habilidades de cada persona, permitiendo su madurez y autonomía y normalizando formas de organización donde el control es descentralizado, el usuario final empoderado, y la distribución de recursos, compartida.
La Netiqueta [1] ha enseñado y vertebra el comportamiento de las personas en el grupo, resolviendo al menos en parte uno de los problemas que siempre hemos tenido en los movimientos: el aspecto psicológico, la realización de cada persona en la lucha. Esta dimensión, que se suele descuidar, es una de las que más contribuyen a la destrucción de los movimientos.
Con el mismo medio, aunque por razones en parte diferentes aquí que, por ejemplo, en los países árabes, la opinión pública se ha preparado para la re-evolución.
No solo es posible cuando se toca fondo, no solo es posible por la desesperación, sino también cuando nos dotamos de herramientas que nos permitan pensar y desarrollar autonomía, pensamiento e inteligencia.
Ya en nuestro texto para el FCForum del 2010 [2] explicabamos que la evolución de la opinión pública española  sobre la defensa de Internet y en contra de la Ley Sinde no era una  anécdota sino la construcción de algo.
En el texto se decía que «en el Estado Español:
- compartir es legal y la gente  lucha masivamente para que así sea;
- una tienda pequeña tumba por  la vía legal a las mayores multinacionales del entretenimiento  quitándoles (eso esperamos) su mayor fuente de financiación que es el  canon;
- las prácticas anacrónicas de las entidades de gestión y de  los lobbies de las industrias culturales han creado una conciencia muy  clara de los abusos que se estaban cometiendo y de los defectos  legislativos, así como una opinión pública muy formada y activa sobre  temas aparentemente técnicos y, aparentemente, no de vida o muerte;
- más de 200.000 personas se adhieren al Manifiesto “En defensa de  los derechos fundamentales en Internet” y a las acciones contra la Ley  Sinde como la lista de Sinde o la constitución de Red Sostenible, etc.;
- 200.000 personas interactúan con el D’evolution Summit durante la  cumbre de ministros de la UE;
- se echa a un ministro en 2009 con  la campaña Molina Pírate.
O sea, Spain no se debe tratar como una  excepción en vía de extinción, sino como una palanca, como un punto de  partida.», una primera victoria para una lucha más amplia.

La conciencia de que es necesario defender Internet ha calado muy hondo y, junto con la articulación de las luchas en las redes sociales, ha sido el campo de entrenamiento y de empoderamiento y la mecha subyacente a la explosión del movimiento #15M (que naturalmente bebe y se constituye por la convergencia de muchos años de muchas luchas muy diversas, además de la posibilidad de compartir masiva y colectivamente el hartazgo antes vivido en privado).
Dicho esto como premisa, miro cómo nos hemos desenvuelto en este contexto apuntando algunas “leyes” básicas:
Los tempos
Como muy bien definió una compañera de DRY, se trata de:
primero indignar; segundo, informar y, tercero, hacer que cale la estrategia.
Se trata de encenderte no de enseñarte, decía Jean Genet.
Y añado una cuarta fase: normalizar el mainstream, ofrecernos a ser cooptados,
poner en evidencia la falsedad de los lugares comunes con ironía y sentido común, no con el dogma. No educamos; compartimos y magnificamos percepciones comunes.
Contrariamente a los que  dicen algunos  últimamente, tenemos prisa. Nuestro tempo es el tempo  histórico, no el  tempo psicológico. Para convencernos de ello usamos  una frase de  Andretti, corredor de fórmula 1, que dice: “Si todo parece  estar bajo  control es que no estás yendo lo bastante rápido”.
Los espacios
1 – El trabajo que se realiza en la sombra es por grupos de afinidad y colaboraciones en la Red.
Preferimos primar un espacio protegido y no abierto, aunque en red con la Red, para que la intensidad de la lucha se encare en un ambiente psicológicamente saneado.
2 – El trabajo que se realiza hacia fuera es de dos tipos: son presencias anónimas y virales, controladas pero incontables, inapresables y que todo el mundo puede hacer suyas;
o, sino, es un trabajo abiertamente de marca por grupo de afinidad o por alianzas en Red. Participamos de varias de estas marcas en el campo de la lucha por los derechos en el entorno digital, cada una con un entramado y complicidades diferentes y que cubre un target diferente: X.net es más bien una asesoría; los oxcars es un show que rescata – o al menos lo intenta – a la comunidad artística de su papel de siervos y excusa para la privatización del conocimiento y la destrucción de la neutralidad de la Red, un ejemplo práctico para normalizar a nivel de mainstream la cultura libre, una exhibición que se ofrece abiertamente a la cooptación por parte del sistema y de cualquiera que se pase por ahí; el FCFORUM, un lobby internacional muy serio, un caballo de Troya en ministerios y comisiones europeas; o Red SOStenible, la marca de lobby española…
Estas son solo algunas. Nadie sabe cuántas son, cuántos son y quiénes, quién es el responsable, ni lo que van a hacer pero son marca a la luz del día, puedes relacionarte con ellas y obtener buenos resultados.
3 – Por último, en tiempos de bonanza nos diluimos, poniendo  nuestras habilidades al servicio de las decisiones colectivas; nos  diluimos en la asamblea general del pueblo que, con su inteligencia  colectiva apabullante, no deja de sorprendernos a pesar de haberla  teorizado: cuando todo está perdido, una asamblea madura, de gente que  tiene opinión propia y que se ha formado y contrainformado en la Red,  libre de dogmas de uno u otro color, una asamblea de entre 1000 y 4000  completos desconocidos, misteriosamente hace la cosa justa.
No siempre se dan estas circunstancias. En momentos de reflujo el espacio sano de la asamblea lo suelen ocupar “reiteradores” que intentan convencerse a simismos que a fuerza de repetir las mismas palabras estas tiene vigencia, sin darse cuenta que tan solo producen una fuga generalizada a otros espacios, dejándoles frente a una asamblea de simismos.

El cómo
Últimamente estamos diciendo:
sé radical, pide lo posible.
Aquí llega un aspecto violentamente confrontativo con un sector – pequeño, por suerte – del movimiento 15M. Si se me permite una simplificación un poco caricaturesca debida a la exasperación por la cantidad de horas que hemos dedicado a debatir con él, este sector está constituido por los que consideramos el verdadero problema. Trolls a parte, estoy hablando por un lado de los radicales “puros”, que piensan que el sistema no se puede reformar – hasta aquí de acuerdo – pero que también sabotean los intentos de utilizar demandas reformistas como arma de guerrilla; y, por otro lado, de los “intelectuales críticos”, que no se ven mucho por las asambleas porque están ocupados rescribiendo la historia con texto del tipo “Ahora, ¿qué? Un 19J pacífico destruye el potencial revolucionario”.
Nosotros pensamos que las demandas de reformas destruirán el sistema actual, porque el sistema está preparado para encarar enemigos pero no para que estallen sus propias contradicciones internas.
Encarar el sistema a un imposible ontológico, “destrúyete”, ya le ofrece su defensa, la de ser tu antagonista. Si fuerzas a un sistema cerrado en torno a sus privilegios a “mejorarse”, solo le queda la deserción y la fuga como salida. Todo sabemos que al enemigo hay que dejarle una vía de salida si queremos ganar.
También debemos aprender a ganar. En estos días de grandes victorias vemos claramente lo que cuesta aceptarlas como tales.
No sabemos ganar. Quien magnifica el enfrentamiento no consigue “hacer” porque el enfrentamiento es su “hacer”. Ahora que estamos ganando se deben abandonar posturas de trinchera desde la libertad de mediar con nuestras dependencias sin necesidad de destruir.
Siempre que hay transformación hay pérdida, también en los cambios positivos, y no por eso no han de producirse. Tenemos que ser conscientes de ello para sobrellevar la nostalgia.
Lo que ha destruido grandes experimentos revolucionarios es el miedo interno a lo nuevo; por eso nos interesa la cooptación de nuestro mensaje, y nos interesa asumirla como una victoria.
Quizás esto que voy a decir sea un poco “islandés”, pero lo comparto con mucha gente del movimiento del 15M.
Si en tan solo un mes los políticos han dado ya varios pasos intentando copiar o aplicar nuestras demandas, nos debemos alegrar y marcarlo como victoria.
Con VdVivienda no nos marcarnos este tanto cuando la Chacón puso la “ayuda para jóvenes” [3]. Es difícil marcarse como un tanto una tal infamia pero el no hacerlo posiblemente fue lo que nos hundió entonces.
Porque la acusación que más daño nos hace, ya que nos hace perder comunicación con gran parte de la gente, no es que seamos unos violentos, sino que seamos una chavalada que protesta sin nada que proponer e incapaz de gobernarse.
Claro que los políticos que intentan picotear de lo que decimos lo hacen mal, claro que lo hacen por populismo , pero están siendo obligados a hacerlo porque así lo hemos exigido. Claro que es una payasada, pero debemos celebrarlo como victoria, cada vez, porque demuestra que nos tienen miedo, porque, nos guste o no, somos votos, y perder votos es el despido para ellos. ¿No era lo que queríamos, despedirlos?
Nuestra fuerza es introducir dudas en sus cabezas, pesadillas,  a veces (contadas veces) pensamientos de justicia que nunca se hubieran imaginado llegar a tener.  Quebrar su estructura psíquica, su tranquilidad intocable.
Las técnicas de escrache son esenciales.
Es curioso ver que los que niegan está opción táctica, luego defienden fervorosamente las protestas contra las retallades, los recortes, como si esta no fuera la demanda más reformista y como si antes de las retallades el mundo hubiese sido bueno.
Esta guerra es una guerra del lenguaje
El primer cambio ha de ser en el lenguaje, desde una profunda autocrítica. Ya no podemos complacernos en el martirio de pedir lo imposible; hemos de evolucionar de nuestro papel de antagonistas perdedores. Si el propio lenguaje que utilizamos es incomprensible es para  hacernos los incomprendidos.
Tenemos que ser responsables de nuestros actos.
Si no somos leíbles para la mayoría, ayudamos a la fascistización de la sociedad.
Por la euforia y luego la fuerza que nos dio vernos unidos en tan grande multitud en el movimiento 15M, algunos están intentando imponer estéticas y lenguaje, dogmas que están en el tintero y que repiten como mantras desde hace ya muchos años. Es normal, son palabras por las que hemos luchado mucho y a las que tenemos mucho apego, pero son palabras muy connotadas y marchitas.
Que se me entienda bien, por favor: una cosa son las palabras y otra las ideas, que pueden ser excelentes pero que a menudo se pueden expresar, digamos, con sinónimos, teniendo al fin y al cabo el mismo objetivo.
El consenso masivo que hemos alcanzado con el movimiento 15M justamente no viene de ninguna de las palabras que llevamos años repitiendo.
Las palabras nuevas son, por ejemplo, “Islandia” o “Indignaos”, un librillo flojísimo en los contenidos pero que introduce un imaginario inclusivo y una palabra todavía sin explotar.
Nos estamos confundiendo; no estamos ganando por lo que siempre hemos dicho, sino por lo que siempre hemos defendido dicho con otras palabras y en un orden de menor a mayor: primero viene la abolición práctica de privilegios y luego la justicia global. Así nació el 15M y esta es su ola, queramos o no.
Lo que llevamos tiempo defendiendo ya conforma esta ola, cae por su propio peso y debemos decirlo con estéticas y palabras nuevas, ganadoras.
Las antiguas solo evocan derrota y división y ahora es el momento de la victoria y de una infinita diversidad con unos pocos mínimos comunes denominadores. Una asociación global de egoístas reformistas radicales.
Hemos de estar presentes a todos los niveles. Debemos trabajar la implementación de la democracia directa pero también desmantelar el poder existente por dentro y su imagen mediática y memética. Hemos de ser tácticos con las palabras y con los actos. Pensar una acción por el resultado real y concreto que quiere obtener, no por razones viscerales o de justicia en abstracto…
Si le pides a la gente que odie su forma de vida se pondrán en tu contra; si compartes el odio por las mismas frustraciones, seremos invencibles.
Como dicen muy banalmente los islandeses, “ocupar los medios para ganarse a la gente que mira la tele”.
¿No queremos este gran consenso? ¿Qué pasa?, ¿no queremos mezclarnos con el pueblo? Si usamos el lenguaje que entiende la mayoría, naturalmente estaremos usando un lenguaje copado por el sistema. ¿Y? ¿Cuál es el problema?
Lo que pide la gente (y yo me incluyo) es comprender las leyes que nos rigen. La gente empieza a ver que las leyes son textos accesibles y bastante surrealistas, escritos por simples mortales muy asustados de perder algunos de sus privilegios. Esta es la base del gran empoderamiento de las personas en este momento.
Ya no le tienen respeto a la ley y no me refiero a la idea de “ley”, sino a la “ley” cosa. La leen y la comentan. Ya no delegan esta operación a los especialistas.
Nosotros hemos estado trabajando así ya desde los tiempos de la ordenanza contra el civismo (2005).
La parte principal de juego para nosotras es estudiar la ley, comprenderla, explicarla con otras palabras, ponerla en ridículo, hackearla para inutilizarla, destruir su autoridad sustituyéndola por otros cauces positivos que, finalmente, sean cooptados con el mal gusto y retraso que caracteriza al sistema, haciendo tabula rasa de lo anterior.
CUÁLES SON LAS PRINCIPALES URGENCIAS AHORA, DE CARA A LA #GLOBALREVOLUTION
1 – Realizar un fork entre “imaginario islandés” y “imaginario griego” para que ambas puedan convivir sin cortarse las alas la una a la otra.
Lo que nos está resultando más difícil estos días es luchar contra el proverbio “mejor permanecer unidos” cuando la tensión interna es paralizante y cuando en realidad nuestra fuerza justamente es tener mil caras y mil nombres.
2 – Ha llegado el momento de mostrar resultados inmediatos. Estamos en ello.
3 – Para todo esto hay que generar economía: necesitamos pasta. Si no liberamos tiempo de trabajo político dentro del capitalismo, nos vencerán.
Conservas, la asociación cultural que tenemos montada, como institución cultural «anómala», en estos años ha llevado dinero de las subvenciones culturales a la r-evolución, siendo la cultura como la entendemos ingrediente fundamental de la r-evolución.
Obviamente, esto también ha supuesto bienestar a sus miembros, porque como decía antes, sin la salud económica de los artivistas la revolución pierde mucha energía.
Ahora que ya no hay subvenciones a la cultura, debemos redireccionar la letanía del sector cultural de “queremos más dinero para los artistas”. La pregunta no es cómo la sociedad dará de comer a los artistas; sino de dónde sacarán dinero los artistas para llevarlo a la revolución y a la sociedad.
Aparte de esto, estamos estudiando los sistemas de micro-créditos y crowdfunding para que dejen ese aspecto pauperístico y caritativo y se conviertan en fuentes de autofinanciación reales dentro y contra el sistema capitalista, en una dimensión más venture anarquism, parafraseando al compañero D. Kleiner, el Telekommunisten.
Como continuación del Manual sobre sosteniblilidad en la era digital que publicamos este año con el FCForum [4], estamos experimentando “fórmulas concebidas para permitir que los comuneros (todos aquellos sujetos que participan activamente en la producción, reproducción y gestión de los bienes comunes) compartan y exploten el procomún, pero condicionando el modo en que las empresas o entidades lucrativas se relacionan con dicho procomún”.
En aquellos casos en que se generen beneficios, la comunidad “creadora” debe percibir parte de esos beneficios.
X.net (exEXGAE) propone que el 15% de los beneficios obtenidos por las plataformas de distribución de contenidos se redistribuyan entre quienes aportaron contenidos a dichas plataformas según una estimación de raíz cúbica indirectamente proporcional basada en una escala de 1 a 1000 que va desde las obras con mayor número de visitas hasta una cantidad mínima acordada.
Por último, pedir el fin de los privilegios de políticos, banqueros y  ricos no es tan solo un posicionamiento  ético; es una forma de crear  presupuesto que perseguimos realmente.
Esto es todo.
Justicia y calidad
Simona Levi
Barcelona, 23 de junio de 2011
Licencia: puedes hacer lo que quieras con este texto mencionando la autoría
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NOTA
[1] Fragmentos del manual de Netiqueta de Hacktivistas.net
Piensa, desarrolla y después actúa
Antes de lanzar una idea, investiga. Puede que otro la tuviera antes que tú y la pusiera en marcha. Lo contrario sería especular con la no existencia de ese proyecto con anterioridad.
En la propuesta, proyecto, etc. deberás contar qué recursos necesitas, de qué recursos dispones tú y, lo mas importante de todo, qué vas a aportar. El hacktivismo se compone de dos partes: una son conocimientos, la otra son ganas. No es necesario que sepas intervenir las comunicaciones de medio planeta, otros se encargarán de esa parte, pero tu tendrás que aportar al proyecto todo lo que puedas, porque ha sido idea tuya y eres el máximo interesado.
Pero lo más importante es que hagas un seguimiento de tu propuesta. Lanzar ideas al vuelo y olvidarte de ellas es una pérdida de energía. De la energía de todas nosotras. Los hilos sin continuidad acaban por aparecer tarde o temprano, y convierten en humo el trabajo invertido en ellos.
Existen muchos miembros que están especializados en un tema concreto; hay que reconocer las habilidades de cada persona.
Los puntos de vista
Dicen que lo realmente difícil es entender a tu interlocutor. Estamos demasiado ocupadas pensando una respuesta para entender lo que nos dicen. En hacktivistas somos pioneras en leer, entender, y después, si no queda más remedio, opinar. Vamos a ponernos en tu lugar antes de mostrar el desacuerdo contigo. Y esperamos que tú hagas lo mismo por nosotras. Existen dos opciones que puedes valorar, y verás que ninguna de ellas es la correcta. Por un lado puedes dar por sentado que cada cual tiene una opinión válida que debe ser sometida a un diálogo del que pueda surgir una acción colectiva. Necesario si se quiere fomentar la participación. La otra opción es suponer que todas somos idiotas, y que no tenemos ningún derecho a equivocarnos, descartando así el mensaje. Como ves, ninguna de las dos suposiciones son del todo fiables. Por eso nos situamos en el centro. En la opción de entender antes de actuar.
[2] http://whois–x.net/impuesto-sobre-conexion-a-internet
[3] http://economia.elpais.com/economia/2007/09/18/actualidad/1190100777_850215.html
[4] http://fcforum.net/es/sustainable-models-for-creativity