“O los gobiernos se deciden o el clima quedará fuera de control. Entrevista a Ed Hawkins
Ed Hawkins
Ed Hawkins, científico del IPCC y autor de las "Franjas de Calentamiento" explica por qué no podemos esquivar la encrucijada en la que se encuentra hoy el planeta: "La ciencia se muestra hoy clara. Hasta ahora la Tierra se ha calentado 1,1 grados. Para intentar mantenernos por debajo de 1,5 necesitamos reducir a la mitad las emisiones de CO2 para 2030 y alcanzar el "cero neto" en 2050". Son demasiadas promesas para la COP26 - advierte -, se necesitan compromisos concretos y oportunos en cada país, de lo contrario superaremos el umbral de intervención". Le entrevista para il manifesto la periodista Stella Levantesi.
Las Franjas de Calentamiento muestran el aumento de las temperaturas con colores. Ordenadas cronológicamente, desde 1850 hasta hoy, las bandas verticales de colores representan el aumento de la temperatura media global, del azul, más frío, al rojo, más cálido.
Este gráfico es la forma más inmediata y directa de entender visualmente el calentamiento global en el último siglo, y lo inventó el climatólogo británico Ed Hawkins, autor del último informe del IPCC. En esta entrevista explica el estado actual del clima y nos habla de los principales obstáculos para la necesaria acción política con el fin de evitar las consecuencias más demoledoras de la crisis climática.
¿Podría explicarnos la relación entre fenómenos meteorológicos extremos y cambio climático?
Del último informe del IPPC se desprende que las actividades humanas -principalmente la quema de combustibles fósiles- han calentado el planeta unos 1,1 grados hasta ahora. Y una de las consecuencias de ese calentamiento es que ha provocado que los fenómenos extremos, como las olas de calor y las fuertes lluvias, sean más intensos y frecuentes. Así que ya estamos sintiendo los efectos de un mundo que se calienta en los cambios del clima extremo.
Seguro que ha oído hablar de los medicanes [tormentas tropicales en el Mediterráneo] que han afectado al sur de Italia. ¿Considera que los medicanes y otros fenómenos meteorológicos extremos son manifestaciones físicas del cambio climático?
La forma que prefiero al pensar en esto es que siempre hemos tenido y siempre tendremos huracanes y medicanes, y olas de calor y fuertes lluvias, que son parte del clima que experimentamos. Y siempre seguiremos teniendo ese tipo de sucesos. Lo que ocurre es que el cambio climático está cambiando la naturaleza de esos fenómenos.
Así, cuando tenemos una ola de calor, hace más calor de lo que solía ser el caso, y cuando tenemos lluvias intensas, llueve más. Y el riesgo de inundación es mayor cuando tenemos un ciclón tropical o un medicán que golpea la tierra porque el nivel del mar es más elevado, lo que significa que hay más probabilidad de inundación de las costas. Lo que está haciendo el cambio climático es aumentar las repercusiones y efectos del clima que siempre experimentamos.
¿Puede hablarnos del proyecto Franjas de Calentamiento y del hashtag #ShowYourStripes? ¿Cómo surgió, qué es y cómo ha cambiado la visualización de datos para el público?
Empezó hace unos tres años, más o menos, cuando me invitaron a un festival de literatura en Hay, en el Reino Unido. Intenté idear una forma de demostrar los efectos de nuestro mundo en calentamiento a un público que probablemente no estaba acostumbrado a ver gráficos científicos.
Así que utilicé un conjunto de bandas de colores para representar los cambios de temperatura en la propia ciudad de Hay, utilizando simplemente una franja por año, y usando los colores para representar la temperatura de ese año en particular. Se puede observar que los colores cambian de azul a rojo en los últimos 130 años. Puse eso en la pantalla y pude ver al instante que la gente reconocía y entendía lo que estaba compartiendo. Y me pareció que iba a resultar una forma muy útil de comunicar más ampliamente.
Creo que necesitamos una extensa gama de formas de comunicar el cambio [climático] a diferentes públicos. Creo que las franjas pueden comunicar [esto] de la manera más sencilla y clara posible.
La clave del sitio digital y del proyecto ShowYourStripes es que nos muestra todos los países. Y algunos países, diferentes estados o diferentes ciudades en las que disponemos de registros prolongados. Lo que muestra es que, sí, las temperaturas globales se están calentando, pero eso significa que cada país se está calentando y que se están calentando las ciudades. Por lo tanto, comunicar el hecho de que el tiempo y el clima de tu zona se están viendo afectados creo que es un mensaje realmente importante, que no es un concepto remoto, sino algo que nos está afectando aquí y ahora.
¿Está de acuerdo en que ninguno de los obstáculos ligados a la búsqueda de soluciones a la crisis climática tiene que ver con la ciencia del clima? Los científicos del clima llevan décadas estudiando este fenómeno, con proyecciones más precisas cada año, y hay certeza sobre las causas y la mayoría de las repercusiones.
Sí, como científicos del clima, no lo sabemos todo sobre el clima, pero sabemos lo suficiente como para informar sobre las grandes cuestiones políticas, sabemos lo suficiente sobre los efectos del aumento de las temperaturas en la sociedad humana y en nuestros ecosistemas como para que los responsables políticos sepan las gravísimas consecuencias que tendrá que las temperaturas sigan aumentando.
La ENTREVISTA COMPLETA EN SinPermiso
Fuente: il manifesto global, 13 de noviembre de 2021
Traducción: Lucas Antón
El legado de Glasgow, una "reducción gradual" del carbón
Giuseppe Onufrio
La Conferencia de Glasgow se clausuró con un texto que, tras empezar endeble, se debilitó aún más en el tramo final en torno a la cuestión de la eliminación del carbón, a petición de la India.
El desfase entre la urgencia de las acciones necesarias y la lentitud de las negociaciones no es, desde luego, nada nuevo, pero esta vez está escrito blanco sobre negro.
De hecho, si nos fijamos en los pocos aspectos positivos del documento, ha sobrevivido la referencia al escenario de contención del calentamiento por debajo de 1,5ºC y la consiguiente necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% en el curso de la década.
Pero no se menciona el desfase entre la tendencia actual (que va hacia por lo menos +2,4°C) y los compromisos para alcanzar el objetivo. La presentación de nuevos objetivos voluntarios se ha pospuesto hasta 2022, retrasándose así respecto a la hoja de ruta fijada en París en 2015.
Recordemos que la COP26 debía haberse celebrado el año pasado y se pospuso a causa de la pandemia. Su importancia radicaba en que, cinco años después del Acuerdo de París, era necesario presentar compromisos más ambiciosos, tal y como exigía el mecanismo de negociación. Desde 2015, estaba claro que la tendencia de las emisiones y los compromisos ya asumidos conducían a un aumento mucho mayor de la temperatura media mundial, muy por encima de los 2°C, y por lo tanto a incumplir el objetivo de permanecer "muy por debajo" de ese umbral, posiblemente en torno a los 1,5°C.
EL TEXTO COMPLETO EN LA PAGINA WEB DE @SinPERMISO https://www.sinpermiso.info/textos/cop-26-dossier
Fuente: il manifesto global, 16 de noviembre de 2021
Traducción: Lucas Antón
COP 26: Por qué el Acuerdo Climático de Glasgow es mejor que su imagen. El pacto climático ha sido criticado. Pero algo de bueno contiene. En puntos esenciales, va más allá incluso del Acuerdo de París de 2015
Michael R. Krätke
El Pacto Climático de Glasgow, ¿un momento histórico? Después de dos semanas de la Cumbre Mundial del Clima, ¿podemos volver a concebir esperanzas? ¿Seremos capaces de dar un giro en el último minuto hacia una economía y un modo de vida neutros desde el punto de vista climático? Para la declaración final, China, India e Irán forzaron literalmente una rebaja en los últimos minutos de la conferencia. En lugar del discurso de abandono del carbón, ahora solo hablan de la reducción. Esto ocurrió para decepción de muchos delegados, a los que el presidente de la conferencia, Alok Sharma, pidió disculpas al borde de las lágrimas. Por supuesto, uno podía y debía sentirse frustrado, pero no había razón para llorar. A pesar de cierta relativización, el pacto climático presente sobre la mesa tiene mucho que cumplir. Establece el abandono de las energías fósiles y exige que se supriman las "subvenciones ineficientes" al petróleo, el gas y el carbón. Y de hecho todos son "ineficientes".
TEXTO COMPLETO AQUÍ: https://www.sinpermiso.info/textos/cop-26-dossier
Fuente: https://www.freitag.de/autoren/der-freitag/besser-als-sein-ruf
Traducción: Jaume Raventós
La Cop26 está sentenciada, y la culpa le corresponde a la huera promesa del "cero neto"
Yanis Varoufakis
"No nos equivoquemos, el dinero lo tenemos aquí si el mundo quiere usarlo", declaró Mark Carney, ex gobernador del Banco de Inglaterra y hoy enviado de las Naciones Unidas sobre el el clima, que representa a su vez a una alianza de financieros sentados sobre una montaña de activos por valor de 130 billones de dólares. Entonces, ¿qué quiere el mundo? Si la humanidad tuviera el poder de organizar una encuesta mundial basada en la idea de un ser humano, un voto, ese referéndum de toda la especie daría sin duda una respuesta clara: "¡Hagamos lo que sea necesario para dejar de emitir carbono ya!". Por el contrario, tenemos un proceso de toma de decisiones que culmina en el colosal fiasco que se está produciendo en Glasgow.
El fracaso de la Cop26 refleja el fracaso de nuestras democracias a ambos lados del Atlántico. El presidente Biden llegó a Glasgow mientras su gente impulsaba en Washington su proyecto de ley de infraestructuras en el Congreso, un ejercicio que desvinculó el proyecto de cualquier inversión seria en energías renovables y financió una serie de infraestructuras que emiten carbono, como la ampliación de carreteras y aeropuertos. Mientras tanto, en la Unión Europea, la retórica puede estar pintada de verde brillante, pero la realidad es de color marrón oscuro, ya que incluso Alemania espera recibir abundantes cantidades de gas natural ruso a cambio de dar luz verde al gasoducto Nord Stream 2. La UE debería estar creando una Unión Paneuropea de Energías Renovables, pero, por desgracia, nuestros líderes ni siquiera están debatiendo esta idea.
Hay tres razones por las que la COP26 está resultando una debacle tan espectacular. La primera razón estriba en un problema de acción colectiva en todo el planeta respecto al "free-riding" [las actitudes arovechadas]. Las grandes empresas, al igual que los estados, siguen el ejemplo de la plegaria de San Agustín: "Señor, hazme casto, pero todavía no". Todo el mundo prefiere un planeta en el que nadie emita carbono a un planeta que chisporrotee. Pero todo el mundo prefiere también retrasar el pago del coste de la transición si puede salirse con la suya. Si el resto del planeta hace lo correcto, el planeta se salva, aunque uno posponga egoístamente su propia conversión a la probidad medioambiental. Y si el resto del planeta no hace lo correcto, ¿por qué ser el único tonto que lo hace?
La segunda razón estriba en un fallo de coordinación global. En cierto sentido, Carney tiene razón: hay montañas de dinero en efectivo ociosas en el sistema financiero mundial, cuyos propietarios ultrarricos están dispuestos a invertirlo en actividades con bajas emisiones de carbono. Pero una inversión privada, por ejemplo, en hidrógeno verde, sólo dará beneficios si hay muchos otros inversores que invierten también en ella, y por eso todos los inversores se sientan a esperar que sean los demás los primeros. Mientras tanto, las empresas, las comunidades y los estados se unen a este juego de espera, sin querer asumir el riesgo de comprometerse con el hidrógeno verde hasta que las grandes finanzas lo hagan. Lo trágico es que no hay un coordinador global que ponga de acuerdo al dinero, las tecnologías y las necesidades disponibles.
La tercera razón es, sencillamente, el capitalismo. Siempre ha ganado ritmo a través de la incesante mercantilización de todo, empezando por la tierra, el trabajo y la tecnología antes de extenderse a los organismos genéticamente modificados, e incluso al vientre de una mujer o a un asteroide. A medida que el reino del capitalismo se extendía, los bienes sin precio se convirtieron en mercancías caras. Los propietarios de la maquinaria y la tierra necesarias para la mercantilización de los bienes se beneficiaron, mientras que todos los demás pasaron de la miseria de la clase obrera del siglo XIX a las fantasías tranquilizadoras del consumismo pequeñoburgués sin sentido.
TEXTO COMPLETO : https://www.sinpermiso.info/textos/cop-26-dossier
Fuente: The Guardian, 10 de noviembre de 2021
Traducción: Lucas Antón
Yanis Varoufakis Co-fundador del Movimiento por la Democracia en Europa (DIEM25), Yanis Varoufakis es diputado y portavoz de este grupo en el Parlamento griego y profesor de economía de la Universidad de Atenas. Es ex-ministro del Gobierno de Syriza, del que dimitió por su oposición al Tercer Memorándum UE-Grecia. Es autor, entre otros, de "El Minotauro Global".
Ed Hawkins profesor de ciencias climáticas en la Universidad de Reading (Reino Unido), ha sido colaborador o coautor de varios los informes del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático).
Michael R. Krätke es miembro del Consejo Editorial de Sin Permiso, profesor de economía política en la Universidad de Lancaster y colaborador asiduo de Der Freitag.
Giuseppe Onufrio activista del ecologismo desde los años 70, físico de formación e investigador sobre energía y medio ambiente y energético, es desde 2009 director de Greenpeace Italia.
Fuente:
Varias
Traducción:AAVV