Wednesday, December 18, 2019

Txoria txori (Mikel Laboa)*



Txoria txori que cantaba Mikel Laboa:
Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen alde egingo.

Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango.
O sea: «si le hubiera cortado las alas, habría sido mío, pero así habría dejado de ser pájaro».

Inversiones, tendencias y recomendaciones (dic 2019) | GEAB

Inversiones, tendencias y recomendaciones (dic 2019) | GEAB



El mundo se está volviendo a centrar en sus principales regiones. Esta tendencia, identificada desde hace mucho tiempo por el GEAB y validada repetidamente, obviamente no se refiere sólo a la dinámica de los gobiernos. También tiene consecuencias directas para las empresas. Y en particular esta: ¡no renuncies a tus bases! Ciertamente, una empresa necesita crecer. Es cierto que la deslocalización de la producción y/o la explotación de los mercados emergentes prometen beneficios a corto plazo. Pero cuidado, estos mercados emergentes se están llenando de competencia local que se está fortaleciendo y que ahora cuenta con el apoyo de gobiernos más nacionalistas que antes. Estos mercados son acogedores para las empresas extranjeras que les aportan empleo y conocimientos técnicos, pero no tardan en duplicarlos y mejorarlos. Peor aún, esta competencia emergente dejará su huella y se establecerá en Occidente, y el día en que las empresas occidentales tengan que volver a casa, el lugar ya estará ocupado. A medida que se produce una globalización más sedentaria, es hora de que todo el mundo -incluidas las empresas- se asegure, actualice sus planes estratégicos de repliegue y estudie las condiciones de supervivencia en un contexto de mayor competencia y de ralentización de las dinámicas de crecimiento cuantitativo. El futuro está abierto a un desarrollo cualitativo centrado en sus mercados de origen.




Sunday, December 15, 2019

Francia: el pulso entre Macron y el movimiento social continua. Dossier - Ellen Salvi, Pauline Graulle | Sin Permiso

Francia: el pulso entre Macron y el movimiento social continua. Dossier - Ellen Salvi, Pauline Graulle | Sin Permiso







Francia: el pulso entre Macron y el movimiento social continua. Dossier

Ellen Salvi 

Pauline Graulle 

15/12/2019
Después de dos semanas de huelgas y manifestaciones masivas contra el proyecto de reforma neoliberal de las pensiones de Macron y Philippe, tanto la coalición presidencial como la izquierda sindical y política hacen balance de la situación en Francia. El pulso entre el gobierno y los sindicatos ha obligado ya a la CFDT, el único sindicato a favor de un sistema de puntos, a sumarse a las protestas ante el anuncio del aumento de la edad de jubilación, rompiendo las promesas electorales de Macron. Las huelgas del transporte público, que han paralizado Francia, amenazan con extenderse en Navidad si no hay concesiones por parte del primer ministro Philippe, que se juega su permanencia al frente del gobierno. Las izquierdas, por su parte, se han reunido por primera vez en diez años para pensar una respuesta común, o al menos un apoyo unitario a las movilizaciones convocadas por los sindicatos, a las que se han sumado los “chalecos amarillos” y los estudiantes. SP

Macron juega con la indignación social
Ellen Salvi
Durante dos días, el ejecutivo ha tratado de calmar la indignación de la CFDT explicando que todavía hay "espacio para la negociación". Aunque invita a los interlocutores sociales a Matignon para un nuevo "ciclo de reuniones", el Primer Ministro continúa afirmando su voluntad de ahorrar dinero para inaugurar un “sistema equilibrado” de pensiones en 2027. Emmanuel Macron deja hacer ... para ver "si cuela".
Muchos se preguntan, incluso en la mayoría: ¿por qué? ¿Por qué el ejecutivo decidió darle la espalda a la CFDT cruzando lo que su secretario general Laurent Berger siempre ha presentado como una "línea roja"? El miércoles 11 de diciembre, un día después de una cena de arbitraje final en el Palacio del Elíseo, Édouard Philippe presentó el plan del gobierno para reformar el sistema de pensiones y reafirmó su deseo de ahorrar dinero, alentando a los franceses a retirarse más tarde.
Al hacerlo, el Primer Ministro ha roto con el único sindicato importante que apoya el principio de un sistema universal de reparto y por puntos. La CFDT decidió unirse a la movilización el martes 17 de diciembre para exigir la retirada de la nueva edad media de jubilación, programada para implementarse en 2022. Por lo tanto, el ejecutivo ha pasado las últimas 24 horas tratando de calmar la indignación de la CFDT asegurándole, como dijo el Ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que todavía hay "espacio para la negociación".
"Mi puerta está abierta y mi mano está extendida", repitió Edouard Philippe, quien invitó a los interlocutores sociales a un nuevo "ciclo de reuniones" en Matignon, "lo antes posible la próxima semana". El jueves por la tarde, por teléfono, el Primer Ministro "confirmó su propuesta de diálogo para continuar mejorando el proyecto del gobierno", dijo su equipo, refiriéndose a "una serie de temas", como "el establecimiento de la pensión mínima, las profesiones especialmente duras, la jubilación gradual y el apoyo a la transición al sistema universal”.
Cuando se le preguntó sobre el tema al margen de una cumbre europea celebrada en Bruselas el mismo día, Emmanuel Macron dijo que no haría "comentarios sobre temas nacionales", y agregó que "hay un gobierno trabajando en París, que ha hecho una propuesta, y ahora debe haber una concertación“. ¿Una“ propuesta ”que pide una nueva“ consulta ”? Sorprendente afirmación después del discurso de Edouard Philippe, quien explicó que el proyecto de ley de reforma de las pensiones se presentaría al Consejo de Ministros el 22 de enero y que contendría "literalmente" todo lo que 'declaró ante el Consejo Económico, Social y Ambiental (CESE).
Oficialmente, el ejecutivo no cede: la necesidad de lograr un equilibrio financiero en el momento del lanzamiento de la reforma, programada para 2027, es un punto "no negociable". Durante varios meses, Édouard Philippe ha estado advirtiéndolo a sus interlocutores: no aplicará un proyecto en el que no cree y hay una serie de elementos sobre los que no pasará. Por eso, como "hombre de derecha", siempre ha defendido la idea de introducir medidas "paramétricas" en la reforma inicialmente "sistémica" del Presidente de la República.
Al validar esta opción, Emmanuel Macron, quien se enorgullece constantemente de "hacer lo que dice", ha renunciado a su promesa de campaña que defendió hasta abril: "El desafío hoy no es elevar la edad de jubilación", dijo en 2017. Esta reforma "corresponde a los compromisos electorales” argumentó, sin embargo, el Jefe de Estado el viernes, todavía desde Bruselas, refiriéndose a "una reforma histórica para el país, histórica para la refundación de un estado de bienestar del siglo XXI".
Se negó a decir más: "Cuando lo considere oportuno, hablaré desde París", dijo: "Creo que es bueno que el gobierno esté trabajando, continúe y avance"-, el Presidente de la República todavía insistió en que su proyecto era "una reforma de refundación antes que nada, [...] una reforma de transformación de nuestro sistema y que mostrará toda su fuerza con el tiempo". "Por lo tanto, no es sobre todo presupuestaria", concluyó.
A pesar de su negativa, su cambio sumió a sus seguidores en la consternación. Es "un tremendo desastre", dijo Antoine Bozio, quien inspiró su reforma de jubilación por puntos. "El gobierno ha logrado ocultar todo el progreso social posible [del sistema universal - nota], para convertirla en una medida presupuestaria“.
El economista también recuerda los comentarios que el jefe de Estado todavía hizo en enero de 2018. "Rechazo lo que llamo "reformas paramétricas", enfoques contables de austeridad sin ofrecer nuevas perspectivas", dijo entonces. Debemos salir de este perpetuo estado de crisis en el que cada reforma de las pensiones es, en cierto modo, una modificación de último minuto, necesaria y siempre justificada en términos de las finanzas públicas, pero que daña la confianza y no cambia las reglas fundamentales de su funcionamiento”.
En las filas de la mayoría, los macronistas de centro-izquierda no tienen la intención de detenerse allí. "Al final, será Philippe o Berger, y haremos todo lo posible para que sea Berger", murmura uno de ellos. Sin embargo, el día anterior al discurso de Edouard Philippe parecía justo lo contrario en una ceremonia en el Palacio presidencial, en presencia del asesor especial de Emmanuel Macron, Philippe Grangeon, ex colaborador de Nicole Notat en la CFDT, quien, según un testigo citado por France Inter, "no lideró nada". "Así que asumimos que vamos a perder a la CFDT", dijo uno de los invitados esa noche. Los otros asintieron. Y "la línea Philippe-Kohler-Ribadeau-Dumas ha vuelto a ganar ...", desliza un asesor ministerial, con referencia al secretario general del Elíseo y al director del gabinete del primer ministro.
Muchas personas en la cima del estado siguen convencidas de que Laurent Berger no forzará el actual equilibrio de fuerzas. "Cuando se encuentra uno en una situación crítica, no puede ignorar el equilibrio de fuerzas ...", asegura un asesor cercano del Presidente de la República, convencido de que el dirigente sindical terminará "asumiendo sus responsabilidades". Los ministros lo han repetido una y otra vez durante dos días: "Estamos proponiendo la mejor edad posible [...]. ¿Hay mejores soluciones? Tal vez, vamos a discutirlo, dijo Bruno Le Maire. Puede haber mejores soluciones, les corresponde [a los sindicatos] aportarlas. Depende de ellos demostrarnos que hay mejores soluciones”.
"Nadie puede dar por sentado u ocultar la verdad a los franceses sobre el estado del gasto social". Por otro lado, es obviamente posible discutir. Hay varias maneras de equilibrar el sistema, si los interlocutores sociales tienen una posición de equilibrio presupuestario, el Primer Ministro ha dicho que los escuchará ", señala también el Ministro de Acción y Cuentas Públicas Gérald Darmanin, en Le Figaro. Observaciones a las que Laurent Berger, escaldado por la forma en que han sucedido las cosas cuando se reformaron las reglas del seguro de desempleo, apenas da crédito.
"Si no funciona, tendremos que ceder en algo"
Durante los últimos dos años, Laurent Berger ha creído que seguimos mintiéndole. "Lo peor es no decirle la verdad", dijo el presidente del Senado,, Gérard Larcher, de Les Républicains (LR), quien asegura que tenía "relaciones regulares" con el dirigente de la CFDT. Sin embargo, aunque asegura que permanecerá abierto al diálogo, Edouard Philippe fue muy claro en cuanto al papel del futuro "órgano de gobierno” del sistema de pensiones: "No cuenten conmigo para enviar la papa caliente a los interlocutores sociales", dijo ante el CESE. Nadie nos creerá, nadie confiará, si no decimos cómo lo financiaremos”.
"No puedo explicarme por qué la CFDT se empeña en negar la cuestión de la financiación", dijo nuevamente el miércoles por la noche, frente a los diputados de la mayoría que estaban preocupados por la situación de crisis. "Tenemos la responsabilidad, él frente a su organización sindical, yo frente a todos los franceses, de decir cómo se financiará el sistema", había indicado unas horas antes en el noticiario de las "8 pm" de TF1. "La apuesta del ejecutivo es que Berger se desinflará y se alineará", dijo un diputado de La République en Marche (LREM).
Con los ojos clavados en las encuestas de opinión, el ejecutivo cree que puede ganar el apoyo de los franceses sobre el tema de la edad de jubilación. "Todas las encuestas van en esta dirección", confirma un asesor ministerial. Además, "siempre hemos sido muy claros en cuanto a que era necesario aumentar gradualmente el tiempo de trabajo", argumenta ahora el portavoz del gobierno, Sibeth Ndiaye. Lo hemos repetido sistemáticamente, no hay sorpresas". Y para convencer a quienes, a pesar de todo, continúan apoyando al movimiento social, los ministros confían en las vacaciones de Navidad.
"La amenaza de Navidad es inaceptable", dijo el equipo de Edouard Philippe a RMC, en respuesta a las declaraciones del Secretario General de la CGT-Ferrocarriles, Laurent Brun, quien advirtió el jueves que no habrá "tregua en Navidad, a menos que el gobierno recupere la razón antes”. No podemos "hacer rehenes a los franceses", insiste Matignon. Hay que ser muy estricto en Navidad, los sindicatos se equivocarán mucho si continuan los paros". "Es bastante irresponsable", dijo la ministra de Transición Ecológica, Élisabeth Borne. CGT-Ferrocarriles "tendrá la responsabilidad ante los franceses", agregó el secretario de Estado de Transporte, Jean-Baptiste Djebbari.
Al referirse a aquellos "franceses" que apoyarían la idea de trabajar más tiempo, el ejecutivo piensa principalmente en su base electoral, o más exactamente en lo que queda después de dos años de legislatura. Porque si el centro-izquierda, hasta ahora considerada la "piedra angular" de las elecciones de 2017, está molesta por el abandono de la promesa de Emmanuel Macron, la derecha, que hoy constituye la mayor parte de sus seguidores, aplaude algo que siempre ha defendido.  Quienes, entre sus tropas, todavía quieren creer al Presidente de la República, culpan a Edouard Philippe de esta situación.
Desde su nombramiento, el Primer Ministro, que siempre se ha negado a unirse oficialmente a LREM, ha despertado la desconfianza de algunos macronistas de primera hora, quienes intentan sistemáticamente recuperar la práctica del "fusible", un clásico de la V República. La misma cantinela, ya escuchada en la crisis de los "chalecos amarillos", es tarareada de nuevo en todas partes en la prensa: esta vez, el jefe de gobierno habría terminado "convenciendo" a toda lla administración, incluso a los indecisos, de la necesidad de defender sin fisuras su causa.
Un escenario que, en cierto modo, vendría bien al Elíseo, pero hace sonreír a quienes conocen bien a los dos hombres. "No imaginen por un segundo que Edouard Philippe puede torcer el brazo al Presidente", afirma un influyente parlamentario de la mayoría. "Hacemos estrategias con la indignación social", lamenta un parlamentario de LREM, que tampoco quiere dar nombres. Para él, esta forma de proceder denota la “incomprensión fundamental" del dúo del ejecutivo, y más ampliamente del cuarteto de enarcas que forman con Alexis Kohler y Benoît Ribadeau-Dumas, de "lo que es un movimiento social".
"No tienen ni idea de lo que está sucediendo en la sociedad", dice el mismo parlamentario. Una opinión compartida por un ex partidario de Emmanuel Macron, ahora retirado. "No entienden nada, y ese ni siquiera es su tema", dice. De cualquier manera, impulsarán su reforma. No tienen otra opción, ya que no tienen nada más que decir a los franceses. Un parlamentario de la mayoría, molesto por el giro que han tomado los acontecimientos, intenta una hipótesis final: "Creo que Emmanuel Macron está de acuerdo con su Primer Ministro sobre el fondo. Va a intentar conseguir modificar la edad de jubilación y si pasa, pasa, y si no tendremos que ceder en algo".
En este caso, surgiría la cuestión de la continuidad de Edouard Philippe en Matignon, argumentan algunos. El Primer Ministro, que esconde cada vez menos su deseo de ser candidato en las elecciones municipales en su ciudad de Le Havre (Sena Marítimo), tendría lista una salida. "Considero que un primer ministro está en Matignon siempre que se cumplan tres condiciones: la confianza del presidente, el apoyo de la mayoría parlamentaria y la voluntad de actuar. En mi opinión, se dan las tres", señala la persona interesada a Le Figaro en mayo de 2019.
¿Seguirán así después de semanas de movilización social? Los partidarios del jefe de gobierno están convencidos de ello. "Si Emmanuel Macron termina cediendo, el golpe será demasiado fuerte para él". Sin embargo, es difícil ver cómo el ejecutivo podría continuar imponiéndose contra todos. En medio de la crisis de los “chalecos amarillos”, algunos de los asesores más cercanos al Presidente de la República ya estaban preocupados por la falta de consideración otorgada a los organismos intermedios. Defienden un "cambio de método". Todavía estamos esperando.
La izquierda francesa se reúne en Saint-Denis
Pauline Graulle
Por primera vez en diez años, los dirigentes de los partidos de izquierda y ecologistas se reunieron la noche del miércoles 11 de diciembre. Mas allá del deseo compartido de derrotar la reforma de las pensiones, la búsqueda de una salida política unitaria resulta compleja.
Allí se sentaron par reflexionar, unos al lado de los otros. Desde el PS hasta el NPA, pasando por Lutte Ouvrière, el Partido Comunista, La France insoumise, Génération · s, radicales o ecologistas: los responsables de todo lo que la izquierda francesa tiene en movimientos, partidos y grupos, se reunieron este miércoles 11 de diciembre en la Bolsa de Trabajo de Saint-Denis (Seine-Saint-Denis).
La situación es seria: la reforma de las pensiones del gobierno amenaza a todas las fuerzas sindicales, incluida la CFDT que, después de las declaraciones del Primer Ministro, ha llamado a la movilización. Es un punto de inflexión.
Por una noche, Fabien Roussel, el líder del Partido Comunista, que tomó la iniciativa de  convocar el encuentro, quiso poner a un lado las diferencias ideológicas y estratégicas. Disputas y amarguras. El futuro de las pensiones bien vale una "gran misa" política. De ahí la razón del acto. Incluso si el rompecabezas que muchos esperan formar resulta complejo de hacer.
Algunos han venido un poco a la fuerza. Jean-Luc Mélenchon y Adrien Quatennens estaban retenidos en un programa de la cadena BFMTV, La France Insoumise (LFI) envió al diputado local, Éric Coquerel, que no estaba particularmente encantado de encontrarse a dos sillas del primer secretario del PS y frente a un auditorio donde se encontraban los peores enemigos de LFI - comunistas y socialistas - a nivel municipal en la circunscripción 93. Algunos habituales también estaban ausentes: Yannick Jadot. El hombre fuerte de los Verdes prefirió volar a la COP 25 en Madrid (sin embargo, publicó un texto el día anterior). Europa Écologie-Les Verts ha presentado a su nueva figura en ascenso, el recién elegido secretario nacional, Julien Bayou.
Después de una introducción de varios portavoces sindicales (de la CGT, Solidaires, la FSU y la Juventud Obrera Cristiana), Olivier Besancenot, portavoz del NPA, fue el primero en intervenir. "Quiero agradecer a Édouard Philippe desde el fondo de mi corazón, que haya conseguido reunirnos a todos", bromea. Querían que nos matáramos entre nosotros, pero no lo han conseguido”.
Perro es evidente que no todos hablan el mismo idioma. Se dibuja una sonrisa en algunas caras cuando Nathalie Arthaud, de Lutte Ouvrière, se lanza en sus vuelos líricos contra "el dictado del gran capital que tiene el dinero". Y cuando Julien Bayou se ofrece a reunirse nuevamente el 21 de enero -un día antes de que el proyecto de reforma de las pensiones se presente en el Consejo de Ministros y aniversario de la decapitación de Luis XVI-, los demás no ocultan que consideran la fecha muy tarde. Una prueba de que la ecología política siempre está detrás en términos de movilización social ...
Sobre el fondo también, hay diferencias. Entre quienes exigen el retorno a la edad de la jubilación a los 60 años, y los demás. Entre quienes no están, a priori, contra la jubilación por puntos, incluso si Olivier Faure, el primer secretario nacional del PS, comienza a ser crítico. Y aquellos, como Marie-Noëlle Lienemann (de la Izquierda Republicana y Socialista), Olivier Besancenot o Fabien Roussel, que lo rechazan por principio. "La línea roja no es solo la jubilación a los 64 años, también es el sistema de puntos", dice el cartero anticapitalista. Porque crea incertidumbre, "la reforma es una invitación a un sistema de jubilación mediante capitalización", abunda Eric Coquerel.
Olivier Faure lo sabe: tiene el papel del malo. El de la “izquierda de gobierno”, que decepcionó, que traicionó. El primer secretario del PS, que quiere “la unidad de acción de la izquierda", interviene con modestia. Hace su mea culpa, reconoce que "nosotros [el PS] hemos abierto el camino a los liberales".
También recuerda, a propósito, que hizo balance de los cinco años de Hollande. "Incluso si todo lo que se ha hecho no es negativo”. Y luego, la eterna “izquierda de lucha”, que conoce. Pero quiere mover barreras, incluso si eso significa presionar un poco a sus colegas de reunión: "Ve y explica que vas a financiar la transición energética, las pensiones de una manera más justa, que vas a poner más servicios públicos y más funcionarios. En algún momento habrá que pagar la factura ... “, advierte el socialista frente a un auditorio que se remueve.
Éric Coquerel, con los brazos cruzados: "Sí, creo que podemos tener postres y queso, porque es un cambio de sociedad lo que queremos. Por lo que escuché, todavía no hemos hecho un programa de gobierno juntos”. " Si realmente queremos la unidad, entonces tenemos que escucharnos y aceptar la idea de que somos diferentes”, juzga Faure.
Julien Bayou viene al rescate para relajar la atmósfera. Quiere distinguir entre "puntos de desacuerdo" y "pretextos de desacuerdo". Llama a "pasar de la coalición de rechazo a la coalición de proyecto" y cita a Martin Luther King: "No es necesario ver toda la escalera para subir el primer escalón”. Olivier Besancenot también es conciliador: "Antes de pensar en hacer soñar a la gente juntos, hay que mojar la camiseta y ganar”.
Fabien Roussel intenta encontrar el mínimo denominador común: la movilización contra la reforma del gobierno: "La retirada de la reforma de Macron es la declaración conjunta de esta noche. Todos estamos unidos y movilizados en esto. Todos pedimos que la manifestación del 17 de diciembre sea lo más amplia y unitaria posible. La primera lección de esta noche, y es histórica, es estar unidos sobre esto”.
Unidos "en contra", pero no "a favor". Olivier Faure quiere crear un intergrupo parlamentario del PS, el PCF y LFI. Eric Coquerel no ve mucho interés en ello. Fabien Roussel invita a todos, el 18 de diciembre, place du Colonel-Fabien, a un comité de enlace, para hablar, juntos, sobre el futuro. Siempre recibe el No de LFI, que solo quiere una cosa: ganar la batalla de las pensiones. Ni más, ni menos.
Queda una propuesta, sugerida por Besancenot, con la que casi todos están de acuerdo: reunirse el 17 de diciembre próximo, el día de la próxima gran manifestación, en un punto de bloqueo de los trabajadores del ferrocarril en huelga.
Antes del comienzo de la reunión, fuera de la sala, los participantes han llegado atravesando una pequeña multitud de periodistas. Toda la izquierda reunida en un mismo lugar: no lo habíamos visto desde ... ¿la movilización contra la reforma de las pensiones de Fillon en 2010?, ¿la movilización contra el Tratado Constitucional Europeo en 2005?
A decir verdad, nadie recuerda la última vez que sucedió. Pero se remonta al menos una década.
En la Bolsa de Trabajo, también circuló una hoja A4. El jefe del PCF ha aportado algunas ideas, algunas ideas para un programa común, después del discurso de Edouard Philippe que le ha indignado. Finalmente, no leyó el texto al final de la reunión. “Es un poco pronto", dice el comunista. Quizás la próxima vez.
  
Son periodistas de Mediapart, Francia

Wednesday, December 11, 2019

Argelia, 12 de diciembre: elección presidencial bajo máxima tensión, Por Paco Audije

Argelia, 12 de diciembre: elección presidencial bajo máxima tensión | Periodistas en Español





Argelia, 12 de diciembre: elección presidencial bajo máxima tensión

“No al voto”. Ese es el lema imperante en las últimas manifestaciones que se desarrollan en Argel y en otras ciudades del país. Porque en Argelia la ciudadanía movilizada no cree en la autenticidad de la prevista elección presidencial del jueves 12 de diciembre. Según el grito mayoritario de la calle, se trata más bien de un ritual político. Una representación, una apariencia. Una cooptación, en el mejor de los casos.
Le pouvoir, es decir, el régimen, el poder militar, trata de evitar las verdaderas reformas que necesitaría el país. El sistema dejó caer a Abdelaziz Boutefika; pero ha organizado una cita con las urnas. En la calle, se ve como una maniobra turbia para mantener el control de las instituciones. La autoridad electoral oficial ha admitido a cinco candidatos. ¿Quiénes son?
– Alí Benflis (75 años), quien ya fuera malogrado candidato “opositor” a Bouteflika en dos ocasiones. Exjuez, exministro de Justicia, exjefe del gabinete presidencial, exprimer ministro, exsecretario general del FLN (Frente de Liberación Nacional). Fue jefe de campaña del propio Bouteflika en su primera elección (1999). Muchos no creen real la ruptura posterior entre ambos.
– Abdelaziz Belaid (56 años). Es el candidato más joven y el único que nunca ha estado en el gobierno. Pero se le considera un viejo apparatchik del FLN y de organizaciones vinculadas al viejo partido único. Antes ligado a Alí Benflis, es también un excandidato presidencial (en 2014), dicen las malas lenguas que apoyado entonces secretamente por el círculo íntimo de Abdelaziz Bouteflika con el objetivo de “diluir” el voto de los demás candidatos.
–  Azzedine Mihoubi. Cumplirá 60 años el próximo día uno de enero. Poeta y novelista. Militante del RND, durante años considerado el partido-único-bis, podríamos decir. Hay que recordar que el RND (Rassemblement national démocratique) fue fundado (y remodelado) por el varias veces primer ministro, Ahmed Ouyahia, quien ha sido condenado por corrupción a 15 años de cárcel el pasado lunes 10 de diciembre. Exdiputado cercano al actual presidente provisional del país, Abdelkader Bensalah, el candidato Mihoubi ha sido director de la radiotelevisión pública argelina. Algunos lo consideran el favorito del aparato de poder.
– Abdelmadjid Tebboune (74 años). Exprimer ministro, exprefecto (wali), asimismo excandidato presidencial. Su imagen está afectada por la detención de un hijo suyo relacionado con el alijo de más de 700 kilos de cocaína en el puerto de Orán en mayo de 2018. También por la detención por corrupción de un hombre de negocios considerado cercano al candidato Tebboune. A pesar de su rápido cese, tras caer en desgracia menos de tres meses después de ser nombrado jefe del gobierno (en 2017), mantuvo su lealtad pública al clan Bouteflika hasta el final.
– Abdelkader Bengrina, también cumplirá años (67) el uno de enero. Como los anteriores, exdiputado, exministro, excandidato presidencial,  es el candidato obligado del islamismo oficialista. En Argelia, siempre tiene que haber alguna personalidad de perfil islamista para ilustrar así una cierta fachada de pluralismo. Bengrina fundó un nuevo partido en 2009, cuando el Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP, exHamas) decidió entonces  no presentar ningún candidato. Se proclama enemigo de la mafia Bouteflika y dice estar junto al Hirak (la protesta callejera). En las redes sociales se le recuerda, sin embargo, su pasado apoyo al fallido quinto mandato de Abdelaziz Bouteflika.
“Han lanzado en paracaídas a cinco bebés de Bouteflika. Cinco muñecos a sueldo para ocupar la magistratura más alta de la nación. Es una broma de mal gusto”, ha escrito el joven cineasta Karim Moussaoui.
Las protestas persisten en la calle
En la víspera del voto, varios miles de personas se han manifestado en Argel contra una elección que consideran trucada. La policía disolvió a los manifestantes tanto por la mañana como a primera hora de la tarde.
Foto de Ryad Kramdi (AFP)
En realidad, la protesta continúa desde hace ya unos diez meses de manera -en general- pacífica; aunque haya habido cientos de detenciones. Una parte de esos detenidos siguen encarcelados, pero la mayoría han sido liberados.
El eje de esta respuesta callejera se centra en el hombre fuerte del país, el general Ahmed Gaid Salah, Jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas. Es el promotor de la elección del 12 de diciembre. Contra la transición dirigida por el general, hay regularmente dos concentraciones fijas semanales: los martes, los estudiantes universitarios; los viernes, ciudadanos de todo tipo y condición. El grito mayoritario es Makash’l’vote! (no al voto).  Como símbolo, los manifestantes enarbolan una tarjeta roja con el lema ‘Voto No’. Esa tarjeta roja nos retrotrae al inicio del Hirak porque fueron los hinchas de fútbol los que empezaron a gritar eslóganes políticos reivindicativos desde los graderíos de los estadios.
Tras el abandono forzado de Bouteflika, el aparato de poder argelino no ha logrado que se celebren elecciones presidenciales. El movimiento callejero ha tenido éxito y nos recuerda que ya estuvieron previstsa el 18 de abril. Un nuevo intento fallido tuvo lugar el 4 de julio.
Los manifestantes exigen un cambio auténtico. Porque pese a sus distintos perfiles, los cinco candidatos actuales son personajes surgidos del viejo aparato. Y el empeño de la cúpula militar por controlar una nueva transición –más o menos real- se encuentra en vía muerta. La quiebra de la confianza popular en el sistema parece irreversible.
Algunas condenas ejemplarizantes
Ni siquiera ha servido para calmar los ánimos que -hace dos días- los jueces condenaran a duras penas de cárcel a diversos dirigentes históricos. Se trata de personalidades que han sido hasta hace poco la imagen misma del poder: los exprimeros ministros Ahmed Ouyahia y Abdelmalek Sellal han sido condenados a 15 y doce años de cárcel, respectivamente, por corrupción y financiación ilegal de las campañas de Bouteflika
Abdeslam Bouchouareb, exministro de Industria, que figuraba en los Panama Papers, es un huido de la justicia y está bajo la amenaza de una orden internacional de detención: ha sido condenado en rebeldía a 20 años de cárcel. Al menos, una docena de antiguos ministros y empresarios vinculados al clan Bouteflika también ha recibido duras condenas. Said Bouteflika, el hermano que controlaba los movimientos y la firma del expresidente, está detenido desde el 4 de mayo. En septiembre, fue condenado a 15 años de prisión “por conspirar contra la autoridad militar”.
Esas condenas no han logrado salvar la distancia persistente entre el hombre fuerte del país y la calle, donde se exige “el desmantelamiento completo del sistema”. Durante esta semana, los detenidos durante las manifestaciones se han declarado en huelga de hambre. Desde su perspectiva, la elección presidencial prevista el jueves 12 de septiembre aparece como una maniobra destinada a perpetuar el poder de los clanes que controlan Argelia desde su independencia en 1962.
Foto de Imène Amokrane para el diario Liberté (Argel)
A última hora de la tarde del miércoles, y a pesar de las intervenciones de la policía, los manifestantes ocupaban la zona de la Grand Poste, el corazón de Argel. Y nuevos grupos empezaban a bajar desde los barrios de la Alcazaba (Kasbah) y desde Bab el Oued.  Como una repetición de las manifestaciones populares del 11 de septiembre de 1960 que anticiparon el final del poder colonial francés dos años después.
A pocas horas de la apertura de los colegios electorales, la tensión sigue muy viva en Argel.

Friday, December 06, 2019

Francia: éxito de la huelga general contra la reforma de las pensiones | Periodistas en Español

Francia: éxito de la huelga general contra la reforma de las pensiones | Periodistas en Español



Francia: éxito de la huelga general contra la reforma de las pensiones

Mas de un millón de manifestantes contra la “reforma” de pensiones
La huelga general convocada en Francia por las principales centrales sindicales, a excepción de la CFDT, ha sido un éxito incontestable tanto por el elevado numero de huelguistas como por la nutrida participación en las manifestaciones: 800 000 manifestantes según la policía, un millón y medio en toda Francia, según fuentes sindicales.
Julio Feo: manifestantes en París el 5 de diciembre de 2019 contra el proyecto de pensión por puntos propuesto por Macron.
Julio Feo: manifestantes en París el 5 de diciembre de 2019 contra el proyecto de pensión por puntos propuesto por Macron.
Los transportes públicos y ferroviarios quedaron prácticamente paralizados y un 30 % de los vuelos fueron anulados en el transporte aéreo este jueves 5 de diciembre de 2019.
En París y en un centenar de ciudades como Marsella, Nantes, Toulouse, Tours, Lille… la participación ha sido masiva respondiendo al llamamiento de los sindicatos CGT, FO, SUD, FSU, CGC, UNL, UNEF, que habían convocado esta huelga general y jornada de movilización nacional.
Paris 5DIC2019 prive et public
Julio Feo: en París se ha reivindicado este 5 de diciembre de 2019 mantener el sistema público de pensiones sin los recortes propuestos por el Gobierno Macron
Julio Feo: en París se ha reivindicado este 5 de diciembre de 2019 mantener el sistema público de pensiones sin los recortes propuestos por el Gobierno Macron
Señalemos que las federaciones CFDT en la SNCF y RATP sostienen la huelga no obstante la oposición de su dirección nacional. La huelga en ambas empresas publicas es reconducible y prosigue este viernes 6 de diciembre. El trafico aéreo se verá así mismo perturbado y el 20 % de los vuelos previstos este viernes han sido anulados.
El movimiento de los chalecos amarillos, así como diversas organizaciones y partidos de izquierda han apoyado esta movilización contra el proyecto gubernamental de “reforma de pensiones” anunciado por Emanuel Macron. Los chalecos amarillos organizaron paralelamente ayer la ocupación del peaje de Saint Arnoult en la autopista A10, en las cercanías de Paris, con una operación “peaje gratuito”.
Paris 5DIC2019 Obreros metro en huelga
Julio Feo: los manifestantes contra la reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno Macron tiene muy claro que los privilegios los tiene la élite política y empresarial
Julio Feo: los manifestantes contra la reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno Macron tiene muy claro que los privilegios los tiene la élite política y empresarial. Arriba, trabajadores del Metro de París en la manifetsación del 5 de diciembre de 2019
En París, la manifestación que recorrió la ciudad de la estación del Norte a la Plaza de la Nación reunió cerca de 250 mil personas. A pesar de la ya habitual provocación policial, que consiste en permitir el agrupamiento de un centenar de “black blocs”, que se dedican a un enfrentamiento violento con la policía y a destrozar o incendiar lo que pueden a su paso, la manifestación iniciada a las dos de la tarde pudo llegar a su destino, a eso de las nueve de la noche.
La nutrida multitud que desfilaba pacíficamente fue bloqueada durante dos largas horas por un cordón policial en torno a la Plaza de la República, donde se produjeron diversos incidentes violentos fuera de la manifestación oficial. La estrategia represiva de la prefectura organizada y ordenada por el Gobierno se ha transformado hoy en una verdadera amenaza contra la libertad de manifestación en Francia.
Julio Feo: los manifestantes también han reclamado en París este 5 de diciembre de 2019 el derecho de protesta pacífico
Julio Feo: los manifestantes también han reclamado en París este 5 de diciembre de 2019 el derecho de protesta pacífico
Esas provocaciones filmadas tranquilamente por las televisiones de información continua, bien protegidas por la policía, permitieron una vez mas mostrar imágenes de incendios y de violencia, para mejor escamotear el poderoso mensaje de esta huelga general: La oposición firme y decidida del mundo del trabajo a la propuesta gubernamental de un sistema de “pensiones por puntos”. Según los sondeos de opinión, 62 % de los franceses sostienen la movilización social en curso, y 64 % estiman que Macron no comprende las dificultades sociales de la población.
La incapacidad y la impotencia de las fuerzas del orden para impedir la acción violenta de un centenar de reventadores debería ser motivo, a mi entender, de la dimisión del prefecto y del ministro del Interior. A menos que el objetivo sea dejarles el campo libre, para mejor desprestigiar e impedir las manifestaciones en Francia, lo que merecería en ese caso la dimisión del Gobierno y del propio presidente de la República.
Ferroviarios, Ratp y transportes urbanos, funcionarios, enfermeras y personal hospitalario, pensionistas, bomberos, estudiantes, profesores, pero también empleados y “cadres” (ejecutivos) del sector privado, periodistas, artistas del mundo de la cultura y del espectáculo, han participado masivamente en esta manifestación interprofesional e intergeneracional, lo que muestra que el tema de las pensiones es un elemento unificador de las diversas cóleras y luchas que se desarrollan en Francia contra la política ultraliberal de Macron.
El apoyo de la opinión publica no huelguista a esta masiva huelga general del sector publico, en la que la SNCF y la RATP y los transportes urbanos son el motor principal, será decisiva en los días venideros, en esta lucha para defender el sistema solidario de pensiones y de seguridad social en Francia.

TRAILER CANTARES DE UNA REVOLUCIÓN

Sunday, December 01, 2019

“Una izquierda que se aleja de las capas socialmente discriminadas y sus intereses es, también ella, responsable de la subida de las derechas”. Entrevista - Sahra Wagenknecht

“Una izquierda que se aleja de las capas socialmente discriminadas y sus intereses es, también ella, responsable de la subida de las derechas”. Entrevista - Sahra Wagenknecht | Sin Permiso





“Una izquierda que se aleja de las capas socialmente discriminadas y sus intereses es, también ella, responsable de la subida de las derechas”. Entrevista

Sahra Wagenknecht 

27/11/2019
Albrecht Müller: El diario de mi región publicó el 22 de noviembre en primera página el siguiente titular: “Wagenknecht destrona a Merkel”. Hubiera sido fantástico de haberse tratado de la cancillería. Sin embargo, se trata de una encuesta, de la que NachDenkSeiten ya informó el 21 de noviembre. Que haya superado en esta encuesta de preferencias a Angela Merkel es reseñable y gratificante. ¿Qué significa? ¿Qué piensa hacer con este potencial?
Sahra Wagenknecht: Por descontado, me alegré mucho del resultado de la encuesta, pero no debe ser sobreinterpretado. En este sondeo los encuestados deben puntuar si un político “representa sus intereses” o no. Los resultados varían de semana a semana por algunos puntos, lo que puede hacerle a uno subir o bajar. Así pues, ese puesto exacto es, por ahora, temporal. Lo que me alegra es que en estas y otras encuestas parecidas por lo general recibo buenos resultados. Eso muestra que la política que defiendo es la que muchos apoyan. Esta opinión es para mí un importante estímulo para continuar trabajando políticamente para otras mayorías y por una sociedad más solidaria.
AM: ¿Cómo podrían utilizarse estos resultados para reemplazar a Merkel o a su sucesora en la cancillería?
SW: Hace años que propongo otra línea política para La Izquierda de la que representa la actual dirección del partido. No debemos convertirnos en un partido del estilo verde-liberal, que con sus temas y discurso llega, en el mejor de los casos, a la clase media urbana y con estudios superiores. La tarea de un partido de izquierdas es representar a quienes deben esforzarse cada vez más por mantener su bienestar, esto es, a los damnificados por la globalización neoliberal, no a sus ganadores. Con esto no quiero decir que una izquierda que se perfile como defensora consecuente y popular de la clase media-baja y de los pobres pasado mañana pueda alzarse con la cancillería, pero en todo caso sería más fuerte que La Izquierda actual que, por desgracia, con la ausencia de Turingia y Bremen despide este año con un resultado catastrófico en las elecciones.
AM: Usted es algo así como la voz de la razón en un ambiente por lo demás muy poco dado a ella. Planteemos que su voz sigue siendo escuchada, ¿cuáles serían sus principales propuestas programáticas?
SW: Me parece importante aclarar los cambios de orientación que ha experimentado en las últimas décadas la política de izquierdas, su base social y su percepción pública en casi todos los países de la Unión Europea. Según una concepción clásica, la cuestión social, la lucha por buenos salarios y una seguridad social, era el núcleo de una política de izquierdas. En correspondencia, los partidos de izquierdas tenían su base en aquellos que dependían de un mercado laboral correctamente regulado, una buena infraestructura pública y un Estado del bienestar fuerte. Todas estas características fueron duramente combatidas en el marco de los estados nacionales y progresivamente socavadas a través de la globalización de la economía, la apertura de los mercados y los tratados comunitarios, que consagraban la retirada del Estado y la limitación de sus competencias reguladoras. Este desarrollo es una amenaza existencial para los estándares de vida de los antiguos votantes de los partidos de izquierdas. Para muchos, el declive social ha dejado de ser un temor en el futuro para convertirse en una amarga realidad presente, como ocurre con quienes han sido relegados a los empleos de bajos salarios en el sector servicios o para muchos de nuestros mayores con pensiones de miseria.
AM: ¿Sólo hay perdedores?
SW: También hay ganadores de la globalización neoliberal. Principalmente pertenecen a ellos la capa superior tradicional, que dispone de rentas y capital para invertir, y que pudo aumentar enormemente sus dividendos y riqueza en estos últimos años. Pero es importante entender que hasta cierto punto también pertenecen los ganadores la nueva clase media urbana, es decir aquellos en las nuevas profesiones altamente cualificadas y remuneradas que existen desde las finanzas y el asesoramiento hasta la programación de software, la publicidad o los medios. La mayoría de estos trabajos han surgido en grandes empresas de ámbito internacional, integradas a menudo en relaciones laborales transnacionales. Exigen el conocimiento de idiomas y un conocimiento profundo de otras culturas. Esta nueva clase media, surgida en las últimas décadas como un medio social autónomo y que reside en los encarecidos barrios de moda de las grandes ciudades, vive en otro mundo y tiene, en muchos aspectos, otros intereses que los del cartero que le sube por las escaleras sus pedidos por internet, la mujer que le limpia su casa o también el trabajador industrial de la pequeña ciudad, atenazado por el temor de que en cualquier momento su empresa será deslocalizada a un país con salarios más bajos o estándares medioambientales menos exigentes y, con ello, que desaparezcan las últimas empresas que pagan bien en su región.
AM: ¿Hablamos de los mismos sectores del electorado que han perdido los partidos de izquierdas?
SW: Las rentas altas urbanas son hoy el grupo de votantes más importante de Los Verdes, pero cada vez más también de los socialdemócratas y La Izquierda. Este medio social tiene una manera de pensar y de vivir según la cual, desde su punto de vista, la globalización, la emigración, la Unión Europea y el Estado nacional, son, hoy, de “izquierdas”, mientras que las antiguas corrientes mayoritarias socialdemócratas son de repente sospechosas de nacionalismo o incluso de racismo. El resultado es que la mayoría de los trabajadores y pobres considera hoy “la izquierda” como una ideología de los gobernantes, de quienes sacan tajada de la globalización neoliberal, y no se equivocan del todo. Es una evolución incorrecta, y grave. Una izquierda que se aleja de las capas socialmente discriminadas y sus intereses es, también ella, responsable de la subida de las derechas. La última victoria de la socialdemocracia danesa demuestra, por ejemplo, que una izquierda con una estrategia popular y orientada a las aspiraciones de la mayoría social puede volver a imponerse de manera sorprendentemente rápida a los partidos de derecha. Eso también sería posible en Alemania.
AM: ¿Cómo podría llevarse este discurso razonable a lo organizativo o a los medios?
SW: Se trata de tomar conciencia de qué va mal y por qué. Aceptar que antiguos votantes de La Izquierda no se pasan a Alternativa para Alemania (AfD) porque de repente se hayan tornado racistas, sino porque no se ven reflejados en partes importantes de la oferta política de la actual izquierda. No se puede declarar superado al Estado nacional, por ejemplo, y al mismo tiempo reclamar un fuerte Estado del bienestar, ya que no existe condiciones institucionales transnacionales ¡y menos aún el consenso!, para una redistribución a gran escala y una red social garantista. Pero justamente eso, una seguridad en los estándares de vida y no simplemente de existencia, fue antaño una de las demandas del Estado social alemán. Al apostar por un retorno de lo social en la política de izquierdas en vez de abanderar las políticas de identidad de moda de turno no se hace uno muchos amigos en los medios de comunicación, ni siquiera en los supuestamente de izquierdas. En ese sentido, tanto más importante son blogs como NachDenkSeitenMakroskop y otros para dar a conocer esa posición a la opinión pública. Personalmente acabo de abrir un canal de YouTube que espero que tenga repercusión. Comenzaré comentando semanalmente la actualidad y respondiendo a comentarios y preguntas.
AM: ¿Qué pasará con Aufstehen [En pie]?
SW: Aufstehen tiene hoy más de 150.000 miembros y vuelve a presentar una tendencia al alza. Se trata abrumadoramente de personas sin carnet de partido de lo que fue el medio socialdemócrata y que hoy apenas se sienten representados por los partidos de izquierdas. Muchos participan en grupos locales y organizan encuentros y acciones, como un debate entre Kevin Kühnert y yo misma en septiembre, que tuvo una repercusión nacional. La tarea decisiva, la de llevar a las calles un movimiento amplio con reivindicaciones sociales, no se ha cumplido hasta la fecha, aunque sigue siendo de plena actualidad. Los sueños de desmantelamiento social de la actual presidencia de la CDU pueden conducirnos a una situación de urgente necesidad de oponerse al próximo recorte de las pensiones y otros tipos de recortes en todo el país.
AM: ¿Ve la posibilidad de unificar a todos los grupos progresistas en nuestro país?
SW: Hay una parte significativa de nuestra población que hoy no tiene ninguna voz política y que no se ve representada por ningún partido. Tampoco por AfD, que, en parte, es la opción electoral de estas personas, representa en modo alguno sus intereses y la mayoría de ellos lo saben. Si la izquierda política se presentase como una fuerza convincente –ya fuesen los socialdemócratas, La Izquierda, o ambos partidos– que, de manera creíble, pugnase por un nuevo orden económico y social, que asegurase el bienestar de la clase media amenazada, demoliese el sector de trabajos precarios y mal pagados y protegiese a los ciudadanos de la explotación, la inseguridad y los tiburones financieros, esto sería, con toda seguridad, una fórmula de éxito. Además, urge por motivos medioambientales una re-regionalización de la economía, un Estado fuerte, innovador y con capacidad de inversión, y poner fin a la producción de usar y tirar, que es una gran derrochadora de recursos. Debemos hablar de nuevas formas de propiedad económica que posibiliten una nueva orientación en ese sentido. La sociedad anónima, con sus accionistas y orientación incondicional a los beneficios a corto plazo, no es ninguna base para ello.
 
diputada por Düsseldorf del grupo de La Izquierda (Die Linke), del que fue presidenta hasta el 12 de noviembre de 2019.
Fuente:
NachDenkSeiten, 25 de noviembre de 2019
Traducción:
Àngel Ferrero

Cumbre por el Clima en Madrid: De COP en COP, se acerca el cataclismo - Daniel Tanuro | Sin Permiso

Cumbre por el Clima en Madrid: De COP en COP, se acerca el cataclismo - Daniel Tanuro | Sin Permiso







Cumbre por el Clima en Madrid: De COP en COP, se acerca el cataclismo

La vigesimoquinta Conferencia de las Partes en la Convención Marco de la ONU sobre el cambio climático (COP25) comenzará dentro de unos días en Madrid. Inicialmente esta cumbre tenía que haberse celebrado en Santiago de Chile, pero el presidente chileno prefirió renunciar a ello. Como en estas cumbres se reúnen 10.000 personas era mejor que éstas no pudiesen dar testimonio de la salvaje represión policial del levantamiento popular contra la política ultraliberal del gobierno Piñera.
A modo de introducción, digamos que la Convención marco de la ONU se estableció en la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro en 1992. En ella se planteó a los Estados impedir "una perturbación antrópica peligrosa" del clima de la Tierra. Objetivo que debería ir garantizándose a través de las Conferencias de las Partes (COP) que desde 1995 se reúnen anualmente. Así pues, la reunión de Madrid será la vigesimoquinta.
Un balance negativo de la A a laZ
El balance de ese proceso es negativo de la A a la Z. Desde la COP1 a la COP 24, los gobiernos se han esforzado en buscar la forma de no reducir sus emisiones, de que sean otros quienes las reduzcan, de hacer el paripé de que las reducen deslocalizándolas, de lograr nuevos mercados para compensar su compromiso de reducirlas en dosis homeopáticas, o de hacer creer la idea absurda de que no talar un árbol equivale a no quemar combustibles fósiles.
El resultado de estas maniobras es que las emisiones anuales del principal gas de efecto invernadero, el CO2, son superiores en un 60% al nivel de 1990 y que actualmente se incrementan más rápido que en el siglo XX. Lo que lleva a que actualmente la concentración atmosférica de CO2, que en 1990 era de 350 ppm [partes por millón], se sitúe en 415 1/. Este nivel no tiene precedentes desde el Plioceno, hace 1,8 millones de años. En esa época los océanos alcanzaban un nivel superior entre 20 y 30 metros al actual…
Crimen contra la humanidad y la naturaleza
El acuerdo de Rio no definía el nivel de "perturbación antrópica peligrosa". Esta importante laguna se debió a las presiones de las multinacionales del petróleo, del carbón y del gas, así como de muchos otros sectores de la economía capitalista que dependen directamente de los recursos fósiles de energía (automóvil, petroquímica, construcción naval y aeronáutica, etc.) Además, fielmente secundados por los Estados a su servicio, los grandes emporios petroleros y del carbón dedicaron millones de dólares a pseudo-científicos encargados de difundir groseras falsificaciones clima-negacionistas en la opinión pública.
Desde 1992, y sin ningún escrúpulo, se pusieron en marcha todos los medios necesarios para explotar las reservar fósiles durante el mayor tiempo posible y evitar el estallido de una "burbuja carbono". Los responsables de estas maniobras y sus cómplices políticos, deberían ser juzgados y condenados por crímenes contra la humanidad y la naturaleza.
¿2ºC o 1,5ºC como máximo?
Fue necesario esperar a la COP21 [Paris 2015], veinticinco años después de la cumbre de Rio, para que se adoptara una decisión en relación al nivel de calentamiento que no se debería sobrepasar. En efecto, el acuerdo adoptado en la capital francesa estipula que la política climática tiene por objetivo "que el incremento de la temperatura se sitúe por debajo de 2ºC al tiempo que continúan los esfuerzos para no superar 1,5ºC". Pero este ambiguo texto (¿cuál es el objetivo: 2ºC o 1,5ºC?) no señala ninguna forma para alcanzarlo ni prevé ninguna sanción contra los países que no cumplan su parte en el esfuerzo. ¡Incluso ni siquiera hace mención a los combustibles fósiles que, sin embargo, son la principal causa del incremento del efecto invernadero!
El informe especial de GIEC hecho público en octubre de 2018 no dejaba lugar a la duda 2/: al contrario de lo que nos machacan los grandes media y los políticos desde hace veinte años, un calentamiento de 2ºC será mucho más peligroso para la especie humana y para las no humanas. Un ejemplo entre otros: el casquete glaciar de Groenlandia contiene suficiente hielo para incrementar en 7 metros el nivel de los mares. Ahora bien, los especialistas estiman que el punto de no retorno de su dislocación se sitúa entre 1,5ºC y 2ºC de calentamiento…
El espectro del planeta horno
No existe ningún congelador en el que introducir el planeta para enfriarlo. Dicho de otro modo, una vez desencadenada la dislocación de Groenlandia (o cualquier otro casquete glaciar) será imposible detenerlo antes de que se alcance un nuevo equilibrio energético del sistema Tierra. Entretanto, esta dislocación puede provocar un encadenamiento de "retroacciones positivas" 3/: transformación de la Amazonía en sábana, dislocación de los glaciares gigantes de la Antártida 4/, derretimiento irreversible del permafrost… Un gigantesco efecto dominó climático podría desembocar rápidamente en un incremento de 4 a 5ºC de la temperatura media de la Tierra.
Los especialistas temen que este desbocamiento del calentamiento conduzca al planeta fuera del régimen relativamente estable en el que oscila desde 1,5 millones de años (alternancia de períodos glaciares e interglaciares). La Tierra entraría entonces en un nuevo régimen, análogo al del Plioceno: el planeta horno. Es imposible hacerse una idea de lo que supondría, pero lo que es absolutamente cierto es que si nuestra especie sobrevive en ella, no será con una población de 7 u 8 mil millones de habitantes, y las personas pobres serán, sin lugar a dudas, las principales víctimas del cataclismo, la principal "variable del ajuste" (como se dice)… La inmunda e inhumana política migratoria en relación a las y los migrantes permite hacernos una idea de la barbarie hacia la que avanzamos.
¿Es posible aún permanecer por debajo de 1,5ºC?
Actualmente el calentamiento se sitúa alrededor de 1,1ºC en relación a la era preindustrial. Con el actual ritmo de emisiones, el límite de 1,5ºC se alcanzará hacia 2040. Hay que hacer todo lo posible para impedir que eso ocurra. Pero, ¿estamos a tiempo? ¡No del todo!...
El informe sobre el 1,5ºC del GIEC propone cuatro escenarios de referencia para la estabilización por debajo del umbral de riesgo (con solo ¡una oportunidad sobre dos de lograrlo!) 5/. Tres de estos cuatro escenarios no sirven. En efecto, se basan en la insensatez de una "superación temporal" del nivel de 1,5ºC y un enfriamiento posterior gracias al despliegue de algunas tecnologías; las llamadas "emisiones negativas". Esas tecnologías que retirarían carbono de la atmósfera. Ahora bien, suponiendo que funcionen (¡y a una escala suficiente!), suponiendo también que el carbono retirado de la atmósfera pueda ser almacenado en lugares seguros, de los que no pueda escapar, la situación es tan límite, que existe el riesgo de que la "superación temporal" provoque accidentes irreversibles. Por ejemplo, que iniciando la dislocación del casquete glaciar de Groenlandia… !que active un efecto dominó que conduciría al planeta horno!
El cuarto escenario posibilitaría permanecer por debajo de 1,5ºC sin una "superación temporal"; por tanto, sin "tecnologías de emisión negativa". Para ello sería necesaria una reducción draconiana de las emisiones mundiales netas de CO2: -58% de aquí a 2030, -100% de aquí al 2050 y emisiones negativas del 2050 al 2100 6/. Este escenario no se puede aceptar en su estado actual, porque implica (al igual que los otros) un fuerte desarrollo de la energía nuclear (+50% en 2030, +150% entre 2050 y 2100; es decir, alrededor de 200 centrales suplementarias, con un incremento considerable del riesgo de conflicto nuclear a la vista). Sin embargo, del mismo se puede deducir que el decrecimiento requerido de emisiones no se puede lograr sin una fuerte reducción del consumo mundial de energía (del orden del 20% en 2030 y del 40%, o incluso más, en 2050) y que, por su parte, esta reducción no puede alcanzarse sin un decrecimiento significativo de la producción y el transporte 7/.
La urgencia de un plan urgente
Es demasiado tarde para evitar la catástrofe que aumenta por todas partes. Somos testigos de las cada vez más intensas olas de calor, de ciclones y violentos tifones, del derretimiento de los glaciares de Groenlandia y del Antártico, de un aumento mayor que lo previsto del nivel de los océanos, de las violentas tempestades y precipitaciones, de la perturbación de los monzones, de los mortales incendios forestales y cantidad de otros fenómenos ampliamente difundidos por los media. Por no hablar de la rápida destrucción de la biodiversidad (originada en parte por el cambio climático) y sin olvidar otras facetas de lacrisis ecológica (sobre todo, la contaminación debida a los productos químicos sintéticos y los nucleótidos radioactivos).
El sentido común más elemental –o, mejor dicho, el instinto de supervivencia– exigiría elaborar los más rápido que se pueda y de la forma más democrática posible un plan mundial de emergencia para salvar el clima y la biodiversidad basado en la justicia climática y social; es decir, reduciendo radicalmente las escandalosas desigualdades sociales generadas por el neoliberalismo. Este plan debería contemplar la socialización de sector energético y el de la finanza (sin indemnizaciones, ni compras), porque es la única forma de desbloquear el futuro climático. Debería suprimir todas las producciones inútiles y nocivas (por ejemplo, las armas) y todos los transportes inútiles, porque es la forma más rápida de reducir drásticamente las emisiones. De ese modo se lograría disponer de un margen de maniobra para invertir en la eficiencia energética (sobre todo en la renovación/aislamiento de las viviendas) y para construir un nuevo sistema energético basado en un 100% en fuentes renovables.
Cambiar de paradigma: cuidados vs. producción, necesidades reales vs. beneficio
En el marco de ese plan, el agronegocio, la industria cárnica, la pesca industrial y la silvicultura industrial tendrían que ser reemplazadas por la agroecología, la pesca artesanal, la cría en praderas y una silvicultura ecológica. Estos profundos cambios, que se inscriben en la perspectiva de la soberanía alimentaria y energética, permitirían reducir substancialmente las emisiones y proteger la biodiversidad, mejorar la salud y crear cientos de millones de empleos útiles y cargados de sentido.
Este plan conlleva un completo cambio de paradigma. El beneficio ha de ser suplantado por las necesidades reales, el productivismo tiene que ceder su lugar al cuidado de las personas y la naturaleza. Se trata de reparar el daño realizado por el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado. Esto implica dotar al Sur global los medios necesarios para un desarrollo sin carbono, ofrecer a todas las personas una seguridad social digna de ese nombre, garantizar a las mujeres la igualdad de derechos así como el control de su fecundidad, y extender ampliamente el sector público, parapúblico y no mercantil. El pleno empleo, garantizado por la creación de nuevas actividades y por la reducción radical del tiempo de trabajo a quince horas semanales (sin pérdida de salario y con reducción de los ritmos de trabajo 8/, se convertiría en una reivindicación tanto ecológica como social. Por otra parte, el reparto del trabajo necesario es indispensable para que todas las personas puedan participar democráticamente en la concepción y realización del plan, así como en las tareas domésticas.
No hay salida a la crisis sistémica al margen de una alternativa anticapitalista. Para detener la catástrofe e impedir el cataclismo, resulta imperioso producir menos (producir para satisfacer las necesidades reales), transportar menos (la mayor parte del transporte está orientada a maximizar el beneficio de las multinacionales) y compartir más (prioritariamente, compartir la riqueza y repartir el trabajo necesario). Esta perspectiva ecosocialista también es necesaria para salir de la crisis de civilización engendrada por el capital, porque la libertad no es posible continuando con la ilusión de un consumo infinito basado en una explotación sin límite de la Tierra y de las personas. El consumismo no es más que una compensación miserable para una existencia miserable.
Ninguna solución vendrá de las COP
No hace falta decir que esta alternativa no puede venir de las COP. En efecto, en el marco de estas cumbres los gobiernos tratan –¡como mucho!– de resolver la cuadratura del círculo: evitar el cataclismo al mismo tiempo que garantizar la acumulación de capital y continuar con el régimen neoliberal (dicho de otro modo, el régimen necesario a la acumulación en un contexto de reducción de la tasa de beneficio y de sobreproducción generalizada). Por ello, más allá de los protocolos, de los impuestos sobre el carbono, de las cuotas intercambiables, del desarrollo limpio, de la finanza climática, de las COP anuales y de toda esa parafernalia, la acumulación capitalista, como un autómata, continúa llevando a la humanidad hacia el planeta horno de forma imperturbable.
Un cuarto de siglo después de Rio, de COP en COP, el cataclismo se acerca. La COP25 no va a revertir la tendencia. Uno de los principales puntos en debate será sobre el nuevo mecanismo de mercado previsto en el acuerdo de Paris (art. 6). Este mecanismo debería englobar y extender los dispositivos –en su mayoría fraudulentos– de compensación carbono puesto en marcha tras el protocolo de Kioto ("Mecanismo de desarrollo limpio" y "Puesta en pie conjunta"), a los que se añadieron los programas REDD y REDD+ (Katowice). Los inconclusos debates sobre cómo concretar el artículo 6 de Paris en la COP24 (Katowice) dejaron claro que el reto es siempre el mismo: anular con una mano, en la práctica, los compromisos de principio firmados con la otra.
El fracaso del capitalismo verde, el impasse del sistema
Los media saludaron el éxito de la COP21. En realidad, los gobiernos fracasaron en la cuestión fundamental, en cómo responder al desafío climático a través del mercado: el establecimiento de un precio mundial del carbono. No será fácil recuperarse de ese fracaso. Cuatro años después de Paris, una publicación del FMI puso en evidencia ese callejón sin salida. Los autores escribieron que el cambio climático podría causar "al límite, la extinción humana". Desgraciadamente, seguían diciendo, " probablemente el importante desfase entre los rendimientos privados y sociales de las inversiones con emisiones reducidas de carbono persistirá en el futuro, dado que las futuras vías de imposición y tarificación del carbono no están nada claras, sobre todo por razones de economía política (sic). Esto significa que actualmente no sólo no existe un mercado para mitigar el clima, porque las emisiones de carbono no están tarifadas, sino que tampoco existen mercados para una reducción futura, lo que resulta importante para el rendimiento de las inversiones privadas en tecnología, infraestructura y capitales orientados a la moderación del clima" 9/.
Traducción de este galimatías tecnocrático: es preciso actuar para evitar la desaparición de la humanidad, pero no es rentable; la diferencia de rendimiento entre la supervivencia del 99% y los beneficios del 1% "probablemente, persistirá", porque no hay poder mundial capaz de imponer un precio de carbono que sitúa a todos los capitalistas al mismo nivel en la carrera por el beneficio. Así pues, no se hace nada. Imposible imaginar una ilustración más clara del hecho de que el capitalismo no tiene nada más que ofrecer que la destrucción y la muerte.
La incapacidad de los gobernantes frente a la crisis ecológica, en particular la climática, no es el resultado de una misteriosa fatalidad o de la perversidad de la naturaleza humana, sino el resultado de cinco factores estructurales: el productivismo congénito al capitalismo impide producir menos; el régimen neoliberal de acumulación impide concebir un plan público; la contradicción entre la internacionalización del capital y el carácter nacional de los Estados impide hacerse cargo del desafío globalmente; la crisis de liderazgo imperialista impide incluso garantizar el mínimo orden en el desorden capitalista (un factor, sin duda, agravado por el clima-negacionismo de Donald Trump); por último, la crisis de la democracia burguesa basada en la demagogia electoralista impide ver más allá de los tres años. Todo ello es el producto de un sistema capitalista en fase terminal que, como decía Marx, "agota las dos únicas fuentes de toda riqueza: la Tierra y los trabajadores y trabajadoras".
Fin del mundo, fin de mes, un mismo combate ecosocialista
Pensar que una sociedad basada en la explotación del trabajo, el racismo, el patriarcado, la homofobia, la arrogancia colonial, la violencia, el abuso de poder y la profundización de las desigualdades podría mantener una relación respetuosa, cuidadosa, colaborativa, pacífica y prudente con (el resto de) la naturaleza es absurdo. ¿Cómo creer que no seríamos capaces de infligir a otros seres vivos lo que toleramos que se nos inflija a nosotros? ¿Cómo imaginar que un sistema que explota cotidianamente la fuerza de trabajo renunciaría a expoliar otras riquezas naturales? ¿Cómo suponer que una sociedad pueda respetar los servicios que le otorga la naturaleza cuando ella misma desprecia los servicios realizados gratuitamente por la mitad de la humanidad, las mujeres, en el marco de la reproducción social?.
No se podrán cambiar de arriba abajo las relaciones de la humanidad con la naturaleza sin cambiar totalmente las relaciones entre las personas humanas. Cuidar de nosotros mismos con la dignidad propia de nuestra humanidad es la condición sine que non para cuidar de eso a lo que pertenecemos.
"Fin del mundo, fin de mes: el mismo enemigo, la misma lucha". Esta consigna lanzada en las concentraciones que marcó la convergencia de los Chalecos amarillos y de las y los manifestantes por el clima en Francia da forma al fondo de la cuestión: las luchas contra la destrucción social y las luchas contra la destrucción ecológica son dos dimensiones de un mismo combate ecosocialista. La salida no está en las presiones a la COP. Está en la convergencia de las luchas de las y los explotados y oprimidos a favor de otro mundo posible y deseable.

Notas:
1/ Las partes por millón (ppm) son una unidad de concentración. 350 ppm de CO2 significa que sobre un millón de moléculas 350 son moléculas de CO2. Durante les 800.000 años que precedieron al siglo XX, la concentración de CO2 oscilaba entre 220 y 280 ppm.
3/ Así se denominan los efectos de calentamiento que aceleran el calentamiento.
4/ Los glaciares Thwaites y Totten (respectivamente, Antartida del oeste y este), desestabilizados contienen suficiente agua para incrementar el nivel de los mares alrededor de 7 m.
5/ GIEC, Resumen del informe especial sobre el 1,5°C para los decidores.
6/ Para respetar las "responsabilidades diferenciadas" entre el Norte y el Sur, el 58% de reducción mundial supone una reducción en torno al 65% para los países desarrollados.
7/ Para el consumo de energía, el GIEC ofrece las cifras de -15% en 2030 y -32% en 2050. Están subestimadas, porque se basan en la hipótesis de un fuerte aumento de la energía nuclear en el mix energético (+59% en 2030, +150% en 2050; es decir, poco más o menos, 200 centrales suplementarias). Si se excluye la energía nuclear (¡y es necesario excluirla), la reducción del consumo mundial de energía debería ser más del orden del 20% para 2030 y del 40% para el 2050. De todos modos, semejante reducción precisa de una reducción sustancial de la producción y el transporte.
8/ Manteniendo inalteradas el resto de cosas, el número máximo de horas de trabajo compatible con el presupuesto carbono residual sería de 16 horas semanales en los países de la OCDE (en un escenario de presupuesto carbono 2ºC). Philipp Frey, "The ecological limits of work", Autonomy, abril 2019.
9/ IMF WP/19/185, Sept 2019
Traducción: Viento Sur
 
Ingeniero agrícola, ecologista y activista socialista valón, es dirigente de la LCR-SAP del Reino de Bélgica.
Fuente:

https://www.gaucheanticapitaliste.org/de-cop-en-cop-le-cataclysme-se-rapproche/