El Gobierno había prometido en Bruselas una reforma laboral “extremadamente agresiva”, pero su resultado final, una vez puesta en marcha, no ha resultado suficiente para el Fondo Moneterio Internacional (FMI), que acaba de hacer públicas las conclusiones de su misión a España y reclama otra gran modificación que, de facto, abarate más el despido y facilite la rebaja de salarios. El objetivo, señala el documento, es reducir un nivel de desempleo “inaceptablemente alto”.
Los inspectores del FMI elogian la labor reformista del Ejecutivo de Mariano Rajoy, gracias a la cual “los desequilibrios exterior y fiscal se están corrigiendo rápidamente”, pero echan un jarro de agua fría a la campaña emprendida por el Gobierno —y por altos ejecutivos de empresas— en las últimas semanas por transmitir una imagen de optimismo y la idea de que España ya ha pasado lo peor y ve —a lo lejos— luces que indican la salida de la crisis. No es así, según el FMI, que se limita a señalar que “aunque hay signos de que la contracción de la economía podría terminar pronto, las perspectivas siguen siendo difíciles”. Las previsiones del organismo son más negativas que las del Gobierno. Admite que “un escenario más positivo similar al previsto por el Gobierno es ciertamente posible, especialmente a medio plazo si se llevan a cabo las reformas previstas”, pero que también hay riesgos a la baja.
El jefe de la misión para España, James Daniel, ha apuntado en la presentación de las conclusiones del informe en la sede del Banco de España, que en efecto la cuarta economía europea atisba algunos signos de recuepración, pero "ese no es el tema", ha recalcado, sino "si esa reactivación es suficiente para crear empleo". España, ha recordado después, históricamente, ha sido capaz de crear trabajos con crecimiento de a partir de 1,5%. El FMI insisite por eso en la rebaja salarial, que cree que aún tiene recorrido, ya que, según Daniel, el nivel de los sueldos no ha variadio mucho desde antes de la crisis.Pero el Fondo, que en sus reuniones de primavera ya propinó un duro varapalo a las perspectivas económicas de España, pide ir más allá de lo previsto, sobre todo en el ámbito laboral. “La reforma laboral del año pasado supuso mejoras sustanciales y está teniendo impacto”, señala el FMI, en línea con lo que sostiene el Ejecutivo, si bien los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) quitan la razón a ambos: se han destruido más de 800.000 puestos de trabajo desde que entró en vigor el nuevo marco regulatorio. Sin embargo, añade el Fondo, “la dinámica del mercado de trabajo necesita mejorar para reducir suficientemente el desempleo”.
Según afirma el Fondo en el informe, su propuesta es que “se alineen los costes de despido para los contratos indefinidos con la media de la Unión Europea y que se incrementen de forma más gradual con la antigüedad”, además de “reducir el número de contratos, ampliar el uso del nuevo contrato permanente”. El documento también plantea una mayor precisión de las causas objetivas de despidos, dado que reclama “reducir el margen de interpretación judicial de los despidos objetivos”. Y es que una consecuencia de la actual reforma laboral ha sido que muchos casos de despidos acaban en los tribunales, donde se determina si en efecto la empresa tenía causas objetivas para despidos procedentes.
Sueldos más bajos
El Fondo también considera que los sueldos tienen que seguir bajandoen España. Propone “el compromiso de los empresarios de generar incrementos significativos en el empleo a cambio de la aceptación por los sindicatos de una significativa moderación salarial” , además de otras vías para fomentar la contratación como “algunos incentivos fiscales a través de reducciones inmediatas en las cotizaciones a la Seguridad Social compensadas por incrementos en la recaudación por imposición indirecta en el medio plazo”.
Y también cree que, a no ser que la situación cambie en los próximos meses, son necesarias “reformas más profundas en la negociación colectiva” con el fin de facilitar que las empresas con problemas puedan aplicar rebajas salariales por debajo del convenio colectivo que las rigen, es decir, las llamadas “cláusulas de descuelgue”.
En el ámbito fiscal, James Daniel ha advertido de que aunque "hay que continuar la consolidación, el ritmo debe ser gradual". "El déficit sigue siendo muy grande y no es sostenible, pero los ajustes afectan al crecimiento", ha añadido antes de incidir en que también se puede actuar del lado de los ingresos. "¿Cómo? Hay muchas posibilidades, sobre todo en el ámbito de los impuestos indirectos", ha dicho Daniel, si bien ha dejado claro que no está pidiendo una subida del IVA. En su lugar, ha abogado por que "se aumenten los ingresos sin necesidad de tocar los tipos". Es decir, por aumentar la base impositiva (incementado los productos que pagan las tasas más elevadas), en línea con una de las últimas recomendaciones de Bruselas.Además de dar el visto bueno al documento sobre pensiones presentado por el comité de expertos que convocó el Gobierno, el organismo internacional pide mejoras en los mecanismos de control de los presupuestos y los gastos públicos. En este apartado, deja el recado de que se potencie la independencia “real y aparente” del consejo fiscal independiente con unos mandatos no renovables para su presidencia de cinco años o más.
Prudencia con los dividendos de la banca
En cuanto al sector financiero, pide una suavización del desapalancamiento financiero, de modo que el proceso de reestructuración sea compatible con que el flujo crediticio llegue a las empresas, uno de los grandes problemas de la economía española en este punto de la crisis. A los bancos les pide reforzar el capital, entre otras cosas con mucha prudencia en el reparto de dividendos.
Entre el resto de recetas, el FMI pide crear una "comisión de crecimiento" independiente para impulsar las reformas, cambiar el régimen de insolvencia empresarial (para facilitar las reestructuraciones de deuda) y personal, medidas para reactivar el crédito, aplicar el factor de sostenibilidad de las pensiones propuesto por los expertos y elaborar un presupuesto plurianual.
Pero no todo son deberes para España. El FMI también pide que el Banco Central Europeo (BCE) adopte nuevas medidas para frenar la fragmentación de los mercados financieros en Europa (por los cuales los países con problemas pagan altos intereses financiarse mientras a los fuertes puede resultarles prácticamente gratis) y que Bruselas avance en la unión bancaria.
Además, pide que el Banco de España mantenga abierta la opción del rescate "para ayudar a cimentar la confianza del mercado y reducir los tipos de interés". Sobre la posibilidad de que la línea de crédito de la ayuda se prorrogue, Daniel ha defendido que el debate se aborde con calma a finales de año.
Sin salir de sus indicaciones al antiguo instituto emisor español, el jefe de la misión del FMI ha defendido la necesidad de que el continúe de cerca con la supervisión. También, ha valorado las pruebas de resistencia a nivel local de las que, apunta, podría concluirse que las entidades necesiten más capital.
"Europa tiene que ayudar más a España", ha destacado Daniel, que ha reconocido que el principal problema que actualmente tiene el país está en la falta de crédito para las empresas solventes, por lo que instado al BCE a que garantice que su política llega a todas partes.
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