Monday, June 24, 2013

Evgeny Morozov EL MALOGRADO SUEÑO DE LOS DISIDENTES

Evgeny Morozov mienta la soga en casa del ahorcado | La pupila insomne

El diario El País reproduce este artículo de Evgeny Morozov, el teórico bielorruso de la ciberdisidencia que imparte cátedra en universidades norteamericanas y tiene acceso a publicaciones como Foreing Policy, The Guardian, Newsweek, The Wall Street Journal y el mismo periódico del grupo PRISA.
Aun permeado por cierta visión colonial -supone que los lectores argentinos se pueden beneficiar del acceso a las bibliotecas españolas y no al revés, cuando hay más noticias de censura en las bibliotecas madrileñas que en las porteñas- la visión de Morozov resulta muy reveladora por venir de alguien que en su momento creyó ver ven el gobierno norteamericano y su uso de la Red un promotor de la libertad. ”Cuanto más hace Washington para promoverla, peor van las cosas”, reconoce amargamente sobre ello el el profesor invitado de la Universidad de Stanford que sugiere que a los diplomáticos norteamericanos que pretenden utilizar Internet en sus estrategias de “cambio de régimen” puede “salirles el tiro por la culata”.
La base del análisis de Morozov es un programa conjunto con Amazon del Departamento de Estado  por 16, 5 millones en cinco años, implementado a sugerencia del autor que ahora se arrepiente porque el monopolio de libros en Internet, como todo Silicon Valley , “es visto como un ente que conspira con el poderoso, y que promueve cualquier agenda que convenga a Washington”.   
Evgeny Morozov no menciona el presupuesto de veinte millones de dólares anuales que recientemente diera a conocer el Departamento de Estado para promover el “cambio de régimen” en Cuba, con un fuerte componente en el uso de Internet, ni laparticipación del propio diario El País en esa estrategia; pero de todos modos tiene un gran valor mencionar la soga en casa del ahorcado.

El malogrado sueño de los disidentes

Evgeny Morozov*
Hace tres años, cuando yo era todavía un despreocupado ciberutópico, escribí un corto ensayo para Newsweek sobre “diplomacia de tecnología punta”. En ese artículo, con diferencia el texto más superficial que yo haya escrito nunca, reprendía a los diplomáticos norteamericanos por no aprovecharse del inmenso poder blando digital que una compañía como Amazon podía ofrecer. El Kindle, escribí, es “el instrumento soñado por los disidentes” ya que podría “poner fin a una época en la que en los países autoritarios los visitantes extranjeros tenían que pasar de contrabando los libros clandestinos”. Bastaría con que Washington patrocinara la diplomacia del Kindle y “financiase discretamente la compra de textos que considerase más influyentes y con más probabilidad de fomentar el pensamiento crítico”.
Bien, los disidentes pueden empezar a celebrarlo: tres años después, el Departamento de Estado norteamericano finalmente ha anunciado un ambicioso plan de colaboración con Amazon. El programa, que está previsto que transcurra durante los próximos cinco años, contempla un gasto por parte del Departamento de Estado de hasta 16,5 millones de dólares por la compra de un máximo de 35.000 Kindles, así como el pago de los contenidos (es decir, de libros) y de los costes de entrega. Un Kindle plenamente equipado cuesta unos 200 dólares, lo que deja casi 10 millones de dólares que pueden gastarse en libros, lo que, dados los bajos precios de Amazon, puede significar fácilmente un millón de unidades. ¿Adónde irían a parar esos Kindles? La idea es destinarlos a una selección de las más de 800 bibliotecas, espacios públicos de lectura y centros culturales, frecuentados por más de 6 millones de jóvenes, que el Departamento de Estado mantiene por todo el mundo.
Las razones que hay detrás de esa iniciativa parecen sólidas, al menos en teoría. El gobierno de Estados Unidos abastece sus dependencias culturales con libros, materiales de enseñanza y publicaciones periódicas de todo tipo; producirlos digitalmente permitiría ahorrar dinero y acelerar el procedimiento. Uno puede imaginar fácilmente un funcionamiento en el que los usuarios de un centro cultural de Argentina podrían tomar prestados libros electrónicos pertenecientes a un centro similar situado en España. Por otra parte, los libros problemáticos y censurados pueden leerse sin abarrotar las estanterías y sin llamar la atención de los censores gubernamentales locales. Los diplomáticos estadounidenses creen que el programa podría servir para hacer resaltar la imagen de Estados Unidos como líder tecnológico.
Lamentablemente, la realidad es mucho más complicada. Por lo que a mí concierne, ya no me parece que una asociación entre la diplomacia norteamericana y Amazon suponga de modo inequívoco una buena idea. De hecho, estaba completamente equivocado —por no decir que era peligrosamente ingenuo— hace tres años. Lo que yo no podía prever entonces era lo difícil que iba a ser para las compañías tecnológicas norteamericanas poder mantener un barniz de independencia cuando cooperasen con el gobierno de Estados Unidos. Silicon Valley aspira a ser visto como promotor de la paz, del acceso al conocimiento y del diálogo universal; en realidad, es visto como un ente que conspira con el poderoso, y que promueve cualquier agenda que convenga a Washington.
¿Realmente puede Twitter ser considerado independiente cuando el Departamento de Estado consiguió que sus dirigentes aplazaran el mantenimiento programado del sitio, como hicieron con ocasión de la fallida y sobrevalorada “Revolución Twitter” del año 2009 en Irán? ¿Realmente puede Google ser considerado neutral cuando pide ayuda a la Agencia Nacional de Seguridad, como hizo después de ser atacado (supuestamente por el gobierno chino) a comienzos de 2010? ¿Puede igualmente Amazon ser considerado neutral cuando se doblegó a la presión de los políticos norteamericanos y purgó a sus servidores de los archivos descargados por WikiLeaks, el más famoso enemigo público del Departamento de Estado, como hizo a finales del 2010?
¿Y los 16,5 millones de dólares que Amazon va a recibir no serán acaso el pago por su buen comportamiento durante la saga de los WikiLeaks? Probablemente no, pero inevitablemente así es como lo verán los teóricos de la conspiración de Moscú, Teherán y Pekín (y que la elección de Amazon no comporte haberse presentado a concurso solo supondrá fortalecer su postura). Entre los adversarios de Estados Unidos, Silicon Valley se ve cada vez más como simplemente otra nueva herramienta manejada por el poder norteamericano. Dado todo ese reciente rumor sobre programas espía de maquinación estadounidense, como Flame, los políticos extranjeros que usen sus Kindles para leer cualquier cosa deberían pensárselo dos veces: ¿cómo saben que el gobierno de Estados Unidos no está estudiando discretamente sus hábitos de lectura echando una miradita a la nube de Amazon?
Es probable que los adversarios de Estados Unidos estén contemplando esta nueva iniciativa con Kindle como una señal de su propósito de politizar el espacio del libro electrónico, como un astuto modo de utilizar la infraestructura de comunicaciones de Silicon Valley para impulsar discretamente los cambios de régimen. Pero si es o no el propósito de Estados Unidos promover cambios de régimen realmente aquí no importa. En la mayoría de los casos la política consiste en un 90% de percepciones y en un 10% de realidad. De hecho, los regímenes de ChinaRusia e Irán ya albergan inquietudes parecidas respecto a su confianza en el correo electrónico norteamericano, los buscadores norteamericanos, los sistemas operativos norteamericanos y las redes sociales norteamericanas, de ahí sus agresivos esfuerzos por prohibirlos, cambiar a alternativas de código abierto, desarrollar sus propios equivalentes, y proclamar que estos son bienes de importancia estratégica que no pueden venderse a inversores extranjeros.
En la era de Flame y de Stuxnet, virus desarrollados por el gobierno norteamericano y que se aprovechan de vulnerabilidades del software norteamericano, las citadas no son unas preocupaciones triviales. ¿Cuánto tardarán China e Irán en prohibir todo libro electrónico extranjero y en promover sus propias alternativas nacionales? ¿Y duda alguien que estas serían mucho peores para la privacidad y la libre expresión de los disidentes que el Kindle de hoy, el cual, por razones puramente políticas, podría ser cada vez más difícil de encontrar en esos países? Al llegar a un acuerdo con Amazon, el gobierno de Estados Unidos introduce incentivos perversos en el mercado global de los libros electrónicos. Herramientas anteriormente consideradas benignas e irrelevantes podrían ser vistas ahora como subversivas. Esa es la auténtica paradoja de la “agenda para la libertad de internet” norteamericana: cuanto más hace Washington para promoverla, peor van las cosas.
Y en eso estriba la lección para los bienintencionados miembros del servicio exterior (y los ex ciberutópicos como yo): independientemente de lo excelentes y eficientes que puedan ser los libros electrónicos, las redes sociales o los buscadores como suministradores de información, es un error pensar en ellos como simples herramientas con cometidos estables y coherentes (ni menos con efectos claros y fácilmente predecibles). Una vez amparadas por el gobierno norteamericano, en el vacío geopolítico de Silicon Valley esas herramientas ya no se dan. Una política exterior nacional con una historia laboriosa y compleja, los experimentos que Washington está llevando a cabo con armas cibernéticas, los anteriores roces de Silicon Valley con gobiernos autoritarios: esos son solo algunos de los diversos factores que han establecido el escenario que condiciona el modo en que serán interpretadas dichas herramientas. En otras palabras, sus funciones, aptitudes y efectos dependen de quién esté observando y por qué.
Eso no significa abrazar el derrotismo o que no sea asunto de los diplomáticos andar experimentando con la última tecnología. Pero sí que estos deben hacerlo con el pleno conocimiento de que sus buenas intenciones pueden ser malinterpretadas y ocasionalmente salirles el tiro por la culata. A menudo, su búsqueda de innovación puede no merecer la pena, especialmente si conlleva el riesgo de empeorar las cosas a largo plazo. Lamentablemente, todo lo que sabemos sobre la asociación entre el Departamento de Estado y Amazon sugiere que los diplomáticos norteamericanos no son conscientes de ello. Un instrumento soñado por los disidentes sigue siendo solo eso: un sueño.
*Evgeny Morozov es profesor visitante en la Universidad de Stanford y profesor en la New America Foundation. Su último libro publicado en España es El desengaño de internet. Los mitos de la libertad en la red. (Destino).
Traducción de Juan Ramón Azaola, tomada de El País.

Fútbol, samba, religión y protesta en Brasil

Fútbol, samba, religión y protesta en Brasil | InfoLibre.es



La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no llama terroristas a sus manifestantes, como hizo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan a los suyos; ni nazis o etarras, los adjetivos favoritos del Gobierno español ante cualquier contestación. La presidenta de Brasil ha dicho que se siente orgullosa de los manifestantes en las calles de Río de Janeiro, São Paulo y nueve ciudades, porque luchan por un mundo mejor y apoya a aquellos que se expresan de forma pacífica.Asegura que es necesario escucharlos. 

Rousseff habla así tal vez porque fue guerrillera y activista y tuvo que pelear y penar cárcel por conseguir la libertad. Nadie le ha regalado nada. Es una demócrata.

Pese al gesto presidencial –tal vez impostado; no lo sabemos–, la policía antidisturbios mantuvo enfrentamientos en varias partes del país. Algunos manifestantes trataron de asaltar ayuntamientos, como el de São Paulo. Es una situación explosiva, nada que ver con las protestas de 1984 contra los militares o las de los años 90 contra la corrupción que simbolizaba el presidente Fernando Collor de Mello. 

Esa corrupción incrustada en el tejido político-empresarial, que también afecta al Partido del Trabajo de Luis Inácio Lula da Silva y Rousseff, es otro de los motores del descontento. Para seguir vídeo y actualizaciones recomiendo el blog del The New York Times The Lede.



Algo sucede detrás de la publicidad, de los carteles turísticos, de las informaciones de carril que repiten lo que dicen los políticos y nunca lo que dice la calle. Y la calle, harta de tanta invisibilidad, ha estallado. En Turquía, la defensa del parque Gezi de Estambul ha activado un descontento mayor, el de la sociedad urbana y laica que rechaza laislamización invisible que poco a poco está conquistando la Turquía que creó Attatürk. 

Erdogan perdió los papeles ante la contestación primera, le brotó el sultán, esfumándose el supuesto demócrata. Su respuesta autoritaria fue gasolina para el incendio. Pese al despliegue policial, la represión, la ruptura entre las dos Turquías está declarada, ya es visible. Elislamismo amable que se propugnaba como modelo para las primaveras árabes ha quedado desnudo. Era propaganda.



El Brasil que gasta millones en estadios e infraestructuras para el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 es una gigantesca alfombra que esconde la pobreza, la inseguridad y el descontento.



La subida del transporte público ha desatado la furia. Es solo el equivalente a 20 céntimos de euro, demasiado en un país en el que el sueldo mínimo apenas supera los 230 euros.

El momento de las protestas no puede ser más inoportuno para las autoridades, con el telón de la Copa de Confederaciones levantado como ensayo final de lo que quiere ser el Mundial. Los momentos inoportunos y los escenarios mediáticos dan resultados. Varias ciudades, incluida Recife, donde jugó su primer partido España, han anulado las subidas. Igual que sucede en Turquía, la protesta es algo más que transporte, es contra un país y un Gobierno que han puesto la quinta velocidad en el crecimiento y el autobombo olvidándose de la gente. Business Insider publica cinco gráficos que explican el porqué de las protestas.

En Brasil, como en muchos países emergentes, existe una gran desigualdad: los más ricos, los más pobres. Siempre se dijo que el fútbol, la samba y la religión eran muros de contención, evitaban una revolución. El primero de los muros ha comenzado a fallar.

Mientras que la macroeconomía es la envidia de la alicaída Europa, la inflación de los últimos 12 meses (un 6,49%) se come la vida cotidiana de los brasileños. Los éxitos de los Gobiernos de Lula y Rousseff, que han reducido drásticamente el analfabetismo y sacado de la pobreza a 20 millones de personas, se vuelve contra ellos; quizá sea también una de las claves que expliquen los problemas del chavismo sin Chávez en Venezuela. Esa nueva clase baja, ya no paupérrima e inexistente, y el consiguiente engorde de la clase media, antes casi irrelevante, ha creado un nuevo mapa humano que exige derechos ymayor calidad de servicios públicos.

Las demandas sociales de la clase media brasileña
WSJ
Gráfico del Wall Street Journal. Para ver más información de este diario acerca de las protestas de Brasil pincha aquí

Son los jóvenes los que están saliendo a la calle. Como en Turquía, lasredes sociales representan un arma poderosísima de comunicación, información y movilización. Si los medios tradicionales están solo atentos al poder, Twitter, Facebook ayudan a que la calle se comunique. Sucedió en las primaveras árabes en Túnez y Egipto, sobre todo, y en la martirizada Bahrein, con la ayuda inestimable de Al Yazeera. Sucedió en Europa con el movimiento de los indignados y en EEUU con Occupy Wall Street. Algo está cambiando en la relación entre poder y ciudadanos que el poder no comprende. Los medios de comunicación tradicionales, tampoco.

LA BILBIOTECA DE FUCO BUXAN

A nosa Asociación, como continuidade aos actos do pasado ano, con motivo do falecemento de Santiago Carrillo, o noso querido amigo e Socio de Honra (Presenza nos actos de Madrid e Xixón, Homenaxe de Ferrol no Centro Cultural Carvalho Calero), celebrará agora, o vindeiro martes 25 de xuño, dúas importantes actividades:
Ás 18 hs, no noso Local Social “Tino Deibe” (Armada Española, 32 baixo, Caranza)
Inauguración dá Biblioteca dá Asociación, que levará a denominación “SANTIAGO CARRILLO”.
Unha Biblioteca modesta, de ao redor de 1000 volumes, conseguidos a través de numerosas doazóns (Socios/as, amigos/as ou Institucións) e tamén adquiridos. Cunha vocación de especializarse en temas socio-políticos, de igualdade de xénero e da Memoria Histórica, como vehículo de coñecemento da realidade social e que estará, en breve, aberta a toda a cidadanía para a súa consulta e disfrute.

Ás 20 hs, no Centro Cultural Carvalho Calero (Praza do Inferniño).
Presentación do libro “Mi testamento político” o último publicado por Santiago.

En ambos actos, abertos ao público, estará presente o seu fillo maior:
Santiago Carrillo Menéndez.

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Sunday, June 23, 2013

Carta abierta al 24,5% de los españoles que aún sigue apoyando al PP con posdata para el resto | ATTAC España

Carta abierta al 24,5% de los españoles que aún sigue apoyando al PP con posdata para el resto | ATTAC España

Rosa María Artal – Comité de Apoyo de ATTAC España
Está Vd. entre los 8.112.582 de personas que, según una encuesta de Metroscopia, votarían de nuevo al PP allá donde se les convoque. Representan Vds. el 24,5% de los ciudadanos con derecho a sufragio y el 17,2% de los residentes en España. Apenas 6 puntos más de electores otorgaron la mayoría absoluta a Mariano Rajoy, el 30,2%. La primera cuestión es saber si esos porcentajes le parecen democráticamente significativos para respaldar un cambio del modelo de Estado como el que se está dando en nuestro país. Pero hay muchas más que le planteo siempre que no sea beneficiario del sistema creado. Es decir, marido, mujer, hijo, primo, tío, amigo, vecino, chofer, o simple siervo clientelar del PP. No es previsible que ese grupo alcance ni al millón de personas, así que todavía se encuentra Vd. en un sector muy amplio cuyas motivaciones nos interesan.
¿Qué piensa cuando asiste a diario al rosario de robos de dinero público a gran escala que muestran las investigaciones judiciales y periodísticas? Ya sé que me dirá el consabido “todos lo hacen” pero ¿de verdad cree que son lo mismo de “iguales” todos o que no es punible un solo euro sustraído por parte de quien sea? Más aún ¿Vd. apoyaría a quienes atracan su propia casa? ¿Estima que un país puede funcionar con gente que, como Vd., avala la corrupción?
Nos gustaría saber también cómo se le queda el cuerpo al conocer que con el dinero de todos –el presupuesto del PP procede en un 95% de subvenciones públicas- sus favoritos se están llevando impresionantes sobresueldos, “indemnizaciones” y “becas” de alojamiento. Hasta un millón de euros más ha cobrado el propio Mariano Rajoy solo en un quinquenio, según las propias cuentas del partido presentadas al juez Ruz, y así buena parte del staff y durante años. ¿Sabe cómo se nos queda a la gente decente conocer estos datos? ¿Le importa algo?
¿Le da igual que le mientan? Porque Vd. sabe que nos han mentido a todos y reiteradamente. A la mayoría no nos da igual. ¿Confía en sus afirmaciones actuales que anuncian futuros prósperos? ¿En qué basa su confianza a la vista de la trayectoria?
Imagino que no ignora cómo ha crecido la desigualdad social en nuestro país. Estamos a la cabeza de Europa en esa progresión desde el inicio de la crisis. Y debe conocer que ya hay muchos niños que solo comen lo que les dan en el colegio. Una comida al día. No desayunan, ni cenan. Y que se están habilitando soluciones individuales para que durante las vacaciones la caridad les nutra al menos con esa ración mínima: una vez al día. O que han aumentado escandalosamente los juicios de faltas por hurto de comida. ¿Que siempre ha habido ricos y pobres? ¿Tanto? ¿De nuevo? ¿Se le ha ocurrido relacionar esta amarga realidad con las respuestas a las preguntas precedentes?
Es interesante que nos cuente qué le parece que haya gente que no paga apenas impuestos, que evade capitales mientras los demás cotizamos escrupulosamente, y que se les haya regalado, encima, una amnistía fiscal. La secretaría general del PP en su día consideraba una barbaridad algo similar.
¿Tampoco le importa que con el repago farmacéutico y la reducción de servicios de salud pública haya seres humanos que ya no siguen en la medida necesaria sus tratamientos médicos?  ¿Sabe que es por su culpa? ¿Es Vd. votante en Madrid? ¿Qué sensación le causa que empresas especulativas extranjeras estén pujando por nuestros hospitales como en una subasta? ¿Tampoco eso le mueve un músculo?
¿Y qué miles de familias pierdan sus casas por impago de créditos mientras se subvenciona con dinero público a los bancos? ¿Y que Europa pida también la dación en pago y el PP, al que Vd. apoya, se niegue?
¿Sabe que el PP ha creado en su mandato un millón de nuevos parados? ¿Que en las positivas cifras de empleo registrado de Mayo hay gente que figura 4 veces porque solo tiene un contrato de un día a la semana? ¿Y que el otoño se llevará los contratos estacionales? ¿Le parece que una reforma laboral que facilita el despido y la bajada de salarios es la solución? ¿Qué solución? ¿No recuerda lo que nos dijo la hoy Vicepresidenta de todo con otra mucho más tibia?
Cuando el partido que Vd. vota le dice que estamos “en el buen camino” ¿se ha preguntado en qué dirección va ese camino? ¿Qué modelo de país se ha previsto cercenando la investigación y devaluando sueldos o echando a la gente más valiosa hacia la emigración? ¿Eurovegas? ¿Conoce por cierto que el proyecto está parado acosado fuera de España por sospechas de corrupción?
Sabemos que Vd. es sobre todo una persona a quien le gustan las cosas “como dios manda”. Y parece ser que ese dios manda que la iglesia católica imponga sus normas en la justicia y en la educación de este país, que nos las imponga a todos. ¿Le compensa eso del desastre económico que nos aflige? ¿En qué dios cree que, según le dicen, propicia todas estas atrocidades?
¿Quiere Vd. para sus hijos una educación de asalariados precarios o la emigración?
¿Se ha enterado que la nueva Ley de Costas permite construir al lado del mar y que eso inflará de nuevo la burbuja inmobiliaria creada por José María Aznar y Rodrigo Rato –causa fundamental de nuestra crisis particular-  y puede alejar el turismo que es casi lo único que nos queda? ¿Tiene noticia de que también quieren acabar con los parques naturales para dedicarlos al lucro especulativo?
¿Se ha planteado que igual sus tertulianos gurús también le están mintiendo porque actúan más como propagandistas del PP (del cupo beneficiarios) que como periodistas o analistas? ¿No ha notado Vd. nada raro?
Sabemos que, si no vota al PP, no sabe a quién votar. Les ocurre algo parecido  a los 7.119.387 (el 21,5% del electorado) que también mantienen su apoyo al PSOE. A ese que suscribe pactos para secundar las políticas del PP y que espera que Vd. por ejemplo termine votándoles a ellos. ¿Ha pensado que hay otras soluciones?
Tampoco ignoramos que a Vd. le da miedo “lo difícil” ¿es más fácil sobrellevar los recortes actuales y futuros?
¿Cree que a la larga esto se arreglará por este camino? ¿Ha mirado cómo les va a los ciudadanos de Grecia y Portugal? Si “cree” que nosotros somos “diferentes”, debería revisar la diferencia entre considerar cierto lo que no se ve y valorar la razón y los datos. Debería por fin enterarse de que los Reyes Magos y Santa Claus son los papás.
¿A Vd. le importa lo que le pase a la sociedad o solo a Vd. y su familia? En el segundo de los casos ¿Qué hace en un comunidad constituida en lugar de vivir en una isla para Vds. solos? ¿Sabe que hay personas que se están jugando la vida por ayudarle? ¿Conoce por ejemplo lo que está haciendo -y lo que le cuesta- a Hervé Falciani?
Posdata para el resto de los españoles no adictos a PP y actual PSOE:
Dado que somos mayoría ¿Es lógico lo que nos está ocurriendo? ¿Qué mecanismos lograrían acabar con este insostenible desvarío?
Artículo publicado en El Diario.
http://rosamariaartal.com/
ATTAC España no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.

Friday, June 21, 2013

LA BARRICADA CIERRA LA CALLE PERO ABRE EL CAMINO: SIN SUJETO HISTÓRICO NO HAY FUTURO

LA BARRICADA CIERRA LA CALLE PERO ABRE EL CAMINO: SIN SUJETO HISTÓRICO NO HAY FUTURO


Después de la segunda conflagración bélica a escala mundial, la guerra fría se instala en el juego político. En Occidente, la presión social provoca el Estado del Bienestar para contrarrestar las ínfulas transformadoras del pueblo llano. A cambio, se entregan en sacrificio las ideas socialistas, comunistas y anarquistas. El consumismo crea nuevas categorías e identidades, la principal el concepto clase media. La neolengua inventa otro concepto sibilino, clase trabajadora, con lo que se pretende erradicar los aromas revolucionarios del término obrero. De esta forma, se dice que todos los que viven de un salario, incluidos los empleados del sector servicios y el espacio rural, pueden verse reflejados en la categoría clase trabajadora.

Es tiempo de dudas y parones en el devenir de la clase obrera. Desde el poder y los medios de comunicación empiezan a moldearse nuevas identidades sociales de la noche a la mañana. La complejidad naciente convierte en enemigos más o menos irreconciliables a unos y otros, en un laboratorio ideológico que pretende dividir a la clase obrera en intereses singulares siempre en disputa. El centro neurálgico de la vida ya no es el lugar de trabajo sino la sociedad en su conjunto. La filosofía y la política ceden terreno a la psicología y la sociología. La academia oficial produce análisis por doquier sin referencias políticas. Todo sucede en un sistema complejo de agentes múltiples creados a propósito, clasificables y desmenuzados hasta el último detalle. Las nuevas etiquetas de la democracia liberal para reconocerse cada cual en su idiosincrásica personalidad son variadas y casi a gusto del consumidor: juventud, mayores, gais, lesbianas, musulmanes, radicales, antisistema, autóctonos, inmigrantes, terroristas… La pléyade de nombres surgidos casi de la nada es extensa y prolija. El otro se transforma en otros innumerables. Mientras la clase obrera se mantuvo firme y fiel a sus principios internacionalistas, el otro era el explotador, el burgués, el empresario, la derecha si se quiere. El sujeto histórico se ha evaporado y troceado en cientos de yoes sociales en disputa permanente. A esto lo denominan sociedad compleja. En palabras de la posmodernidad: ya no hay grandes relatos, solo relatos diminutos en busca de la felicidad y autorrealización privada y particular.

Sujetos múltiples sin conexión
Hoy, la eclosión de luchas y movilizaciones es difusa y sin un nexo común que las aglutine. Son noes contra situaciones sociales concretas que adolecen de un sí rotundo e integrador alternativo al capitalismo. La coalición inmediata en la calle y en la plaza públicas se resiente de una espontaneidad huérfana de estrategias ideológicas y políticas coherentes. Recomponer el sujeto histórico sería el paso crucial para dar sustento a todos esos movimientos que gritan no de modo automático como consecuencia de la crisis del sistema actual. Solo con la resistencia ética no se abrirán caminos políticos y sociales que permitan acceder al poder a los de abajo. El capitalismo ha demostrado a lo largo de su trayectoria que es capaz de hallar soluciones técnicas de éxito para mantenerse con salud sin cambios profundos, a través de medidas de apariencia democrática o mediante asonadas golpistas de muy diferente signo.

El peligro que se cierne sobre el pueblo llano es el desgaste paulatino de su grito solidario sin que sus aspiraciones legítimas se plasmen en el plano político. Hay dos barreras colosales que evaden y diluyen las responsabilidades de los poderes fácticos y de sus testaferros políticos: los fantasmales mercados y el terrorismo como coartada. Mercados y terrorismo son dos sujetos de laboratorio que no tienen rostro ni son identificables en el paisaje de lo real. Juegan el rol de mitos que producen pánico reverencial. Ese es su cometido fundamental: instalar el miedo para adormecer las mentes y hacerlas más moldeables así a los intereses encubiertos del poder global. Es una manera muy útil de desviar la atención de la realidad de carne y hueso hacia enemigos que no se ven ni se tocan pero están ahí beligerantes contra todos. En realidad, ese adversario, viejo ya en la historia del ser humano, es el germen manipulable del que puede echar brotes fascismos de toda estirpe.

Todos contra el miedo podría ser la consigna, lema o paradigma para que una alternativa sólida, popular y de izquierdas pudiera convertir la pluralidad heterogénea de la actualidad en unidad de acción con un programa común básico de carácter local pero sin olvidar la perspectiva internacionalista o global de la magna y ardua empresa por construir un mundo más habitable, justo y solidario. Esa senda, aún en ciernes, tendría que reconstituir un sujeto histórico fiable e íntegro, fuerte en sus estructuras internas y con visión de futuro. El paso a dar es el que va de la resistencia defensiva al ataque afirmativo, del no social reivindicativo al sí político e ideológico.

Sin sujeto no hay historia ni futuro. La izquierda debe luchar en todos los frentes posibles y con todas las armas ideológicas, políticas y sociales a su alcance para detener la proliferación constante de sujetos ficticios que merman y diluyen las energías de la lucha de clases soterrada entre mensajes de complejidad construidos para no hacerla visible en el teatro público. El otro no es el inmigrante ni la mujer ni el terrorista. El otro no es más que la referencia contradictoria y opositora a la clase trabajadora (u obrera o pueblo llano) que compra o alquila su fuerza, conocimientos y habilidades concretas en el mercado laboral. Esto es, el empresario de turno, la derecha, incluso en sus versiones solapadas social-liberales y socialdemócratas.

Los puntos de encuentro son muchos, el principal el rescate de lo público como factor de igualdad y redistribución equitativa de la riqueza. Sobre él giraría el resto del programa a desarrollar, con consecuencias directas en la sanidad y la educación. Y también en la cultura. La erosión de lo público se ha asumido desde hace décadas como algo inevitable por diversas gentes de izquierda. La batalla viene de lejos: se ha podido amortiguar más o menos en lo social y en lo político a duras penas, pero en el terreno ideológico la victoria ha sido total para la derecha y comparsas nominales de la izquierda privatizadores.

Hace bastante tiempo ya que el capítulo ideológico se dejó gratuitamente en manos de la derecha. Era un campo de conflicto que con el asentamiento del bienestar a plazos y el consumismo compulsivo daba la sensación que era inocuo e intrascendente. Ahora vemos que no era así, que las derrotas en ese terreno han precipitado las medidas anticrisis agresivas y reaccionarias. Si la ideología de la clase trabajadora se debilita, resulta difícil y complicado reconocer las ideas de izquierda genuinas y los intereses propios. En este escenario de confusión, discursos similares y sopa de siglas, la coletilla todos los políticos son iguales y van a lo mismo se alza como una opinión generalizada lógica y mayoritaria.


Recuperar las señas de identidad de un sujeto colectivo es prioritario. Sin sujeto que se reconozca a sí mismo en plenitud no será factible una alternativa de izquierdas poderosa y coherente. Lo urgente: combatir con argumentos convincentes a tanto sujeto sin objeto histórico que puebla la realidad como un verso suelto en busca de un poema que dé sentido a su lucha
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Las caras de la crisis en España

Las caras de la crisis en España | FronteraD

Las caras de la crisis en España

Fotos y texto: Joaquín Gómez Sastre - 20-06-2013

La historia es un retrato de la realidad social que estamos viviendo en España, con el denominador común de la crisis y su impacto en la sociedad que se manifiesta por un aumento de las personas que viven en la calle y tiene que dormir en los cajeros automáticos, buscar en los contenedores de basura, tocando o pidiendo limosna en las calles. El parón en la construcción de edificios, las protestas de los cierres, los desalojos y cortes.

El desempleo en España ha superado los 6 millones de personas y el gobierno, lejos de resolver este problema, lo único que hace es agravarlo con reformas laborales inútiles y aumento de los impuestos a la población.

Uno de los casos mas llamativo por la duración de la protesta fue el de los mineros de la zona de Asturias y León (más de dos meses en huelga) y su reivindicación apenas tuvo visibilidad en los medios de comunicación españoles, no así en los internacionales. Llegó a ocupar portadas.

El colectivo Stop desahucios  y Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) es el que más fuerza y apoyo ha conseguido gracias a sus acciones con el tema de los desalojos, otra de las consecuencias de la crisis económica en la que está inmerso el país. Tras el boom inmobiliario los bancos empezaron a dar créditos sin importarles los avales o la nómina. No eran mas que cantos de sirena hacia la gente, que mientras la cosa fue bien podían pagar su hipoteca.

¿Qué ocurrió? Pues que en muchas familias sus miembros se encontraron en situaciones laborales de paro y en la tesitura de pagar la letra o comer. Esos mismos bancos que antes parecían todo facilidades optaron por resolverlo mediante el desahucio, se quedaban con tu casa y encima seguías con la deuda más lo intereses por no haber pagado. Muchos, al verse en la calle y ante una situación desesperada, acabaron suicidándose.

Los jóvenes también son personas desencantadas, como se evidencia por las protestas, por los recortes en el gasto en salud y educación. Como resultado de la crisis su futuro es incierto.

Hoy estas imágenes las vemos todos los días. Pero muchos no quieren darse cuenta de lo que ocurre y prefieren mirar hacia otro lado, ignorar esta realidad.
Los ejemplos son muchos y muy variados, como el de Roberto (camionero de Elche), que se vio obligado a pedir en la calle tras quedarse en paro a pesar de la vergüenza que le da estar en esta situación. Muestra hasta su historial laboral puesto. Considera que si la gente le ayuda es porque se ha visto abocado a esta situación y no le queda otro remedio.

O el caso de José, de Albacete, que pasa el día recorriendo los contenedores de basura para ver lo que encuentra y si puede venderlo sacar algo de dinero para subsistir.

Otros, como José Joaquín, ex toxicómano, que duerme en un cajero en Santander, reconoce que pasa temporadas en el albergue municipal, pero como solo puede estar cierto tiempo cuando se acaba el plazo vuelve a los cajeros.

Somos testigos de esta situación y yo, como fotógrafo, me siento en la obligación de mostrarlo, por poco que guste.



Joaquín Gómez Sastre es fotógrafo. Esta es su página. En Twitter: @jgomezsastre

Thursday, June 20, 2013

SARAU PARA TODOS: AS 5 REINVINDICAÇÕES DO MOVIMENTO CONTRA O AUMENTO...

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Las redes de las protestas

Por:  20 de junio de 2013
Una nueva forma de hacer política está extendiéndose por todo el mundo, radicalmente distinta a lo que hemos conocido hasta ahora y de difícil comprensión y gestión para los viejos profesionales del oficio.
Funciona sin líderes y sin contar con la infraestructura, el dinero y el apoyo de grandes partidos y sindicatos mayoritarios. No se asienta sobre estructuras organizativas, centros de mando o coordinadoras con las que dialogar o a las que se pueda desarticular mediante la detención de sus componentes. Tampoco con programas que permitan respuestas políticas, aunque partan de la chispa de una reivindicación clara y popular.
Se expresa en súbitas y masivas movilizaciones urbanas, con ocupación de espacios simbólicos y centrales en las ciudades, que casi siempre pillan por sorpresa a las autoridades y ponen a prueba la capacidad de encaje del sistema establecido, convertido en el adversario designado por los jóvenes decididos a expresar su protesta.
No importa que el régimen sea una dictadura o una democracia pluralista, que el país pertenezca a la elite de los más ricos o sea uno de los emergentes, o que su sociedad sea de cultura cristiana o islámica. En todas partes se evidencia la misma distancia entre la calle y las instituciones; la misma denuncia de la corrupción y del enriquecimiento de unos a costa de otros; el mismo hastío ante una forma de tomar decisiones que comprometen el futuro a espaldas de la gente.
La concatenación de las actuales protestas en Turquía y Brasil ilumina un fenómeno que viene ocurriendo desde 2008 en todos los continentes y en una larga lista de países, cada uno por sus precisas circunstancias, y que tuvo en las primaveras árabes de 2011 su momento más espectacular, hasta conducir a la caída de tres dictaduras en Túnez, Egipto y Libia. En la lista están Irán, Grecia, Portugal, Italia, Israel, Chile, México, Estados Unidos y Rusia, además de los indignados españoles.
Todos estos nuevos movimientos sociales, que vienen a agitar las ideas recibidas y a transformar el paisaje de nuestras sociedades, son parte de una transformación que afecta al entero planeta y ha encontrado en las redes sociales el instrumento organizativo mejor adaptado a las características de los nuevos tiempos.
El poder se está desplazando a ojos vista desde el viejo mundo occidental hacia Asia; pero también en el interior de las sociedades. Emergen unas nuevas clases medias en todo el mundo con demandas crecientes de riqueza, educación, vivienda, consumo y, naturalmente, también de bienestar y libertad individual. Los incrementos de su nivel de vida, lejos de moderar sus demandas, hacen crecer las expectativas e inmediatamente, en cuanto no se cumplen, las exigencias y la irritación.
Esos jóvenes que han accedido a la educación y al trabajo, con frecuencia precario y mal pagado, tienen teléfonos móviles y tabletas con las que comunicar su insatisfacción y organizar la expresión de su protesta. A diferencia de los viejos medios de comunicación, lentos y pesados, estas herramientas son instantáneas, actúan de forma viral, aceleran la protesta y son una forma organizativa en sí mismas. Según su mejor estudioso, el sociólogo español Manuel Castells, crean "un espacio de autonomía", mezcla del ciberbespacio de las redes y del espacio urbano que ocupan, que constituye "la nueva forma espacial de los movimientos en red" (Redes de indignación y de esperanza, Alianza, 2012).
Tan interesantes como los nuevos movimientos son las respuestas que dan los Gobiernos. Ahí es donde ofrece el máximo interés la comparación entre la Turquía de Erdogan y el Brasil de Dilma Rouseff. Mientras el gobierno turco va a seguir con la construcción del centro comercial en el parque Gezi que suscitó la protesta, muchas ciudades brasileñas ya han bajado el precio del billete de los transportes urbanos, ante la presión de un movimiento que quiere transporte gratis.
En uno y otro caso, la reivindicación concreta ponía a prueba la capacidad de absorción de las protestas por parte de los respectivos gobiernos. De momento, el primer ministro turco ha lanzado a sus partidarios a enfrentarse a los manifestantes, los ha denunciado por terroristas y quiere controlar las redes sociales, mientras que la presidenta brasileña ha valorado las manifestaciones como "la prueba de la energía democrática" de su país y ha llamado "a escuchar estas voces que van más allá de los mecanismos tradicionales, partidos políticos y medios de comunicación".
Estos nuevos movimientos sociales organizados en red han demostrado hasta ahora una gran capacidad para mover y transformar el tablero de juego pero muy poca para capitalizar sus éxitos en forma de un poder político que, al final, se juega de nuevo en un escenario electoral y unos parlamentos que les son ajenos. Ahora, de momento, serán determinantes para el rumbo inmediato de la democracia en Turquía y en Brasil.

La UPMS concluye que una cultura de resistencia y de unidad de la izquierda es imprescindible - Público.es

La UPMS concluye que una cultura de resistencia y de unidad de la izquierda es imprescindible - Público.es
Uno de los talleres encabezados por Boaventura de Sousa Santos. -UPMS
La Universidad Popular de los Movimientos Sociales (UPMS) ha bajado el telón este fin de semana en Alcalá de Henares con un gran mensaje: la necesidad de crear una cultura de resistencia y de fomentar la unidad de la izquierda.
Las conclusiones de la UPMS llegan después de que el maestro portugués, Boaventura de Sousa Santos, advirtiera el pasado 15 de junio en Público"no necesariamente hay más resistencia cuanta más crisis hay". Por eso los participantes en el encuentro plantean que la idea debe girar en torno a la creación de "alternativas capaces de mirar lo que nos une", como explica el filósofo político Antoni Aguiló, "ello permitiría luchar contra la fragmentación y ser capaces de pasar de una política de movimientos a una política de intermovimientos" que actúen a nivel global.
"Mirar lo que nos une permitirá luchar contra la fragmentación"
Con la crisis en el horizonte, la convocatoria, que ha reunido acerca de cuarenta colectivos, plantea que la izquierda "no ha sabido unirse desde 1914, y hoy hemos heredado las ruinasde esta separación: el capital está unido y globalizado y su estrategia es dividir y fragmentar a quienes se les oponen", continúa Aguiló, presente en la dinámica. 
En la reunión de la UPMS se han discutido además otras grandes cuestiones, como la necesidad de poner fin a las políticas de austeridad, denunciar el papel de la troika, cuestionar las instituciones y las políticas de la Unión Europea como mecanismo antidemocrático, o la búsqueda de soluciones ‘desde abajo'.
"A veces los movimientos sociales no disponen de espacios para sentarse a conversar, reflexionar y confraternizar", advierte Aguiló, "pero la experiencia demuestra que, cuando lo hacen, puede haber avances importantes en las luchas". Para llenar este vacío se ponen en marcha iniciativas como la Universidad Popular de los Movimientos Sociales, cuyo lema ya mostraba sus intenciones como punto de encuentro destinado a arrojar respuestas frente a tantas preguntas: 'La Reconstrucción del Pensamiento Democrático: la Democracia en Europa'