Wednesday, April 22, 2020

Covid-19: La pandemia desnuda a la industria española y sitúa al país ante el reto de su reconversión | Público

Covid-19: La pandemia desnuda a la industria española y sitúa al país ante el reto de su reconversión | Público



La pandemia desnuda a la industria española y sitúa al país ante el reto de su reconversión

por Divagaciones en el Cinosargo
FUENTE: Público
20 de abril de 2020
Eduardo Bayona, Zaragoza, 20 de abril de 2020.- El parón global de la actividad económica con motivo de la pandemia, bautizado por el FMI (Fondo Monetario Internacional) como el Gran Encierro o el Gran Confinamiento, ha desnudado a la industria española y ha puesto sobre la mesa su debilidad, su dependencia del exterior y, salvo excepciones, su rigidez o escasa capacidad de maniobra, una verdad oculta (o quizás no tanto) que sitúa al país ante el reto de afrontar su reconversión y su desarrollo tras la covid-19.
"Sabíamos que tenemos una industria débil, pero la pandemia ha dejado claro que ni siquiera estamos preparados para fabricar lo que el país necesitaba, y hemos tenido que salir a buscar materiales y productos al exterior", explica Carmelo Ruiz, secretario de Política Industrial de UGT-FICA. "Tenemos poca industria y en la mayoría de los casos, como ocurre con el motor en varias zonas, con los astilleros de Navantia en Ferrol, Cádiz y Cartagena o con Airbus en Sevilla, se trata de monocultivos, con el riesgo que eso entraña", anota Agustín Martín, secretario general de la federación de Industria de CCOO, que añade que "el coronavirus ha demostrado algunas cosas de las que llevábamos tiempo avisando".
En este sentido, añade, "la pandemia ha sacado a relucir que con la externalización de producciones y suministros las cadenas se han paralizado, ha habido una ruptura de la cadena de valor, y también ha puesto sobre la mesa que fiar a la importación determinados sectores, como los sanitarios, lleva a la debilidad". Ruiz se pronuncia en términos similares sobre esa dependencia del exterior. "Tenemos un problema de almacenamiento: no hay capacidad, y la industria española sufre en cuanto hay un problema en la frontera. No hay capacidad para aguantar quince días sin suministros", explica, al tiempo que reclama "implementar mecanismos que permitan tener la seguridad de que en situaciones de necesidad, como esta, tenemos autonomía".
Según un informe del Banco de España, casi el 30% de las industrias achaca el desplome de su actividad en las últimas semanas a las dificultades para disponer de suministros para sus cadenas productivas, un factor que solo superan la suspensión de actividades por orden gubernamental (45%) y la disminución de la demanda (50%).
"En el caso de las dificultades de suministro -añade-, la incidencia es comparativamente mayor en las empresas industriales [que en el resto], reflejando la interrupción de las cadenas de producción, tanto en sus eslabones nacionales como en los de otros países, en parte inducida por el cierre de actividades y por las trabas al transporte".

Las cifras de la industria española

La industria ocupa en España a algo más de la séptima parte de los trabajadores, 2,73 millones de 19,96 según los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) del INE (Instituto Nacional de Estadística) referentes al cuarto trimestre del año pasado. Son casi uno de cada siete puestos de trabajo, proporción que sube a algo más de la sexta parte entre los asalariados, con 2,29 millones de 13,52, mientras los 245.300 autónomos no llegan al 9% de la mano de obra del ramo ni al 8% del colectivo.
La Contabilidad Nacional de España, también del INE, le atribuye una producción de 647.583 millones de euros, el 85% de ella de la manufacturera (553.399), de la que sale una aportación al PIB de 172.618: 80.440 en sueldos y cotizaciones, 1.013 en impuestos y 91.095 en ganancias brutas.
Es, decir, que se trata de un sector con la rentabilidad por debajo de la media estatal sobre la producción, básicamente por sus elevados consumos de energía, materia prima y bienes de equipo (maquinaria), pero con márgenes ligeramente superiores una vez el producto sale de la fábrica.
Su aportación al PIB se encuentra en el entorno del 20%, lo que significa que la quinta parte de la producción del país tiene origen industrial. El Banco de España la sitúa en el 20,05% y medios como Statista la rebajan ligeramente, al 19,9%, mientras el INE la reduce al 14,4%, más de cinco puntos por debajo del resto de estimaciones y, también, del peso que este mismo organismo le atribuía hace 25 años.
Prácticamente la mitad de esa aportación del sector industrial se le atribuye al sector del automóvil, con una facturación superior a los 100.000 millones de euros en 2018 según la patronal CEOE, que especifica que algo más de un tercio de esa cifra procede de la llamada industria auxiliar, es decir, de empresas de otros ramos, en especial del metal pero no solo, que fabrican componentes para los automóviles.
También en este caso el INE reduce notablemente esa estimación al atribuir, con datos de 2017, solo una aportación de solo 11.786 (menos de la mitad que la alimentación) aunque sin incluir en ella la vinculada desde otros ramos auxiliares.

Energía cara e innovación escasa

Entre esos consumos intermedios destaca la electricidad. "Supone el 70% de los costes en algunos casos, y sale un 20,5% más cara que en Francia y un 26% más que en Alemania", señala Ruiz, mientras Martín incluye "un pacto por la energía dirigido al desarrollo de las renovables y a la autonomía energética" entre sus cuatro recetas básicas para repensar el sector.
Los otros tres son la cualificación digital de los trabajadores, la apuesta por sectores de alto valor añadido como la gestión de datos y el diseño de "una política industrial de país, coordinada e incardinada en la UE". "Valdría la pena dedicar un tiempo a hablar de esto", anota.  "No podemos competir en salarios, pero sí en I+D+i y en energía", añade.
Ruiz, con planteamientos similares en materia energética y también en formación, con la FP dual como base, reclama dedicar un 2% del PIB a I+D+i para "acelerar la innovación y que las patentes no se vayan fuera". "España dejó bajo mínimos el I+D+i con la crisis pese al elevado nivel de sus investigadores -explica-, pero el mayor fracaso se da en la segunda ‘i’, a la hora de innovar, a pesar de que es ahí, con las patentes, donde se recupera lo invertido en I+D, en adquirir conocimiento".
La innovación no es, efectivamente, uno de los fuertes del tejido productivo español, en el que, según los datos del INE, solo el 13,2% de las empresas pueden considerarse innovadoras y en el que solo un 15,9% de la cifra de negocio está vinculada a productos nuevos y mejorados.

Tecnología, conocimiento, impulso estatal y ‘clúster’

Los dos sindicalistas coinciden también en reclamar un pacto de Estado por la industria "“que vaya más allá de una legislatura y un color político", que tenga en cuenta factores como la sostenibilidad y la eficiencia energética y que mire a los procesos 4.0.
Y, de igual manera, en señalar las debilidades que entrañan sectores como el del motor. "España es el segundo productor mundial de automóviles, pero nadie decide aquí qué modelos se fabrican, y eso nos debilita", señala Ruiz. "No es lógico que en un país de ese nivel no haya una planta de baterías -añade Martín-, porque sin ellas no vamos a tener el montaje".
Varios de los expertos consultados por Público coinciden en señalar la tecnología y el conocimiento como los sectores a explotar para cambiar, y dinamizar, el sector industrial español.
"Es el momento de impulsar una industrialización basada en el conocimiento y la tecnología. Esas son las palancas en las que hemos de apoyarnos, junto con la sostenibilidad productiva y ambiental, porque el consumidor la reclama. Hay campos por explorar como el blockchain o la impresión digital", dice Luis Aribayos, responsable de Economía y Transformación Digital de Cepyme, que prevé que el sistema productivo acelerará los cambios que habían comenzado a darse a nivel global "por las dificultades que ha generado la deslocalización y que se han intensificado con la pandemia. Eso puede ser una palanca, y se trata de algo que el cliente pide apelando a la sostenibilidad".
Adrian Jofre, economista y socio-director de la consultora beBartlet, también pone el acento en esos aspectos estratégicos. "La crisis nos ha enseñado que hay que tener ciertas capacidades controladas a nivel interno, porque la globalización, que ha sido una ilusión que veíamos como algo normal, entraña un riesgo potencial",  indica, al tiempo que anota cómo "hemos visto que los Estados deben mantener la capacidad de producir determinados bienes".
El Estado es, para el economista Eduardo Garzón, una palanca clave en ese rediseño del sector, ya que  "la industria se desarrolla en los países en los que interviene el sector público. A partir de empresas públicas en sectores como la banca y la energía se pueden marcar las líneas por las que hay que ir". "El Estado, que además es clave para crear empleo de calidad y generar ingresos tributarios, debe apoyar directa e indirectamente a la empresa para marcar el camino", añade.
Arabayos, por su parte, añade a la ecuación otras fórmulas como los clúster, que "permiten conectar los centros de producción y los de conocimiento", aunque, al mismo tiempo, pone sobre la mesa dos de los hándicap del tejido industrial español, estrechamente relacionados con ese ámbito: "venimos de un bajo nivel de cumplimiento de los objetivos de inversión en I+D, y solo el 14% de las pymes ha iniciado el proceso de transformación digital".

Más cuidados, renovables, sanidad y farmacia

El consenso también es amplio en cuanto a los caminos que se abren tras esta crisis ¿En qué productos debería especializarse la industria española? Parece de perogrullo cuando es, en realidad, puro sentido común: en abrir líneas nuevas mediante la innovación, siempre con cierto grado de planificación, y en perseverar en lo que funciona.
Garzón destaca el elevado nivel del sector de las infraestructuras y la construcción, cuya intervención vincula al desarrollo de la industria de los cuidados, estrechamente relacionada a su vez con un urbanismo amable y con la rehabilitación de espacios.
Coincide con Juan Torres López, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Sevilla, que aboga por  "montar en condiciones el cuarto pilar del estado de bienestar, los cuidados", y por, de manera simultánea "generar una nueva industria de la transición energética, de la adecuación medioambiental, del reciclaje y la sostenibilidad".
Jofre suma a estos ramos el de la sanidad, especialmente en áreas como los trasplantes de órganos, y los productos farmacéuticos, en este caso con una "especialización dentro de la UE. Podemos hacer de todo, pero con apuestas específicas y coordinadas a nivel comunitario". "Un país no puede depender estratégicamente del exterior para disponer de material sanitario, como hemos visto: ahí hay un sector a desarrollar", refuerza Martín.

Vulnerabilidad ante el desplome de la actividad

El presidente del Consejo General de Economistas (CGE), Valentín Pich, aboga por una reindustrialización basada en tres recetas: crear clúster, fomentar las actividades auxiliares y "hacer un esfuerzo por crecer y ganar cierto tamaño dentro del modelo de las pymes". "El movimiento se demuestra andando, y todo lo que sea ganar tamaño permite mejorar las opciones".
Tanto Ruiz como Martín avalan también esa fórmula para potenciar el tejido industrial español. "Hemos de definir qué empresas y de qué tamaño queremos, y darles soluciones en materias como la formación y la exportación a través de clúster", señalan, ya que "solo seremos capaces de cambiar el modelo productivo y el fiscal a través de la industria. La construcción y el turismo no salen a buen ritmo de las crisis ni permiten crear empleo de calidad".
Otra cosa es qué parte del actual tejido industrial quedará operativo tras la crisis del coronavirus.  "La pérdida de la actividad es completa en la fabricación de vehículos de motor, mientras que en el resto de las ramas manufactureras asciende a algo menos del 30% como consecuencia del efecto arrastre de otras ramas", señala el informe del Banco de España sobre Escenarios macroeconómicos de referencia para la economía española tras el Covid-19, en que añade que "esa caída casi se habría triplicado, teniendo en cuenta los efectos de arrastre, durante las dos semanas en que se suspendieron las actividades económicas no esenciales". "La industria está parada porque no hay mercado, y va a costar arrancar", anota Martín.
La quinta parte de las empresas españolas del sector industrial ha sufrido estas semanas "obstáculos para el cobro a sus clientes" mientras que algo menos de un 10% se ha encontrado con "impedimentos para la obtención de financiación o la falta de liquidez", anota el estudio, que añade que "las de menor tamaño muestran una especial preocupación por dicho factor, lo que reflejaría su mayor vulnerabilidad en este aspecto". El 98% de las industrias son pymes, en una estructura que prácticamente replica el modelo general del sistema productivo español.

Saturday, April 18, 2020

Los dueños de las residencias Vitalia se esconden tras una trama societaria que pasa por Holanda, Luxemburgo y Jersey

Los dueños de las residencias Vitalia se esconden tras una trama societaria que pasa por Holanda, Luxemburgo y Jersey






Los dueños de las residencias Vitalia se esconden tras una trama societaria que pasa por Holanda, Luxemburgo y Jersey

  • Los propietarios del 80% del capital de la empresa de residencias Vitalia Home metieron casi 165 millones de euros en seis sociedades limitadas creadas en la isla de Jersey por el fondo de inversión CVC
  • Ni CVC ni el presidente de Vitalia y accionista minoritario, Chema Cosculluela, han respondido a las preguntas de infoLibre sobre la identidad de los inversores o la trama societaria
  • La cara visible de la operación es Javier de Jaime, socio director de CVC en España y consejero en una quincena de compañías, entre ellas Prisa
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Publicada el 15/04/2020 a las 23:00Actualizada el 16/04/2020 a las 08:20
Documento del Registro de Luxemburgo con el nombre de las seis sociedades de Jersey dueñas de Vitalia.
Documento del Registro de Luxemburgo con el nombre de las seis sociedades de Jersey dueñas de Vitalia.
El 6 de marzo de 2017, el fondo de inversión británico CVC lanzó un escueto comunicado informando de que había comprado el 80% de Vitalia Home, el tercer grupo de residencias de mayores más grande de España. Lo que no explicó el fondo son dos datos que han permanecido ocultos hasta ahora: que los casi 165 millones utilizados en la operación se transfirieron desde seis sociedades situadas en la isla de Jersey y que ese dinero se movió por una estructura empresarial creada por CVC en Luxemburgo, Holanda y España, que sigue en pie a día de hoy y que tiene el evidente objetivo de “optimizar fiscalmente” la inversión.
Documentos registrales de los tres países, a los que ha tenido acceso infoLibre, detallan cómo se creó la estructura societaria y cómo se movió el dinero entre el 28 de febrero y el 19 de abril de 2017, día en que se ejecutó la compra del 80% de Vitalia por parte de CVC.
El dato que permanece oculto en Jersey es el más relevante, pero explica por qué estas operaciones se realizan desde territorios fiscalmente opacos como la isla británica: quiénes pusieron esos 165 millones de euros. infoLibre preguntó al presidente del grupo, Chema Cosculluela, por la identidad de esos dueños del 80% de la compañía. “No le puedo responder porque desconozco la organización interna de CVC”, aseguró Cosculluela, fundador del grupo en el año 2000 y que mantiene el 10% del accionariado.
Vitalia Home es el tercer grupo más grande de residencias, aunque prácticamente al mismo nivel que el segundo, que es Orpea. Ambos tienen 51 residencias, según el listado de centros que facilitan las compañías en sus respectivas webs, aunque en un reciente estudio sobre el sector Alimarket señala que Orpea dispone de 8.258 camas residenciales y Vitalia Home, de 7.986.
La compañía líder del sector es DomusVi, con 138 residencias. En las dos primeras entregas de esta serie de investigación, infoLibre informó sobre la alta mortalidad que se estaba produciendo en determinadas residencias de dicha empresa y también sobre cómo la expansión de la compañía se alimentaba de la financiación pública. (Puedes leer ambas historias aquí y aquí).
Las residencias se han convertido en España en la verdadera zona cero de la pandemia, con 10.700 ancianos fallecidos hasta el 14 de abril, según datos de Europa Press. Uno de los casos más dramáticos conocidos hasta ahora –hay comunidades que ocultan el número de muertes por residencia y sólo dan el global– es el de Vitalia Home en Leganés, donde familiares de residentes aseguran que a 13 de abril habían fallecido 89 personas. Un dato que no quiso confirmar la dirección de la empresa, que sí admitía 50 decesos hasta el 2 de abril. Teniendo en cuenta que el centro de Leganés tiene 266 plazas, habrían perecido uno de cada tres residentes, según los datos de los familiares. Vitalia Leganés es uno de los 13 centros intervenidos por la Comunidad de Madrid, ante la situación crítica en la que se hallaba, y contra él pesa una de las 20 denuncias recibidas en la Fiscalía madrileña por los fallecimientos masivos que se están sufriendo en muchos geriátricos.
Otras dos residencias del grupo con problemas son las de Barcelona y Jerez de la Frontera (Cádiz). En Vitalia Sants, en el barrio del mismo nombre de la capital catalana, los familiares de los residentes aseguran que se han producido ya 29 fallecimientos, una cifra que el centro reduce a 21 (17 en sus instalaciones y cuatro tras ser trasladados a un hospital). En Vitalia La Marquesa, localizada en Jerez, iban 6 muertes a fecha 14 de abril, según datos de la Junta.
13,2 MILLONES DE BENEFICIOS NETOS EN 2018
Vitalia Home concentra su actividad en siete territorios. De acuerdo con las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, correspondientes a 2018, ese año el importe neto de su cifra de negocios ascendió a 96,3 millones de euros, que geográficamente se distribuyeron así: 41,8 millones en Andalucía; 19,5 millones en Madrid; 12,8 millones en Cataluña; 11,8 millones en Aragón; 4,6 millones en Castilla y León; 4,0 millones en la Comunidad Valenciana, y 1,5 millones en Castilla-La Mancha.
Ese año 2018, la sociedad matriz del grupo –Vitalia Plus SA– declaró unos beneficios antes de impuestos de 17,3 millones de euros, que se quedaron en 13,2 millones netos de ganancia tras el pago de tributos.
En todo caso, según datos de la compañía en su web, el grupo tiene ahora una cifra de negocio de 200 millones. Si fuese cierto, ello supondría haber duplicado sus ingresos desde la entrada de CVC y haber superado ampliamente las previsiones. En las cuentas de 2018, depositadas en el Registro Mercantil en agosto del año pasado, se afirmaba que “la entidad espera sobrepasar en este ejercicio 2019 la cifra de 115 millones de euros de cifra de negocios”.
Hayan sido 200 o 115, lo que es indudable es que Vitalia Home tiene un ambicioso plan de expansión en marcha, algo que encaja como un guante en la política habitual de los fondos de inversión: hacer crecer la empresa lo más rápido posible de forma que sea atractiva para su venta con importantes plusvalías.
El grupo confiaba en realizar la próxima apertura de nueve residencias: cuatro en Madrid, dos en Cataluña, dos en Castilla y León y una en Murcia. Además, en agosto del año pasado, Vitalia Home anunció un plan de apertura de 19 centros de mayores, con una inversión de 141 millones. De ellos, 58 millones están financiados por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el órgano financiero comunitario de la UE. Ahora, tras la crisis desatada por el coronavirus en las residencias, queda por ver cómo afecta a esos planes la catástrofe que está ocurriendo.
CVC, por su parte, es uno de los fondos de inversión más activos en España en lo que se denomina en el argot private equity. En un glosario de términos sobre la crisis económica difundido en su día por Fundeu, proponía traducirlo como “capital inversión en títulos no cotizados”. Es una definición que se ajusta bastante a la actividad de esos fondos, aunque no es que tengan prohibida la inversión en empresas que coticen en Bolsa. Pero es cierto que se centran en compañías no cotizadas. Entran en su capital, buscan que crezca lo máximo posible y que se multipliquen los beneficios cuanto antes, con el objetivo de que puedan salir del accionariado a medio plazo –si es posible antes de cinco años– con importantes plusvalías.
Los fondos no ponen el dinero, son intermediarios que lo captan entre sus clientes, y ellos lo que aportan es la estructura societaria y la gestión de la inversión. Por eso cuando se afirma que CVC es dueña del 80% de Vitalia Home –o cualquier otro fondo de un porcentaje determinado de una empresa– en realidad es una forma incorrecta de expresarse: formalmente, sociedades creadas por directivos de CVC son las titulares de ese 80% de Vitalia Home. Pero alguien puso el dinero en esas sociedades constituidas por CVC y, por tanto, esos inversores son los verdaderos dueños del 80% de Vitalia Home.
La cabeza visible en España de CVC es Javier de Jaime, consejero de una quincena de sociedades –más allá de las meramente patrimoniales o familiares–, entre ellas dos cotizadas: Prisa y Deoleo. En Prisa, principal grupo de comunicación español con El País y la Cadena Ser como medios de referencia, Javier de Jaime está en el núcleo más reducido de decisión ya que no sólo es consejero, sino que además es uno de los siete miembros de la comisión delegada del consejo.
Según se indica en el curriculum oficial de la web de Prisa, Javier de Jaime “se unió en septiembre de 1997 a CVC para liderar el mercado español, que se ha convertido en uno de los mercados más activos para CVC. En 2003, fue nombrado socio gerente de la firma y desde 2008 asumió la responsabilidad de liderar también el mercado italiano de CVC”.
En esa misma página, se enumeran los consejos de administración de los que forma parte. En siete de ellos, lo es en representación de la sociedad Theatre Directorship Service Alpha Sàrl, con sede en Luxemburgo y que forma parte de la estructura internacional de CVC.
Precisamente en representación de la citada sociedad luxemburguesa, es Javier de Jaime presidente de Vivaly Inversiones Globales SL. Esta es la compañía que el 19 de abril de 2017 adquirió el 80% de Vitalia Plus SA, que a su vez es la dueña de otras 50 sociedades limitadas en España que gestionan las residencias concretas de la marca Vitalia Home. infoLibre realizó varias preguntas al socio director de CVC sobre su participación en la operación, pero declinó responder. “Agradecemos realmente su interés pero es política de la casa no hacer declaraciones en ningún caso; y entendemos que ya están en contacto con la compañía que podrá aclarar sus dudas”, respondió una portavoz autorizada de CVC en España. El presidente de la compañía, como se indicó anteriormente, explicó que él tampoco podía responder porque desconoce "la organización interna de CVC".
Vivaly Inversiones Globales SL le adquirió ese 80% a Portobello Fondo III, otra compañía dedicada al private equity. Portobello, por su parte, había comprado el 89,98 de Vitalia Plus SA dos años antes, el 18 de febrero de 2017. Así que tras la entrada de CVC mantuvo el 9,98% del accionariado del grupo. El resto del accionariado –10,02%– está en manos de Chema Cosculluela, una parte directamente y el resto a través de una sociedad suya (Geralia Home SL). En la conversación con este periódico, Cosculluela confirmó ese reparto accionarial. Y también quiso destacar que, con independencia de la estructura societaria internacional montada por CVC, "el grupo Vitalia paga el 100% de sus impuestos en España".
A continuación, infoLibre describe de forma detallada la trama societaria creada por CVC para articular la inversión en Vitalia Home y cómo se fueron moviendo a través de ella los 165 millones de euros, desde su salida de Jersey hasta su llegada a España.
EL RASTRO DEL DINERO. PASO 1: DE JERSEY A LUXEMBURGO
Quizá la forma más sencilla de explicarlo sea siguiendo el rastro de ese dinero.
Los fondos de inversión como CVC constituyen en territorios fiscalmente opacos decenas de sociedades limitadas, los “vehículos de inversión” que utilizan luego para las operaciones concretas. En el caso de los fondos británicos es habitual que recurran a alguna de las islas del Canal de la Mancha, como Jersey. Eso es lo que se hizo en el caso de Vitalia Home, para cuya adquisición CVC constituyó seis compañías de nombre casi idéntico y con sede en Jersey: CVC Capital Partners VI (A) LP, CVC Capital Partners VI (B) LP, CVC Capital Partners VI (C) LP, CVC Capital Partners VI (D) LP, CVC Capital Partners VI Associates LP y CVC Capital Partners Investment Europe VI LP.
Como se indicó anteriormente, los fondos como CVC actúan como meros intermediarios. Cuando localizan una oportunidad de negocio, contactan con sus clientes para ver si tienen interés en invertir. Se establece un ticket, la cantidad mínima necesaria para participar, que nunca suele estar por debajo de los 100.000 euros y que puede ser muy superior dependiendo de la operación. Las residencias de mayores en España son "un mercado" que los fondos consideran atractivo desde hace algunos años, entre otras razones porque la Ley de Atención a la Dependencia garantiza la financiación de un número significativo de plazas –pese a los recortes y las listas de espera– y porque la previsión es que España sea el país más envejecido de Europa en 2040.
Para la operación de Vitalia Home, los seis fondos mencionados transfirieron 164.988.000 euros a la sociedad Vitaly Holdings Sàrl. Esta compañía se constituyó en Luxemburgo el 1 de marzo de 2017, por parte de una empresa del grupo CVC (en concreto, CVC Capital Partners VI Limited, también con sede en Jersey).
Un mes y medio más tarde, el 12 de abril, Vitaly Holdings Sàrl celebró una asamblea general extraordinaria para realizar una ampliación de capital donde se formalizó la entrada del dinero de las seis sociedades de Jersey. Las tres que llevan en su denominación las letras A, B y C controlan cada una algo más del 31% del accionariado de la luxemburguesa –y, por tanto, de las residencias Vitalia Home–, mientras que  las otras tres se reparten el 6% restante.
El dinero lógicamente ya había llegado a Luxemburgo antes de la asamblea extraordinaria. Según consta en la escritura notarial donde se da cuenta del acuerdo de ampliación de capital, “la aportación íntegra por un importe de 164.988.000 euros se realizó mediante contribuciones en efectivo”. De esa cantidad, 990.000 euros se destinaron a capital y 163.988.000 euros al pago de una prima de emisión.
En la escritura se añade que se aportó al notario un certificado sobre la existencia de las contribuciones en efectivo realizadas.
Como administradores de Vitaly Holdings Sàrl figuran Emanuela Brero, Stefan Boermans y Thomas Morana, todos ellos empleados de CVC. Los dos primeros son los mismos que constituyeron una empresa de nombre similar en Holanda.
EL RASTRO DEL DINERO. PASO 2: DE LUXEMBURGO A HOLANDA
El mismo 1 de marzo de 2017 que se constituyó en Luxemburgo Vitaly Holdings Sàrl, se inscribió en el Registro Mercantil de Holanda la sociedad Vivaly Investments BV (con ‘v’, Vivaly, no con ‘t’ como en Luxemburgo). La escritura de constitución se formalizó el día anterior, 28 de febrero.
La sociedad que la creó, y que figuró como accionista único durante dos semanas, fue la misma que constituyó la entidad luxemburguesa de la trama: CVC Capital Partners VI Limited. Y dos de los tres administradores también eran los mismos en ambas compañías: los citados Emanuela Brero y Stefan Boermans.
El 13 de marzo de 2017, la luxemburguesa Vitaly Holdings Sàrl pasó a convertirse en accionista único de Vivaly Investments BV mediante la adquisición de la única acción que hasta entonces tenía la compañía.
El 11 de abril de aquel año, la sociedad holandesa formalizó en escritura pública una ampliación de capital por importe de 99.999 euros, suscritos íntegramente por su accionista único (la luxemburguesa Vitaly Holdings Sàrl). Las acciones tenían un valor nominal de un euro y se emitieron con una prima de emisión de 161.077.978 euros.
De esta forma, casi todo el dinero que salió de Jersey (164,9 millones) llegaba a Holanda (161,1 millones) previo paso por Luxemburgo. Faltaba el último trayecto.
EL RASTRO DEL DINERO. PASO 3: DE HOLANDA A ESPAÑA
El 6 de marzo de 2017 –el día que CVC anunció públicamente la adquisición de Vitalia–, se constituyó en Madrid una empresa denominada Egia Investments SL, con un capital social de 3.000 euros. Pero ese nombre le duró poco tiempo. Apenas un mes después, el 2 de abril, pasó a llamarse Vivaly Inversiones Globales SL (también con ‘v’). Y ese mismo día la holandesa de nombre similar, Vivaly Investments BV, se convirtió en su socio único.
A continuación se realizó la misma operación mercantil que se había hecho previamente en Luxemburgo y Holanda para ir moviendo el dinero: una ampliación de capital –hasta situarlo en 1.013.000 euros–, donde las acciones se emitieron con una fuerte prima de emisión. En este caso, por importe de 159.681.058 euros.
Como miembros del consejo de administración de Vivaly Inversiones Globales SL figuran otras tres empresas luxemburguesas, que forman parte del conglomerado del fondo CVC: Theatre Directorship Servicealpha Sàrl, Theatre Directorship Servicebeta Sàrl y Theatre Directorship Servicedelta Sàrl.
Cuando el consejero de una empresa es otra sociedad, y no una persona física, tiene que nombrar a un representante. Así que esas tres sociedades luxemburguesas nombraron como representantes a tres ejecutivos de CVC en España. Entre ellos, Javier de Jaime, que ejerce la presidencia de la compañía en representación de Theatre Directorship Servicealpha Sàrl.
El 19 de abril de 2017, con el dinero ya en Vivaly Inversiones Globales SL, esta empresa le compró a Portobello Fondo III el 80% de las participaciones que tenía en Vitalia Plus SA. 
Desde que CVC lanzó aquel escueto comunicado informando sobre el acuerdo de compra de Vitalia, el 6 de marzo de 2017, hasta que la operación se formalizó el 19 de abril, pasaron sólo 44 días. En realidad, la maquinaria de CVC para crear la estructura societaria internacional de la operación se había puesto en marcha una semana antes del comunicado: el 28 de febrero se constituyó Vivaly Investments BV, el 1 de marzo se creó Vitaly Holdings Sàrl y el 6 de marzo se hizo lo propio con Vivaly Inversiones Globales SL (ese día aún con otro nombre). El dinero ya podía iniciar su viaje desde Jersey, territorio fiscalmente opaco, hasta Madrid, con parada en Luxemburgo y Holanda.
Dos años después, esa opacidad que garantiza la isla del Canal se mantiene intacta. Y la pregunta también: ¿quiénes son los propietarios de los 164,9 millones que se recaudaron en Jersey para comprar en España el grupo de residencias Vitalia Home?