Con un discurso populista pero que cala fácilmente entre los “exiliados económicos”, como él llama a los jóvenes forzados a emigrar, y entre la izquierda más a la izquierda y comunista, Pablo Iglesias, el televisivo tertuliano que ha revolucionado las encuestas, ha irrumpido en el escenario del 25-M como la gran revelación de estos comicios. El CIS le augura, como mínimo, un escaño en Bruselas y Estrasburgo. Se le ha acusado reiteradamente de estar financiado por el Gobierno de Venezuela, acusación que él rechaza de forma contundente: “Cuando los perros de presa de la extrema derecha mediáticas nos señalan con tanta rabia, es señal de que lo estamos haciendo muy bien”. Tiene 35 años, "dos carreras, dos máster, un doctorado y hablo idiomas". Así se presenta el otro Pablo Iglesias de la izquierda.
PREGUNTA: ¿Qué es Podemos?
RESPUESTA: Podemos es ciudadanos haciendo política. La política es demasiado importante para dejarla en manos de los partidos y de la casta política. Si los ciudadanos no hacen política, se la hacen otros. Y cuando la hacen otros te pueden robar los derechos, la democracia y, si me apuras, la cartera. Por eso, Podemos ha partido desde el primer momento de la participación y del protagonismo popular. Por eso, hicimos unas primarias ciudadanas, las más participadas en la historia de las europeas con más de 33.000 personas. Por eso podemos presumir de que nuestra lista no es la lista de un partido, sino la lista de la gente.
P.: Las encuestas apuntan a que va a ser la gran revelación de estos comicios…
R.: No nos conformamos. Hay encuestas que nos dan un eurodiputado, otras dos o tres pero no nos conformamos ni con uno, ni con dos, ni con tres. Las urnas están abiertas y, además, a nosotros nos falta pista. Al PP y al PSOE les encantaría que la campaña electoral acabara ya. No quieren discutir y están buscando cualquier excusa para no hablar de política y nosotros tenemos cada vez más gente en los actos, mientras que el PP y el PSOE no llenan los suyos. En este contexto no renunciamos a nada, vamos a apretar el acelerador, a seguir presionando y vamos a ver qué es lo que pasa. La sensación que tenemos es de un ascenso enorme y de una gran movilización de gente.
P.: Se le acusa de ser un partido demasiado personalista y centrado exclusivamente en usted. ¿Hay más Podemos detrás de Pablo Iglesias?
R.: Claro que hay más Podemos. La prueba es que hay más de 400 círculos y no sólo en España. Somos la única fuerza política que ha sido capaz de organizar a los exiliados económicos. Tenemos círculos en Berlín, en París, en Londres, en Bruselas, en México, en Quito, en Buenos Aires… Y es verdad que la campaña ha tenido un diseño en el que mi cara tiene mucho más peso del que a mí me gustaría a nivel personal pero, claro, los partidos grandes tienen amigos poderosos que les ponen maletines con billetes de 500 euros y otros se hipotecan con los bancos. Nosotros sólo hemos pedido dinero a la gente y no tenemos recursos para contratar anuncios en periódicos, cuñas en radio o para pagar a empresas privadas que te ponen carteles en las farolas o en las vallas. Tenemos un tipo famoso, que aparece en un programa de televisión, y lo vamos a utilizar políticamente porque no estamos en esta campaña electoral para jugar, sino para ganar y para ir a por todas. Si eso significa que la imagen del candidato puede ser útil para movilizar a la gente y para abrir espacios por abajo, pues adelante con ello.
P.: ¿A qué se refiere con esos círculos?
R.: Los círculos son espacios de participación que propusimos a la gente que organizara desde el mes de febrero. Los círculos son espacios de protagonismo popular que están llevando a cabo la campaña en todos los ámbitos. Los círculos se organizan a nivel territorial –pueden ser por barrio, por ciudad o por provincia– y, también, a nivel sectorial –hay círculos de estudiantes, de juristas…–. Son decenas de miles las personas que están participando en esta campaña.
P.: Resulta muy sorprendente escuchar esa calificación de “exiliados económicos” para los que han tenido que salir a buscar trabajo…
R.: Si te tienes que ir y no te vas porque te apetezca mucho ni en busca de aventuras, como dice Fátima Báñez, sino que te vas porque no te queda más remedio que buscarte la vida porque aquí lo único que te espera es el paro, entonces eres un exiliado económico. Eres un emigrante, alguien que se tiene que ir fuera para buscarse la vida. El problema es que de nuestro país se está yendo la gente más preparada, y se van a producir riqueza a otro sitio. Eso es lo que marca la diferencia entre un país desarrollado y uno subdesarrollado. Por eso, nosotros iniciamos la campaña electoral en Berlín con los exiliados, por esto estuvimos el 1 de mayo en la manifestación de París con los exiliados. Porque queremos que vuelvan y que construyan un país decente por nosotros.
NIEGA PAGOS DE VENEZUELA
P.: Se le ha acusado varias veces de tener relación con el Gobierno de Venezuela y de Irán y de haber sido financiado por ellos… ¿Podría aclarar este aspecto?
R.: Sí, me gustaría decir que cualquiera que lleve a cabo tales calumnias e injurias se tendrá que sentar delante de un tribunal o probar ese tipo de barbaridades. Nosotros nos financiamos a través del crowfunding y en nuestra página web se indica en qué se gasta cada euro que pone la gente. Hay una cosa que está clara: cuando los perros de presa de la extrema derecha mediática nos señalan con tanta rabia, es señal de que lo estamos haciendo muy bien. Y ya está bien de que en este país se pueda mentir, difamar e injuriar con tanta impunidad.
P.: Entiendo entonces que ya le habrá puesto una querella a Alfonso Rojo, que ha sido uno de los periodistas que ha denunciado esos supuestos pagos…
R.: Entiende bien.
P.: ¿Son ustedes una escisión de IU? ¿Van a coaligarse con ellos en Europa o a entablar algún tipo de diálogo con ellos?
R.: Nosotros no somos una escisión de nadie. Somos una expresión del protagonismo popular y basta ver de dónde venimos. Y diálogo, sí, con todo el mundo y todas las fuerzas que están en el campo democrático. Y ese diálogo se va a seguir produciendo y remaremos en la misma dirección, claro.
P.: Habla usted de la casta política. ¿Qué le parece que alguien como José Blanco vaya en las listas del PSOE? ¿O que el Parlamento Europeo se convierta en un cementerio de elefantes?
R.: Es una vergüenza que las instituciones europeas se conviertan en el lugar de la jubilación dorada de esta casta. Y en el caso del PSOE, un insulto a los votantes socialistas. Nosotros vamos a decir en la primera sesión del Parlamento Europeo que se bajen el sueldo como nosotros, que vamos a asumir que ningún eurodiputado de Podemos cobre más de tres salarios mínimos españoles, 1.930 euros. Es una vergüenza que los eurodiputados españoles y, en particular los del PSOE, asuman cobrar 8.000 euros. Si yo le digo a mi madre, y fíjese que tengo dos carreras, dos máster, un doctorado y hablo idiomas, que me ofrecen un trabajo en el que me van a pagar 8.000 euros al mes, mi madre me diría que es una cosa delictiva seguro. ¿Por qué un eurodiputado tiene que cobrar más que un profesor, que un cirujano, más que un inspector de Hacienda o que un juez? Es de vergüenza. Yo creo que cuando los que representan a los ciudadanos disfrutan de privilegios propios de la casta, tenemos un problema democrático. Los representantes se deben parecer a los representados.
P.: ¿Y qué van a hacer con la parte del sueldo a la que renuncian?
R.: O bien se entrega a Podemos o a colectivos, iniciativas o experiencias que sean compatibles con los fines de Podemos. En ningún caso se lo quedará el eurodiputado.
P.: ¿Está dispuesto a quedarse cinco años en Bruselas o le veremos pronto de vuelta para ser candidato a las elecciones generales?
R.: No toca discutir eso ahora. Yo estaré donde la gente quiera que esté. De momento, tenemos que pensar sólo en las elecciones del 25, en hacer un buen trabajo en el Parlamento Europeo y, después, ya iremos viendo.