Monday, November 30, 2015

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Quiénes son los terroristas!

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Quiénes son los terroristas!





El terrorismo es la acción política violenta que puede ser usada por el gobierno o por la oposición a éste. Paradójicamente el concepto surgió para caracterizar la política de terror durante la Revolución Francesa, es decir que su nacimiento está asociado al poder y a la aplicación del mismo por la burguesía contra sus oponentes.  Rápidamente el mismo se asoció con cualquier sistema de opresión violenta basada en el miedo.
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El terrorismo de Estado consiste en la aplicación sistemática de la violencia por parte del aparato estatal a fin de amedrentar a los opositores, afectando en algunas ocasiones a la mayoría de la población como ocurrió en la América Latina de los años 70 y 80 del siglo pasado. Pero el terrorismo de Estado puede tener una proyección externa cuando las acciones violentas se ejercen en otros países, vulnerando el soporte jurídico que ofrece el Derecho Internacional para las relaciones pacíficas entre naciones.
Desde el punto de vista ético, la práctica del terrorismo plantea el dilema entre los fines y los medios, expuesto por Albert Camus en su obra “Los Justos” cuestionando a aquellos que colocan su causa por encima de los preceptos morales. Eso es lo que hoy ha permitido a Estados Unidos, -en el caso de Siria- afirmar que hay “terroristas buenos y malos”, toda vez que los primeros sirven a sus propósitos de derrocar al gobierno legítimo de ese país. Es la misma concepción que llevaba a la potencia imperial a  caracterizar a la Contra nicaragüense como luchadores por la libertad, así como proteger en su territorio a Luis Posada Carriles, Orlando Bosch, Félix Rodríguez y otros terroristas confesos de cometer crímenes de lesa humanidad.
Esto es mucho más que un mero debate académico, si se considera que las sociedades exigen respuestas frente a estas tenebrosas actuaciones sobre las que la Organización de Naciones Unidas ni siquiera posee una definición aceptada por todos. Tal vaguedad conceptual es la que permite cometer atrocidades en nombre de “la libertad y la democracia”, estas si delimitadas axiomáticamente por las potencias globales a fin de actuar impunemente en cualquier rincón del planeta. De esa manera, se caracteriza como terrorista la respuesta del pueblo palestino a la brutal represión del Estado de Israel, de la misma manera que  hicieron con los luchadores anti apartheid de Sudáfrica. Cabe recordar que el propio Nelson Mandela fue considerado como terrorista por Estados Unidos hasta el año 2008, 18 años después de salir de prisión y 14 de ser elegido presidente de su país. En un sin sentido propio de las imposiciones imperiales, Mandela ejerció todo su período presidencial siendo considerado como terrorista por la mayor potencia mundial. Si nos atenemos a esto, Mandela sólo vivió los últimos cinco años de su vida, sin ser calificado como tal. Algún despistado diría que antecedió a Barack Obama como el primer terrorista que ganó el Premio Nobel de la Paz.
Si aceptamos que el terrorismo es conceptualmente el sacrificio deliberado de víctimas inocentes,  así como la transgresión de derechos superiores a los que se dicen defender y la vulneración de valores o su imposición por la fuerza, no nos queda más que afirmar que los mayores terroristas del planeta son los gobiernos de Estados Unidos y los países de la OTAN. Ello, no sólo por su actuación directa, sino también por su participación inmediata en la construcción de organizaciones terroristas a lo largo del mundo, las que lo están sembrando de violencia, miedo, persecución hasta llegar a niveles de deshumanización tales que deja disminuido hasta al régimen nazi, caracterizado como el peor horror del planeta durante el siglo XX.
En reciente vista a Kenia, el papa Francisco apuntó que “La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimenta del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración. En última instancia, la lucha contra estos enemigos de la paz y la prosperidad debe ser llevada a cabo por hombres y mujeres que creen en ella sin temor, y dan testimonio creíble de los grandes valores espirituales y políticos que inspiraron el nacimiento de la nación”. En estas palabras, el máximo representante de la iglesia católica pone el énfasis en la búsqueda de las causas del terrorismo y las ubica en “la pobreza y la frustración”. Si acogemos esta prédica, lamentablemente tendremos que aceptar que va a ser difícil eliminar este flagelo si no se suprimen los móviles que le dan origen. En esa medida, la pobreza, un engendro mucho peor que el terrorismo porque ocasiona más muertos y pesares a la humanidad, no va a tener solución en los marcos del capitalismo que intrínsecamente es depredador, marginador y excluyente.
Digo esto porque la única respuesta (necesaria a estas alturas) que se ha escuchado de parte de los mandatarios que dirigen las operaciones anti terroristas es la acción bélica, las cuales,  incluso cuando son efectivas, -como lo demuestran las llevadas a cabo en conjunto por el ejército sirio y la aviación rusa- y llegaran a obtener un éxito contundente, así como la supresión de los grupos terroristas que hoy operan en Siria e Irak, no darán solución definitiva al problema.
La ola de terror en el Medio Oriente, que también ha afectado a Estados Unidos, Rusia, China y Europa, fue iniciada a partir de la creación, financiamiento, dotación de armas y adiestramiento de los talibanes y con ellos de Al Qaeda por parte de la CIA en Afganistán en los años 80 del siglo pasado. Sin embargo, cobró fuerza a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001 –conocidos de antemano por el gobierno de Estados Unidos si nos atenemos a las declaraciones de diez jefes de inteligencia que comparecieron a una comisión especial del Senado que investigó los hechos-. Ello condujo a la utilización, -por parte del Presidente Bush- de la lucha contra el terrorismo como elemento ordenador de las relaciones internacionales y el establecimiento por la fuerza de un mundo unipolar como modelo organizacional en el planeta.
Los intentos de imposición de valores, de una cultura distinta y de un modelo de democracia que siendo mejor que el dictatorial, no ha funcionado en ningún lugar del mundo, sobre todo en aquellos países del Medio Oriente, gobernados por monarquías putrefactas en las que no existe el menor atisbo de democracia y se violan cotidianamente los derechos humanos, bajo la mirada cómplice de Occidente, ha sido el caldo de cultivo para que miles de jóvenes musulmanes excluidos, marginados y violentados en su humanidad y sus creencias, terminen aceptando ideologías extremistas (ajenas y usurpadoras del islam) que han comenzado a actuar en territorios cada vez más extensos y con una saña superlativa.
En el contexto actual, caracterizado de una parte, por el inaudito incremento de las migraciones de ciudadanos que escapan de la guerra y que huyen a Europa como tabla de salvación para lo que Occidente ha transformado en una existencia miserable. Y de la otra,  por la continuidad de atentados contra ciudadanos inocentes e inermes en un avión comercial civil ruso en Egipto, en un barrio de Beirut,  en centros de recreación en París y en un hotel de Bamako, capital de Mali, ese mismo Occidente sólo ha reaccionado cuando el terror ha golpeado la capital francesa, pareciera que las otras víctimas no tienen importancia. De tal dimensión es la deshumanización capitalista que le da valor distinto a la vida humana, dependiendo del lugar donde se haya nacido sometiendo al desprecio y al olvido a aquellos que habiendo sido también inmolados por la barbarie terrorista, no han tenido la fortuna de nacer en alguna de las ciudades de un “territorio privilegiado” al que consideran la médula del planeta.
Ante esta barbarie, ha reaccionado Rusia, para establecer una alianza con Irak, Siria e Irán a fin de enfrentar de manera real al terrorismo, sin ambigüedades;   sin campañas que se hacen en los medios, pero de las que no hay constancia en el terreno de los combates; sin decir que se ataca al comercio petrolero ilegal de los terroristas mientras se les da protección aérea a los mismos; sin fomentar un supuesto “terrorismo bueno” que eufemísticamente llaman “oposición armada”, como si ello fuera posible de manera legal en algún lugar del planeta, en carencia de apoyo y financiamiento de una o varias potencias globales; sin entregar armas a ese sector calificado de oposición, que a su vez las cede a los que ellos mismos califican de terroristas.
Todo eso, lo que ha hecho es poner en evidencia que lejos de combatir el terrorismo, Estados Unidos y sus satélites de la OTAN lo que hacen es  sostenerlo y luchar junto a él, como lo demuestra claramente el derribo de un avión ruso en Siria, de manera artera, alevosa y traidora de parte de la aviación de Turquía, un país que debería estar en el podio mundial entre aquellos gobiernos que fomentan y desarrollan el terrorismo.
No existe un terrorismo bueno como pretenden hacernos creer los medios transnacionales de comunicación, sus principales aliados y propagandistas. El terrorismo es uno solo y su origen está en las entrañas de la sociedad de clases que margina, excluye y humilla y que pretende universalizar valores, por vía de la fuerza, llevando a la impotencia y desesperación de miles de jóvenes que se incuban en sus propias sociedades, desde las que emanan la fuente de la rabia que utilizan mentes criminales para encauzar un enfrentamiento contra toda la humanidad.  No hay que olvidar que, como dijo el Papa Francisco, “el terrorismo nace de la pobreza”.
sergioro07@hotmail.com 

Campaña de la izquierda malagueña exigiendo la libertad del jóven Francisco Molero

Campaña de la izquierda malagueña exigiendo la libertad del jóven Francisco Molero



Francisco Molero, jóven militante andaluz del SAT fué detenido en 2013 en el asedia el congreso en una brutal actuación de la policia española.
Tras un juicio-farsa ha sido condenado a 5 años de cárcel y es inminente su entrada en prisión en lo que supone un nuevo abuso judicial de este estado que se hace llamar democratico.
Por ello la casi totalidad ee la izquierda malagueña ha iniciado una campaña para exigir su libertad y que se ponga fin a esteclima de represión que vive Andalucia y el resto del estado
Texto completo en: http://www.lahaine.org/campana-de-la-izquierda-malaguena

Thursday, November 26, 2015

The Oil Crash: Europa ante la guerra

The Oil Crash: Europa ante la guerra










Queridos lectores,

Resuenan con fuerza los tambores de la guerra en Europa, y los ciudadanos europeos, amedrentados por la omnipresente amenaza del terror integrista, se unen fervorosos al clamor contra el yihadismo, o bien callan por temor a ser tachados de blandos, cuando no de estúpidos. 

Corren malos tiempos para los que tratan de invocar la cordura, en medio de tantas tertulias de bajo perfil, sostenidas sobre la base de argumentos torpes y manidos. Cuesta tomar perspectiva, cuesta tener unos minutos para reflexionar con calma y tratar de entender qué está pasando, cómo ha pasado en tan poco tiempo Europa de ser un baluarte de prosperidad y entendimiento a ser presa del miedo y del ardor guerrero.

¿Es fruto este cambio del brutal atentado vivido en París hace dos semanas? Aún tengo amigos en la capital francesa, y varios me han referido escenas de un horror indescriptible vividas por personas allegadas a ellos, algunas de las cuales no sobrevivieron. Pero, ¿realmente actúan los gobiernos cegados por la indignación de la indiscriminada matanza, más difícil de asumir en un territorio ya no habituado a estas atrocidades?

Con una celeridad desconcertante, a las horas de haberse cometido los atentados de París y tenerse los primeros datos sobre los asesinos, se atribuyó por la vía sumarísima, sin juicio previo, la culpa al Estado Islámico, antes denominado ISIS, ahora Daesh (pues parece que esta palabra tiene connotaciones despectivas en árabe, y alguien con conocimientos de relaciones públicas habrá aconsejado el cambio). Incluso aunque el Estado Islámico haya reivindicado los atentados, resulta sorprendente que se le atribuya sin más discusión, sin más investigación, toda la culpa de lo sucedido. Los asesinos eran ciudadanos franceses; ¿no tiene el Estado francés ninguna responsabilidad por tanto? Se arguye que combatieron en Siria, pero, ¿demuestra ese simple hecho que fueron enviados aquí por el Estado Islámico? No malinterpreten mis palabras: estoy convencido que ISIS o Daesh o como quieran llamarle instigó los atentados, si no es que dio apoyo logístico y dinero para su comisión, pero aún así, el más elemental sentido de la prudencia indicaría que debería investigarse un poco más antes de lanzarse a una cosa tan grande y tan terrible como es hacer la guerra, con un coste tan elevado, tanto humano como económico. Una guerra que para Francia comenzó no tras los atentados de París, sino hace varios meses, en septiembre, cuando Hollande declaró que Siria era una amenaza para la seguridad nacional de Francia y comenzó a bombardear posiciones de Daesh en Siria

Como explicaba Christian Gebauer en el post anterior, la zona de Siria e Irak es "el ombligo del mundo", un lugar estratégico para el paso de oleoductos y que contiene algunos de los mayores yacimientos, que no han sido explotados al máximo rendimiento por las sanciones que recayeron sobre Irak durante años. Ahora que en el resto del mundo escasea el petróleo fácil de producir, esas reservas son demasiado golosas, demasiado necesarias para el futuro de tantos países importadores de petróleo, que necesitanese petróleo para mantener sus elevadas cuotas de desarrollo, para no hundirse de forma irremediable en esta crisis que no acabará nunca.


¿Por qué se produjo otro sangriento atentado en Bamako, la capital de Malí, unos días después? Como comentamos hace casi tres años en el post "El canto del gallo", Francia tiene un grandísimo interés en mantener el control de Malí para garantizar la estabilidad de sus minas de uranio en Níger. Malí es, por tanto, otro frente importante para Francia, de cara a mantener el suministro de los combustibles vitales (en este caso, uranio) con los que mantener su economía. Quienes atentaron en Malí estaban, consciente o inconscientemente, haciéndolo contra el poder de Francia, y así este atentado era una lógica continuación del de París.

Pero cubrir dos frentes de guerra, y tan distantes de la metrópoli, es demasiado para una potencia crepuscular como Francia, así que ha pedido ayuda para que le cubran el frente menos activo y menos problemático, el de Malí. España se ofreció de inmediato a relevar a Francia en Malí, pero el Gobierno español ahora duda en dar ese paso inmediatamente. Seguramente en la decisión del gabinete de Mariano Rajoy ha pesado las duras jornadas vividas entre el 11 y el 15 de marzo de 2004, en las que el propio Rajoy, quien iba primero en todas las encuestas, perdió las elecciones después de los terribles atentados de Madrid del 11 de marzo. En aquel entonces, en España aún se agitaban los rescoldos del movimiento contra la guerra en Irak, en la cual el Gobierno del también conservador Jose María Aznar (del cual Rajoy era ministro) había involucrado a España un año antes, a pesar del mayoritario rechazo por la opinión pública española. El Gobierno de España vive en el temor de que los movimientos anti-guerra, tan activos hace una década, se pudieran reactivar por culpa de una torpeza en la gestión mediática de la actual crisis internacional, y por ello camina con pies de plomo. Sobre todo, porque en España hay previstas elecciones legislativas para el 20 de diciembre.


Si se confirma lo que indican las encuestas y se impone una coalición entre las dos opciones más conservadoras, PP y Ciudadanos, lo más probable es que España entre en la guerra de Siria, ya sea directamente sobre el propio teatro de operaciones, ya sea cubriendo la retaguardia de Francia en Malí. Tampoco tiene muchas más opciones desde una perspectiva BAU: estas guerras son para controlar el acceso a las últimas grandes bolsas de recursos naturales; no las más abundantes sino las de mejor calidad. Quien las controle podrá mantenerse un poco mejor que aquellos que no lo consigan. Ésta es la verdadera razón detrás de ésta y de las otras guerras que la seguirán, y es por ello que España entrará junto con sus aliados en las guerras que vienen. Guerras que se irán multiplicando, por una sola razón, que se puede sintetizar en un gráfico extraído del informe anual de 2015 de la Agencia Internacional de la Energía y querecientemente comentamos.



Ahí lo pueden ver: incluso de acuerdo con los infladísimos escenarios de la AIE, Europa está condenada a decrecer en su consumo energético un 12% adicional a lo que ya ha decrecido. Nos dicen que eso lo va a hacer aumentando su PIB un 50% en términos reales, pero como tal cosa (crecer económicamente mientras se decrece energéticamente) no sólo no se ha visto jamás sino que además es imposible, nadie con un poco de conocimiento le da la más mínima importancia al eje horizontal de la gráfica. Lo importante, por tanto, es esa caída en el eje vertical, y la desasosegante certeza de que encima ese escenario es optimista...

Europa está condenada a decrecer energéticamente, simplemente, porque no hay para todos, porque, según reconocía la AIE en ese mismo informe de 2015, la producción de carbón y petróleo va a decaer a partir de 2020 (disfrazada, a su decir, de pico de demanda). Europa no necesita que se lo diga la AIE; en la Comisión Europea ya saben que actualmente el nivel de consumo de energía primaria de todo tipo está a niveles de principios de los años 90 del siglo XX, y ya saben que de seguir así en pocas décadas estará en niveles de los años 70. Pero Europa se resiste a agonizar energéticamente. Y se resiste porque no hay plan B. No hay alternativa al crecentismo. Y no las hayporque no existan propuestas (y algunas de una gran calidad); no las hay, simplemente, porque es políticamente inaceptable.

Así las cosas, la conciencia pública española tendrá que irse volviendo cada vez más bélica para poder adaptarse al único plan de futuro que hay ahora mismo sobre la mesa. Vendrán más guerras, inevitablemente. Guerras que se librarán en países extranjeros para asegurar el flujo de los vitales recursos, principalmente de combustibles fósiles. Guerras que causarán dolor, destrucción y muerte, y no sólo en los pobres países que asediemos; una pequeña pero dolorosa parte del mal que causaremos se volverá contra nosotros, en nuestros hijos que volverán en ataúd de una lejana colina, en nuestros parientes y amigos que morirán por culpa de una pequeña bomba que un miserable y desesperado traerá de esas recónditas tierras para explotar en nuestro mercado, en nuestro tren, en nuestro trabajo. Y esa bomba que tanto daño nos hará servirá para justificar que los tambores de guerra redoblen aún con más fuerza, que destrocemos aún más sanguinariamente aquellas tierras lejanas que guardan el petróleo que tanto necesitamos, el gas natural que nos calienta, el uranio que pone en marcha nuestras decrépitas centrales nucleares.


Seguramente en el curso de los años que vendrán veremos como España, probablemente del brazo de Francia, entrará en guerra en Argelia. La situación en el país norteafricano se ha ido degradando, especialmente desde que el precio del petróleo ha bajado tanto y el país se acerca a su bancarrota petrolífera, mientras hay cada vez más personas que hablan de que podría reproducirse la sangrienta guerra civil de los años 90; la presencia sobre el terreno de grupos vinculados al Estado islámico no hace más que acrecentar el temor a lavuelta a un conflicto interno argelino. Cuando dentro de unos años España entre en Argelia, dirán que vamos a pacificar aquellas tierras, nuevamente asoladas por otra cruel guerra civil; dirán que hay que dar soporte a la democracia en el norte de África, sin cuestionar la legalidad factual de las elecciones en Argelia; dirán, por último, que es vital evitar la formación de un estado fallido tan cerca de casa. No se dirá nunca que España obtiene el 60% del gas natural que consume de Argelia, ni que por culpa de la llegada a su cenit productivo las exportaciones de gas de Argelia cayeron en 2014 un 4,8%. 


Imagen de la web Flujos de energía: http://mazamascience.com/OilExport/index_es.html


Nunca se explicará que estamos allí para asegurarnos de que el petróleo y el gas argelino sigan fluyendo hacia España, a pesar de la caída geológica de la producción, a pesar de que poco puede hacer la voluntad de los hombres para oponerse a las leyes de la Física. Al final, el punto clave consiste en apropiarse de esos recursos, de manera que lleguen antes a nosotros que a los propios argelinos, si es que no hay suficiente para todos. Hace poco un diario español expresóesta misma idea con una pasmosa e involuntaria claridad: "¿Está en peligro el gas español en Argelia?". Fíjense qué frase: el gas español. Como si Argelia tuviese alguna obligación de garantizar que de sus pozos seguirá manando y al mismo ritmo un gas natural que, por algún motivo, resultar ser en origen español, y no argelino.

De todos modos, el papel que España está llamada a desempeñar en estas guerras cenitales no es demasiado destacado, debido a que rápidamente los conflictos se van a volver multilaterales. Ya lo hemos podido comprobar hace poco con el caso del derribo del cazabombardero ruso por parte de dos cazas turcos mientras bombardeaba posiciones rebeldes en Siria. Resulta que los intereses de Rusia y de Occidente en Siria no son los mismos: Rusia quiere mantener en el poder a Bashar el Assad, su aliado natural en la zona, y por ello aprovecha los bombardeos sobre Siria no sólo para atacar a Daesh, sino también a otros grupos opositores a el Assad. Pero resulta que a Occidente le interesa favorecer a algunos de esos grupos, en la esperanza de no sólo derrotar a Daesh sino también de derrocar a el Assad y garantizarse el control de una zona geostratégicamente fundamental. Y en este juego de equilibrios Turquía también tiene sus preferencias: el avión ruso que derribaron estaba justamente bombardeando las posiciones de un grupo pro-turco. 

Esta multilateralidad de intereses se irá haciendo cada vez más evidente, a medida que los recursos escaseen más y ya no den para cubrir las necesidades de los hoy aliados. Cuando el botín de estas neoguerras de conquista sea más magro, algunas potencias menores irán quedando arrinconadas del reparto. En el caso particular de España, en un momento determinado no se le invitará a participar en las operaciones militares, e incluso se le pedirá que abandone ciertos escenarios donde ya se encontraba sobre el terreno.Y si España, o cualquier otra potencia menor, no accede a irse de grado, se usará la misma fuerza militar contra ella. Esto degradará aún más la TRE de la guerra, pues dado lo magro de los recursos el número de países invasores tendrá que irse reduciendo, sin que por ello se reduzcan las dificultades sobre el terreno, con lo que el rendimiento de estas aventuras militares caerá doblemente: porque habrá menos recursos militares, y eso hará que los flujos serán más pequeños e irregulares; y porque, agotadas las otras opciones, se pondrán los ojos en países con menores recursos naturales.
 

Convertir la guerra en el principal instrumento para garantizar el flujo de recursos naturales hacia las economías occidentales tendrá también un coste importante para los países invasores. En lo que respecta a las derechos de los ciudadanos, se impondrán cada vez mayores restricciones a las libertades individuales, necesarias para acallar las críticas a aventuras bélicas cada vez más dudosas y menos rentables. Las sociedades en guerra prolongada sufren de un proceso de militarización de la conciencia ciudadana, en la que el clima de guerra lo preside todo y lo justifica todo; no se puede cuestionar no ya la legitimidad sino la utilidad de lo que se hace, so pena de ser considerado un traidor y, eventualmente, tener que afrontar penas de prisión. La disidencia es acallada y, con el paso del tiempo, puede acabarse convirtiendo en insurgencia, a medida que el flujo menguante de recursos sea distribuido de manera poco equitativa entre la sociedad. Con el incremento del gasto militar, es inevitable un incremento de los recortes sociales; estos mayores recortes sociales ya sobrevendrían por razón del declive energético inevitable, pero serán más grandes por la cantidad de recursos destinados a sostener el ejército. El coste nada despreciable de las aventuras militares lo hemos podido comprobar recientemente, cuando Francia ha conseguido que la Comisión Europea le permita no cumplir con su objetivo de déficit público para este año por la razón explícita de sus necesidades militares.

Muchos de los grandes imperios de la Historia colapsaron al ser incapaces de sostener sus últimas aventuras militares, a veces un tanto esperpénticas. La lógica subyacente de muchas guerras de conquista era que la economía se había vuelto dependiente de la expoliación de recursos en los territorios conquistados. Esta es una situación en mucho análoga a la que tenemos actualmente. Los lugares en disputa son aún hoy atractivos desde el punto de vista de los recursos, pero el inevitable declive de la producción mundial de hidrocarburos llevará a países cada vez más remotos, más poblados, mejor defendidos y con menos recursos. Al final, exhaustos por el esfuerzo e incapaz de sostenerse con los magros frutos de las últimas guerras, todas las potencias occidentales irán colapsando.

Digámoslo alto y claro: el colapso de la sociedad europea es inevitable si continuamos por la vía militar. Será un colapso económico, sí, pero también, y mucho antes, moral, si por mor de mantenir unos pocos años más un sistema insostenible renunciamos a los valores fundamentales en los que hace tiempo decidimos creer. 


La guerra no es la única opción para Europa, y desde luego no es la mejor. Europa puede y debe aspirar a mucho más que a intentar robar violentamente los últimos despojos de la era fósil. Tendremos que decrecer, ciertamente, pero podemos hacerlo desde ya y con dignidad, en vez de emborracharnos en una orgía de sangre que sólo retrasará lo inevitable hasta mañana y entonces nos hará caer de una manera más brutal y precipitada. No permitamos que el continente que una vez fue un ejemplo de democracia se convierta en sinónimo de barbarie y de abyección. Nomancillemos el nombre de Europa a ojos de las próximas generaciones. Guardemos para nosotros nuestro recursomás valioso: nuestro honor.

Wednesday, November 25, 2015

LEONARDO BOFF / Occidente ha escogido el peor camino: la guerra | CONTRAINJERENCIA

LEONARDO BOFF / Occidente ha escogido el peor camino: la guerra | CONTRAINJERENCIA





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LEONARDO BOFF / Occidente ha escogido el peor camino: la guerra

Publicado el 11/25/15 •

LEONARDO BOFF / Alainet – Ciertamente son abominables y totalmente rechazables los atentados terroristas perpetrados el último 13 de noviembre en París por grupos terroristas de extracción islámica. Tales hechos nefastos no caen del cielo. Poseen una prehistoria de rabia, humillación y deseo de venganza.



Estudios académicos realizados en Estados Unidos han evidenciado que las continuadas intervenciones militares de Occidente con su geopolítica para la región y a fin de garantizar el abastecimiento de sangre del sistema mundial que es el petróleo, rico en el Medio Oriente, acrecentadas por el hecho del apoyo irrestricto dado por Estados Unidos al Estado de Israel con su notoria violencia brutal contra los palestinos, constituyen la principal motivación del terrorismo islámico contra Occidente y contra Estados Unidos (véase la vasta literatura firmada por Robert Barrowes: Terrorism: Ultimate Weapon of the Global Elite en su sitio: War is a Crime.org).



La respuesta que Occidente ha dado, comenzando con George W. Bush, retomada ahora vigorosamente por François Hollande y sus aliados europeos más Rusia y Estados Unidos es el camino de la guerra implacable contra el terrorismo, ya sea interno en Europa o externo contra el Estado Islámico en Siria y en Iraq. Pero este es el peor de los caminos, como criticó Edgar Morin, pues las guerras no se combaten con otras guerras ni con el fundamentalismo (el de la cultura occidental que se presume ser la mejor del mundo, con el derecho a ser impuesta a todos).



La respuesta de la guerra, que probablemente será interminable por la dificultad de derrotar el fundamentalismo o a los grupos que deciden hacer de sus propios cuerpos bombas de alta destrucción, se inscribe todavía en el viejo paradigma de pre-globalización, paradigma enclaustrado en los estados-naciones, sin darse cuenta de que la historia ha cambiado y ha vuelto colectivo el destino de la especie humana y de la vida sobre el planeta Tierra. El camino de la guerra no ha traído nunca la paz, a lo máximo alguna pacificación, dejando un lastre macabro de rabia y de voluntad de venganza por parte de los derrotados que nunca, a decir verdad, serán totalmente vencidos.



El paradigma viejo respondía a la guerra con guerra. El nuevo, de la fase planetaria de la Tierra y de la humanidad, responde con el paradigma de la comprensión, de la hospitalidad de todos con todos, del diálogo sin barreras, de los intercambios sin fronteras, del gana-gana y de las alianzas entre todos. En caso contrario, al generalizar las guerras cada vez más destructivas, podremos poner fin a nuestra especie o volver inhabitable la Casa Común.



¿Quién nos garantiza que los terroristas actuales no se apropien de tecnologías sofisticadas y empiecen a usar armas químicas y biológicas que, por ejemplo, colocadas en los depósitos de agua de una gran ciudad, acaben produciendo una destrucción sin precedentes de vidas humanas? Sabemos que se están preparando para montar ataques cibernéticos y telemáticos que pueden afectar a todo el servicio de energía de una gran ciudad, los hospitales, las escuelas, los aeropuertos y los servicios públicos. La opción por la guerra puede llevar a estos extremos, todos posibles.



Debemos tomar en serio las advertencias de sabios como como Eric Hobswbam al concluir su conocido libro La era de los extremos: el breve siglo XX (1995:562): «El mundo corre el riesgo de explosión e implosión; tiene que cambiar… la alternativa al cambio es la oscuridad». O la del eminente historiador Arnold Toynbee, que después de escribir diez tomos sobre las grandes civilizaciones históricas, en su ensayo autobiográfico Experiencias (1969:422) nos dice: «Viví para ver el fin de la historia humana tornarse una posibilidad intrahistórica, capaz de ser traducida en hechos, no por un acto de Dios sino del propio hombre».



Occidente ha optado por la guerra sin tregua. Pero nunca más tendrá paz y vivirá lleno de miedo y rehén de posibles atentados que son la venganza de los islámicos. Ojalá no se haga realidad el escenario descrito por Jacques Attali en Una breve historia del futuro (2008): guerras regionales cada vez más destructivas hasta el punto de amenazar a la especie humana. Entonces la humanidad, para sobrevivir, pensará en una gobernanza global con una hiperdemocracia planetaria. Sería la última oportunidad para salvar nuestra civilización y la vida visible sobre la Tierra.



Lo que se impone, así nos parece, es reconocer la existencia de hecho de un Estado Islámico y luego formar una coalición pluralista de naciones y de medios diplomáticos y de paz para crear las condiciones de un diálogo para pensar el destino común de la Tierra y de la humanidad.



Temo que la arrogancia típica de Occidente, con su visión imperial al juzgarse mejor en todo, no acoja este camino pacificador y prefiera la guerra. En ese caso, vuelve a tener significado la sentencia profética de M. Heidegger, conocida después de su muerte: «Nur noch ein Gott kann uns retten: entonces solo un Dios puede salvarnos».



No debemos esperar ingenuamente la intervención divina, pues nuestro destino está bajo nuestra responsabilidad. Seremos lo que decidamos: una especie que prefirió autoexterminarse antes que renunciar a su voluntad absurda de poder sobre todos y sobre todo o bien forjamos las bases para una paz perpetua (Kant) que nos conceda vivir diferentes y unidos en la misma Casa Común.



Leonardo Boff, articulista del Jornal do Brasil online, ecoteólogo y escritor.



Traducción de MJ Gavito Milano


Monday, November 16, 2015

"Hay que articular un movimiento contra el imperialismo y por la paz"





Intervención de Ferrán Nieto, Secretario General del Partido Comunista del Pueblo de Catalunya (PCPC), en el marco de la Jornada de debate "Perspectivas comunistas en la Mediterránea), celebrada el sábado 14 de noviembre en Barcelona.

Monday, November 09, 2015

Gypsy Film Latcho drom Tony Gatlif





Roma - the lost Indian tenth Army of the Buddhist Gour kingdom.The last of the divisions Who went to fight the final battle in 1080 AD facing the islamic invaders, betrayed from behind by the Hindu Brahmins, facing insurmountable odds against the islamic hordes

Blood, Guts and Glory is what defined this mighty, but lost army then, followed by years of persecution, humiliation, slavery and Genocide

Today they belong to the fringes of the european society with an attitute of 'The world owe's me a Living' and a grudge against the world. I see the same attitude in another minority group in the Americas who were enslaved

We can hopefully bring them up to what they used to be.Before hitler wiped out thier leaders and thier intelligensia. Destroying thier pride and the best among them and thier history of where they came from and why

www.romani-story.com

Sunday, November 08, 2015

VALERY GISCAR D’ESTAING, EX PRESIDENTE FRANCÉS, DESTACA 25 VERDADES SOBRE EL CONFLICTO UCRANIANO | EL BLOG DE CARLOS

VALERY GISCAR D’ESTAING, EX PRESIDENTE FRANCÉS, DESTACA 25 VERDADES SOBRE EL CONFLICTO UCRANIANO | EL BLOG DE CARLOS

ALGUNOS DE LOS POLÍTICOS DEL SIGLO PASADO SABEN INTERPRETAR LO QUE OCURRE EN EL XXI, DEMOSTRANDO AL MENOS UN GRAMO DE HONESTIDAD, RIGOR Y OBJETIVIDAD

ALGUNOS DE LOS POLÍTICOS DEL SIGLO PASADO SABEN INTERPRETAR LOS CONFLICTOS QUE EE.UU. Y EUROPA HAN CREADO EN EL XXI, DEMOSTRANDO AL MENOS UN GRAMO DE HONESTIDAD, RIGOR Y OBJETIVIDAD QUE NI MANDATARIOS Y MEDIOS OCCIDENTALES ESGRIMEN HOY EN DÍA


n una entrevista, el antiguo presidente francés hizo partícipe de su análisis sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania.

1.– La anexión de Crimea por parte de Rusia constituye un acto de justicia histórica. Es “conforme a la Historia”.

2.- Crimea “siempre estuvo poblada por rusos” desde su conquista en el siglo XVIII, la cual se hizo en detrimento de “un soberano local que dependía del poder turco”.

3.- Durante la Guerra Fría, Nikita Kruchov quiso “aumentar el peso de la URSS en las Naciones Unidas”. Entonces creó Ucrania y Bielorrusia para tener “dos votos más” en el concierto de las naciones y entregó Crimea a la nueva Ucrania.

4.- “En aquella época yo ya pensaba que esta dependencia artificial no duraría”. La anexión era entonces previsible.

5.- “El regreso de Crimea a Rusia fue ampliamente aprobado por la población”.

6.– “El método de Vladimir Putin habría podido ser diferente. Pero hoy la cuestión de Crimea debe ser puesta de lado”.

7.– “Crimea […] tiene vocación de permanecer rusa”.

8.- Ucrania fue rusa durante mucho tiempo y Kiev fue la capital de Rusia. “Cuando yo era ministro de Finanzas, fui a la Unión Soviética a petición del general de Gaulle y Kruchov me recibió en Kiev”.

9.- “¿Cuál fue el papel de la CIA en la revolución del Maidán?”

10.- “¿Cuál es el sentido de la política sistemáticamente antirrusa que lleva Barack Obama?”

11.- “La transición ucraniana tiene un aspecto poco democrático. Son los clanes dirigidos por oligarcas quienes tienen el poder”.

12.– Estados Unidos “probablemente alentó y apoyó al movimiento insurreccional”.

13.- La política de sanciones contra Rusia viola el derecho internacional.

14.- “¿Quién puede arrogarse en efecto el derecho de establecer una lista de ciudadanos a quienes se les aplica sanciones personales sin ni siquiera interrogarles, sin que tengan la posibilidad de defenderse o incluso tener abogados?”

15.- Las sanciones contra Rusia atentan contra los intereses de Europa y de Occidente.

16.- “Sería irresponsable desear el desmoronamiento de la economía rusa”.

17.- “Para Europa, los rusos son socios y vecinos”.

18.- “Ucrania tal como es no puede funcionar democráticamente”.

19.- La solución a la crisis ucraniana debe pasar por la creación de una confederación multiétnica “sobre el modelo suizo de cantones, con una parte rusófona, una parte polaca y una parte central. Un sistema a la vez federal y confederal, patrocinado por los Europeos y apoyado por las Naciones Unidas”.

20.- Resulta imposible que Ucrania entre en el sistema europeo.

21.- “Las aspiraciones europeas de Kiev eran un sueño”.

22.- “Como antigua parte de Rusia, Ucrania no puede estar en la Unión Europea”.

23.- El lugar de Ucrania “está entre dos espacios, Rusia y la Unión Europea, con los cuales debe mantener relaciones normales”.

24.- Está fuera de cuestión que Ucrania se adhiera a la OTAN y Francia tiene razón al oponerse a ello.

25.- Ucrania corre el riesgo de la quiebra financiera y solicitará la ayuda del FMI, pues Europa no podrá brindar su apoyo.

*Dr. Salim Lamrani, profesor universitario, investigador, escritor, especialista en relaciones Cuba-EE.UU.

PUBLICAN EL TEXTO DEL TTP (que no diferirá del TTIP)

PUBLICAN EL TEXTO DEL TTP (que no diferirá del TTIP) | EL BLOG DE CARLOS

El texto completo, al que se puede acceder a continuación en sus diversos capítulos, fue publicado en el sitio web de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales de Chile (en inglés).

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El texto se someterá a revisión legal y será traducido a idiomas francés y español antes de la firma.

Las conversaciones habían comenzado en 2008 y finalizaron en una maratoniana sesión de más de cinco días en Atlanta, en la que participaron Australia, Brunei, Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Chile.

CAPÍTULOS DEL ACUERDO

1. Disposiciones iniciales

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2. Comercio de bienes (acceso a mercado y agricultura)

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3. Reglas de origen y procedimientos relativos al origen

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4. Textiles

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5. Administración Aduanera y Facilitación de Comercio

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6. Defensa comercial

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7. Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF)

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8. Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC)

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9. Inversiones

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10. Comercio Transfronterizo de Servicios

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11. Servicios Financieros

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12. Entrada Temporal de Personas de Negocios

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13. Telecomunicaciones

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14. Comercio Electrónico

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15. Contratación Pública

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16. Competencia

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17. Empresas del Estado y monopolios designados

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18. Propiedad Intelectual

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19. Asuntos Laborales

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20. Medio Ambiente

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21. Cooperación

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22. Competitividad

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23. Desarrollo

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24. Pequeñas y Medianas Empresas

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25. Coherencia regulatoria

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26. Transparencia y Anticorrupción

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27. Administración y Disposiciones Institucionales

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28. Solución de Diferencias

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29. Excepciones

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30. Disposiciones Finales

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